Uragiri wa Boku no Namae o Shitteiru y sus personajes no me pertenecen.

Desde que leí ese omake en el que Luka habla con Hotsuma sobre la Shusei mujer de sus vidas pasadas, no me pude sacar estas ideas completamente cursis de la cabeza.


Naturalmente


Con la suave melena larga y castaña al viento y un kimono con motivo primaveral, Usui Shusei se pasea por los jardines de la Mansión Crepuscular del brazo de Hotsuma, vestido en una yukata con adornos de flores de cerezo y mostrando la más radiante de las sonrisas. Sus ojos, cálidos y llenos de cariño, no se apartan de la figura de su compañera, y una de sus manos de vez en cuando acomoda un mechón detrás de la oreja de la muchacha.

Cuando Tachibana llama a todos para que vayan a almorzar, Hotsuma y Shusei se acercan a la mesa, una de las manos del portador de la Voz de Dios descansando en la fina cintura de la morocha y con la otra corre la silla hacia atrás, como el caballero que demuestra ser pura y exclusivamente para con Shusei. No hace falta ser tan perceptivo como Luka para saber que, debajo de la mesa, el pie de Hotsuma acaricia tiernamente la pantorrilla de Shusei, y tampoco hay que ser muy observador para notar que el joven Zweilt mantiene su mano entrelazada con la de su pareja hasta que Tōma arriba con la comida.

En la noche, Luka cierra la puerta de la habitación de Yuki y recorre el pasillo, y al pasar por la puerta de la habitación de Shusei escucha jadeos emitidos por su voz tersa y calma y el interminable suspiro de su nombre que Hotsuma repite como si se tratase de un mantra.

Luka se distrae de sus pensamientos con el sonido de la puerta de entrada cerrándose. Parado en la cima de las escaleras, el Opast observa con nostalgia el breve intercambio entre Shusei y Hotsuma.

El rubio le mira desde el sofá, poniéndose de pie al instante y declarando que le estuvo esperando, a lo que el mayor se disculpa con el rostro vacío de emoción. Hotsuma se pasa una mano por la nuca y sigue a Shusei hacia la cocina, donde seguramente se servirá un vaso de agua y dirá que esta noche —de nuevo— no tiene apetito, y su compañero se enfadará por ello.

Hotsuma va detrás de él, mas ya no le toca como en sus vidas anteriores, y aunque la máscara de Shusei esté perfectamente en su lugar, Luka Crosszeria sabe que por dentro su ser se está muriendo.