ahahaha, aqui estoy yo(? dia duit n.n

Hace mucho que no tenia mucho tiempo para escribir y ahora que lo tengo las ideas no paran de aterrizar en mi mente.

Este fic es algo extraño, por que aun no tengo definida la pareja; estoy a la mitad entre un Sasusaku y un Saisaku,

en fin veremos que es lo que fluje. Tengo pensados seis o siete capitulos.

Dos mil trece disculpas por darle un capitulo sin acentuacion, u.u

Summary : —Las cosas que hace con Sai, Sakura jamas las ha hecho contigo, Sasuke— comento el ninja copia con cierto interes y se gano todo la atencion y bronca del joven shinobi. Lemmon SasuSaku, SaiSaku leve Team 7, algo fuerte.

No time to think

capitulo primero

"Si te dejas atrapar, te llevaré a un viaje del que no regresarás"

El olor a cafe de hotel lo invadio por completo, pasado y amargo. Y es que muchas veces en su vida habia desayunado mal, no podia siquiera recordar su ultimo desayuno decente, pero en este particularmente se encontraba mas pertubado, mas confundido y mas contraproducente. Por que desde que Hebi se habia instalado en ese hotel de tercera junto a los miembros del Team siete, Sasuke supo que nada bueno saldria de ello. Pero nunca penso, calculo y dedujo que el olor a mierda seria tan fuerte.

El pelinegro alzo la mirada y ubico a sus tres subditos entrando por el marco de la puerta a salor comedor. Primero, el jubilo plasmado en el idiota rostro de Suigetsu por un desayuno "decente". Segundo, la molestia en la puntiaguda cara de Karin criticando a los doce vientos el lugar. Tercero, la antipatia de un socialmente incompetente Juugo. Tres, exactamente tres habitaciones eran las que separaban la de ellos y la de Kakashi y sus alumnos. Y podia firmarlo en cualquier papel, esas habitaciones estaban vacias, sino las cosas estarian mas intranquilas.

Observo la hora en el reloj de la pared, pasaban de las diez cuarenta y cinco de la mañana. El salon comedor ya estaba por cerrar, la hora del desayuno estaba a menos de veinte minutos de expirar. Se mantuvo reservado a la hora de unirse con su grupo, un dia, un momento que podia estar lejos de ellos, lo aprovecharia al maximo. Se sento en uno de los amplios e incomodos sillones del vestibulos, alejado a escasos metros de donde estaban las mesas de desayuno. Volvio a clavar su vista por enesima vez en las agujas del reloj, ¿Acaso no pensaba bajar a desayunar?.

Bebio un sorbo del te a su izquierda, acomodado armoniosamente en el borde de amarillento sofa y sintio una de las presencias esperadas— Buenos dias, Sasuke — saludo despreocupadamente desde el sofa de enfrente al pelinegro, el ninja copia de Konoha.

— Hmp...— seran buenos para ti. Bebio una vez mas del te de hierbas antes de examinar al Hatake, aunque sus miradas nunca se encontraron, el parecia muy entretenido en su intachable novela erotica, el peliplateado tenia un aspecto relajado y feliz, molestamente feliz y ubicada debajo del unico ojo visible, una pequeña y casi impercitible ojera. Maldito pervertido, un gruñido muy bajito salio del Uchiha.

— ¿Dormiste bien, Sasuke-chan? Por que te noto mas gruñon de lo normal...—acoto habilmente el hombre espantapajaros.

— En realidad, ¿No notaste mucho ruido en el piso donde nos encontrabamos Kakashi-sensei?— siseo con burla el Uchiha.

Aunque la tranquilidad tipica se marcho del ser del shinobi epico de Konoha, Sasuke pudo sentir la diversion en su mirada.— Veras, hace mucho que el grupo no estaba junto, nos extrañamos demasiado... —se rasco la cabeza disimuladamente— y tuvimos que ponernos al tanto.—

— Hmp, que cariñosos — se incorporo y comenzo a caminar hacia su grupo— En fin, no me interesa — escupio con ganas.

