¡Hola queridos lectores de FF! Aquí me tienen de nuevo escribiendo una nueva historia. Esta vez regreso a las andadas de Death Note. Es una historia un tanto aparte, ya que me centro definitivamente en lo que es Mello, Near y sus relaciones. Pero no crean que es yaoi no ¬¬, es una historia de romance entre Mello y una chica misteriosa que inventé yo xD. Pero su romance no se desarrollará fácilmente, ya que varias cosas se interpondrán entre ellos, como es Near, Light y hasta el mismo L, quién en esta historia, él ya está muerto. Espero que les haya llamado la atención aunque sea un poco, y que me dejen un review con su opinión.

Death Note no me pertenece, todos sus derechos a sus respectivos autores.

Capítulo No. 01: "Meeting"

9:00 am. Colegio Sakuraba Yuuhei.

Caminaba con prisa, al saber que llegaría tarde a su primer día de colegio en Japón. Traía en sus manos su bolso lleno de libros pesados y gruesos, de esos que solamente con mirarlos ya sientes que tu cabeza va a explotar. Su cabello suelto, ondeable sobre su espalda.

Rosemary Reed, alumna de intercambio de Inglaterra.

Llegó a la puerta, y de inmediato se encontró con su viejo tutor que allí la esperaba…

-Bienvenida Rose, este será tu nuevo colegio- le dijo con amabilidad.

-Gracias Señor Robinson, agradezco su atento saludo- respondió con una reverencia, como se acostumbraba en Japón.

-Te pareces tanto a tu madre, Alice…tienes sus mismos ojos profundos y afectuosos- le dijo con una pequeña sonrisa.

-Sí, me lo han dicho muchas personas, y a pesar que no la recuerdo mucho, se que era encantadora. Al igual que mi padre por supuesto, Shinji.

-Sí, tienes el mismo carácter respetuoso y atento de tu padre, ademas de esa sonrisa y acento tan peculiares- le declaró riendo.

-Sí, supongo…

En ese momento, el timbre de inicio se escuchó resonar en el aula.

-Bueno, muchísima suerte, y demuéstrales quién eres…tu puedes, Rose.

-Gracias, Sr. Robinson.

Al despedirse, entró sonriente al colegio. Pintaba para ser un día especial, y Rosemary lo sabría pronto…

Caminó despacio, volteando al papel que le habían dado y a todas partes, para ver si encontraba su salón. Se detuvo en seco, y miró confundida el pedazo de papel que traía en las manos. Unos pequeños ojitos negros la divisaron de entre la gente. Se acercó silenciosa…

-¿Estás perdida?- le preguntó con una sonrisa juguetona.

-Ahh…sí.

-¿Eres extranjera?

-Ehmm, sí…soy de Inglaterra.

-Uhmm, mucho gusto, yo soy Asuii Urahara, ¿Cómo te llamas?

-Rosemary Reed, pero puedes llamarme Rose.

-Bien, Rose…¿a que salón vas?

-Al 2º B15.

-¡Vaya! Vamos al mismo salón.

-Ahh…

-Mira, te vas por este pasillo hasta donde topa, y luego das vuelta a la derecha. Ahí vas a ver unas escaleras, subes dos plantas, después volteas a la izquierda y a 5 salones está el 2º B15.

-Ahh, bueno g-gracias…

-De nada. Suerte.

Rose obedece las indicaciones de Asuii y llega a su salón. Llega a la puerta y la abre, encontrándose con que ya todos estaban y solo faltaba ella.

-B-Buenos días, perdone el retraso…

-Buenos días, ¿Nombre?

-Rosemary Reed.

-Bien, pasa a tomar tu asiento.

Miró fija a la profesora. Era una mujer mas o menos joven, de cabello corto ondulado en color rubio cenizo, con lentes y ropa oscura y larga. Tenía pinta de ser la típica profesora amargada. Suspirando, se fue y buscó un asiento, y se encontró con el único vacío, que estaba hasta atrás.

Ya era el mediodía, y Rose se sorprendía cada vez más de lo que era Japón.

-"No puedo creer que papá haya vivido aquí. Este lugar es excelente."- pensaba la dulce Rosemary, al caminar por los pasillos y mirar las bellezas que esa nación tenía.

En ese momento, era hora del descanso, y podían salir a los alrededores del colegio. Rose decidió asistir a la biblioteca por un buen libro. Buscó la salida, y preguntó en donde se encontraba la biblioteca.

Caminó poco mas de una cuadra, y se encontró con un edificio antiguo y grande, con decorados occidentales. Entró…

Ya al salir, y tener su libro en manos, se dirigió hacía la escuela. Caminaba sin ninguna preocupación, pero un ruido interrumpió sus pensamientos, al parecer era el de una motocicleta. Volteó seria, y se encontró con la figura de un hombre sobre una motocicleta. El joven traía unos lentes oscuros, y no se le podía distinguir bien su rostro. Al momento, sus miradas se encontraron, recibiendo la chica una sonrisa pícara de parte del muchacho, que la hizo sorprenderse, y a las jóvenes chicas presentes, gritar. La silueta del joven desapareció en el horizonte.

