Disclaimer: Los personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto
Autora: NebelKattyto
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LA BAILARINA
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Género:Romance/ Drama
Personajes principales:Hinata H. / Itachi U. /Sasuke U.
Advertencias: Hurt/Comfort / Algo deOut of Character (OoC)/ Posibles palabras soeces / Posteriormente Lemon.
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CAPÍTULO I
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Era tan irónico, aún sentía el aroma salvaje y silvestre de Sasuke, aún podía ver su mirada fría cuando ojeaba el espejo de la entrada, quizás estaba dejándose caer muy bajo. Sonrió al vacío y pensó en las horas de gratos silencios que tuvieron. Cuando sus manos buscaban las suyas para aplacar el pánico, ese terror que siempre tenía por no ser fuerte como él.
Las rosas en el florero estaban secas y ya muchos pétalos yacían muertos en el suelo.
Recodó el día que él llegó con ese ramo, cuando le prometió siempre estar a su lado, cuidándola y cuidando ese amor que era constantemente criticado por todos.
Ellos no eran demasiado diferentes, él provenía de una familia progresista, el trabajo arduo era su mérito real. De padres ingenieros y conservadores, siempre quisieron que sus hijos fueran como ellos.
Itachi, hermano mayor de Sasuke, y él estudiaron Ingeniera Civil y cuando Sasuke estaba por terminar la carrera su hermano lo invitó a formar parte de Uchiha Estudios, el estudio de ingenieros que recién había formado a base de esfuerzo y empuje.
Cuando él aceptó, justo estaban culminando la negociación para hacer un gran teatro en el centro de la ciudad.
Luego de arduos meses de trabajo les llegó la invitación de inauguración de Gran Teatro Central.
Sasuke no podía estar menos emocionado, ver los cimientos de ese imponente lugar lo llenó de orgullo, saberse parte de ese proyecto lo llenaba de regocijo.
Itachi lo regresó a la realidad informándole que presentaría una pequeña obra de teatro y que para culminar la celebración se daría lugar a una danza contemporánea. A él no le pudo importar menos pero no era correcto simplemente desaparecer.
La obra de teatro pasó aburrida para él, y solo prestó atención cuando los aplausos se elevaron por toda la locación.
Miró el escenario y una luz le daba de lleno a una mujer de esbelta y contorneada figura, llevaba un vestido tan etéreo como el color de sus ojos dulces, él no pudo apartar la mirada de ella ni de sus movimientos. Ella parecía flotar y ser total amante del aire. Sasuke olvidó su desinterés en el teatro y en cualquier cosa relacionada con el arte, ahora solo entendía que necesitaba saber de esa artista, saber de ella, de su interés, de todo.
No sintió el tiempo y nuevamente los aplausos llamaron su atención, ella se despedía grácil de público y el vitoreo no se hizo esperar.
Cuando llegó a los camerinos había sido tarde, los artistas se habían marchado y él derrotado se fue retirando cabizbajo. Pensó en lo idiota que debió verse cuando corrió como loco, empujando y tropezando contra las personas dejando atrás a su hermano y a las autoridades locales.
Un leve roce de hombros bastó para que él se percatara de la pequeña presencia, ella se disculpó y él solo pudo retenerla.
Se miraron por unos segundos y ella volvió a disculparse pensando quizás que aquel joven desconocido se molestó por chocarle accidentalmente.
Él torpemente se presentó dándole una tarjeta y ella sonrió dulce.
Dos días después ella lo llamó para preguntarle si podía ayudarle con Algebra I. No importó que sea raro, pues él tenía claro que ella había terminado ya la universidad pero no se negó.
Ella lo esperaba en una cafetería bastante discreta con un par de libros sobre la mesa, después de pedir los cafés, ella le explicó que necesitaba ayudar a su hermanita menor. Él no se negó, todo lo contrario.
Al pasar de los meses olvidaron que las citas eran para aprender Algebra I y se veían para conversar de ellos, de sus días y a veces de nada.
Y el tiempo los unió más, él sabía que su familia no la aceptaría así por así pues aunque ella era bastante hermosa y toda una profesional, para sus padres ser bailarina no era diferente a ser una cabaretera, o sea, sin oficio ni beneficio.
La situación empeoró cuando comenzó a rumorearse que ella conseguía todos sus trabajos acostándose con los directores y productores de los bailes, Sasuke sabía que eso era falso, en más de una ocasión fue él quien la acompañó a los castings y entrevistas. Los más cercanos a Hinata decían que era parte de una campaña en su contra por ser la bailarina mejor pagada. La envida y celos de otras bailarinas era cada vez peor.
Hinata permaneció por semanas encerrada en su departamento y Sasuke pensó en algo para alegrarla.
Ese catorce de febrero sería especial, cumplirían diez meses de relación y sería el primer San Valentín que tendrían juntos.
Él tocó el timbre y ella lo dejó pasar. Sasuke le entregó las rosas y arrodillándose delante de ella le habló pausadamente.
—Recuerdo cuando te vi y pensé: ¿Ella de verdad es real o es una diosa?—Hinata se sonrojó al instante, más el continuó—. Mis manos sudaban y al finalizar el evento corrí por ti, necesitaba saber de ti, quería saber si la magia que sentí al verte sería igual al tenerte cerca. Pero no fue así.
Hinata lo miró asustada y él sonrió con suficiencia para proseguir.
