Disclaimer: Hetalia no me pertenece, esta historia es sin fines de lucro, es solo para el disfrute de los lectores.
¿Qué pasa si tu hermano mayor tiene una terrible borrachera y termina teniendo una hija con la ex esposa de Austria? Y si tú te tienes que hacer cargo del producto de esa borrachera. ¿Estaré listo para ser padre? ¿Podremos Italia y yo cuidar a este bebé? ¿Sera tan loca como Hungría o desquiciada como mi hermano? Mi misión más fuerte, ni el más arduo entrenamiento militar me ha preparado para esto. Prepárate a saber cómo me he enfrentado a mi mayor reto en la vida. SER PADRE.
—8 meses antes—
Prusia estaba desesperado, que horror, el grandioso él había cometido tremendo error, y no es que Hungría no fuera atractiva, pero aterradora y más con un sartén cerca. Y para colmo esta su ex esposo el tarado de Austria, ese tonto ¿Qué pensara de Elizabetha? Se pregunto, y vio pasar a su hermano muy tranquilo. West, perfecto el tendrá la solución, siempre la tiene.
-Hey West- grito el prusiano- el grandioso yo tengo un problema- exclamo alterado.
-Ahora ¿Qué ocurrió?-pregunto asteado Alemania.
-West, recuerdas la otra vez que me emborrache con Hungría- mencionaba Gilbert.
-Sí, lo recuerdo por completo- tratando de no recordar el momento en que encontrara a su hermano y la húngara en su cama sorprendiéndolo a él y a Italia.
-Bueno pues West, yo, Hungría- estaba temeroso- Elizabetha esta embaraza, West ¿qué haré?-
La noticia tomo por sorpresa a Ludwing, su hermano tendría un hijo o hija con Hungría, pero qué demonios había pensado él. ¿Qué demonios harían?
En otra parte, una muy preocupada Hungría caminaba con desesperación por la casa de su señor Austria. Elizabetha tenía muchas confusiones en un su cabeza, como había sido posible el haber quedado embarazada y de Gilbert; que al único ser viviente que el hombre cuidaba era a Gilbirt su pollito, ni a su propio hermano Ludwing cuidaba o apoyaba y ahora esto, un bebe era algo que definitivamente no podían cuidar los dos, no en esos momentos en la situación en que estaban. Dentro de los pasillos en los que caminaban de repente choco con su jefe, el señor Austria al que vio con tremendo horror, dios en ese momento no esperaba encontrarlo y menos como tenía su cabeza en esos instantes.
-Elizabetha te observo muy alterada- hizo una breve pausa- ¿te ocurre algo?- cuestiono a la húngara.
Que si le pasaba algo, que pregunta era esa, era más que obvio, pero no lo quería demostrar ante nada en el mundo – si pero nada importante- contesto.
-Claro que ha de ser importante para tenerte así lo es- menciono el austriaco.
-Tal vez- divago Hungría- tengo que irme se me hace tarde y quede con Ita-chan de que tomaríamos un café- se excuso.
Austria se quedo pensativo, ¿Qué le ocurría a su ex esposa?, lo tenía seriamente preocupado aunque no lo demostrara al momento.
En un bello café, se encontraba Italia Veneciano esperando a la húngara que por tantos años lo cuido y mimo mientras el era la sirvienta en la casa de Austria junto con ella, los dos se tienen un gran cariño mutuo y en ocasiones solían reunirse los dos. Italia observo que la húngara se acercaba a donde estaba el, quien con su característica sonrisa la estaba esperando.
Hungría llego donde Italia la esperaba – Hungría nee-chan- la llamo el italiano alegre.
-Ita-chan- grito ella hasta llegar y abrazarlo con desesperación.
-Hungría nee-chan ¿Qué ocurre?-pregunto.
-Ita-chan, yo no sé qué hacer, eso es lo que ocurre-dijo al borde del llanto.