Con la duda en la cabeza, Rosemary regresó al colegio, encontrándose con Asuii. Ambas se sientan en una banca un poco alejada.

-¿Viste al muchacho de la motocicleta?- preguntó Asuii, sin aguantarse las ganas.

-S-Sí…

-¡Estaba guapísimo!¿Tú quién crees que sea?- le preguntó, mirándola como si ella supiera la respuesta.

-N-No lo sé…- le dijo, cohibida.

-Tenía una sonrisa tan hermosa. Y nadie sabe a quién le sonrió…

A lo mejor tiene una novia en este colegio- le comentó, levantando sospechas en algunas señoritas que lograron escuchar la conversación.

Luego de una larga jornada, terminaron las clases, y el crepúsculo se hacía presente en el cielo, enrojeciendo las calles.

Ya casi no quedaba luz, y las lámparas ya estaban encendidas.

Rose se juntó con Asuii en la puerta.

-Bueno Rose, me encantó que tocáramos juntas, espero que seamos buenas amigas- le dijo, tomando sus manos.

-Por supuesto- le respondió, sonriéndole.

-Adiós. Nos vemos mañana…

-Sí, hasta mañana.

Y así, fueron yéndose uno a uno los alumnos.

Rose aún recordaba las palabras de su tutor…

-Lo siento Rose, pero me es imposible venir por ti a la salida. Aquí te dejo un mapa de cómo llegar al departamento. Suerte…

-¿Cómo se supone que podré llegar al departamento con solo éste mapa?- se dijo en voz alta, mientras transitaba por una calle un poco oscura y sola. Ella no se había dado cuenta, pero un hombre mayor la seguía silenciosamente…y no parecía traer buenas intenciones.

Sin darse cuenta, llego hasta en donde terminaba la calle, topándose con un muro grande. En ese momento, miró la sombra reflejada en la pared, dándose media vuelta completamente aterrada.

Lo miró a los ojos, en donde pudo percibir la llama flameante de la lujuria, y del deseo…no sabía que hacer, estaba sola e indefensa, no podía gritar, ni moverse…su corazón comenzó a latir a velocidades imposibles, un sudor frío se adueñó de su rostro y de su cuerpo, mientras que una sensación de pánico la paralizaba.

El hombre se acercó, balbuceando lumbre y sin quitarle los ojos de encima, recorriéndola con esos ojos hambrientos centímetro a centímetro. Ella retrocedió un paso, después otro, y el último, encontrándose con el muro a sus espaldas. Se pegó totalmente, totalmente horrorizada.

-N-No…p-por f-favor…

Su respiración se agitó.

-N-No…

El hombre se acercó más, hasta quedar unos pocos centímetros de ella.

-…¡NOOO!...

En ese preciso momento, una motocicleta negra con detalles rojos se apareció detrás del hombre, alumbrándolo con sus luces.

El joven que estaba en la moto, se puso de pié, y sin quitarse el casco se acercó. El hombre se avalanzó sobre él, pero el muchacho era muy fuerte, y de un solo disparo lo mató.

Aterrada, Rose se tiró al suelo, mirando con temor al joven.

Él se acercó…

-¡No me toques, por favor!- le gritó, cubriéndose toda con sus brazos.

Él se arrodilló frente a ella, y tomó uno de sus brazos.

-No te voy a hacer daño- le dijo, con voz suave.

Ella no le creyó, y estaba a punto de golpearlo, pero el joven detuvo su mano rápidamente.

-Confía en mí- le insistió, destruyendo su guardia.

Rose solo miraba el vidrio del casco, ya que era muy oscuro como para ver sus ojos.

La ayudó a ponerse de pié, y ella le miró desconfiada.

-¿Es usted un policía?- le preguntó.

-No, no lo soy.

-Entonces, ¿Porqué no se quita el casco?- le preguntó de nuevo, con temblor en su voz.

El chico no dijo nada, y con lentitud, sujetó su casco…para luego quitárselo…

Un deslumbrante cabello rubio se acomodó a sus hombros, mientras unos pícaros ojos marrones claro se distinguían de entre la oscuridad de la calle. La chica quedó muda ante aquél rostro.

-Jeje…- se escuchó su risita burlona.

-¿Qué sucede?- preguntó ella extrañada.

-Nada, es sólo que tienes cara de haber visto a un muerto.

La chica se sonrojó un poco, y desvió el rostro.

-¿Cómo te llamas?- le preguntó el chico.

-R-Rosemary…Reed…

-Uhmm, eres extranjera.

-¿Y como se llama usted? No sería justo que solo usted supiera mi nombre, y yo no sepa el suyo- exclamó Rosemary, con mirada desafiante.

-Cierto. ¿Sabes? Tu serías buena en la policía- le dijo, como siempre, sarcástico.

Ella no le dijo nada, solo lo miro con cierto reproche.

-Me llamo Mihael Keechl, pero me puedes llamar Mello…

-Uhmm…

Se quedaron en silencio. Unas gotitas tenues empezaron a caer, mientras ambos seguían observándose.

