El nacimiento de un rumor

Itachi caminaba tranquilamente hacia su habitación; cuando escuchó un suspiro proveniente de la habitación de Sasuke, más específicamente de: Sasuke. Retrocedió sobre sus pasos y sin tocar, abrió la puerta y metió su cabeza.

-¿Todo bien, Sasuke? -le preguntó a su pequeño otouto de ocho años, quien recostado en su cama, boca arriba, contemplaba el techo.

- Hmp -fue su respuesta y dio vuelta sobre su costado, dándole la espalda.

Itachi suspiró resignado y se adentró a paso tranquilo a la habitación, y con la misma tranquilidad se sentó en la orilla de la cama.

Lo había visto un poco distante o incluso molesto durante la cena, supuso que estaba enojado con él, ya que en las últimas semanas no había tenido tiempo de ayudarlo a entrenar. Pero no quería que la culpa se le notara.

- ¿Hiciste algo malo?- preguntó tranquilo.

-...

-¿Madre se enfadó contigo por alguna razón?

-...

-¿Padre te dijo algo que te molestara?

-...

-¿Volviste a pelar con Naruto-kun?

-...

-Entonces -suspiró resignado, otra vez-. ¿Estas enfadado por qué yo, y seguramente tampoco padre, pudimos ayudarte a entrenar?- como no hubo respuesta alguna otra vez, y habiéndose quedado sin opciones, decidió molestarlo un poco-. Porque, talvez, si por esa razón Naruto-kun logró vencerte en los entrenamientos de la academia...

- Yo no hago nada malo- interrumpió Sasuke, tal como él lo había previsto; algo enfadado, sentándose en la cama, apoyando su espalda en el espaldar y cruzándose de brazos-, mamá no se enfada porque no le doy motivos y ya me acostumbré a que ni padre, ni tú tengan tiempo para mí- lo dijo en tono de reproche-. Y ese dobe no podrá ganarme ni por mucho que lo intente- concluyó solemne. Pero de un momento a otro bajo la cabeza-. No en habilidades ninjas, al menos.-dijo esto último en menos que un susurro, sólo para él.

Itachi hizo como sí no hubiera notado el bajón de ánimo en lo último que dijo Sasuke, aunque tampoco logró entender muy bien sus murmuros. Decidió molestarlo un poco más, por lo menos así se mostraba más comunicativo.

-¿Qué te dije sobre insultar otouto?- regañó levemente -. Lo que estaba por decir, es que ésta semana tengo tiempo para entrenar contigo. Así Naruto-kun no volverá a vencerte nuevamente...

-¡Que no me ganó!- lo interrumpió otra vez, y volvió a refunfuñar cabizbajo.

- Entonces dime que es, Sasuke. Me he quedado sin opciones. Te noté distante en la cena y mamá me dijo que estas así hace unos días. Es como si algo o... alguien te preocupara.- eso último lo dijo como si acabara de comprender algo.

De hecho fue su madre quien le dijo la noche anterior, cuando le comentó que su pequeño, hace unos días, no tenía muy buen humor: "Me lo dice mi instinto, eso tiene que ver con una niña". Pero Itachi no le había tomado muy en serio; en parte porque había llegado muy tarde y cansado, como toda esa semana, y en parte porque ¡vamos!, se trataba de Sasuke, un Uchiha. Y no cualquier Uchiha, sino, su hermano. Ellos eran perseguidos por las chicas, y él era testigo, en primera persona, que eso comenzaba desde temprana edad. Pero talvez... podría ser... ¿Por qué no?

- No creo que sea de tu incumbencia- le espetó, Sasuke.

- Todo lo que te preocupe me incumbe Sasuke; eres mi pequeño y tonto hermano menor y siempre te ayudaré en lo que pueda.- le dijo en tono condescendiente, apretando con cariño su pequeño hombro. Sasuke suavizando su semblante y descruzándose de brazos dijo:

-Tsk

Itachi suspiró, sí que era difícil lograr que su otouto se comunique, típico Uchiha.

