Yami Horus: (entro cantando despreocupadamente tocando un ukulele de juguete) ¡…y los muertos aquí la pasamos muy bien…! ¡…entre FLORES…! ¡…DE COLORES…! ¡Y…! (de repente noto al público lector y me voy a esconder con todo y mi ukelele portátil detrás de una silla) Ejem… qué vergüenza… Etto… (me aclaro la garganta y continúo) como podrán darse cuenta… acabo de leer Puella Magi así que… se me ocurrió un crossover y… ¡léanlo, pues! (Y dejen reviews, lectores ingratos TT0TT)
P.D.: Los personajes de Shaman King (en general, manga, anime continuación vmzcxsión edición especial, etc.) no me pertenecen, son propiedad del señor Hiroyuki Takei… Y no, tampoco me pertenece Puella Magi MAdoka Máciga (Si así fuera, no tendría necesidad de matarme como burro, ni quemarme las pestañas, ni sería "estudiambre" ¿o sí?)
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Capítulo 1: El extraño
Ciento veinticinco mil… ¿Habían oído bien? ¿Realmente Hao tenía todo ése poder? ¿Cómo era aquello posible? Quizá tenía que ver con que Hao había sido el único humano en dominar las artes del misticismo. Todos estaban sorprendidos, asustados, impresionados (inclusive el mismísimo Len Tao se había quedado helado con la información), con Ciento veinticinco mil… ¿Habían oído bien? ¿Realmente Hao tenía todo ese poder? ¿Cómo era aquello posible? Quizá tenía que ver con que Hao había sido el único humano en dominar las artes del misticismo…
–Si no saben qué hacer… yo yo puedo ayudarles...– se oyó una vocecilla. Los shamanes buscaron en todas direcciones al ser que les estaba hablando y, muy sorprendidos.
–¿Oyeron eso?– preguntó Horo Horo.
– ¿Oir qué?– contestó Ryuu quien tenía una expresión de confusión al iguial que los otros shamanes más adultos. Los más jóvenes miraron hacia todos lados, confundidos por el eco, y hallaron al dueño de esa voz: un ser pequeño y de color blanco titanio, con el cuerpo de una liebre, orejas de gato y cola de zorro, en cuya espalda se dibujaba un aro de color rojo sangre, igual que sus ojos– ...sólo hagan un contrato conmigo. Sólo díganme qué es aquello que más desean.
Sin aviso previo, y a gran velocidad, la cuchilla ultra fugaz de Amidamaru vino a arremeter contra este pequeño individuo sin ninguna piedad. El ser de color blanco salió vivo, pero no ileso, su pequeña pata izquierda tenía un ligero corte, que desapareció en cuestión de segundos. Aquello había sido tan sorpresivo y extrañamente agresivo de parte de Yoh, que incluso Amidamaru mismo deshizo la posesión de objetos para intentar interrogar a su amo; cosa que no pudo lograr; el joven Asakura continuaba intentando cortar a aquel ser.
–...Deberías saber que es imposible matarme… puedes intentarlo tantas veces quieras, y nunca lo lograrás...– dijo la criatura.– … encontrarán al individuo llamado Hao Asakura en aquél lugar al que se refieren como sagrado, estaré vigilando de cerca, por si necesitan algo de ayuda…
Los presentes se mantuvieron quietos; los adultos no comprendían qué era aquello que los más jóvenes podían ver y ellos no, mientras los jóvenes miraban al dueño de la espada legendaria con inquietud;. Yoh sólo miraba al suelo con la espada fuertemente apretada por su puño, ignorando totalmente los llamados de Amidamaru. Miles de preguntas se arremolinaban dentro de sus cabezas, todas ellas queriendo salir al mísmo tiempo y no hallando la salida, estaban atoradas en la punta de sus lenguas, sus labios se movían, sus mandíbulas se separaban pero los sonidos no se emitían…
– Vámonos– díjo al fin Yoh– Debemos alcanzar a Hao en el territorio sagrado. Será mejor que se preparen, sus sirvientes estarán por todos lados, intentando impedirnos el paso.