Los atropellados gritos del Uzumaki implorando a la encargada que lo dejara pasar a desayunar lo detuvieron. No tenia ganas de nada, menos de la charla conmovedora que Naruto le daria; que el hubiese aceptado volver a Konoha, escoltado por su antiguo equipo, no significaba que acataria cada condicion. Ya era mucho que hubiese acotado la orden de Kakashi de que todos repusieran energias, descansando en ese hotelucho de cuarta a dias de Konoha. El rubio no parecio notarlo cuando despampanante por su lado, tampoco parecio mas nadie que su apetito insasiable. Volvio a tomar asiento cerca del ninja copia.

— Asique Sasuke-chan, ¿tu equipo se quedara contigo?— comento Kakashi al verlo en el mismo sofa amarillento.

— No...— añadio sin prisa el Uchiha, ganandose una mirada intrigada del peliplateado— Pero es dificil sacarme a los equipos de encima— dijo con sarcasmo, era ovbio que si tuviese que elegir un equipo se quedaria con el original, pero a pesar de le habia dicho a sus subditos que lo dejaran en paz, los marranos habian decidido que no tenian mas que hacer y lo acompañarian en su regreso a la Aldea.

— Y es dificil permanecer en ellos tambien, apenas yo conservo mi lugar en el mio— dijo recordando a Yamato.

— Antes no eras tan conversador..— le hizo saber el pelinegro.

— Y antes tu no contestabas tanto— le remarco su antiguo sensei, vio como su antiguo alumno lo miraba con cara de a que jugaba, como tratando de leerlo— Las cosas cambian.— puntualizo.

— Las cosas siguen siendo iguales, sigues siendo el mismo mandon, Naruto el mismo insoportable..— se sobresalto al verlo sentado con su equipo, lo unico que le faltaba— y Sakura la misma molesta cria— espero la reaccion del susodicho.

Se sintio un idiota al ironizar tanto, pero el equipo siete ya no era el que el recordaba. Y lo habia comprobado la noche anterior, cuando habia descubierto la nueva actividad grupal de equipo. Por supuesto que eso Kakashi no tenia que saberlo.

— Te saltaste a Sai — rio divertido el hijo del famoso colmillo Blanco.

— Ese, no me va ni me viene— confeso el Uchiha— pero ya que le pegaron el papel de mi reemplazo en la frente..— recordo con desinteres— me apiado de que debe sorportar las rivalidades aniñadas de Naruto y el coqueteo infalible de Sakura — mintio con descaro

—Las cosas que hace con Sai, Sakura jamas las ha hecho contigo, Sasuke— comento el ninja copia con cierto interes y se gano todo la atencion y bronca del joven shinobi.

— ¿A que juegas Kakashi?— le molesto de sobremanera el comentario acertado del shinobi.

Y como por arte de una maldita invocacion el recuerdo de anoche lo invadio por completo. El no era ningun idiota, y se habia logrado sobrevivir desde pequeño no habia sido por arte de magia, asi que no necesitaba ningun curso de inteligencia para darse cuenta de lo que pasaba. Sakura se acostaba con Naruto, con Kakashi y con el cara de niñato Sai. Tenian sexo, en equipo. Y lejos de asquearlo el detectar de esos casi inaudibles gemidos femeninos, le molestaron de sobremanera. ¿Quien carajos se creain para hacer esas cosas?¿ A que punto sus relaciones habian cambiando para terminar relacionandose de tal manera? No necesito andarse de miron, ni usar el sharingan, solo escuchar lo que pasaba. Y el muy maldito de su ex-sensei lo sabia y ahora lo molestaba con eso.

—¿Como carajos puedes permitir eso?— solto con odio e indignacion.

— Son jovenes y son ninjas, deben disfrutar cada dia de su vida— hojeo nuevamente el Icha Icha Paradise— Ademas, si es consensuado, no veo por que intervenir.— sonrio macabramente recordando algo.

— Pero tu participas sempai— remarco habilmente el Uchiha.

Kakashi sonrio debajo de la mascara— Asique te andas de miron, ¿eh?—adjunto con regocijo.