- Se trata de alguna niña, ¿quizás?- preguntó con voz queda. Sasuke volcó su cara hacia el otro lado para que no se le notara el sonrojo, pero de todas formas Itachi lo notó, y se sorprendió bastante, claro que no lo evidenció. El instinto materno sí es válido-. Entiendo, ¿es acaso una de las niñas que siempre te siguen?

Sasuke no le respondió, pero le dirigió una mirada que claramente decía: "¿En serio te dicen genio?", fue el turno de Itachi de sonrojarse; muy levemente.

- Bien, supongo que no me dirás quién es - dijo resignado, pero recordó que cuando mencionaba a Naruto, Sasuke se mostraba molesto y refunfuñaba. Ahora palideció, también levemente-¿Tiene algo que ver Naruto-kun en todo esto?

Sasuke bajo la mirada y peleando con su orgullo respondió:

-Aellalegustael- así, rápido sin pausa. A Itachi le tomó un tiempo descifrar aquel trabalenguas, pero al final lo entendió.

Así que la niña, en que su hermanito había puesto su interés, gustaba de Naruto. Era irónico, tanto, que casi cede a la tentación de reír.

Su hermanito, que había sido escogido como rival de Naruto, por el propio Naruto; tenía que fijarse en la que talvez sería la única niña que se había fijado en Naruto y no en él.

Sabía que, injustamente según su forma de pensar, las personas incluso los niños, trataban a Naruto como a la manzana podrida; y que esa niña, de la cual le gustaría saber su nombre, viera a ese pequeño rubio con ojos diferentes a los demás, llegando incluso a admirarlo, la hacía muy especial ante sus propios ojos y la idea de que Sasuke se acercarse a ella le gustaba, y mucho.

Se decidió a hacerlo posible. Primero tenía que averiguar más acerca de ella y los sentimientos de su hermano. Con muchas preguntas y algunas respuestas logró averiguar lo siguiente:

Sasuke se dio cuenta de la existencia de la niña, cuando su sensei les asignó asientos. En un principio se molestó que le tocara junto a una niña, y más estando solos los dos en un pupitre de tres. Pero la molestia se fue transformando en sorpresa, cuando ella no mostraba el menor interés en él. Pero rápidamente la sorpresa fue transformándose en gusto, no en ella (se apresuró en aclarar Sasuke), si no en la calma y tranquilidad que sentía a su lado. Y con el paso de los días lo impresionó también su amabilidad, claro que no lo dijo con esas palabras, sólo lo dio a entender cuando le comentó que la niña ponía sus cosas, como; su goma para borrar, lápiz, saca punta, entre otros, a sú disposición o incluso le decía que podía llevárselas, si quería, ya que las suyas desaparecían, misteriosamente y con frecuencia. Sasuke sospechaba de las otras niñas, que tomaban sus cosas como "recuerdos". Hasta ahí todo bien, su confusión empezó, cuando su sensei mandó a Naruto a sentarse junto a ellos, " A ese dobe, no lo soportaban dónde estaba", comentó Sasuke. Y fue entonces cuando notó como ella se retorcía, se ponía colorada y muy nerviosa con la sola presencia de Naruto. Y no sólo en clases, (ya que empezó a prestarle mas atención) sino cada vez que Naruto estaba cerca, e incluso lo contemplaba de lejos y siempre poniéndose roja; "¿Puedes creerlo? Con el dobe, no con..., ¡con el dobe! Esa tonta" concluyó.

Ya sea por orgullo o lo que fuera, Sasuke se había interesado en una niña. Pero Itachi sabía que ese mismo orgullo, no dejaría que su otouto intentara acercarse a ella, o talvez podría usar ese orgullo para que lo haga.

