DEVIL MAY CRY
DANCE OF SPARDA
Mission 1. El Salvador
En el amanecer del tiempo, dos mundos han coexistido paralelamente uno de otro, el mundo humano y el mundo demoniaco, uno regido por la claridad y el otro por las sombras, pero aunque opuestos ambos tienen un objetivo en común, la supervivencia de su mundo.
Esta historia da comienzo 2000 años atrás, antes de la rebelión del infierno cuando comenzó la leyenda del legendario caballero oscuro Sparda.
El mundo demoniaco esta devastado por la oscuridad, y entre la miseria un demonio se eleva entre los demás.
- Compañeros, legiones de nuestro señor, alégrense, pues nuestro rey ya gobierna absolutamente este mundo, todos alaben al príncipe de la oscuridad, Mundus.- daba a conocer la resonante voz del demonio Sparda; - al fin logramos la paz en nuestro reino-, pero en su pensamiento decía, - "por cuanto tiempo durara"-.
El tiempo pasaba y tal parece que en el infierno todo estaba en orden, mientras Sparda descansaba en su morada; se encontraba reflexionando sobre los sucesos que lo atormentaban; cuando fue interrumpido abruptamente.
¡Sparda!, sal de donde estés-. Gritaba con estruendo inmenso demonio. -¡Sparda!, aparécete-.
- Beowulf, calla de una vez o me veras obligado a cercenarte la lengua-. Llegaba la voz de Sparda, en un tono irritado.
- mmm… Tranquilo solo he venido como mensajero.
- Desde cuando has caído tan bajo… te han degradado.
- No abuses de tu buena suerte, solo porque eres el héroe de nuestro reino… he venido bajo órdenes directas de nuestro señor, Mundus, quiere que te reúnas con el.
- Entendido… iré de inmediato, ya te puedes largar-; decía Sparda en tono burlón.
- Estate honrado Sparda, porque yo estaré allí cuando caigas de tu gloria-, se retiraba Beowulf, del lugar emprendiendo el vuelo con sus 4 alas, con una cara llena de rabia.
- "Acta non verba" (acciones no palabras), Beowulf-, decía Sparda dirigiéndose al castillo del príncipe Mundus.
El salón del castillo era inmenso, con un decorado exquisito.
- Me llamo mi señor -, se presentaba Sparda, inclinándose hacia su rey.
- Sparda, dime que vez en este mundo en que vivimos -; dijo el gran señor Mundus a Sparda.
- Veo un mundo masacrado, luchando por resurgir -.
- Sabes que veo yo, Sparda -.
- No -.
- Veo un mundo decadente, condenado, que padece hambre y pestes, pero yo seré su salvador-, decía Mundus, mientras se enaltecía de si mismo.
