•Nota: Este fanfic esta pura, y exclusivamente dedicado a REMULA_BLACK por su cumpleaños -Que es el 3 de Marzo, pero... este es un fic largo asi que el ultimo cap es el "true present" para ella.-
•Advertencia: Se usan canciones y personajes en quiza OoC'
•Disclaimer: Los personajes no me pertenecen.
···· Λ §σиg ƒσя чσų ····
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Tu amor no es más que una mentira
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-¡Kirkland! –Una voz hizo eco en sus tímpanos, sacándolo instantáneamente de su actividad. –
-Yes? –Levanta la mirada, entre un gesto desafiante y respetuoso que hace retroceder al profesor. –
-D-dinos el ensayo numero tres de la 369. –La voz del pobre hombre temblaba. –
Kirkland saco su libro del buche para empezar a rezarles a los demás miembros de su salón.
El era el muy aclamado Presidente del Consejo Estudiantil. Temido y respetado por inclusive los directivos del instituto. No tenia muchos amigos, cabe destacar que no tenia "vida social" y que era un bohemio sin igual, desentendido y distante al mundo. Solo le importaba su vida, y los demás podían bien irse a llorarles a sus madres.
Luego de un rato, termino de orar el ensayo y con elegancia volvió a sentarse en su asiento, al mismo tiempo que sonaba la campana del receso para el almuerzo en la escuela. El chico de procedencia inglesa se quedo en el salón, sin mirar a todos los que se iban y pasaban a su lado, tenia cosas mas importantes que hacer, comería después.
-¡Ahahaha~~! The hero is here! No teman a los comunistas que eh venido a salvarlos, ¡Ahahaha~! –Rio de manera estridente cierto rubio de ojos azules. –
Con "comunistas" se refería a su eterno rival ruso: Iván Braginski, que estaba un par de mesas mas lejos que el chico que acababa de gritar, preparando su grifo mientras vociferaba unos aterradores "kolkol" que hizo temblar a un pobre letonio que tenia al lado.
El gritón respondía al nombre de Alfred F. Jones, el chico mas popular de todo el instituto, sin contar que uno de los mas guapos y codiciado por las mujeres. De nacionalidad estadounidense, y escandaloso como pocos, lograba sacarle mas de un suspiro a varias, y porque no, varios chicos.
Uno de esos era el queridísimo presidente Arthur Kirkland. Que venia entrando con a la cafetería con un rostro aburrido e impasible. Lo habían corrido de su salón, mandándolo ahí, era obvio que estaba molesto, pero en fin, no porque sea el presidente andaría de complacido.
Como decía, Jones era la eterna fantasía del inglés, desde que lo conoció hace dos años ha vivido enamorado de ese escandaloso americano que pasaba de su existencia todo el maldito tiempo. Y eso que eran compañeros de cuarto, no se llevaban bien por los caracteres que tenían, ya saben, uno gruñón y amante del orden y las reglas y otro independiente y escandaloso. Era disfuncional.
Camino hacia la fila que casi era inexistente, para pedir su comida. No iba muy atento a las personas que le rodeaban, por lo que paso de lo más normal. Hasta que sintió un fuerte empujón en su hombro.
-¡¿Pero que…? –
Volteo rápidamente, encontrándose con unos ojos similares al color de la sangre.
-Gilbert… -
-¡Hey, Presidente! ¡Esfúmate que estas en nuestra fila! –Bramo el de ojos rojos, y un peculiar cabello gris-blanco. –
Detrás de este albino se encontraban un rubio de ojos azules, con una barba de mediodía y un gesto provocativo, al lado de este había un castaño de ojos verdes y piel bronceada, con una sonrisa que haría perder la paciencia a cualquiera. El Bad Friends Trio, hoy si que no tenia un buen día.
-Quiero recordarte que la fila no es tuya, ni de tus amigos, la fila es para el que quiere comprar su comida, idiot. Así que deja de absorber mi aire y vayan al fondo a esperar su turno. –Dicto, con severidad pero a la vez tranquilo. –
-¡¿Qué dijiste? –El alemán lo agarro del cuello de la camisa y esbozo una sonrisa. – El que seas el jodido presidente no te da derecho a decirme que hacer, Kirkland. Esfúmate. –Lo aparto de la fila de un manotazo. –
Arthur casi cae al piso, pero es detenido por otro cuerpo.
-Oh, mon amour, no sabia que me querías tanto como para tirárteme encima. –Ese tono empalagosamente francés… si, era él. –
-Déjame, wine bastard. –Grita el inglés, zafándose del agarre del hombre de barba. –
-Pero si fuiste tu el que se me tiro encima, mon amour. –Recalca, alzando un dedo y con un gesto que hacia rabiar al de cejas gruesas. –
Arthur se preparaba para tirársele encima y golpearlo hasta que no pudiese ni reconocerlo su madre. Pero en cuanto atino a darle un golpe, una mano en su hombro le detuvo. Volteo molesto a la persona que le interrumpió, y se encontró con el castaño.