- Primero, no insultes Sasuke. Y en realidad no sabemos sí en verdad a ... la niña le gusta Naruto-kun o sí es simpatía, o admiración. Y por lo que me dices, es muy probable que sea tímida; así que tendrás que ser tú, él que tendrá que tomar la iniciativa- Sasuke lo miró con cara de no entender-. Conociéndote, no has hecho mucho por conocerla mejor, podrías intentar acompañarla a su casa después de clases, o lo que sea necesario para relacionarte con ella- ahora la expresión de Sasuke cambió a una de horror -. Cómo amigos- aclaró Itachi.

- ¿De una niña?- le preguntó, sin cambiar su expresión.

Itachi hacía un gran esfuerzo para no reír ante eso, en cambio, con calma le dijo:

-Sí, te entiendo ¿Por qué querrías ser amigo de una niña molesta?

-Ella, no es molesta- siseó Sasuke, Itachi lo ignoró.

- Y talvez sea mejor dejar las cosas así. Hasta podría darse el caso; de que Naruto se dé cuenta de lo que ella siente por él y terminen juntos, así tú tendrías dos problemas menos y todos felices.- lo dijo como dándole la gran solución.

Sasuke; primero abrió grandes sus ojos, como sopesando lo que le acababa de oír, y muy pronto afiló la mirada, era muy evidente que había tomado una decisión.

- Hmp, como sea- dijo tomando su postura anterior y respingando la nariz. Luego sin mas, volvió a cambiar de expresión y miró a Itachi con esos ojos grandes, llenos de brillo e ilusión, como cuando...- . Creo haber escuchado, que tendrías tiempo esta semana para entrenar conmigo. Hablemos de eso.

Itachi sonrió. Su maleable, voluble y tonto hermano menor, al que tanto amaba, había vuelto a la normalidad.

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·

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Por "consejo" de Itachi; Sasuke estaba parado de brazos cruzados, apoyado en el árbol que está frente a la academia, fingiendo total indiferencia y observando de reojo a la niña que estaba parada junto a la puerta de la misma.

Pero no eran los únicos que estaban ahí. Naruto se quedó a practicar tiro al blanco con shuriquens; y las niñas molestas de siempre estaban, muy mal escondidas por cierto, detrás de unos arbustos no muy lejos de él. Todos esos estorbos le habían impedido acercarse a su objetivo. También estaba ese pequeño asunto que tanto lo fastidiaba, la tonta esa, estaba sonrojada mirando al dobe. ¿Pero qué le veía? Decidió calmarse y pensar que era lo que le dijo Itachi "simple simpatía o admiración." ¿Pero, qué podría admirar en Naruto? Sacudió su cabeza, era rara, sólo eso. Pero eran sus rarezas lo que le gustaban de ella, no era gusto era... Tks, lo que sea.

Gustaba de su compañía, de la tranquilidad a sú lado, sí, sólo eso. En clases, como hace tres meses, se sentaron juntos, solos otra vez; ya que por sus constantes riñas con Naruto, su seinsei ubicó al rubio al otro extremo del salón. Aquello Sasuke lo hubiera disfrutado más, sí no fuera por el bajón de ánimos de Hinata ese día, una semana atrás. Eso lo molestó bastante, pero también sirvió para que se diera cuenta de lo que él sentía. Ya no podía negarse; que esa sensación extraña en su estómago, muy parecida a la ira, ocurría cuando ella se ponía roja y nerviosa cada vez que él dobe ese estaba cerca; o la otra sensación extraña, de cosquillas, también en su estómago, eran causadas por la cercanía de la niña. Así que tuvo que admitir que Hinata le gustaba, aunque no le gustara admitirlo. Tanto así que en clases, interactuaba con ella sólo lo necesario y sólo cuando era necesario: no quería levantar sospechas.

Desde donde estaba podía ver como el Aburame se acercaba a Hinata, su Hinata, intercambiaron algunas palabras, seguramente de despedida y pasaba de largo, aun así le molestó ver que Hinata le sonriera. No pudo seguir fulminando al Aburame con la mirada; porque el bullicioso del Inuzuka lo distrajo con sus gritos, llamando al pulgoso de su perro; para aumentar su rabia, el pulgoso saltó directo a los brazos de Hinata, lo que permitió al idiota ése entablar una conversación; demasiado fluida, con demasiada confianza y con exagerada cercanía según Sasuke, "Pulgoso idiota, y su perro también" , pensaba mientras apretaba sus pequeños puños. Sasuke estaba completamente seguro de que el Inuzuka se confabuló con su perro para poder acercarse a Hinata.

