Se encontraba recostada en el césped mirando las estrellas, la noche era fresca y silenciosa, en medio del prado se podía ver su esbelta figura, sus pies desnudos jugueteaban con el pasto y el viento removía su flequillo traviesamente; su rostro destilaba tranquilidad. Aquel acto no paso desapercibido para el dios dragón que por alguna razón pasaba por ahí.
Invadido por la curiosidad se acerco y pudo apreciarla mejor, llevaba un vestido chino, de los costados tenia dos aberturas que dejaban ver sin pudor alguno parte de sus muslos y su piel blanca contrastaba perfectamente con su cabello negro, sus movimientos eran delicados y de cierta manera despertaban sensaciones en él. No pudo evitar solo mirarla desde su escondite y sin más le hizo frente.
Había escuchado que alguien se acercaba, rápidamente se incorporo y lo que vio ante a ella la dejo sin palabras. Un enorme dragón de precioso color azul celeste le miraba fijamente, él por su parte seguía deleitándose con la joven, sus ojos reflejaban pureza y sus labios rosados eran la llave para perder el juicio en cualquier momento. El momento estaba cargado de misticismo, ella se sentía pequeña e indefensa ante la imponente figura
-mi bella doncella, no debes tener miedo… - de pronto su mirada se nublo y cayó inconsciente.
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Los rayos del sol se colaban por sus ventanas, fastidiada por la luz se dio la vuelta y se cubrió con las mantas solo paso un momento y rápidamente se levanto, ahí estaba sentada en su cama se miro y llevaba el mismo vestido que ayer, había tenido un sueño muy extraño o tal vez…
-buenos días Milk, ¿como haz dormido?-
-buenos días Hebihime… supongo que bien-
-¿supones?, oye se que perdiste a tus padres desde pequeña y lo entiendo… pero hay una cosa que no tolerare, crees que es algo gracioso no decirme a donde vas o que llegues tan tarde a casa, me has tenido preocupada durante casi toda la noche y cuando entro a tu habitación estas recostada tan fresca como una lechuga entrar a hurtadillas es lo que menos me esperaba-
- yo… yo de verdad lo siento no volverá a pasar discúlpame-
- Milk… eres mi tesoro mas preciado me asuste al creer que te había pasado algo, se que eres joven y tienes un espíritu aventurero y muy rebelde pero no lo vuelvas a hacer-
- te prometo que no volverá a suceder-
-asi me gusta, bien el baño esta listo ahí esta tu ropa y apresúrate hoy vendrá un amigo mío a comer asi que tienes que ir por unas zarzas y manzanas- al decir esto cerro la puerta.
Milk claramente recordaba haber estado recostada mirando el cielo estrellado y a una especie de… todo era confuso. Se puso de pie y se dirigió al baño una vez ahí comenzó a desvestirse el vestido callo al suelo y se quedo mirando fijamente un collar sencillo pero bonito que colgaba de su cuello, tenia una figurilla tallada en jade muy curiosa con forma de un pequeño dragón, sus ojos se abrieron aun mas, debía haberse vuelto loca sin prestar atención continuo su tarea. Durante el resto del día su mente se mantuvo alejada de todo aquello, sin embargo recordó a ese niño con cola, se sonrojo furiosamente; si se había enamorado de él, de su calidez e inocencia, recordaba perfectamente cuando le obsequio el collar. Pero de un momento a otro se había ido sin despedirse, eso le dolía mucho.
Como siempre caminaba por la vereda hacia su casa sin novedades, llevaba una canastilla llena de zarzas y manzanas como le había pedido su "madre", si bien no era su madre era algo cercano a ello, la había alimentado, vestido y educado.
Inmersa en sus pensamientos no se fijo y choco contra algo dejando caer todo al suelo.
-Milk cuanto tiempo a pasado- ella no daba crédito a lo que veía debía ser una ilusión, sus mejillas se tiñeron de un rojo vivo, el mantenía esa sonrisa que le hacia derretirse sin duda era Goku…
Que tal gente me anime a escribir algo para este fandom, espero les guste, cualquier queja sugerencia ya saben estaré preparada =D
