Intro.
Alguien en el futuro había viajado al presente de Trunks para evitar que él viajase en la máquina del tiempo de su madre, Bulma, y mejorara los acontecimientos de su pasado, la realidad de los guerreros Z en su próxima batalla con los androides; no, no se trataba de Cell. Alguien más adelante en la línea temporal de otro universo alterno en vez de regresar a su propio pasado en busca del joven pelivioleta, había regresado a un pasado alterno a su propia línea de tiempo.
No esperando encontrarse al saiyajin tan poderoso como en ese plano, el misterioso asaltante se vio en desventaja contra Trunks. Ante la sorpresa el enmascarado activa uno de los potenciales motores de lo que se volvería la máquina del tiempo con la inscripción "Hope" en unos meses a posteriori. El artefacto activado pareciera querer convertirse en un escape improvisado para el oponente sin boca quien fallido en su misión pretende sobrevivir.
¡Szahz!
La espada de Trunks le corta el pecho lanzándolo contra una pared sin extender más el combate en el tiempo, por miedo de despertar sospechas ante los androides. Pero no todo salió bien. Si bien el enmascarado había muerto al instante, la plataforma de prueba había sido teletransportada por el motor encendido hacia un punto al azar del tiempo. Bulma emitió un sórdido grito al sentir la sangre del polizón en su boca ¿Pero qué otra opción tenía Trunks? Si no lo mataba estaría arriesgando demasiado, alargar la pelea no era opción.
Sin que pudiera saberlo Bulma, dicha plataforma dobló el espacio en los pliegues que la depositaron sin más en un espacio-tiempo aleatorio, inesperado, un punto en el universo donde en escena aparecieron los camaradas de Bardock siendo asesinados uno a uno. Dodoria y sus hombres se petrificaron al ver tan inesperado haz de refulgencias, justo cuando Seripa estaba por ser asesinada, cae sobre la plataforma y desaparece con ella. El disparo golpea el piso, la saiyan estaba a salvo de esa muerte segura, pero no Tora quien se volvió instantáneamente en el blanco de Dodoria enfurecido.
Seripa emerge a un espacio de su presente donde una pantalla frente a ella le muestra la muerte de sus amigos. Su grito instantáneo se hace notar, con impotencia y furia. ─¡No!─ exclama. Y se delata, en esa misma habitación estaban dos guardias de seguridad checkeando lo que veían los comunicadores de Dodoria y su pelotón de pocos soldados. Entre la pantalla y Seripa dos asientos giraron, revelaron dos soldados:
─¡Oye tú! ¿Cómo desapareciste de …?─ se asombró el primero, quién si mucho espacio para hablar fue pateado en la sien por la saiyan iracunda. La patada fue tal que mandó al primero a chocar con el segundo, ambos se plantaron contra la pared cercana y un rodillazo en el cuello remató al primero, dejando al segundo alerta ya detrás de su fallecido amigo cuyo cuerpo era un escudo. Pero no duró mucho, intentó emitir unas palabras de rendición y sólo balbuceó sin más. Antes del primer tartamudeo ya estaba viajando al más allá con su compañero.
Seripa enurecida terminó de ver en la pantalla la terrible escena de sus iguales muriendo traicionados ¿Pero por qué? ¿Qué estaba pasando? Se quedó atenta, mirando lo que sucedía sin entender nada, llena de pánico mezclado con una creciente cólera. Y fue cuando llegó él… Bardock. Dodoria abrió la boca, muy creído lo dijo todo ¿Qué importaba? Él sabía que podía vencer a Bardock.
La joven guerrera cambió el enfoque de cámara que tenía de los comunicadores, la pantalla quedó frente a ella dividida en dos; el comunicador de Dodoria le mostraba a Bardock, y el de su líder le mostraba al rosado rival.
─Vamos Bardock, tú puedes─ dijo en voz baja hablando consigo misma, ya que de donde estaba no podía hacer nada, ni comunicarse con él, o sería detectada por entre las frecuencias de la nave en la que había aparecido. Por el aspecto interior de la habitación ella sabía que se encontraba en una base de Freezer, además los guardias de seguridad que asesinó tenían las insignias que denotaban su certeza.
─¡Noooooo!
Seripa no podía creerlo, el ataque de energía que expelió por la boca el lampiño rival había dejado la pantalla nublada, de seguro se trataba de una horrenda muerte para su líder y en la exaltación con un puñetazo deshizo el monitor central. Una alarma se activó al instante. Estaba en apuros, al mirar por una escotilla lo notó claramente, veinte-tantos soldados se dirigían hacia sus coordenadas, no era tiempo de perder la razón y realizar un último acto suicida camuflado de honor, si quería vengar a sus colegas debía ser astuta. Saltó sobre la plataforma y provocando al dispositivo de viaje temporal logró reavivar el efecto del motor ¡Pwohm! El espacio se dobla conectando su posición con otro punto de un espacio diferente.
Mientras tanto Trunks y Bulma conversaban, ella estaba muy molesta ya que a partir de lo sucedido tendría que comenzar de nuevo con el dichoso motor, construirlo de cero, además de que los componentes son difíciles de fabricar, los químicos casi imposibles de hallar, y las mezclas… La cosa no pintaba bien. No sabían qué había sucedido con la plataforma de pruebas.
Seripa se bajó del metálico armazón ¿Dónde estaba? No pudo pensarlo mucho que atrás de ella el motor comenzó a rugir descontrolado finalizando en una explosión que obligó a la saiyan a cubrirse. Voló varios metros en el aire hasta impactar en una roca.
─¿Qué diantres pasa?─ dijo sin recordar nada, el viaje en el tiempo que había realizado la había dejado sin recuerdos. Pero la explosión atrajo la atención de tres hombrecillos color fucsia con los ojos saltones. Uno de ellos levantó su mano la cual emitió una luz, ella vio la centelleante iluminación energética y se desmayó.
La joven saiyan había llegado al planeta de los Yadrat ¿Ahora qué?