-Tío, no jodas a Francis. –El español, que respondía al nombre de Antonio, hizo que la atención del inglés pasara inmediatamente a él. –
-No jodas tú, bloddy Spanish. –Dijo con una sonrisa perturbante, que hizo que el ibérico solo suspirara. –
-Arthur, basta. Francis, tu también. –Miro a su amigo, que iba a contraatacar, pero al verse descubierto dejo sus planes a un lado y se tranquilizo. –
Kirkland bufo, demasiado molesto, recogió sus cosas que habían terminado en el piso y salió de la cafetería, sin comida, sin bebida, sin nada, solo con sus cosas mal acomodadas bajo su brazo. Y un gesto con notoria molestia, y el obvio ceño fruncido. Pobre de aquel que se le cruzara…
Odiaba a esos tres, en especial a Francis, ¡Ese bastardo pervertido algún día se las pagaría todas y cada una de las desgracias que le hacia vivir todos los malditos días de su maldita vida! Y ese idiota español… ¡Uyyyy! ¡Lo que se divertiría torturándolo! Se alejo del lugar, rumbo a un lugar mas tranquilo, con sus morbosos y oscuros pensamientos.
En la cafetería, todos habían visto el pleito entre el Akuyuu y el Presidente Kirkland. Alfred, que estaba a unas mesas del lugar de los hechos, suspiro con un poco de dejadez, sabiendo perfectamente que su compañero de cuarto estaría tan enojado que no le daría los apuntes que había olvidado copiar en clase. Pero en fin.
Iba a sentarse y comer sus hamburguesas, cuando nota un pequeño brillo de una de las esquinas del salón.
-"¿Y eso?" –Pensó, y fue al rincón, que quedaba a un poco de la fila que hace minutos había protagonizado la pelea. –
Se acerco al objeto, que estaba detrás del cesto de basura. Se inclino y lo recogió, dándose cuenta de que era un cuaderno de tapa dura, tenía un color plata en las puntas, ese era el brillo que noto. Y el resto del cuerpo era de color verde musgo. En la tapa había un nombre, Arthur Kirkland.
El americano reconoció ese cuaderno, ¡Si Arthur lo llevaba a todos los lugares que iba! ¡Inclusive al baño!
Por la cabeza se le cruzo la idea de ir a devolvérselo, como todo héroe, no puede husmear en cosas ajenas. E iba a irse, cuando siente algo extraño. Miro el cuaderno y todo acto heroico desapareció de su inconsciencia, siempre le dio curiosidad que era lo que su compañero escribía ahí. Pero como el otro rubio era tan celoso con sus cosas, nunca se les acercaba.
-¿Alfred-san? –Le llaman, pero no responde. - ¿Alfred-san? –Vuelven a llamarle. –
Al no recibir respuesta al segundo intento. El japonés que le llamaba le grita:
-¡Alfred-san! –El otro reacciono de un susto. – Por fin…
-Ehm… I'm sorry, Kiku. No te escuche. –Rio nervioso. –
-Si, ya lo note… -contesto con pesadez el otro. - ¿Qué tiene ahí? –
-¿Esto? –Alza el cuaderno- Es del gruñón de Arthur, se lo llevare antes de que diga que se lo robaron y amenace con llamar al Scotland Yard. –Carcajeo, a lo cual el asiático no rio. –
-Pues hágalo, queda poco para que toque la campana. –
-¡Cierto, cierto! –
El estadounidense se va corriendo. Sabia que Arthur estaba en la azotea, siempre iba ahí cuando quería estar solo, o sea, todo el tiempo.
Mientras que en la azotea…
Arthur trataba de recuperar la calma, iba de acá para allá, exasperado y de vez en cuando jalándose del cabello en su arranque de ira. ¡Maldito Akuyuu! ¡Maldito Gilbert! ¡Maldito Francis! ¡Y maldito Antonio! Los odiaba, estaba seguro que era un odio inmenso, intenso e insano. Daba fe de ello.
Suspiro por enésima vez en quince minutos.
Se dejo caer al suelo, apoyando su espalda en la barra de contención. Miro a sus pertenencias todas desordenadas y dio su doceavo suspiro.