Pero por fortuna, para el Inuzuka, éste se distrajo rápidamente con Naruto, en algún duelo tonto, dejando sola a Hinata. Lo que le permitió a Sasuke concentrarse nuevamente en ella.

Por el tiempo que llevaban sentados juntos, podía saber que ella se encontraba un poco ansiosa; con sus pequeñas manos retorcía el borde de su chaqueta y miraba insistentemente en dirección a la puerta, talvez esperando a alguien. Con Naruto distraído con el Inuzuka, se permitió observarla un poco: aunque Hinata tenía la cabeza gacha, él conocía sus facciones de memoria; sus grandes ojos de un violeta suave, su diminuta nariz y sus labios ligeramente rosados, todo en una carita pequeña y ovalada enmarcada por esos dos mechones de cabello azulino, corto y sedoso, que contrasta tan bien con su piel lechosa.

Por un momento Sasuke se creyó descubierto, cuando ella alzó la mirada entre sorprendida y ofuscada. Se dio cuenta que no era por él, cuando en su rango de visión apareció aquel arrogante que era conocido como el «genio de los Hyûgas», caminando a paso firme, dejando atrás a Hinata, quien tenía que medio trotar para seguirle el paso, seguramente era aquel arrogante al que ella estaba esperando.

Pasaron por su lado; el castaño de cabello largo, ni siquiera lo miró; pero Hinata le dio una pequeña reverencia con su cabeza a modo de despedida, Sasuke le respondió de la misma manera y los siguió un momento con la mirada.

- No creas, que no me di cuenta- lo sorprendió Naruto, con voz burlona.

Sasuke respingó. Tan ensimismado estaba que no notó cuando carajos Naruto llegó a su lado, ni cuando se había ido el Inuzuka. "kuso"

- No se de que me hablas Dobe- intentó que no se le notara la sorpresa, tomando su postura orgullosa de siempre.

- Te gusta Hinata-chan - canturreó Naruto - . Vi como la mirabas, ¡de verás! No soy tan tonto ¿sabes?

Genial; las únicas dos o con suerte tres neuronas funcionales del Dobe, tenían que obrar en su contra. Pero Sasuke no se iba a dejar ganar. Tenía que defender su orgullo. Con la serenidad típica de un Uchiha, cerrando los ojos le contestó:

-Te repito, que no se de que me hablas, y que eres un Dobe. Además, sólo para que lo sepas, a mí me gustan las niñas de cabello largo.- Listo, con eso lo despistaba.

Se escucharon; risas, murmuros y mas risas, provenientes de las niñas molestas que estaban escondidas detrás de los arbustos. Sasuke se dió un golpe mental, se había olvidado de ellas. No les dió importancia, pronto lo olvidarían.

Pero lo que no pudo ignorar y tampoco lo esperaba, fueron las carcajadas de Naruto. El rubio se doblaba de risa, mirando en dirección donde ambos Hyûgas se alejaban.

-¿Y a mí me dices Dobe? -le decía entre risas, limpiándose las lágrimas producto de la misma. El moreno lo miraba ceñudo -. Ese... ese.. es Neji. Sé que parece niña pero..

No pudo continuar, ya que había quedado inconsciente, debido al puño certero de Sasuke. Ese idiota, aparte de idiota, sordo. Y además lo creía idiota a él.

Y mientras se alejaba, de un Naruto inconsciente y de los murmuros de las niñas molestas; Sasuke tomaba una decisión: ese Dobe, sería su rival, pero no por las razones que él pensaba, sí no porque Sasuke no permitiría ¡jamás! que Hinata termine al lado, de un Dobe tan Dobe como lo era Naruto.