-Gracias Mello…

El rubio se sorprendió. La chica se había acercado peligrosamente junto a su rostro, teniéndolo frente a frente.

Un leve rubor se apoderó de su cara. Mello jamás había sentido ese pequeño golpeteo en su estomago, ni tampoco el ligero escalofrío que le recorrió media espalda.

Sin más que poder hacer, se alejó disimuladamente.

-Ehmm, ¿Eres estudiante verdad?- le preguntó un poco nervioso.

-Sí.

-Supongo que de secundaria- le dijo, burlándose.

-Tampoco soy muy chica, ya estoy en la preparatoria. Usted es el que parece un niño solamente…

-Porfavor, deja eso de "Usted"…me harta…no soy un viejo- le dijo, sonrojado.

-Uhmm, bueno está bien, entonces será "Pequeño Mello"?- le preguntó, esta vez ella burlándose.

-Tengo 20, por si lo dudabas- le dijo, ganándole todas.

-Uhmm…eres un anciano…- le dijo, soltando una risita.

El solo la volteó a ver, y le sonrió levemente.

La chica, casualmente, volteó a mirar a la motocicleta, y verificar qué hora era…

-¡Oh no!¡Ya es muy tarde! Tengo que irme a casa, o si no mi tutor me reprenderá…- exclamó preocupada.

-Uhmm, con ésta lluvia no creo que sea conveniente que vayas sola- le dijo, mirando el cielo.

-Tendré que tomar un taxi- exclamó, mirándolo.

-¿De qué hablas? Sube ya- le dijo, sentado en la moto.

-¿Estás seguro, Mello?- le preguntó, dudosa.

-Claro. Ven- le dijo, extendiéndole una mano.

Una emoción extraña sintió, al momento de mirar los brillantes ojos del rubio. Con un extraño entusiasmo, tomó su mano lentamente y él la ayudó a subirse a la motocicleta.

-Sujétate bien- le dijo, haciendo rugir el motor.

Con pena, rodeó el torso del muchacho, notando su gran físico, haciéndola sonrojar un poco.

El chico arrancó, tomando la avenida principal, dejando que todos los mirasen a ambos.

Rosemary sentía las gotas estrellarse contra su cara, al momento en qué olía el suave perfume de Mello, haciendo que se perdiese. Se sentía extraña, nunca antes se había sentido así, acababa de conocer a aquél joven rubio y ya le tenía mucha confianza…no se lo podía explicar…¿Cómo podía confiar ciegamente en un desconocido, en alguien que acaba de conocer? No lo podía entender, lo único de lo que estaba segura, era de que se sentía muy bien junto a él, se sentía protegida y segura, cosa que nadie le despertaba, nisiquiera su viejo tutor. Mientras todo aquello se cruzaba por su cabeza, Mello pensaba en la belleza de la chica, él nunca había conocido a ninguna chica que fuera tan hermosa como Rose, nadie que tuviese ese "algo" que le llamó la atención a Mello, que lo hizo querer salvarla de aquél hombre, de querer protegerla…era algo insólito.

Cuando menos se lo imaginaron, ya habían llegado al departamento de Rose. Se detuvo lentamente…

-Aquí es Mello-kun- le dijo, alejándose un poco de su espalda.

-¿Ahora es "Mello-kun"?- preguntó, sarcástico.

Lo único que consiguió con ese comentario fue una risita de Rose, que lo hizo deslumbrarse. La chica se bajó de la moto, y caminó hacía la puerta.

-Muchas gracias- le agradeció, con una pequeña reverencia.

-No hay de qué, cuando quieras- le dijo, haciendo rugir de nuevo el motor.

-¿Cómo podría pagarte?- le preguntó, acercándose de nuevo.

-Uhmm…déjame pensar…- le dijo poniendo su dedo índice sobre el mentón. La chica esperaba…

-¿Qué tal si aceptas salir conmigo mañana por la tarde? Después de la escuela, claro- la invitó, con mirada seductora.

La chica no sabía que decirle. Pensaba que era muy imprudente de su parte, pero también se sentía fascinada por el hecho de poder salir con él, podía ser su segunda oportunidad…

-Bueno, e-está bien…- le dijo después de unos minutos de reflexión.

-Bueno, ¿te parece que nos veamos en el café Duddayn's a las 4:00 pm?- le preguntó, con una sonrisa de satisfacción.

-Sí, está bien, ahí nos veremos.

-Bien. Entonces, nos vemos mañana…

-Sí, hasta mañana.

Se dio media vuelta y arrancó su moto. Rosemary se quedó viendo al horizonte, con su corazón casi a explotar.

Luego de un rato reacciona, y dejando una sonrisa se vuelve al departamento.

Bueno, aquí termina lo que es el primer capítulo. Sé que es muy corto, pero no se me ocurrió que mas escribir por el momento xD. Espero les haya gustado, y a ver si me pueden dejar un comentario. Gracias por leer, Jaane!

AbbyKoikeSan