Hola! Bueno esta es una traducción de la historia de Zukiesgal65. La original se llama The Violet Rose. Aquí les dejo el link. Ni Naruto ni la trama son mías.

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Capítulo 1: Una junta con mi padre

Hinata veía con mirada ausente la temblorosa agua bajo ella. Su largo cabello azul medianoche rodeaba su pálido rostro y plateados ojos. La brisa de primavera refrescó su acalorado cuerpo al pasar. Acababa de salir de entrenar con Neji y estaba exhausta. Estaba parada sobre un pequeño puente que cruzaba el lago de la aldea escondida entre las hojas. Los árboles de cerezo estaban floreciendo y las flores caían suavemente sobre el agua creando pequeñas y suaves ondas.

Con delicadeza, quitó una flor de su cabello y la dejó caer suavemente sobre el agua, Hinata sonriendo mientras la veía flotar sobre el agua. Se fue con la corriente como un barquito. Casi podía imaginar gente pequeña sentándose en ella para disfrutar un picnic en el lago. Para Hinata, la primavera era la mejor estación. La estación del amor, la llamaba Sakura.

Uhm…si claro, amor. Ni siquiera podía conseguir que Naruto la volteara a ver. Lo que sí hacía era pasarse el día viendo a Sakura. La chica Hyuuga no podía entender que demonios era tan bueno de Sakura. Era sólo un médico, mientras que ella era una verdadera kunoichi de campo. ¡También tenía una línea sanguínea!

¿Pero qué demonios pasaba con ella? ¡Sakura era su amiga y no debería estar celosa de ella! Tal vez el calor de verdad la estaba perjudicando.

-XxX—

Gaara dio un pasito hacia delante, sus ojos azul verdoso escaneando el lugar, decidiendo que movimiento hacer. Su arena se levantó y se enroscó en sus piernas como un gato enojado listo para atrapar a su presa. Sus manos se cerraban y se abrían de cuando en cuando haciendo que la arena se levantara un poco más.

Kankuro observó sus movimientos con sus rápidos ojos. A pesar de que los movimientos de Gaara le eran familiares, debía de tener cuidado. El Kazekage era el tipo de hombre que cambiaba su estilo de pelea de acuerdo a la situación. Era uno de los mejores mezclando taijutsu y ninjutsu para controlar su arena. También había estado entrenando con Lee de Konoha así que básicamente, Kankuro no sabía que esperar.

El Kazekage se movió ligeramente, haciendo que Kankuro levantara los brazos para defenderse. Está viendo todos mis movimientos pensó Gaara. Levantó una mano lentamente, y vio como Kankuro lo seguía con los ojos como si fuera una bomba lista para explotar. Rápidamente, Gaara giró sobre la arena azotando sus manos contra el suelo. La arena se lanzó hacia Kankuro como una serpiente lista para atacar.

Kankuro brincó lejos de la arena, aterrizando en un poste de entrenamiento. Levantó los brazos moviendo los dedos en un movimiento ya mecánico. Karasu saltó hacia delante, moviéndose de acuerdo a las órdenes de su amo. Su cabeza se abrió hacia tras rebelando una larga cuchilla de doble filo.

Gaara se agachó con agilidad, algo que rara vez hacía en batalla. Pero no fue un movimiento al azar. Azotó una mano en el suelo y la arena se lanzó contra Karasu. Se hundió dentro de el títere atorando sus engranes. El títere se hizo un par de movimientos erráticos mientras Kankuro jalaba de él enojado.

-¡Maldición, Gaara! ¡Atoraste los engranes otra vez!- le gritó el titiritero. Dio un par de tironees más a los hilos de chakra unidas al cuerpo de madera antes de rendirse. El montón de madera y tela cayó detrás de Gaara.

Kankuro bajó del poste y caminó con furia hasta su títere. Volteó a ver a Gaara con ira, que sólo le devolvió una indiferente mirada.

-Siempre haces eso cuando entrenamos…-gruñó enojado.

-Es entrenamiento, -dijo Gaara en su usual tono monótono. –No puedo ir fácil, aún si es con un estúpido títere.- El ojo de Kankuro se encogió en un tic al insulto a su adorado títere. Frunció el ceño.

-No quizo decir eso- le dijo Kankuro a la cabeza de su títere.

Gaara sacudió la cabeza. Temari le había advertido a Kankuro que si seguía hablándole a sus títeres, perdería todos sus amigos. ¿Por qué tenía un hermano tan idiota? No, ¿Por qué tenía una familia tan loca? Su madre estaba muerta, junto con su padre y su tío. Su hermano mayor era el idiota de la aldea y su hermana mayor era tan temible o más que él.

