Su cabello ondea con el viento, como si del fuego al rojo vivo se tratase. Una gota de agua cae del cielo y humedece la hoja de su lista de muertes programadas. Ha llegado la hora, la parca cierra su agenda y se dispone a trabajar, ha acechado a sus víctimas por tres días, no es que le importe mucho el destino de los humanos, sin embargo, la muerte ha quedado cautivada.

Recuerda la primera vez que sus miradas se cruzaron. Un hombre apuesto, alto y pálido, de cabellos negros como la noche sale de su auto, camina con calma hasta la entrada de su hogar, donde su esposa le espera devotamente, se trata de una mujer delgada de cabellos lacios y castaños, no tiene mucho encanto, una mujer común; besan con ternura y entran.

La cena pasa tranquila y en silencio, aquellos ojos no se apartan del semidiós, tal parece que han hecho una conexión especial.

"¿Qué ocurre cariño?" Le pregunta la mujer mientras acaricia la pequeña cabeza despeinándo así los cortos cabellos del menor, el niño niega con la cabeza, para dirigir nuevamente su atención a aquel ser sobrenatural. Le sonríe.

"Hora de dormir campeón" el hombre carga al niño en brazos, le hace algunas cosquillas y lo lleva a la cama "te amo" le besa los párpados.

"¿Por qué ella sigue aquí?" cuestiona el niño.

"¿Quién?"

"La mujer de rojo" en ese momento, se robó su corazón, el corazón de Grell se hinchó de felicidad y no pudo evitar enviarle un beso al menor, para acto seguido desaparecer.

"¿Quien?" preguntó de nuevo el hombre y miró tras su espalda.

"Nadie" respondió el pequeño y cerró los ojos para dormir.

El auto en el que viajaban cayó por un barranco, fue un accidente terrible y fatal, se trataría originalmente de un viaje familiar, pero su destino ya estaba escrito. Un borracho los hizo salirse del carril, los viajes por carretera siempre son peligrosos si no se toman las medidas necesarias.

El imprudente alcohólico salió ileso y huyó del lugar, pero, sin embargo, la familia Spears no corrió con la misma suerte.

Los botines de tacón se llenan de fango, el carmín frunce el ceño con disgusto, los acaba de comprar y para nada fueron económicos. Suspira y avanza hasta el vehículo volcado.

La escena es sólo para estómagos fuertes, el hombre alguna vez apuesto, hoy yace con el rostro desfigurado por los vidrios del parabrisas, el cual ha atravesado, la mitad de su cuerpo permanece dentro del auto mientras que de la cintura para arriba se encuentra sobre el cofre del carro.

Grell rodea el auto, mira al hombre "debiste usar el cinturón de seguridad" dice la parca con desdén y ahora se dirige a la esposa, la pobre infeliz ahora está en una lenta agonía, un fierro, seguramente proveniente del auto, le atraviesa el pecho, casi hasta la espalda, la sangre comienza a brotar de su boca de poco.

"No eras tan bonita" murmura Grell mientras hojea su agenda, preparándose para iniciar la recolección.

"Mi bebé" llora la mujer, quien mira con ojos suplicantes a la muerte. Grell enmarca una ceja. "Will" es lo último que pronuncian aquellos labios resecos para escupir una gran cantidad fe sangre, salpicando el fino y pálido rostro del segador. Grell hace una mueca de asco y desaprobación y le pone fin a aquellas vidas inútiles.

"Will" murmura Grell quien abre la puerta maltrecha de aquel auto chatarra, en un principio le cuesta algo de trabajo pero logra abrirla casi sin problemas, la puerta se desprende del carro.

En el asiento trasero se encuentra un niñito inconsciente, tiene una herida en la frente, aunque nada cerio en realidad "Will" repite Grell y le acaricia la mejilla con suma delicadeza, como si temiera romperlo, este era Will, su Will.

La recolección terminó sin mas inconvenientes, no hubo anotaciones especiales. Grell guarda su agenda y saca su teléfono móvil para hacer una llamada. Pronto se escucha a lo lejos una ambulancia.

La muerte es silenciosa, nada que ver con la vida. Cuando venimos al mundo, el soplo de la vida llega a nosotros entre gritos y llantos, la muerte llega y se va en un suspiro.

"Bien, cosechaste a los padres, ¿Qué hay con el niño?" le cuestiona uno de sus colegas.

"No estaba en la lista"

"Lo dejaste huérfano, eres cruel"

"La vida es cruel, yo soy la muerte, no existe nadie más piadoso que quien le da el descanso eterno a un alma penitente.


Holaaaa, mis corderos carmesí, siii, al fin tengo una idea, no será muy larga pues no tengo mucho tiempo para actualizar, esta semana que viene comienza la escuela de nuevo y no quiero saturarme.

Espero les guste, ya no sé de que escribir, ya todas las ideas han sido expuestas y no quiero caer en los clichés.

Son capítulos cortos, quizá unos tres o cuatro. Digan me que les pareció. Las amo~