Si el peliplateado tuviese que elegir la reaccion de alguien ante lo que sucedia en la sabanas del Team 7, hubiera sido sin duda el joven Uchiha, esa molestia mezclada con celos era entretenida. Lo que sucedia entre sus alumnos no era nada del otro mundo, siempre habia escuchado rumores de lo que pasaba cuando habia una chica en un grupo de ninjas. Y este suceso no hacia mas que mejorar la relacion y la sincronizacion del equipo. Aunque pudiera escucharse morboso y cualquiera lo acusaria de psicopata sexual y pervertido asalta cunas, a el le importaba un comino. Solo le molestaria los comentarios de su sexualidad, por Kami, el no era homosexual, ni ningunos de sus alumnos tampoco, solo compartian una hermosa y cariñosa kunoichi de cabellos rosas, a veces a la vez, a veces por su cuenta. Se relamio los labios, si el no hubiese desvirgado a Sakura probablemente entre esos dos idiotas inexpertos el dolor le duraria hasta la actualidad y su joven alumna no hubiese querido repetirlo en su vida. En cambio le habia otorgado la experiencia mas maravillosa y cuidadosa que pudo darle.

— Como sea, no me importa— volvio a decir Sasuke, la situacion ya se iba de la hostia.

— Lo que tu digas, Sasuke— solto con ironia, si en el aire se notaba que le jodia y muchisimo. Lo vio tomar camino hacia Hebi y penso con picardia que lo mas probable era que estuviese hasta el cuello de celos por que lo habian dejado fuera del cumpleaños.

—Hey, Sasuke-teme, ven a sentarte conmigo— omitiendo olimpicamente al resto de la personas en la mesa— Voy a relatarte las mil y un maneras la manera de que voy a patear tu trasero con el entrenamiento exhastuvio que hice en estos años.—

— Callate idiota, nadie es mejor que Sasuke-kun— le golpe la chica pelirroja.

— Es un comentario algo hipocrita hacia alguien que intento matarte— le recordo Suigetsu con falsa emocion.

— ¡Oye! Nadie excepto mi Sakura-chan puede golpearme asi!— le recrimino el jinchuriki.

Sasuke entorno lo ojos y afilo la mirada, lo unico que le faltaba, sin escurrio con mucha facilidad entre la riña que esos escandalosos habian empezado y subio las escaleras con direccion a las habitaciones, quizas podria dormir un poco. Miro la despelotada habitacion que compartia y se hastio, ¿Como era que esos idiotas estaban con el? Vengaza recuerda, inutil venganza. Lo que mas le jodia era que los muy ingratos habian dormido placidamente sin molestia alguna, y despetar sin comentario ni sabienza alguna de la orgia que es estaba llevando a cabo a metros de el. ¿Solo el lo habia notado? Era molesto las cosas hubiesen cambiando tanto.

Camino como pero mas ligera que un zombie hacia el cuarto del baño. No sentia que fuera muy temprano y moria de hambre, se acaricio el estomago. No esperaba la mejor comida del mundo en ese sencillo hotel, pero aunque sea algo que pudiera calmar el vacio en sus entrañas. Maldijo en voz alta cuando miro la manijas del reloj marcan las once pasadas, el salon comedor del desayuno ya estaba cerrado. Bebio agua del grifo del baño y se lavo la cara con desgano. Tomo la primera remera que encontro a mano y se la coloco con fastidio al comprobar el estado de ese baño. No llevaban ni un dia en ese lugar y ya se habian apropiado la habitacion como el apartamento que compartia con sus compañeros. Solo faltaban los potes de ramen instantaneo regados por todo el lugar.

— No tienes idea de lo excitante que es escuchar a una mujer maldecir en las mañanas— escucho que le decian desde el cuarto contiguo, con una voz calma y algo apagada.

— ¿Se te atraganto algo, Sai?— comento la kunoichi al recordar algo de la noche anterior, cerrando la puerta del baño y caminando hacia el tatami.

— Retiro lo dicho, toda la calentura se me va al verte esa saco de papas puesto— dijo indignado el joven artista al ver que la chica llevaba una de las remeras del Uzumaki con su tipica caracterizacion.

Lo observo inflar los cachates de una manera tan tierna y se agacho, gateando lentamente hacia el.— Si no te gusta..— se sento sobre su regazo, a centimetros de que sus sexos se tocaran—.. puedes darme la tuya— finalizo con una sonrisa burlona ante la imaginacion del shinobi, tirando de la tela de su oscura remera.

Desde la posicion que estaba Sai, acostado en el finisimo colchon, con la pelirrosa sobre el compartiendo el calor de sus cuerpos, su mente divago antes las primeras palabras de la kunoichi. La muy maldita se atrevia a calentarlo y enfriarlo de golpe. Le acaricio las esbeltas piernas, siempre era mas divertido cuando ni Kakashi ni Naruto estaban. Tenia a Sakura solo para el, toda la atencion y mimos de la pelirrosa solo para el. Apenas se incorporo con al parte anterior del cuerpo y se saco la playera negra.

