Nota: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Kishimoto Masashi y de ninguna forma pueden ser usados con fines lucrativos u otros si su autorización y formas legales. Este fic está en varias web, sin embargo si lo encuentran con un nombre de autor distinto a "Quim Xian", o mi nombre real, por favor reportarlo. Gracias y espero que los disfruten.
Capítulo 1: Nostalgia
Era primavera, los vestigios del invierno en el cual Otsutsuki Toneri quiso destruir a la humanidad y todo cuanto conocemos eran casi imperceptibles, el mundo había vuelto a su usual calma, podía seguir mi camino de redención tal y como lo llevaba, pero algo me molestaba en el pecho, quizá estaba enfermo, quizá el invierno me había afectado demasiado o la nostalgia contenida cada vez que veía uno de esos cerezos en flor era la causa de aquel dolor. Observe por un rato aquellos árboles sumido en mis pensamientos y la profunda tranquilidad que sentía al verlos mover con el viento y sentir los pétalos de flor caer en mi rostro, me había perdido de tanto durante todos esos años en los que solo pensaba en odio y venganza, tanta belleza contenida en algo tan pequeño como una flor... de repente una pequeña niña de quizá unos 5 años jalo mi manga llamando mi atención y sacándome de mis pensamientos de quinceañera.
-¿Papá?-dijo la niña en medio de sollozos.
-¿Eh?-mire a la niña un poco sorprendido- No, no lo soy.
-¡Papá!-rompió en llanto, las miradas acusatorias de los transeúntes no tardaron en posarse sobre mí.
-¡Oh vamos! No llores- me agache para estar a su altura y revolví su cabello- Te llevaré a casa, quizá allí este tu papá ¿está bien?-le sonreí. La niña asintió- Ven conmigo- empecé a caminar, la pequeña intento tomar mi mano izquierda pero al notar la ausencia de esta, se cambió de lado y tomo la derecha.
-Señor- llamo.
-¿Dime?
-¿A usted también lo atacaron los monstruos blancos?
-¿Uh?-la mire confundido- ¿Lo dices por la mano?- ella asintió- Oh, no, esto...-pensé un poco en que decir, se notaba que era una niña demasiado inocente como para decirle algo como "luche con mi mejor amigo y ambos perdimos una mano en aquella batalla"- fue un accidente- fue lo mejor que se me ocurrió- Estaba jugando y de repente paso.
-¿Y que jugaba?-vaya niña más curiosa...
-...Algo que los niños no deben jugar- me quede sin más respuestas- No más preguntas vale.
-... Sí-Guardo silencio. Luego de unos cuantos pasos llegamos a una división en el camino.
-Y bien ¿hacia dónde?- cuestione, ella me señalo el camino derecho. Caminamos hasta encontrar una casa azul bastante pequeña y deteriorada, golpee, una mujer abrió la puerta, tenía los brazos vendados pero podía moverlos perfectamente, era una víctima de "los monstruos blancos".
-¡Akane!-la mujer se abalanzo sobre la niña y la abrazó- ¿Dónde has estado todo este tiempo? Me tenías preocupada.
-Fui a ver si papá había regresado- la mujer al oír esto entristeció- Akane, tu papá no-
-Señora-le interrumpí, no era mi deseo ver a la pequeña llorar otra vez- ¿Podría hablar con usted un momento?
-...Claro- la señora se veía un poco confundida, cualquiera lo estaría si un extraño le pidiera algo así.
-Es su hija ¿cierto?-cuestione mientras observaba a la niña jugar en las escaleras, ella asintió-... ¿Qué sucedió con su padre?
-Uhm...-me observo en silencio por un instante- Lo siento, no hablaré de eso contigo- Contesto y miro hacia donde estaba Akane, note que la niña prestaba atención a lo que hablábamos.
-Bien, entiendo- me acerque a la niña- Akane-chan ¿podrías ir a jugar a otro lado? Tu madre y yo hablaremos cosas de adultos y no quiero que te aburras.
-Uhm... –la pequeña no respondió y simplemente subió al segundo piso.
-¿Mejor?- la señora me miro sorprendida-
-Akane nunca obedece mis órdenes- comento- desde que su padre desapareció es grosera y se ha alejado de los otros niños –sus palabras me eran de cierta forma, familiares- Todos los días va a la entrada y se sienta al lado de los cerezos a esperar a su padre, es tan doloroso verla...- entro en la casa y se sentó en un sofá en lo que parecía ser una sala.
-Comprendo- entendí aquello como una invitación y me senté yo también- ¿Hace cuánto desapareció?
-Alrededor de 2 meses- pensé inmediatamente en los Otsutsuki, así que esos eran los "monstruos blancos"- Fue cuando atacaron la aldea, mi esposo junto con otros hombres salieron para luchar y defenderla... muchos de ellos murieron y otros simplemente desaparecieron- su mirada se tornó vacía y frívola, el vivo reflejo de la mía.
-¿Así que para no decirle a Akane que su padre estaba desaparecido, le dijo...?
-Que estaba trabajando fuera de la aldea y volvería en primavera...
-No debería mentirle más, no sabe todo el daño que eso puede causar-tome inconscientemente mi brazo izquierdo.
-Tu...-dijo, la observe esperando a que continuara pero ella negó con la cabeza y sonrió- No, nada- se levantó y se dirigió a lo que parecía una pequeña cocina- ¿No eres de por aquí cierto?
-No- medite un poco si decirle de donde era o no-... soy de Konoha.
-¿Konoha?-cuestiono con desconcierto- ¿qué hace un ciudadano de Konoha en un lugar como este?
-Estoy de viaje- me limite a responder.
-Ya veo- en su rostro se veía que aún tenía muchas preguntas rondando por su mente, pero por educación no las hacía-... ¿De casualidad conoces a un chico llamado Uzumaki Naruto?- me paso una taza de té.
-Claro...-no pude evitar sonreír- él y yo fuimos compañeros de equipo.
-Uhm...-la mujer se sonrojo repentinamente- ehm... sabes si él... uhm... ¿tiene algún compromiso?-así que la mujer frente a mí era otra admiradora de Naruto.
-Oí que está casado- agacho la cabeza en señal de decepción y depresión, lo cual me pareció ciertamente gracioso- le daré saludos de su parte cuando lo vea- me levante- gracias por el té... es hora de que me vaya.
-Oh, no es nada, es un gusto haberte conocido, gracias por traer a mi hija de vuelta...
-Sasuke- complete.
-Muy bien, gracias, Sasuke-kun-dijo, de alguna forma ese "kun" me dejo fuera de lugar- ¿sucede algo? De repente te ves desconcertado.
-No, no es nada-di un paso fuera de la casa- Despídame de Akane... quizá en algún momento vuelva de visita, adiós.
-Hasta pronto- camine hasta salir de la pequeña aldea rumbo a la capital del país del agua "kirigakure".Final del formulario
