A/N: Hola! Español no es mi idioma primera... Lo siento si mi gramática es horrible! R&R por favor :)
En un lunes muchas semanas en el pasado, Finn y Marceline iban a un restaurante chino. Ellos tenían hambre y después de mucho riñendo, lo fue decidió que irían al Dragón Rojo. Finn no había comido comida chino antes, y él fue gruñón.
"Uf! Marcy, por qué tenemos ir al Dragón Rojo? Yo quería comer en casa pero nooo, tú estuve aburrida y necesitaba ir afuera." Finn decía con sarcasmo.
"Cállate! Ay dios, Finn. Hasta el momento estabas bien. Qué pasó contigo?" Marceline preguntaba.
"Bueno... me siento mal porque creo que una cosa mala pasará si vamos al restaurante." Finn murmuraba.
"Pfft, tú eres tal un bebé. Ven conmigo, todo estará bien." Marceline comenzó a reír. Finn se sonrojó y tenía que correr porque Marceline le había dejado.
Entonces ellos llegaba al restaurante, y conseguían una mesa. El camarero les traía la comida, y todo estaba bien hasta que el postre. El camarero traía un plato grande, con dos galletas de fortuna.
"Qué?!" Marceline exclamó, "Estas galletas son tan pequeñas!" Ella miraba al camarero, pero él sólo reía. Finn quería hablar con el camarero, pero el se iba rápido.
Y luego Finn daba de cuento de Marceline había roto su galleta.
"No!" él gritaba. Marceline no le oía a él. Ella sacaba la fortuna y leía con alta voz:
"Su vida es en peligro. Debería dejar la ciudad inmediatamente y nunca regresa."
"Uh, Marcy?" Finn decía, pero ella no lo oía. Su cara no movía. Finn intentaba tener su mano, pero ella no le permitió.
"No... dios mío," Finn comenzó a sudar. Un minuto pasaba antes de Marceline hablar. Finalmente ella dijo,
"Ja ja! Se creía para mi chiste! Estúpido- no puedes ver que estoy bien?" Marceline reía tan mucho que ella ahogó. Mientras ella recobraba el aliento, Finn solo sonreía.
"Hm, pienso que su vida es en peligro, Marcy."
"Qué?"
"No puedes respirar! Necesitas dejar la ciudad! Venga! Debemos salir!" Marceline veía a Finn, y ella fue confusa.
"No entiendo..." ella decía.
"Eh, yo estoy sólo recomiendo que seguías tu fortuna." Finn fingió estar serio. Marceline sonreía y di un puñetazo al brazo de Finn.