— Ten — dijo cendiendole su prenda como un niño que le entregaba algo a su madre, la remera anaranja del rubio era tan ridicula y despampante que ni el que conocia una amplia gamas de colores lo soportaba.

— Gracias, Sai-kun- dijo tirando de una de las mejillas del pelinegro, la verdad era que ella camiseta de Naruto era horrible, pero fue lo primero que encontro.

— No me llames asi...— la reto — No me gusta— y en su rostro volvio la molestia de reciente de saber que el maldito Uchiha estaba solo a tres habitaciones de ellos.

— A mi tampoco me gusta que me llames Fea... — contraresto con un mohin—.. y me lo dices todo el tiempo.—

Rodeo con su manos su cadera y la acaricio la suave piel— Pero si eres feisima— aseguro mirando directo a esos ojos jades resplandecientes y esa boca perfecta.

Sakura entristecio los rasgos de su redondita cara— Lo se— confeso y elevo sus brazos en señal de evidencia. Levantado inconscientemente la oscura remera. Sai pispeo por esos recobecos buscando sus pechos y se recorcijo al verlos redonditos y firmes. Con sus rosaditos pezones saludandolo desde la oscuridad del interior de la prenda. Le encantaba verla con negro, bordeo con sus pulgares el inicio de sus braguitas negras de encaje, mientras ella bostezo.

— Pagaria por verte asi a cada hora— acaricio con diversion el muslo de la chica y jugo peligrosamente con su ropa interior.

— ¿De verdad? ¿Cuanto?— las caricias del pelinegro le estaban haciendo efecto.

— 10 yenes, quizas el doble— calculo antes de parpadear y verla enfadada por la miseria cantidad de dinero que ofrecian por ella. Sakura no era una prostituta, y Sai no conocia a ninguna, pero habia investigado y sabia que a las mujeres no le gustaban que las llamarian asi.

— Por tan poco, me voy gratis con Naruto y Kakashi..— respondio indignada e hizo amago de incorporarse y pelinegro la detuvo.

Rio como idiota antes de introducir un dedo de golpe en la cavidad vaginal de la pelirrosa, distraerla habia sido divertido. La escucha gemir con voz aguda y se relamio los labios al mismo tiempo que ella lo hacia. Podia sentir que las braguitas empapadas de ella le humedecian el boxer y eso lo calento de sobremanera. Sakura no estaba preparada para la intromision, aun estaba algo seca y aun asi le gustaba. Sai no entendia a las mujeres, solo queria entender a Sakura. A el le gustaba ser duro con ella.

Sintio los agiles y expertos dedos del artistas en su centro, moverse de una manera tan delisiosa que se cabalgo en su mano. Sai ya iba por el tercer dedo y ella queria mas. Y sabia que el podia darle mas, lo confirmo cuando le arranco las braguitas con dureza. La imagen la puso tan caliente que sintió que sus jugos goteaban por sus muslos. El anbu sonrio gustoso y tan rapido como quito su mano tomo la de ella y la llevo para abajo. El resto del camino la mano de Sakura lo hizo sola, bajo hasta sus delicados pliegues y se sobo el clitoris, elevo sus dedos empapados en su propia esencia y se los llevo a la boca, bajo la mirada atenta de su acompañante.

Le encantaba verla asi, tocandose y dandose cariño ella misma como si nada importaba, ella era ese tipo de mujer que lo dejaba todo en un instante. Dejo de pensar cuando sintio su miembro latir poderosamente bajo el sexo de la chica que lo llamaba mojandolo tiernamente. A pesar de que no era su primera vez, Sakura siempre se sonrojoa y era tan artistico verla asi, tan estetico, tan epico. Ella comenzo a resfregarse contra el muy despacio, casi torturosamente y era muy placentero para ambos. Sai gruño cuando ella hizo presion en su testiculos. Sakura se sonrio mas al ver la imagen de ella, un joven de dieciseis años, con la piel mas palida que ella, un torso descubierto, marcado y apaisajado con una que otra cicatriz, vestido con solo unos boxers negros ceñidos. Bajo su cabeza para poder ver la erección que le levantaba los boxer. Ella misma se quito la remera.

