¡Hola a todos!

Empiezo una nueva historia en un ataque de nostalgia al ver de nuevo Roswell después de tanto tiempo. La historia es un croosover de Harry Potter y Roswell, pero he de decir que no será necesario haber visto la serie para entender la historia. (Espero explicar bien las cosas)

Todo lo que puedan reconocer pertenece a JK Rowling y a los creadores de la serie Roswell, no me demanden, ¡por favor! No tengo ni un céntimo. Escribo esta historia por diversión y sin fines de lucro.

Espero que alguien lea esto y le guste, al menos le ayude a pasar el rato. Aquí los dejo con esta loquera.  

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El chico corría y corría, ya había perdido la noción del espacio, no sabía hacia donde se dirigía, pero sus perseguidores le pisaban los talones. Entró en una especie de callejón que daba paso a una intrincada mezcla de callejas pequeñas y estrechas. Era peor que un laberinto. No podía dejar que lo atraparan.

De repente uno de los hombres que lo perseguían le había salido de frente, era un hecho que conocía mejor que él esos parajes. El chico se detuvo asustado. El hombre levantó hacia él un extraño instrumento, pero el chico no se esperó a ver que planeaba. Levantó su mano izquierda y una poderosa luz salió de esta, dándole al hombre en el pecho y lanzándolo contra el muro, donde cayó inconsciente.

El chico iba a seguir corriendo cuando sintió que le ponían uno de esos instrumentos en la espalda.

-Quieto ahí, fenómeno.

-Déjame si no quieres que te pase lo que a tu amigo.

-Veamos si una vez que te de la descarga eres tan valiente...

En ese momento, una voz joven, que ninguno de los dos conocía resonó a sus espaldas:

-¡Desmaius!

El hombre cayó al piso inconsciente. El chico levantó la vista para encontrarse con un chico de su misma edad que sostenía una especie de pequeña vara de madera en la mano. El recién llegado era alto, tenía el pelo negro largo y unos brillantes ojos azul oscuro, que resaltaban aún en la oscuridad del callejón. 

-Por poco, ¿ah? – le preguntó su salvador acercándose a él al tiempo que guardaba la varita y veía al chico que acababa de salvar. Parecía tener unos 14 ó 15, como él. Tenía el pelo negro corto y los ojos verdes. 

-Gracias – le dijo el chico aún asustado-pero, ¿por qué? ¿Cómo?

-Vi que te perseguían y por lo que oí creí que eras de los nuestros, pero me parece que eres distinto, digo, no necesitaste la varita.

Como el chico todavía lo miraba receloso le dijo:

-Mejor vámonos de aquí. No sé cuanto dura lo que tu hiciste, pero mi hechizo no dura mucho. ¿Me puedes decir tu nombre.

-Zan – respondió el chico, pero dudó de dar su apellido, así que buscó otro en su memoria- Zan Evans.

Se mordió el labio. Ese era justo el último apellido que debería usar, aunque su salvador no lo sabía. Al menos así parecía.

-Mucho gusto Zan – contestó el chico con una sonrisa- mi nombre es William Black, puedes llamarme Will. Anda. Vámonos de aquí. Te llevaré a un lugar seguro.           

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Ahí está. Espero que les haya gustado, es sólo una pequeña introducción a lo que va a suceder.  

Aclaro de una vez que el Zan que sale en la historia no es el gemelo de Max sino su hijo, y para las personas que no veían la serie decirles que Max era un extraterrestre que tenía ADN humano y tuvo un hijo con otra como él llamada Tess. El niño es Zan y él lo dio en adopción para sacarlo del peligro, porque Tess le dijo que era totalmente humano.

Ya saben lo que podrían hacer ahora para hacerme feliz: ¡dejarme un review!

Gracias por tomarse la molestia de leer esto.

Sara Fénix Black.