– Espera Yoh– llamó Len Tao al tiempo que formaba su posesión de objetos– ...antes de ir con Hao… te pido que pelees conmigo.– El chino notó una ligera sensación de déjà vu en sus propias acciones (incluso podría jurar que podía visualizar momentos de una posible pelea con Yoh ocurrir en ese lugar… le pareció verlo reducir el tamaño de su posesión de objetos más poderosa y a sí mismo hacer lo mismo momentos después, habiendo comprendido que de esa forma todo su poder se concentraba en un sólo punto y el cómo ésta forma era más eficiente y destructiva… ) vió cómo Yoh no se sorprendió con ésto (como lo hicieron los demás) ni pareció cuestionar esas acciones en lo absoluto.
– Lo que estés pensando Len, no es un pensamiento tuyo. Sé que Hao te lo dijo.– Len abrió los ojos de par en par, el chino no había dicho a nadie (y estaba seguro que Basón tampoco) sobre la conversación que tuvo con Hao. Len se vió extrañado pero deshizo su poseción de objetos y se dispuso a seguir a Yoh al tiempo que éste comenzaba su caminar y pasaba de largo. Pudo escuchar a HoroHoro reclamar por información respecto a su conversación con Hao y a Ryuu llamarlo "insolente" por desafiar a Yoh… pero los ignoró.
–Yoh tiene razón, debemos apresurarnos.
Apenas se adentraron en el bosque vieron a los soldados X enfrentarse a Hao, varios de ellos perdiendo la vida en el intento; cuando la doncella Jeean estuvo a punto de usar sus poderes contra el amo del espíritu del fuego, Yoh le impidió el paso y evitó que ésta fuera muerta. ¿Cómo sabía que la doncella estaba ahí? La doncella de hierro, el aparato de tortura donde Jeean residía y se refugiaba, se hallaba oculta entre los árboles para salir en el momento preciso; nadie (ni siquiera los soldados X se habían percatado de su presencia, ellos suponían que la doncella seguía al cuidado de Marco, recuperándose de sus heridas)
Los grandes espíritus les permitieron la entrada al territorio sagrado, pasando todas las pruebas al primer intento con sólo imitar lo que Yoh hacía. Siguieron a Yoh y comprobaron la verdad en sus palabras, preguntándose, mientras avanzaban, cómo era posible que el joven Asakura supiera con exactitud cómo derrotar a cada uno de los sirvientes de Hao.
La llegada al territorio sagrado fue rápida, arribaron pocos minutos después que Hao. El shaman de fuego se vió verdaderamente sorprendido. No esperaba verlos ahí; pero no mostró sorpresa alguna.
– Supongo que no han venido a unirse a mi causa– comentó un animado Hao – Ni siquiera tú, querido hermano. Los shamanes recién llegados arremetieron contra el shaman de fuego, todos excepto por Yoh que no se movió, ni siquiera cuando Hao llamó al espíritu del fuego y, con una sola bola de fuego que creó una poderosa onda expansiva, mandó a todos los presentes a volar y chocar contra los pilares que rodeaban al lugar.
– Parece que sólo seremos tú y yo, hermano – dijo Yoh finalmente.
– Amo Yoh… ¿está seguro de lo que hace?– Yoh ignoró nuevamente a Amidamaru y se acercó a Hao
– ¿Planeas pelear tú solo?– cuestionó el gemelo mayor.
– Si es necesario, lo haré…
Hao parecía divertirse con las decisiones de su hermano, éste sentimiento que tenía… no lograba comprenderlo, pero parecía que algo dentro de él despertara para hacerle sonreír sinceramente… y, al mismo tiempo, parecía provocarle una profunda tristeza. Casi podía ver qué era, pero no lograba hacerlo, ese 'algo' que le llenaba de confusión; describirlo era muy difícil… era como si intentara recordar un evento muy lejano, como intentar recordar la primera cosa que vió el día de su nacimiento en su primera vida… y tan irreal tan imposible como un sueño… era como sentir nostalgia por algo que nunca había pasado...
– Que así sea, pero...– Dicho ésto, conjuró el poder del espíritu del fuego y creó una barrera llameante a su alrededor justo en el momento en que los demás shamanes habíanse recuperado del terrible impacto contra los pilares. – … éste es un asunto familiar. Dejemos fuera a los intrusos.