-Ve ~ tranquila Hungría nee-chan- decía preocupado por ella.
-Yo Ita-chan, ¿Cómo lo tomara Gilbert?-dijo entre su desesperación.
-Tomar ¿Qué Hungría nee-chan?- intrigado.
-Ita-chan-sollozo- estoy embarazada.
-Ve, eso es maravilloso-la abrazo más fuerte- Prusia estará tan feliz-
Elizabetha sonrió ante la inocencia de Feliciano, esperaba que todo estuviera bien y que las palabras de su lindo italiano fueran más que ciertas, pero por la reacción del albino el día anterior su corazón podría sobrevivir más cosas.
FLASBACK
Un ligeramente molesto Prusia caminaba a su encuentro con Hungría, refunfuñaba; ya que precisamente ese día había decidido decirle que se vieran más tarde cuando él se iba reunir con sus dos mejores amigos a revivir anécdotas de los años de piratas del Bad Touch Trio, pero a pesar de que ya tenía planes no le desagradaba la idea de encontrar con su húngara favorita.
Mientras que Hungría se tronaba los dedos, mordía sus labios, no encontraba palabras o no sabía cómo alinear para decirle lo que le tenía que decir a Gilbert, dios si bien en el último mes su relación entre ellos habían cambiado bastante de una relación de amistad-odio a algo más que amigos de peleas. La noticia que le estaba por dar tal vez destruirá lo recientemente construido; su mira se fijo en el horizonte y lo vio llegar hacia ella, venia refunfuñando era obvio, pero logro sacarle una sonrisa.
-¿Y bien para que querías al maravilloso yo?-pregunto.
-Gilbert lo que te tengo que decir es serio- dijo ella.
-A si ¿Qué es?-le pregunto.
-Gilbert, ¿me quieres?-pregunto dudosa.
-No-respondió seco asustándola y llevándola al borde del llanto-el maravilloso yo te ama- cuando le dijo esto casi provoca que le diera un fuerte golpe al albino.
-Gilbert-chillo y se acerco a él.
-Mujer, ¿Qué demonios te está pasando?-pidió una explicación.
-Yo-calla un momento y miro los rojizos ojos del albino-estoy embarazada-
Gilbert todavía no terminaba de procesar lo que sus oídos acabaña de escuchar salir de los labios de Elizabetha, dios lo único que pensaba era como se habían puesto en esa situación, lo sabia no se hacia el tonto. Si bien su relación era reciente la habían elevado a un nivel muy intenso.
-Lo sabía, me dejaras verdad-chillo Hungría.
No recibió respuesta, el albino estaba pasmado ni siquiera le miraba ni hacia movimiento alguno.
-Gilbert háblame- exigió con lágrimas en los ojos, siguió sin obtener respuesta alguna; así que ella decidió retirarse. El pruso tardo en reaccionar, tomo de la mano a la húngara que empezó a poner resistencia para tratar de zafarse del agarre del pruso quien la jalo contra su cuerpo y brindo un cálido abrazo. Elizaetha al sentir la fuerza de los brazos de Gilbert contra su cuerpo se aferro al uniforme de él dejando que sus lágrimas surcaran por sus mejillas.
-Meine geliebten wildfang (mi marimacha amada)-soltó en su natal lengua- perdona al maravilloso yo, pero me has tomado asombrosamente por sorpresa- las palabras de él la reconfortaron, sabía que no era malo y que la quería en verdad.
-Pero-gimoteo Hungría-¿Qué vamos a hacer?-pregunto entre lagrimas.
-Mmm.. Buena pregunta, por ahora no pensemos en eso, solo relájate-le dijo-luego decidiremos que hacer- le respondió.
Hungría asintió, y se dejo llevar tal y como le dijo Prusia, olvido por un momento el problema que había pasado.
FIN DEL FLASBACK
Feliciano pidió un té para Hungría y el solo tomo un café no muy cargo, hacia poco había terminado de procesar el anuncia de la húngara.