—Mi mente colapsó, mi pulso fue a lo cielos y cuando creí que estaba muerto, ahí de pie, tu voz me regresó a la vida —Tomó la delicada mano de su sonrojada amada—. Cuando creí que ya había llegado al límite del éxtasis me miraste a los ojos y supe que no podría pasar un segundo más sin saber de ti. Me presenté dejándote mi tarjeta y los días anteriores a que llamaras, rogué mentalmente por que no pienses que era demasiado vanidoso por pedirte indirectamente que seas tú quien me busque pero, ¿cómo hubieras visto que te pida el número de celular? Estoy seguro que pensarías que era un acosador.
Hinata rio abiertamente, con su mano libre acarició el rostro de Sasuke.
Tuvieron una velada sencilla y romántica. Las flores habían quedado en el mueble cuando luego de cenar fueron al cuarto para amarse y jurase amor eterno.
Al amanecer Sasuke prometió volver para la cena pero no lo hizo. Llamó pidiendo perdón pues por problemas en el estudio tendría que posponer la cena con ella. Hinata lo entendió y ese día cenó sola sintiendo una horrible molestia en el pecho.
Ella intentó mantenerse ocupada y fue a su pequeña sala de ensayos donde intentó despojarse de aquella extraña molestia que la mantenía inquieta.
Hinata no le prestó más atención a sus ansias los siguientes días pero luego del sexto desplante y las continuas llamadas donde la mandaban directo al buzón de mensajes. La preocupación la volvió a rodear.
Esa tarde ella salía del teatro donde conoció al hombre que ahora lo era todo para ella. Andando por las calles vio a Itachi, las pocas veces que le habló supo que era su aliado en esa relación rechazada por sus suegros.
Ella corrió para saludarlo.
— ¡Itachi!— gritó, lo vio palidecer de repente pero no borró su sonrisa—. Pensé que no te alcanzaba, ¿cómo estás?
Él la miró serio por unos segundos después su expresión se relajó.
—Hola, estoy bien. El trabajo me tiene así. No te preocupes.
Hinata se paralizo, de alguna forma Itachi caviló que había metido la pata, hablar del trabajo implicaba hablar de Sasuke y él no quería entrar a tallar en ese terreno.
Ella no sabía si preguntarle o quedarse callada, de pronto una voz la hizo mirar a sus espaldas.
Una joven de resaltante cabellera rosa y muy guapa estaba colgada del brazo de Sasuke, ella saludó a Itachi ignorando su presencia. Hinata creyó que todo era parte de un mal sueño pero la realidad la golpeó más fuerte aun. La alegre joven haló ligeramente del brazo de Sasuke y lo besó. Todo había sido más rápido de lo que su cabeza pudo procesar. Itachi la tomó de la mano, ella no entendía nada y solo pudo darse cuando que estaba en el carro de él al oír el encendido del motor y la imagen de Sasuke con aquella mujer se hizo borrosa.
En todo el camino no hablaron y aunque sentía todas las preguntas atiborrarse en su boca ella cayó, temía enterarse que ya no era amada por ese hombre de cabellera negra, tan parecida al del que la llevaba ahora a quién sabe dónde.
Itachi, dejó que entrara primero. Hinata nunca había ido al departamento de Itachi, el estilo minimalista predominaba a su alrededor. Él le indicó que tomara asiento y ella lo hizo sin chistar. El olor a pino llegó a sus fosas nasales y la tranquilizó de alguna forma. Itachi se le acercó con una taza de té.
—No voy a justificar lo que viste —inició sin más—. Creo que está más que claro que, sabes que ellos están. —Hinata intentó contener las lágrimas y asintió—. Ellos se conocieron en la universidad —dijo—. Ella es ingeniera como nosotros y no sé cómo ha pasado pero hace días me percaté que ella comenzó a visitar la oficina.
Itachi oyó los apenas sollozos de la joven. Una parte de él deseaba justificar a Sasuke pero ni él mismo se daba a bastos para eso, un odio enajenado se acumuló en sus entrañas y ver a la joven que por años fue la luz de sus ojos así, tan destrozada, lo mataba.
Odió no haber sido valiente y pelear por ella, ella que siempre fue ese amor que nunca dijo. Por años fue solo un admirador anónimo, le envió flores y le escribió pequeños poemas, cartas, hasta se había animado a pintarla y enviarle obsequios; y justo cuando pensó que ya era más valiente para declararse su hermano le dice que ha conocido al amor de su vida, su Hinata.
Él nunca le dijo a su hermano que amó secretamente por mucho tiempo a la misma joven a la que pregonaba amor eterno, en cambio decidió apoyarlo ante la negativa de sus padres por la relación del menor de los Uchiha.
Las palabras sobraron y se fundieron en un abrazo, Hinata lloró amargamente hasta quedarse dormida. Itachi la llevó a su recamará y la dejó dormir esperando que al menos en el mundo onírico ella pueda descansar.
Itachi se despertó sintiéndose completamente agotado, al ir a la cocina, Hinata preparaba el desayuno. Ella al verlo le sonrió apenas y le sirvió un café.
Hinata le dijo que debía volver a su departamento y él se ofreció a llevarla.
Ese día ella recibió el único y último mensaje de Sasuke:
Lamento que te enteraras de esa forma. Adiós.
Ella no podía creer que se lo dijera así, ella no lo podía creer en verdad.
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Reeditado el 16 de mayo de 2016
Nebel dice así:
Este fic nació con intención de ser un One-shot con motivos de San Valentín, incluso deseé que sea un SasuHina pero las ideas se me desbordaban y al final salió… Bueno, ya se verá.
Comentarios, si lo desean.
