(Chapter 1)

[Shun]

Abrí los ojos lentamente, el sol entraba por la ventana e iluminaba toda mi habitación. Me senté en el borde de la cama para luego ponerme mis pantuflas y levantarme aún adormilado.

Sábado 8:00 am, se supone que aprovecharía las vacaciones antes del colegio para levantarme hasta tarde pero mi cuerpo simplemente está acostumbrado a madrugar.

Me acerqué a la ventana con la intención de cerrarla para así poder apagar un poco la luz que llenaba el lugar, froté mis ojos y tomé una de las largas cortinas, pero antes de poder cerrarla la vi… era ella, mi vecina de enfrente. Podía ver su figura a través de su ventana que daba frente a la mía.

-es hermosa- murmuré mientras me perdía en sus cabellos dorados, los cuales ella se encontraba peinando con un curioso animo, por el movimiento de sus labios pude notar que estaba cantando. Sonreí risueñamente, ¿Cuántas veces no había soñado con el calor de su piel junto a la mía? ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que me enamore perdidamente de ella? Suspiré, jamás tendría oportunidad de estar a su lado. Si tan solo ella supiese acerca de mis sentimientos… si tan solo no fuese… mi peor enemiga…

[June]

-¡Hora de levantarse!, ¿June? ¡Niña despierta!- escuché en sueños, era mi nana Marín quien se encontraba sacudiéndome de un lado a otro con la intención de despertarme.

-ya, ya voy Marín- contesté medio dormida mientras abrazaba una de mis enormes almohadas.

-vístete rápido que tu padre espera para que desayunen abajo- asentí apretando cada vez más mi almohada, Marín solo suspiró y se retiró. Bien escuché la puerta de mi dormitorio cerrarse, abrí uno de mis ojos para comprobar que no había nadie, y salí de mi cama de un salto, me vestí rápidamente con un short no muy corto ni muy largo, una blusa color negra y me puse unas sandalias. Al terminar de vestirme tomé el cepillo y comencé a peinarme. Hoy sería un gran día, algo me lo decía. Instintivamente empecé a cantar mientras me miraba en un enorme espejo. Al terminar me acerqué a la ventana para cerrar las cortinas pero me detuve al divisar el cuerpo de mi odiado y sexy vecino… esperen… ¿acaso dije sexy? ¡Cielos en que estoy pensado! Pero… había que admitirlo, es un joven de mi edad, un poco más alto que yo, tiene unos cabellos verdes; largos, unos ojos esmeralda que atrapan a cualquiera que se atreva a mi mirarlo, y su cuerpo… ¡cielos! ¿Quién no se tentaría ante semejante obra de arte? Creo que llevo años perdidamente enamorada de aquel muchacho, el único problema es… nuestros padres.

Según sé, gracias a Marín, nuestros padres se odian desde hace mucho tiempo ya que nuestras compañías son rivales. Para aclarar, no estoy orgullosa de la compañía de mi padre, es decir… ¿Cuántas chicas en el mundo deben soportar el hecho de ser hijas de uno de los grandes de la mafia? Exacto, mi padre era uno de los más grandes mafiosos de todo Tokio y el padre de Shun, Mitsumasa Kido, era nuestro rival numero 1. Creo que resulta un tanto irónico que nuestras casas se encuentren frente a frente.

Nuestras miradas se encontraron a través de aquellas ventanas que adornaban nuestros cuartos. Sentí un increíble fuego encenderse en todo mi cuerpo al ver sus profundos ojos esmeralda. Moría por hacer, al menos, un pequeño gesto de saludo pero NO, si mi padre se enterase me mataría sin lugar a dudas.

[Shun]

Mi respiración se agitó aceleradamente cuando pude observar sus hermosos ojos azules mirándome. Pero no podía permitir que esto sucediese, no con ella, así que simplemente rodé los ojos intentando fingir indiferencia hacia su mirada y cerré las cortinas de golpe, me senté en el suelo y tomé mi cabeza dándole pequeños golpes. No podía sacar su bella imagen de mi mente. Me odié a mi mismo por ello, tantas mujeres en el mundo y yo solo tenía ojos para ella…

-¿joven Shun?- escuché detrás de mi puerta, inmediatamente me reincorporé y hablé con voz firme y seria.

-Adelante-

-Con permiso- entró uno de los mayordomos de mi padre, cosa que no me agradaba. Denigrar así a una persona, sé que es trabajo pero más que ayudantes estas personas parecen esclavas en mi casa.-su padre requiere de su presencia en su oficina señor-

-entendido, dile que ahora mismo me cambio y voy para allá-. Él se retiró y en menos de 10 minutos yo ya estaba listo para el encuentro con mi padre. Bajé las escaleras despreocupadamente y entre en su oficina.

[Narradora]

-¡Ikki!- exclamó el peli verde mientras sus ojos se iluminaban viendo a un joven parado frente a él, sin embargo, aquel joven no se inmuto ante la presencia de su hermano menor y solo lo observó con seriedad.

-Shun, siéntate por favor- hablo el padre de ambos haciendo que un confundido Shun tomara asiento frente a ellos.

-padre ¿Qué sucede?- por fin contestó Shun sin salir de su nerviosismo.

