Harry Potter y el Ejército del Fénix

Sumario: Diciembre 18/1998. El cuerpo de un chico de cabellos negros, abandonado entre la nieve de principios de invierno. Una mirada insegura a lo lejos. Unos cuantos pasos después. Y el rescate de unas manos pálidas y mirada misteriosa de un chico con una ave exótica: un Fénix. ¿Qué les depara el futuro?


Capítulo 1: "El Cuerpo"

Sus pasos se hacían sordos con el crujir de la nieve. Caminaba solitario, hundido en sus pensamientos, al igual que sus pies sobre el níveo invierno que inundaba el castillo.

Solía pasearse por allí una vez al mes, a veces dos. Intentando encontrar consuelo alguno para su corazón dolido.

Siguió caminando sin saber que a pocos metros encontraría su única luz de esperanza, aunque trajera consigo la tarea de volver a hacerla brillar.

Divisó a su nuevo amigo a lo lejos, bien alto, surcando el cielo. Un ave hermosa, regalo de una persona especial. Esa era una de las personas por las cuales él conservaba su vida. Y aquel animal también. Ese hermoso ejemplar de fénix le salvó la vida cuando nadie más se molestó en dirigirle, siquiera, una mirada. Y por ello lo adoraba. Le debía mucho.

Fawkes se le acercó, y él estiró su brazo derecho para recibirlo. El ave acarició su mejilla con sus plumas rojizas a modo de saludo.

- Hola, amigo. ¿Disfrutaste del paseo?- como respuesta recibió un gorgojeo del animal. Sonrió. Ahora, a diferencia de antes, podía identificar los sonidos y los gestos como expresiones o palabras propias de una persona. Lo aprendió con el tiempo, desde hacían unos cuantos meses.

Siguió caminando cuando de pronto divisó a lo lejos y contrastando apenas con el cielo y las nubes, una motita blanca que de a poco se hacía más grande. Al tiempo la reconoció como una lechuza. Y con curiosidad y sorpresa la supo identificar apenas vio esos hermosos faroles color ámbar que el animal llevaba como ojos.

- ¿Hedwig?

El ave parecía dirigirse en su dirección aunque cayó en picada a unos cuantos metros mas allá, bajando la pequeña colina empinada. El chico la siguió con la vista, y lo que vislumbró no le gustó en lo absoluto. Allí estaba el que tanto habían estado buscando todos en los últimos días. Aquel que en los diarios aparecía, irónicamente, desaparecido. Estaba seguro de ello. Esos cabellos... y las dimensiones del cuerpo también coincidían. Debía de ser él.

- Diablos.-murmuró.- Fawkes, busca ayuda. Ya sabes quién. Ve. ¡Rápido!- el ave despegó sin necesidad de escucharlo dos veces, en busca de la persona indicada.

Corrió los últimos metros cuesta abajo. Y con angustia notó como el corazón se le encogía dentro del pecho. Aquello no estaba en sus planes. Pero no podía quedarse de brazos cruzados.

Llegó junto al cuerpo. Levantó la vista, y sus ojos se encontraron con los del ave blanca. Aquellos ojos destilaban miedo, preocupación... y odio.

Al parecer tendría que sortear otro problema antes lograr girar el cuerpo.

Había que enfrentar al ave.