-Hungría nee-chan-la llamo-¿y qué tendrás? ¿niño o niña?-pregunto con una sonrisa infantil.
-Ita-chan-el italiano tan inocente le saco una sonrisa a ella, si bien no lo había pensado, tendría que comenzar a tomar más seriamente el asunto-aun no lo sé-
-Hungría nee-chan, ¿y si vamos a casa de Alemania?-sugirió-hace días que no lo veo, he estado con mi fratello-
-Está bien Ita-chan-le respondió, además tenía la necesidad de ver a Prusia, y así mismo hablar con el hermano de él, Alemania siempre tenía algún consejo.
En la casa de Alemania, el alemán seguía sin entender cómo es que su hermano había llegado a ponerse en esa situación tan complicada.
-Bruder-llamo al pruso-¿ya has pensado que harán?-pregunto dudoso.
-West, porque crees que el asombroso yo te pidió ayuda-le contesto su hermano mientras pasaba una mano por su cabello-Ein sohn oder eine tochter (un hijo o hija) es demasiada responsabilidad- dijo en un tono serio.
-Bruder, sabes que yo te puedo apoyar con mi neffe (sobrino) o nichte(sobrina)- le dijo mostrando su solidaridad mientras colocaba una mano en la espalda del pruso para brindarle una palmada, se notaba a su hermano preocupado, mejor dicho consternado; inclusive Gilbirt estaba en un estado un tanto deprimente.
El breve momento fue interrumpido por el sonido del timbre de la puerte de la gran casona, Alemania se apresuro en ir a abrirla; grande fue su sorpresa encontrarse con Italia y Hungria.
-Ve~ Alemania manchi (te extrañe)- dijo el italiano mientras aprisionaba al alemán con un fuerte abrazo.
-Alemania-dijo en un susurro Hungría.
-Hungría, justo contigo necesito hablar- soltó el alemán.
-Ya lo sabes- dijo sorprendida.
-Pasen hablaremos adentro- los invito a entrar.
-GRACIAS Grazie y köszönöm - dijeron los dos en sus respectivos idiomas.
Los dos entraron, Hungría se sorprendió de encontrar un tanto decaído Gilbert, el cual se asusto al verla cruzar el umbral de la sala.
-¿Qué haces aquí?-dijo preocupado- deberías estar descansando- soltó ruborizado.
-Vine a verte- le contesto.
-Bruder, schwester (cuñada) tenemos que hablar- dijo de una forma un tanto intimidante Alemania, el termino que utilizo para mencionarla a ella la sorprendió-¿y bien qué piensan hacer los dos?-pregunto.
No hubieron respuestas-alguna idea- dijo con sarcasmo- piensen que un bebé es una gran responsabilidad- les comento.
-Ve~ un bambino (bebé) es adorable- dijo el italiano mostrando una gran sonrisa.
-Italien, esto es serio-menciono Ludwing- Bruder ni tu ni tu schwester son las personas más responsables del mundo, así que ¿quiero saber que planean hacer?- pregunto más serio que nunca.
-West el asombroso yo y mi asombrosa novia no lo hemos pensado- dijo Gilbert, sorprendiendo a los tres presentes por e termino que utilizo para nombrar a Elizabetha, ya solo lo solía utilizar con pequeño pollito Gilbirt.
-No sabemos-dijeron los dos al mismo tiempo.
-Nosotros no podemos hacernos cargo de un bebé-dijo ella.
-Estoy de acuerdo con ella-respondió Prusia.
-Entonces habría que llevar a la creatura a un orfanato- dijo el alemán con un ápice de tristeza.
-NO-gritaron los tres.
-Si no quieren, entonces comienzan a dar soluciones-ordeno algo molesto, y agradecido al mismo tiempo por la repentina reacción.