-como sabes- comenzó a hablar el hermano mayor mientras seguía con su semblante serio- nuestra compañía ha perdido muchos clientes con el reciente golpe de suerte de la compañía de los Cefeo.-Shun asintió serio aunque ya sabía por dónde venía la cosa.- no estamos seguros de cómo hiso el viejo Albiore para recuperar a sus clientes y es por eso que tú deberás averiguarlo- los ojos del peli verde se abrieron al tope.

-¿yo?- contestó mientras se levantaba.- ¡¿Por qué justamente yo?!-

-¡Shun calmate!- ordenó el mayor, pero el menor no tenía la mínima intención de obedecer.

-¡No! ¿Por qué no lo haces tu, Ikki? Yo no tengo intenciones de meterme con el viejo Albiore- Shun se cruzó de brazos y negó repetidamente

-¡eres un terco! ¿No te das cuenta que de esto depende el futuro de la compañía Kido, de NUESTRA compañía?-

-ese no es asunto mío Ikki, si mal no recuerdo el heredero a esa "compañía" ¡eres tú! Hazte cargo.- ambos hermanos se miraban seriamente, era la primera vez que ambos se trataban de aquella manera tan dura, pero cuando del futuro de la "empresa" se trataba no había nada que hiciera convencer a ninguno de calmarse.

-basta los 2- ordenó Mitsumasa Kido y ambos automáticamente dirigieron sus miradas hacia él- Shun necesitamos información y solo hay una manera de conseguirla-

-¿Cómo?- preguntó el peli verde resignado mientras soltaba un gran suspiro y se sentaba nuevamente.

-tienes que acercarte a la hija de Cefeo para que te cuente los secretos de su "compañía"- contestó el mayor con una sonrisa burlona adornando su rostro. -nada difícil para ti- Shun rodó los ojos, era más que obvio que su hermano estaba al tanto de su enamoramiento con la hija del viejo Albiore, lo único que Shun pasaba por alto era que Ikki también sabía que los sentimientos del peli verde eran completamente correspondidos por parte de la rubia. Pero claro, el no podía decir nada, el solo pensar que su hermanito menor podría tener un romance con la hija del enemigo número uno de su padre hacia que se le revolviera el estomago. Shun bajó la mirada, acercarse a June por obligación era lo último que hubiera querido hacer.

-ya lo sabes Shun- el jefe y padre Kido se levantó de su asiento.- espero tus informes pronto- sin decir más se retiró de la habitación dejando a los 2 hermanos dentro.

-¿Por qué yo? ¿Por qué June?- murmuró el peli verde mientras su mirada se perdía en el suelo.

-entiendo que no te guste tener que hacer esto-Ikki poso una de sus manos en el hombro de su hermano menor.-pero es por el bien de nuestra compañía.

-pero hermano…-el joven alzo la mirada mostrándole a su hermano sus ojos esmeralda cristalizados.- y-yo… yo no quiero lastimar a June.-unas cuantas lagrimas comenzaron a descender dejando a Ikki muy sorprendido. Es cierto que su hermano por fuera intentaba demostrar seriedad y profesionalismo pero por dentro, era la persona con el corazón más puro y noble que se puede conocer, Ikki sabía que los deseos de su padre iban contra los principios de su hermanito y más aún cuando de June Cefeo se trataba.

-Shun, ve el lado bueno- contestó Ikki mientras limpiaba las lagrimas del rostro de su hermanito. - esta será una excelente oportunidad para ti- sonrió mientras Shun lo miraba muy confundido.

-¿a qué te refieres?-

-a que así podrás pasar un poco de tiempo con June y podrás conocerla un poco mejor- el peli verde negó con la cabeza mientras bajaba la mirada

-eso sería cobarde… acercarme a ella de esa forma… hermano, no puedo- sus ojos se cristalizaban nuevamente a lo que Ikki lo tomó fuertemente por los hombros y habló con seriedad y un poco de enfado.

-escúchame Shun, a mi me gusta tanto la idea como a ti. Pero es una orden de nuestro padre y hay que cumplirla, ahora límpiate esas lagrimas y arréglate como se debe que June espera por ti ¿entendido?- Shun lo miró sorprendido, era la primera vez que su hermano le hablaba de aquella forma.-ahora ve y rápido, que esperamos noticias tuyas dentro de poco. Estoy seguro que esta misión no será difícil si te empeñas en lograrlo- empujo a Shun hasta la salida de la oficina y cerró de un duro golpe la puerta.

[Shun]

-¿Por qué yo? ¿Por qué ella? ¿Por qué nosotros?- eran las preguntas que rondaban mi cabeza mientras subía a mi habitación. Ikki tenía razón, me guste o no esas eran mis órdenes y debía cumplirlas al pie de la letra. Me vestí casual y salí al parque a despejarme, creí que en un día tan caluroso como este mi única salvación era un frio y delicioso helado, así que me dirigí a la heladería más tan distraído que no me di cuenta que al abrir la puerta de la heladería choque con alguien haciendo que esta persona cayera.

-¡cielos! Lo siento mucho, déjame ayudarte –me arrodillé y la miré fijamente, mis ojos se abrieron sorpresivamente, era ella- June…

Espero os haya gustado, acepto todo tipo de críticas constructivas y nos vemos el próximo sábado para la actualización.