En un rapido movimiento, los papeles se mostraron invertidos; al ver los duritos pezones de Sakura reacciono rapidamente levantandose y echando con furia a la pelirrosa contra el tatami, ganandose un quejido de la kunoichi que quedo apresada bajo de el. Sai se alejo un poquito para poder ver el tablero desde lejos.

Sakura puso las manos sobre el borde y abrio las piernas antes de que el se lo pidiera. El ambu le dio unas palmadas en el culo, obviamente contento—Que culo mas bonito ―comento el en voz alta―. Pero no esta lo suficientemente rosa para mi gusto. ―Volvio a azotarla, pero no uso su mano. Algo duro y rugoso le dio en la piel, Sakura temblo.

La pelirrosa se volteo a mirarlo antes de que la penetrara, desde la incomoda posicion. La imagen masculina de Sai era una mezcla entre sus rasgos duros y su sonrisa desalentadora, tan diferente a Sasuke―Mmm, mira que culo tan rojo. Creo que me pase, pero debo hacer esto mas a menudo― y a ella le encantaba que fuesen diferentes―Estoy realmente enamorándome de este aspecto tuyo ―comento mientras le ponia las manos sobre sus nalgas y se las abria―Y ese agujero pronto va a ser todo mio― dijo apreciando su obra de arte.

Era doloroso y una sensacion rara, no del todo agradable. Ya habían tenido sexo anal antes y sabia por sus experiencias anteriores que iba a tener una experiencia magica y sensacional. Ni siquiera el de Kakashi habia superado con su experiencia al de Sai. El se la metio primero lento, y de la nada la saco rapidamente y arremetio contra en ceñido agujero. A Sakura le hubiese gustado tener la corteza de un arbol para agarrarse. Le encantaba, le fascinaba que le dieran por atras. Pero duro y salvaje como solo Sai lo hacia. Solo como el era, a veces lo miraba y no podia detectar una sola pizca de humanidad en esos ojos poderosamente negros mientras la follaba, pero el le gustaba. Mas que Naruto o Kakashi. Sakura podia catalogar sin ninguna verguenza ni arrepentimiento a sus compañeros.

Naruto era tierno, dulce y cariñoso, siempre imponiendo el placer de ella por sobre el propio, inexperto, dudoso pero atento y le hacia el amor, habian aprendido a hacer el amor juntos. Sakura sabia que el la amaba, con el habia mas besos, mas caricias, mas mimos, pero siempre metia la pata.

Kakashi era el adonis, la experiencia, la elegancia y la promesa del sexo espectacular a cambio de poner cara de niña colegiala. El era su sensei, le habia enseñado tantas cosas, la habia echo conocer tantas formas de placer. La trataba como una de protagonistas de las que leía en sus libros, las que adoraba compartir con él por las noches, haciendo que los dos se pusieran calientes e inquietos bajo las mantas. Debería haber sabido que algún día lo usaría.

Y estaba Sai, ese chico que la empotraba sin conciencia desde atras, era rudo y salvaje. Sin arrepentimiento, con seguridad, habia aprendido de Kakashi mucho mas rapido que Naruto. Ya no necesitaba consejos, ya planeaba sus tacticas. Inteligente, picaro, con aires de superioridad, ojos negros tan intensos, vivaz, intenso. Delicioso, penso antes de llegar al orgasmo, mordiendose el labio y suspirando su nombre.

― Sai-i...― el la abrazo con cariño, le coloco su remera una vez mas y la recosto a su lado.

― ¿Que?― inquirio acomodandole el cabello.

― Maldito egoista, tenia hambre..― constesto con una voz cada vez mas baja antes de quedarse dormida.

― Solo para mi ― gruño y la besos en los labios, el primer beso del dia señores y señoritas

La rodeo con sus brazos y ella se dejo caer contra su duro pecho, completa y totalmente apagada. Cuando él le susurró en el oido algo que no escucho bien, ella asintio, a salvo en su abrazo.

Ok, les gusto (?) Vale la pena seguir escribiendo(?)

SaiSaku o Sasusaku(?)

Namastte

P.D:Jutsu de maldición eternas, reviews insultantes en el cuadrito de abajo, vale(?