-Ve~ tengo una idea- menciono Feliciano sorprendiendo a los presentes-porque no alguien más se hace cargo del bambino- la idea propuesta por Feliciano era descabellada pero excelente, ahora la cuestión era quien se haría cargo de la criatura, dos pares de ojos se posaron en Ludwing, unos esperanzados ojos verdes y unos ansiosos ojos rojos.
-¿Qué están pensando ustedes dos?- pregunto.
-Ya sabemos quién será la persona a la que pondremos a cargo de nuestro asombroso bebé- dijo ansioso Prusia. Feliciano se emociono al escuchar, y Elizabetha esperaba que su ahora cuñado aceptara la propuesta de Gilbert –West, tu eres la persona más responsable que conozco, lo sé porque te crie asombrosamente bien- soltó una carcajada- y por eso estoy seguro que serás un mejor Vater de lo que Hungría y yo podríamos ser- por primera vez en muchos años su hermano había sonado coherentemente serio; pero había un problema él no tenía idea de cómo cuidar a un bebé, ya que nunca tuvo hermanos pequeños ya que él era el pequeño de la casa. Y además era algo que no podía hacer solo.
-Yo- dijo Alemania sorprendido.
-Sí, sé que es mucho pedir-hizo una pausa- pero sé que eres él indicado para ello por favor Lugwing, te lo ruego- pidió la húngara quien había comenzado a llorar.
Alemania se quedo sin palabras, estaba atónito; su hermano y Hungría lo había escogido a él para tal trabajo, le preocupaba no poder cumplir con lo que implicaba él paquete de la paternidad; es más estaba seguro que esta sería una misión muy intensa y larga, puesto que los dos podrían tener una micro nación en camino o un humano; esa era la duda latente y la de qué si seria apoyado por alguien más.
-Ahh Alemania estoy tan orgullo de ti-dijo Italia mientras le propinaba un gran abrazo- estoy seguro que serás el mejor padre del mundo- súbitamente el italiano tomo con sus delicadas manos el rostro del alemán y le dio un beso, que no sorprendió a Hungría ni a Prusia ellos ya se imaginaban que esos dos tenían algo más que cariño.
-Italia- susurro completamente sonrojado.
-Es más si quieres yo te ayudo, aunque eso significaría dejar a mi fratello en casa te ayudare adoro la idea de tener un bambino contigo-sonrió Feliciano, conmoviendo a Gilbert y a Elizabetha.
-Me siento honrado, pero con una condición-hablo finalmente.
-¿Cuál?-preguntaron los dos futuros padres.
-Que cuando sea el momento indicado le dirán a la criatura que son sus padre biológicos- menciono la condición- aparte quiero que estén en su vida- la condición de Ludwing realmente los había sorprendido, a Elizabetha le había tocado el corazón, ya que lloraba a mares, Gilbert se levanto y abrazo a su hermano menor, le estaba enormemente agradecido, puesto que le estaba haciendo un favor que jamás podría pagarle. Era el gran amor que tenia por su bruder lo que le hizo aceptar el hacerse cargo de su futuro sobrino o sobrina. Solo esperaba y deseaba que no fuera tan desquiciado como sus dos progenitores y que todo funcionara. Ahora solo faltaba decirle al ex cónyuge de Hungría, y Austria tal vez no lo tomaría tan bien como Alemania.
Bueno he aquí mi obra prima en el habito de los fics de Hetalia, me emociona haber terminado este capítulo para el disfrute de los lectores. Así como incursión en los fics hetaliano, que tanto adoro leer. Espero y sea de su agrado, bueno el tema central es que Prusia y Hungría será padres, pero no se pueden hacer cargo del bebé. Así que Alemania salvándolos de la situación se hará cargo de su sobrino o sobrina, adoptándolo y fungiendo el papel de padre, con ayuda del italiano más lindo de todos Feliciano.
Bueno cuídense mucho, y digan no a la Ley SOPA.
X0x0x00´
Cherry