-Mejor ordenare esto… -Dicho y hecho, empezó a ordenar sus papeles. –
Cuando termino. Se dio cuenta que algo faltaba…
-¡No puede ser! –Exclamo, nuevamente desesperado. – Shit, shit, shit! OH, fuck! –
Eso y otros improperios se escucharon por toda la azotea, mientras el británico revolvía todos los papeles que previamente había acomodado, esparciéndolos por el suelo.
-Damn it! ¡Esto no puede estarme pasando! –Ese último grito se escucho por toda la planta alta del colegio. –
Alfred estaba encerrado en el baño, sentado en el inodoro. Estaba empezando a leer el cuaderno.
"Nombre: Arthur Kirkland
Edad: 18
Cumpleaños: 23 de Abril
…"
Todo lo que seguía en la primer página eran datos personales del inglés. Algunos de los cuales llamo la atención al americano que, si bien conocía de ese tipo de "agendas personales", la mayoría de las casillas con sus datos sociales estaban prácticamente en blanco.
-"Como lo pensé, no tiene amigos." –Paso de página , encontrándose con el inicio del diario. –
"Hoy fue un día extraño. Es el primer día de clases, y me toco compartir cuarto con Alfred. Se que debería emocionarme y sentirme, no se, privilegiado por Dios o algo parecido, pero la verdad, cada vez me siento mas miserable en su compañía."
-¿Por qué debería sentirse privilegiado por compartir cuarto conmigo? –Repitió, a su manera y en voz baja. – ¡Ah, claro! ¡Porque soy un hero! –Eso era para auto convencerse… sabia que había algo mas. –
"A medida que avanza nuestra convivencia, me doy cuenta que somos diferentes. Quiero ser su amigo, pero cada intento de acercarme es… no se, no puedo acercarme a él sin pelear. Y eso me frustra. Además nada ni nadie me garantiza que el sienta lo mismo que yo…"
¡Un momento!
¿Acababa de leer bien? No, debería de haber sido algún error de su mente.
Releyó la ultima frase como cuatro veces y si, no leyó mal. Por lo que decía eso… el inglés, Arthur… Arthur estaba… no, imposible.
"El jamás va a amarme… será mejor que me rinda. Al parecer le gusta Honda. No puedo hacer nada contra eso."
-¿H-H-Honda? –Tartamudeo, sorprendido. –
Abrió los ojos, dándose cuenta que el diario se convertía en algo así como… ¿Canciones? Si, eran letras de canciones.
Iba a empezar a leer cuando el timbre del fin del receso concluyo. Alfred maldijo y guardo la libreta debajo de su camisa. Salió disparado del baño, rezando no cruzarse con cierto compañero suyo.
La tarde transcurrió normal. Después de los horarios normales, todos se dispersaron por la institución, y algunos, como en el caso de Arthur, fueron al dormitorio.
El inglés entraba a su cuarto, esperando ser recibido por la "cálida" presencia de su compañero estadounidense y devolverle un hermoso insulto de su más baja calidad. Pero ese "ritual" se vio forzosamente interrumpido al encontrarse el isleño solo en el cuarto.
-¿No esta? Pero si siempre esta acá durmiendo antes que yo. –Se cuestiono, soltando un bufido que después se torno suspiro. – En fin, mejor me preparo para después. Tengo que tener todo listo para el concierto…
La persona que en esos momentos ocupaba los pensamientos del europeo, estaba sentado en una banca, donde casi no había gente. Es mas, dudaba de que haya alguien alrededor.
Alfred sostenía el cuaderno, y nuevamente se aventuro a leer, dejando la parte del diario, yendo a donde se había quedado la última vez: el cancionero.
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Déjame decir que te amo
no como lo dicen tantos
no por presumir de poeta
consciente estoy que no soy tu meta
solo quiero que sepas que te amo.
Déjame decir que te amo
es mi corazón quien te habla
no estoy inventando un cuento
ni te ofrezco todo el firmamento
solo quiero que sepas que te amo.
Déjame creer por un instante
que yo soy tu dueño,
aunque sufriré cuando despierte
y todo sea un sueño.
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…Sorprendente.
El de ojos azules estaba mas que sorprendido, esas canciones… eran los sentimientos del inglés. Y si que tenía vena de cantante el joven de cabellos rubios.
En serio lo quería…
-¡Argh! ¡¿Qué mierda digo? –Se descargo en un audible grito, agarro su cabeza, jaloneándose del cabello. – ¡No puede ser!
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Extrañarte es mi necesidad
vivo en la desesperanza
desde que tu ya no vuelves mas
Sobrevivo por pura ansiedad
con el nudo en la garganta
y es que no te dejo de pensar
poco a poco el corazón
va perdiendo la fe... perdiendo la voz
Sálvame del olvido...sálvame de la soledad
Sálvame del hastió...estoy hecho a tu voluntad
Sálvame del olvido...sálvame de la oscuridad
Sálvame del hastió...no me dejes caer jamás
Me propongo tanto continuar
pero amor es la palabra
que me cuesta a veces olvidar
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Alfred no sabia si sentirse importante, por ser el objeto de la inspiración de su compañero. O sentirse acosado en un cuaderno.
