N/A: Mi primer fic SasuSaku. Ojala lo disfruten y sientanse libres de dejarme sus opiniones sean buenas o malas.
N/A 2: Editado 04/07/2010
Disclaimer: Todos los personajes de Naruto, pertenecen unica y exclusivamente a Masashi Kishimoto.
Namida
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Capitulo 1: Sobrevivencia
Corría, para ella no había rumbo fijo, su único propósito era escapar; y si todo salía como lo planeado, también sobrevivir. ¡Dios!, no sabia cómo, pero lo había logrado, había cumplido con su misión, cosa que jamás pensó saldría exitosa, bueno, en estos momentos no se sentía realmente exitosa, pero salir con vida de la guarida de Akatsuki, ya era toda una odisea.
Avanzaba rápidamente su largo cabello ondeaba armoniosamente con el viento que se formaba a su alrededor por la velocidad de sus pasos; sus largas botas se contraían cada vez que pisaba con fuerza los maderos, y su minifalda lo suficientemente amplia para darle agilidad se marcaba en sus piernas a cada paso que daba. Se sentía bien; sentía que todo podía salir bien, se había vuelto más fuerte y eso la hacia sentir segura, pero, nunca ganadora, en estos momentos todo podía suceder. Así que tomando impulso sobre humano y juntando aun más Chakra en sus pies, anunció la retirada aun más rápido de lo pensado.
–Sasuke-kun– se escuchó una voz a sus espaladas. Estaba nerviosa.
–¿Que? – siseó.
–Siento una cantidad bastante pronunciada de Chakra dirigiéndose hacia este lugar– manifestó dudosa.
Se quedó en silencio por unos segundos. Para luego soltar un pequeño sonido de fastidio.
–…A cuanto.
–Un kilómetro más o menos, llegara a nosotros en cualquier momento.
–Creo que deberíamos quedarnos a esperar, y patearle el culo– dijo un muchacho de cabello celeste, con una traviesa sonrisa dibujada en su rostro.
Karin se dio media vuelta enfurecida a enfrentar al chico.
–¡Nadie a pedido tu opinión tiburón!– le gritó mientras apuntaba un dedo a su pecho.
Rió burlón.
–Yo solo decía, últimamente no hemos tenido mucha acción, y esos ninjas de Suna a los cuales nos enfrentamos por última vez, realmente eran una mierda.
Sasuke permanecía callado mirando hacia cualquier lugar menos a sus compañeros. Tenía que pensarlo muy bien, podría ser un Ninja cualquiera, el cual no les serviría de nada. En ese caso deberían ocultar su Chakra para no ser rastreados, sin embargo, cabía la posibilidad que fuera un miembro de Akatsuki, cosa que era imposible; ellos siempre iban de a dos, por lo que volvía a la primera posibilidad. Así que decidió que lo mejor era ocultar su Chakra y dejar que el Ninja siguiera su camino, y así ellos seguir con el suyo.
Dio media vuelta para observar a su equipo, vio a Juugo sentado en la rama de un árbol con un pequeño pájaro en su hombro, y a Karin peleándose con Suigetsu por decima vez en el día. Bufó, a veces podían llegar a ser tan molestos.
Por un minuto, creyó sentir cuatro presencias considerables de Chakra, pero desaparecieron casi de inmediato. Se puso alerta, aunque podía ser su imaginación, estaba demasiado paranoica. ¿Y como no estarlo cuando medio Akatsuki te vio en su guarida? Tembló, nunca se había imaginado salir con vida de ese lugar, y ahora corría a una velocidad impresionante por territorio de la hierba, demoraría un par de días en llegar a Konoha.
Si, eso era lo único que le importaba, si no fuera por que un Akatsuki le estaba pisando los talones, y ni siquiera podía identificarlo, estaba demasiado cerca como para sentirlo, pero demasiado lejos como para saber quien era, y eso, solo conseguía frustrarla aún más.
Acelero aun más contando cada paso que daba, contando cada árbol, que veía, quizá de esa manera las esperanzas volverían a ella.
Sabiendo que todavía le quedaba mucho por hacer, hoy, no se iba a dar por vencida.
Se habían escondido en las copas de los árboles. Él solo observaba como sus compañeros de equipo miraban a todos lados con nerviosismo y euforia. Todavía cabía la posibilidad de que los estuvieran siguiendo a ellos, por lo que igualmente los había advertido de una posible batalla. A lo que Suigetsu asintió excitado, ese chico era realmente una maquina de pelea; un poco bruto y exaltado, nunca sabia cuando controlarse, aunque ese era un punto esencial en el campo de batalla, y lo hacia temible. Él era realmente uno de los mejores.
Karin por su parte siempre estaba de acuerdo en todo con él, eso lo ponía de los nervios, aunque también era útil, nunca le ponía objeción alguna, y eso era un problema menos. Sería demasiado molesto que mas encima le llevara la contra en todo. No aguantaba a la gente así; porqué cuando él tenia razón, la tenia y punto, nadie se debería atrever a contradecirlo. Lo único que ganarían con eso, seria tener un lindo recuerdo de él en su estomago firmado por Chokuto.
Fijó su vista en el frente, la presencia se hacia cada vez más cercana, casi podía olerlo. Inconscientemente tensó su espalda y apretó sus puños, la sensación de excitación antes de cada pelea se estaba haciendo presente en todo su cuerpo, Suigetsu tenía razón, hacía ya tiempo que no tenían una pelea decente, los últimos Ninjas eran una vergüenza para su aldea, los machacaron en un instante. Sólo esperaba que si tenían que pelear, el bastardo les diera un poco más de diversión.
Hoy él no estaba para juegos.
Suspiró cansada, la falta de Chakra en su organismo se hacia presente. Había corrido kilómetros desde la guarida de Akatsuki, y su cuerpo comenzaba a pasarle la cuenta, aunque, el pánico del escape había hecho lo suyo. Quizá se había cansado mucho antes, pero la sensación de adrenalina que sintió al escapar de esa tétrica cueva había surtido efecto fuertemente. Por lo que al no sentir ya al miembro de Akatsuki cerca, se dio cinco segundos para parar su carrera contra el tiempo.
Bajando a tierra y cayendo de rodillas, respiraba agitadamente. Presionó sus blancas manos en el fino pasto. Tratando de acompasar su ritmo cardiaco, había hecho mucho esfuerzo, levantó su cabeza y abrió sus verdes ojos para mirar el cielo; era de tarde, ya iba a oscurecer, por lo que se levanto rápidamente del lugar; para emprender nuevamente la carrera por su vida.
Hasta que un temblor movió la superficie, y ella se volteo casi de inmediato con una expresión indescifrable en su rostro.
–Deidara– susurró, su garganta se secó, sus manos se hicieron puño y observó a su rival pararse despreocupadamente en frente de ella.
–Así es preciosa, ¿De verdad creíste que podrías escapar con vida luego de entrar a la guarida de Akatsuki?
Una estremecedora carcajada se escuchó alrededor. Sakura, se tensó aun más, no podría luchar; su Chakra estaba demasiado bajo, y comenzar una pelea en ese estado sería como un suicidio.
Pero, no le quedaba de otra, las opciones eran: morir escapando, o…morir luchando.
Y ella definitivamente, si moría, moriría en batalla, cómo una orgullosa Ninja de Konoha.
N/A: ¿Opiniones?
