Agonía

Saint Seiya ni sus personajes me pertenecen, son de propiedad exclusiva de Masami Kurumada.

Espero les guste :)


—Aioria debes escucharme —la calma en las palabras de Shaka hacia refulgir la furia en el interior de Aioria. Como tenía el descaro de venir después de todo lo que ha pasado, de todo lo que fue testigo y callo. Simplemente no lo entendía.

—¡No tienes derecho a pedirme eso!

—Tal vez no, pero debes hacerlo.

Aioria observo con atención a Shaka, desde que eran niños siempre le vio con ojos diferentes, cuando lo vio por primera vez creyó ver a un ángel o a una criatura celestial, supo inmediatamente que aquel niño de cabellos dorados era especial, era lo que creía, hasta ahora. Pero las impresiones cambian, y cuando el tiempo paso Aioria entendió que nadie es perfecto, mucho menos Shaka de Virgo, aunque sea lo que aparente, finalmente es solo una careta.

—No te quiero en mi templo Shaka, lárgate.

—Aioria...

—Si no te marchas por voluntad propia tendré que sacarte a la fuerza —la amenaza de Aioria resonó profundamente en el alma de Shaka, sabía que se había equivocado enormemente con el león al no decirle lo que estaba pasando, y no solo eso, si no que él al igual que el resto lo trato como un vil traidor.

—No me iré Aioria, no hasta que me escuches, tú...

Aioria no dejo continuar a Shaka, con brusquedad lo agarro del brazo y lo arrastro hacia la salida de las casas superiores. Virgo forcejeo intentando deshacer el contacto.

—¡Aioria!

—Basta Shaka de Virgo, tu y yo ya no somos nada, entiéndelo de una vez, lo nuestro se TERMINO, tú me traicionaste, de la forma más cruel que fue posible. Siempre supiste lo que Saga hizo, incluso permitiste que mi hermano fuera tachado de traidor, y aún al saber todos los crímenes que cometió aquel usurpador lo apoyaste, llegando a enfrentarte a mí para salvarlo a él.

Shaka cerró fuertemente los ojos antes de hablar.

—Todo lo que dices es verdad Aioria, no puedo cambiarlo, y tampoco puedo decirte que me arrepiento, porque en eso momentos creí que era lo correcto, no pienso disculparme ni dar excusas, solo quiero que entiendas...

—¡¿Entender qué?! —la refulgente mirada de furia del león dorado hizo retroceder a Shaka quien había abierto sus ojos ante el grito proferido—. Shaka para ti él fue más importante que lo que teníamos nosotros; lo defendiste, lo protegiste por sobre todo, por el mentiste e incluso asesinaste a inocentes. Lo que tengo no es despecho como posiblemente puedes creer, si no que es furia, mucha furia, por todo lo que se pudo evitar, pero tú preferiste el poder.

Al terminar de hablar Aioria le dio la espalda a Shaka, con paso presuroso se perdió en las sombras del templo de Leo, lejos de todo lo que alguna vez había amado, agonizando de las heridas proferidas a su pobre corazón.

Shaka en cambio quedo desolado y profundamente triste, su error le costó lo que más ha amado.

—Hasta siempre Aioria.