Hola a todo el mundo!!! :)

Este es el primer fic de Inuyasha que hago... És de la pareja Sesshomaru/Kagome. Por si las dudas.

Bueno antes de empezar, me gustaria aclarar unas cosas. Acepto todo tipo de comentarios, mientras que no sean insultos...

Me gustaria que me dijeran donde cometí errores para poder mejorar y hacer el fic más al gusto de todos. Va a estar narrado desde el punto de vista de Kagome y Sesshomaru, alternativamente.

Aclaraciones:

POV ?¿ : narrado desde el punto de vista del personaje.

blablabala : narración normal.

. blablabala- blabalab. : dialogo.

Antes de comenzar me gustaria aclarar otra cosa.

Disclammer: La serie de Inuyasha, asi como sus personajes, no me pertenece, pertenece a Rumiko Takahashi. Cualquier similitud con la realidad es mera concidencia. Eso si esta historia es totalmente mía.


POV Kagome:

Es una noche muy bella... Me dije mirando el cielo estrellado con luna llena, desde mi saco de dormir.

De repente empecé a escuchar una serie de sonidos, sabiendo quien los hacia preferí arroparme más en el saco y hacerme la dormida.

Ya habían pasado dos meses desde que decidí quedarme permanentemente en esta época. En parte fue para quedarme al lado de Inuyasha, aunque, ahora no se que hubiese sido mejor. Inuyasha no me quiere, eso lo se, pero aun tengo una pequeña esperanza. Ya que aun recuerdo el día que me pidió que me quedara con él. Por algo seria ¿no?

Disimuladamente mire por todo el campamento donde esta vez nos quedábamos a dormir.

Sango dormía, al igual que Miroku, Shipo y Kirara. Por lo cual solo podía ser alguien el causante de los ruidos. Seguramente era Inuyasha.

Como me picaba la curiosidad, decidí seguirlo desde una distancia prudente, para que no me viera.

Cuando estuve segura de que no me veía, me levante y comencé a seguirlo.

No se por que pero en ese momento tuve una extraña sensación, como si algo malo fuera a pasar.

Diciéndome que solo eran cosas mías, lo seguí, internándome en el bosque.

Avance por arbustos, árboles y otras cosas que obstaculizaban el camino, asta que escondiéndome en el tronco de un gran árbol, podía escuchar unos murmullos, que poco a poco se fueron haciendo más claros.

No podemos seguir así. Sabes que esta situación me hace daño. Yo te amo, pero... tú... no estoy segura de que sientas lo mismo.- decía con voz trémula alguien, que por la voz que se me hacia además muy conocida, era de mujer.

Kikyo... no digas eso. No quiero hacerte daño pero... estoy un poco confuso, solo eso.- contesto otra voz.

En ese momento sentí que el corazón me daba un vuelco. Si la mujer era Kikyo... la otra persona era Inuyasha... no habia duda. Sintiendo que me ganaban las ganas de llorar, decidí seguir escuchando, de una vez por todas asta el final.

Pero Inuyasha, me duele tener que decirte esto... pero no es a mí sola a la que haces daño, con tu indecisión. Mi reencarnación también te quiere. Y no es justo para ninguna de las dos.- decía Kikyo con decisión aunque con un deje de tristeza.

No digas más.- pidió Inuyasha mientras que acercaba a la miko muerta a su cuerpo y la abrazaba fuertemente, cosa correspondida por ella.

Solo te pido una cosa... Di que me quieres...- dijo Kikyo.

Inuyasha cogió en sus manos la cara de Kikyo y acerco

sus labios a los de la mujer, para fundirse en un apasionado beso, lleno de amor.

Te quiero... no, no solo te quiero... yo te amo, a ti y no a Kagome.- decía Inuyasha después de tremendo beso.

Pues demuéstramelo, tomándome...- murmuró con voz ronca la miko muerta a su amante Inuyasha.

Lo que tu me digas, preciosa...- dijo Inuyasha para seguir con sus juegos de caricias.

¡No! Esto no podía estar pasando... pensé a la vez que me marchaba de ese lugar, causante de mi corazón roto, a cualquier otra parte donde no pudiera verlos otra vez, para que no me causaran dolor.

Mientras que corría, sentí como las lagrimas asta ahora retenidas salían en torrente por mis ojos, haciendo su recorrido por las mejillas.

No se cuanto tiempo estuve corriendo sin dirección alguna, y la verdad, ya no me importaba, todo por lo que habia luchado estaba perdido... te odio, no sabes cuanto te odio a ti y a Kikyo, Inuyasha.

Poco a poco, sentí que las energías se me iban. Después de tan larga carrera, donde me caí varias veces, llenándome las piernas de sangre al igual que por mi cabeza caía un poco de sangre ya seca de una caída, en la cual me di en la cabeza.

No pidiéndome sostener con mis propias piernas, me caí y quede de rodillas en el suelo, húmedo de ese bosque.

