Prohibido tocar

Cuando no estaba puteandolo, estaba tratando de encoger su cabeza que contenía pensamientos cándidos respecto a sus ojos avellana, fornida espalda y atléticas piernas.

Debía estar fumada, pero no lo hacía.

Debía estar loca, pero no estaba medicada ni tenía antecedentes psiquiátricos.

Debía estar desesperada por sexo tal solterona virgen de cuarenta años. O tal vez necesitada de cariño, como cachorro abandonado.

Pero la verdad era que Lily Evans había dicho que si a Potter, aquel egocéntrico y calenturiento muchacho que le gustaba.

Egocéntrico por que quería tener al mundo en un puño, cerrado, en su palma. Calenturiento por que era caradura y sinvergüenza, y calentaba las braguetas y las camas de todo el sector fémino del colegio.

Maldito Potter y esa magia sobrenatural como Mary solía llamarla.Tiene armas de seducción le secó el marote Alice un día.

Pero ella lo llamaba estupidez y ceguedad de esas niñitas huecotas, y ella, inteligente y superior, no caía en las Patrañas Potter.

Resulta que tras una clase de Defensa, Lily decidió decirle, palabra nueva en su cerrado y viejo diccionario mental, a James PP.

-Oye..Potter-carraspeó con algo de vergüenza y resequedad en su voz.-¿Sigue en pie esa invitación a Hogsmeade?

James apoyó sus libros sobre el pupitre y se encorvó ligeramente para quedar a la altura de los ojos de ella. Era desgarbado y alto, a pesar de lo deportivo.

-No-dijo sencillamente con una sonrisa de otra vez será, Evans. Tú te lo pierdes

-Pero..-Estaba desencajada de la rabia, Ella decía que no, no a ella.-..si tu siempre..

-¿Qué crees Evans?¿Qué estaré esperando por siempre?-preguntó juguetón. Y los corazones de naipes de Lily se cayeron de la torre.

Tragó saliva y sus ojos se aguaron al minuto.

-Eres una niñita orgullosa y caprichosa-sentenció tomando sus libros-Y yo necesito una mujer.

Lo que faltaba para herir su orgullo pisoteado. ¿Es que no se daba cuenta que era lerda como una tortuga para esas cosas? ¡Debía conocerla si decía quererla!

-Potter-farfulló casi inaudiblemente y él se dio vuelta-Me ha costado mucho esto…yo..

-Evans, Evans, Evans..-canturreó y a ella le brotó una lágrima-Soy James PP, el rompe corazones, recuérdalo.

-Es cierto-susurró embravecida, limpió una lágrima y se acercó mucho a su boca-Y yo soy Lily Evans, la que dice que no..-Dos milímetros más y mordió su labio inferior con rabia y destreza, como una practicante.

James PP se dejó tirando los libros, y tomándola de los cabellos con salvajura.

Lily se dejó llevar unos segundos pero reaccionó corriendo su rostro y safándose de las manos de él.

-Siempre digo que no, Potter-susurró al oído del atónito chico-Y ahora digo que está prohibido que me toques.-sonrió con un deje lascivo y besó su medio cuello.

Eso enloqueció al chico y lo hizo voltear par tomarla de nuevo pero ella se había ido.

James Patrañas Potter sonrió y se dejó caer hasta el piso. Estaba como una pava, y todo por la nueva Lily La que dice que no Evans.

Espero que les haya gustado.

Siempre por ustedes..

Lal! Lovl!