Suspiró y sacudió la cabeza otra vez.

-Vamos, Kankuro. Puedes jugar con tus títeres más tarde.- Cruzó los brazos sobre el pecho y se dio la vuelta para irse. La arena lo siguió mientras decía –Tenemos una misión ¿recuerdas?-

Kankuro parpadeó, soltando los pedazos de Karasu que había recogido. –Gaara…- vio cómo su hermano menor se detenía. El Ninja de la arena volteó lentamente a ver al titiritero.

-¿Estás bien con…esto? - Kankuro preguntó preocupado. Sus oscuros ojos escanearon el rostro de su hermano menor y líder. Miró los ojos azul verdoso tan familiares con intensidad.

-Son las órdenes del Consejo.- contestó Gaara después de un largo silencio. Volteó a ver al frente de nuevo. –No tengo un deseo en particular para querer hacerlo pero no puedo discutir con el Anciano. Él tiene más poder que yo, después de todo.- La comisura de sus labios tembló ligeramente y la arena giró alrededor de él con más fuerza que antes. Una brisa recorrió el campo de entrenamiento haciendo que el largo abrigo rojo de Gaara ondeara en sus tobillos mezclándolo con la arena. Parecían anillos de sangre para Kankuro. El hijo de en medio del cuarto Kazekage tembló.

Gaara lo miró como si fuera a añadir más. Después de una pausa, volvió a ver al frente y miró la arena del suelo.

-Sólo apúrate-dijo tan suavemente que Kankuro apenas lo oyó sobre el sonido de la arena. Gaara continuo adentrándose en la aldea hasta que Kankuro lo perdió de vista entre las sombras de los edificios que constituían Suna.

Kankuró soltó un suspiro cansado. Hace tres años Akatsuki había extraído al demonio Shukaku de su hermano. Desde entonces Gaara podía dormir tranquilo pero las oscuras ojeras resultado de sus quince años de insomnio no se iban. Temari les explicó que ya que Gaara había pasado tantos años sin dormir esas ojeras tardarían un buen rato para irse si es que se iban. Nah pensó Kankuro encogiéndose de hombros para sí mismo hacen que se vea mejor.

-XxX-

-¡Vamos por unos panecillos!- sugirió Kiba, sonriéndoles a Shino y Hinata mientras caminaban juntos por la aldea. Aspiró feliz, oliendo los panecillos de la tienda cercana.

-No me gustan los dulces.- dijo Shino.

-¡Aguafiestas!- le contestó Kiba. Akamaru ladró fuerte agitándo su cola.

Hinata los observó discutir con una débil sonrisa en los labios. Estaba contenta de tener tan buenos amigos como estos dos y Akamaru por supuesto. En realidad poco le importaba que comieran, mientras comieran algo. Tenía mucha hambre. Además Kurenai-sensei llegaría pronto para llevarlos a su misión.

-Está bien, sushi.- dijo Kiba con decepción en la voz.

Hinata parpadeó sorprendida. Como decidieron sushi si Kiba quería dulces y Shino era tan remilgoso. Había estado soñando despierta con los ojos abiertos sobre Naruto. Sus mejillas se ruborizaron.

-¿Estás bien, Hinata? – le preguntó Kiba. –Estás toda roja otra vez.-

-¡Ah!- dijo Hinata sorprendida mientras se tapaba la boca con las manos. –Perdón, Kiba-kun. ¡Estoy perfectamente bien! Sólo algo acalorada por el entrenamiento eso es todo.- Se quitó las manos de la boca y les sonrió.

Kiba se encogió de hombros y siguió caminando con las manos detrás de su cabeza. Se rió fuerte haciendo que las personas voltearan a verlos. Shino bajó la cabeza regresando a murmurar otra vez. Hinata caminó detrás de ellos, sonriendo.

-Hinata-

Los tres voltearon a ver a su sensei, Kurenai. Tenía una mirada sería en sus brillantes ojos rojos. Había estado triste desde que Hidan mató a Asuma, pero ahora se vería preocupada ahora. –Hiashi quiere verte.-le dijo a Hinata viéndola fijamente.

Hinata parpadeó. Su padre usualmente no la solicitaba a menos que fuera algo muy importante y a Hinata no se le ocurría nada que pudiera llegar a ser importante. De todos modos asintió.

-Si Kurenai-sensei. Gracias-