Estaba confundido.
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"Solo hay odio…"
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-¿Alfred-san? –
-¡Ah! –
El americano salta, no se esperaba que Kiku le interrumpiera así. Del salto se le cayo el cuaderno, que el japonés tomo y leyó. Para cuando Alfred reacciono, ya era, desgraciadamente muy tarde.
-…Alfred-san… -
Ambos se miraron, el nombrado estaba tan rojo como un tomate. El japonés estaba impasible, pero curioso.
-¿Cómo…? –
-¡No se! ¡No lo se, Kiku! –Exclamo, sentándose de nuevo en la banca y agarrando su cabeza con las manos. – I don't know…
-Arthur-san, el… lo quiere. –
-¡Ya lo se! –No tenía porque gritar, pero lo hizo, para descargarse. –
Kiku entendió sus sentimientos, siguió con su cara inmutable.
-¿Y usted que piensa hacer? –El de ojos azules le miro con velocidad. – Con respecto a Arthur-san. –
No hacia falta aclarar…
-…Yo… no, yo no lo… no lo se. –Decía todo entrecortadamente, como si tuviera miedo de lo que vendría después. –
-¿Usted lo ama…? –
-¡No lo se! –
-No hace falta que me grite, Alfred-san. –Suspira Kiku, para nada enojado pero un poco resentido. –
-I-I-I-I'm s-s-sorry. –
El americano dio un largo, larguísimo suspiro, tratando de calmarse.
-¿Siente cosas por él? –Pregunta directo el asiático. –
-Yo… no se, creo. –Un pequeño sonrojo asomo por sus mejillas. –
-Es si o no, Alfred-san. –Hizo énfasis en las dichas palabras, con un poco de malicia. – Debe haber algo que le diga que lo quiere, o que solo lo ve como un amigo más. –
-Esto… -
Había muchas cosas, muchísimas. Pero no sabía como interpretarlas, si era un "amigo", un "rival", un "enemigo", o "alguien especial". Todo el tiempo que llevaba conviviendo con el inglés le había dejado en claro que eran rivales a muerte, que se odiaban porque eran de mundos diferentes. Arthur, el típico hijo de casa media alta, y él, un héroe del más alto status social.
Eran diferentes, como las canciones del inglés decían. Pero aun así… aun así había momentos en los que eran jodidamente iguales. En los que se aliaban (generalmente entre ellos, en el privado ambiente de su habitación) y sonreían y reían como amigos de toda la vida.
Pero eso era algo… y otra cosa era el decir estar "enamorado" de Arthur Kirkland. No sabia, claro que no sabia lo que pasaba.
Alfred se perdió en sus pensamientos, momento que Kiku aprovecho para ojear el diario, leyó todo con velocidad y se detuvo en la parte del final. Ensancho una sonrisa y le extendió el cuaderno al americano:
-Si tiene una respuesta para el, vaya y dígasela. –Sonrió, de manera tierna y confiable. –
El de ojos azules no comprendió bien, no hasta ver, en el cuaderno, un escrito en rojo, englobado en una nube para remarcarlo más aun. El amante de la hamburguesa, inconscientemente, esbozo una sonrisa. Ahí era el lugar…
Concierto Always & Never, 23:30 hs.
Canción del Principio: Your Love is a Lie – Simple Plan
Canción 1: Déjame decir que te amo – Ricardo Arjona
Canción 2: Sálvame – RBD
Canción 3: Top secret :D -En el proximo se vera.-
Bueno... es la primera vez que hago este tipo de fics. Y esto va enterisimamente dedicado para REMULA_BLACK por su cumpleaños (En realidad es el 3 de Marzo, pero como esto son tres capitulos xD) El ultimo es su "verdadero" regalo, ajajja -risa maliciosa (?)-
En fin, Mari... te cumpli el sueño de que Arthur cantara a Ricardo Arjona (¿?) Al que haya notado a Iggy muy OoC' no se preocupe, en el proximo van a ver a un Iggy radiante, sexy, picaro y directo, ¡se los prometo chicas! ¡Pero sobretodo a mi querida Mari que en lo poco que llevamos de conocernos ya la considero parte de my life! Es como una gemelii perdida~ ajaja. I love you y espero que te haya gustado este avance premier de tu regalito :D
Bye bye y hasta el proximo capi!
PD: gracias a todos los que llegaron hasta aca n.n Bye~