Los demás shamanes miraron entonces, con horror cómo los gemelos peleaban, Hao había convertido su posesión en una espada similar a la de Yoh… pero el gemelo no tenía oportunidad contra Hao, sus esfuerzos eran inútiles; por cada golpe que propinaba Hao devolvía tres y bloqueaba con tanta facilidad que, básicamente, todo lo que Yoh hacía era defenderse. Finalmente, hubo un momento en que el menor de los gemelos cayó al suelo, Hao se acercó a él y le tomó del cuello.
– Pronto el señor Hao tomará de regreso su otra mitad– decía Opacho, quien estaba sentada sobre uno de los pilares
– ¡Cállate!– Exigió Manta, perdiendo la paciencia
–… y será un ser completo otra vez y tendrá de regreso todo su poder…– completó Opacho.
– ...te equivocas Opacho...– corrigió el shaman de fuego– … el sólo pensar que éste ser es mi otra mitad me repugna… es tan… humano… realmente no necesito de él… – Una imagen se dibujó en su mente, una imagen en la que extraía el alma de Yoh y la absorbía dentro de sí… pero no pensaba hacerlo, dejaría que el espíritu del fuego quemara esa imperfecta otra mitad...
Con su mano libre se dispuso a hurgar en el interior de aquel cuerpo y sacar el alma dentro de éste, para dársela como alimento al espíritu elemental bajo su mando; pero él mismo sintió una gran repulsión y pánico mezclados. Soltó su agarre en el cuello de su hermano y retrocedió un par de pasos.
– Tú… – Apenas pudo decir Hao– ¿Cómo es ésto posible…? ¿Qué cosa éres?– Yoh no se movió de donde había aterrizado; dejó escapar de sus labios lo que pareció una ligera risa y le miró a los ojos.
– Sólo un simple humano– respondió con una extrañamente melancólica sonrisa.
– No… ¿Cómo puedes existir sin un alma?– Los demás shamanes oyeron ésto y se helaron de la impresión. – Ni siquiera un zombie puede moverse sin un alma.
– El que mi alma no se encuentre dentro de mi cuerpo, no quiere decir que no la tenga– replicó con una sonrisa de lado el hermano menor.
– Si tu alma no está dentro de tu cuerpo, ¿Entonces dónde está?
– En un lugar seguro... – respondió simplemente con una sonrisa.–… al menos lo suficiente para salvarte y no morir en el intento. – terminada su declaración, tomó una bocanada de aire y llamó con potente voz– ¡Espíritu del fuego!– El espíritu, entonces, se materializó frente a él, sorprendiendo a todos los que ahí eran observadores– Ya es suficiente, has cumplido sin falta, pero se ha salido de control.– El espíritu del fuego asintió y lo tomó en su mano.
Particularmente, Opacho miró la "traición" del espíritu del fuego y temió lo peor, ¿mataría Yoh a su señor Hao? No podía permitir que eso pasara ¡le debía tanto a su señor Hao! Quería salvarle, pero no tenía el poder para enfrentarse al espíritu del fuego la fuerza ni física ni mental suficientes…
– ¡Se-señor Hao!– Llamó
–¿Qué es lo que más deseas?– escuchó una vocecita a sus espaldas– ¿Acaso es salvar al individuo llamado Hao?– la niña se giró y encontró al mismo pequeño ser que hubieran hallado horas atrás los jóvenes shamanes…– lo que sea que quieras y por lo cual darías tu vida, yo lo puedo conceder. Sólo haz un trato conmigo. Dime… ¿Qué deseas?
– Yo deseo… yo deseo...
~CONTINUARÁ...
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Yami-Horus: Ok, espero que les haya gustado y si no... igual recuerden que para todo se escribe UN REVIEW que puede ser duda, SUGERENCIA, SIMPLE COMENTARIO, REGAÑO O AMENAZAS DE MUERTE (las últimas dos sin faltas de ortografía, errores de sintaxis ni fallas gramaticales)
Oki, hasta el próximo capítulo... que, como soy buena, ¡se los voy a subir en unos minutos!