Sacándome momentáneamente de mi sufrimiento, sentí como los arbustos de un lado mío se movían, rápidamente busque en mi espalda el karkaj de las flechas, pero en mi descuido de salir del campamento no lo cogí.

Bien, eres muy lista, Kagome. Me decía a mi misma a modo de burla. No se te ocurre otra cosa que olvidar las flechas y el arco, para defenderte.

De los arbustos, salió una especie de youkai. Tenia el pelo verde y la cara... más horrenda que habia visto en mi vida. Dios, los dientes eran amarillos, tirando al negro y su cara parecía con pellejos y también de color verde. Su cuerpo era muy gordo y seguramente pesado. Además desde la distancia en la que estaba, podía oler su mal olor, imagínate si se me acercaba más.

Pero que tenemos aquí. Pero si es una linda flor, para ser desflorada...- decía con ironía el monstruo verde, sacando una sonrisa lujuriosa y pasándose su lengua azul por los labios.

¡NO TE ACERQUES A MÍ, SANGUIJUELA ASQUEROSA!- grite con todos las fuerzas que mi garganta adolorida por el llanto me daba.

Pero, no seas así, ricura. Tu y yo nos la pasáremos bien, muy bien...- decía mientras se acercaba a donde estaba yo indefensa, sin fuerzas para moverme ni nada para defenderme.

Llego asta mí y con una de sus asquerosas manos, me levanto la barbilla para unir sus labios rasposos y malolientes a los míos, con tanta fuerza besaba que me rompió un labio.

Yo intentaba quitármelo de encima, sintiendo como ahora si, todos los sueños que tuve se esfumaban de uno en uno, con mi inocencia, siendo mancillada.

Sentía que no iba a aguantar más antes de darme por vencida y dejar que el destino lo decidiera todo.

De pronto el peso del asqueroso monstruo verde salió de encima de mí.

Mire a mi alrededor aturdida y cual fue mi sorpresa al encontrarme a mi salvador.

Era...

POV Sesshomaru:

A estas horas ya estaban todos durmiendo. Rin, Yaken y Aun, hacia rato que se habían dormido.

Mire a Rin, que dormía tranquilamente y me volví a preguntar, que impulsos hicieron que aceptara que viajara conmigo.

Yo odio a todos los humanos, pero, con esta niña no me pasa lo mismo, ella es la excepción... pero ante todo hay que aclarar algo, ella no me atrae físicamente, más bien es un amor fraternal, como el de un padre a un hijo.

Volví a mirar mi brazo derecho... ese que antes habia perdido, gracias al despreciable de Inuyasha y su mujercita. Ya hacia tiempo que lo volvía a tener, gracias a una vieja bruja youkai, que consiguió traerlo de vuelta.

Miro alrededor de todo el campamento, asegurándome que no hay nadie y después miro al cielo, quedándome como hechizado por la luna.

Ella y yo somos muy ligados. No por algo, su diosa es pariente mía.

De pronto noto la presencia de ella... mi cita de esta noche.

Me levanto del tronco de árbol, donde estaba apoyado y voy a su encuentro.

Como sabrán soy hombre y eso conlleva algunas cosas... que necesito calmar si quiero seguir con mi propósito y matar al engendro de Naraku.

Dejando previamente a Yaken vigilando, ya que gracias a la patada que le he dado se a despertado, me acerco al lago donde ella y yo acordamos vernos.

Sesshomaru... pensé que no venias...- oí la voz melosa de una mujer youkai.

Sabes que no me lo perdería por nada del mundo... Hin.- le dije mientras la besaba con pasión abrasadora a lo que ella gustosa correspondía.

Hin, una youkai zorro, de mas baja categoría que yo, pero toda una fiera en la cama y una gran entendida en el arte de amar. Por algo la frecuentaba. Ella hacia bajar el calentón que traía encima. Y sin riesgos de embarazos, ya que la "pobre" era estéril.

OH, Sesshomaru... más duro...- decía Hin entregándose a la lujuria del momento.

Jeje... eres una viciosa...- le respondí entre beso y beso, a la vez que salvajemente le quitaba lo poco que cubría su cuerpo.

La cogí por las caderas y girándola, para que me diera el culo la hice mía de la manera más bruta posible, a la vez que el ambiente se llenaba de los sonidos guturales de nuestra sucia unión.

Una vez acabe me despedí de Hin, secamente y me fui dejándola satisfecha como a tantas otras féminas.


¿Que tal les parecio? Se que deben de haberse quedado todos picados por el misterioso personaje que salva a Kagome...

Y no, no es Sesshomaru.

Si quieren saber más, esperaros hasta el proximo capítulo. Aunque ya os he aclarado que Sesshomaru no és.

Y si, aqui Sesshomaru tiene vida sexual. XD

Diria que nos vemos, pero mejor dijo que nos leemos a la próxima.

Feliz año nuevo tardido!!!