Tenia ganas de escribir.

No tengo auto-control.

Esto fue lo que paso.


Prologo: Entre cenizas.

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Los pasillos de castillo estaban completamente vacíos, solo la leve luz que entraba por las ventanas esa tarde de tormenta y los pasos de la reina junto sus doncellas eran lo único que revelaban que el lugar estaba habitado.

Hace mucho tiempo que el castillo era un cascaron vació de lo que alguna vez fue. Pero esos últimos años, el mundo también pareció sumirse poco a poco en silencio, y las razones por las que incluso se encontraba de pie, lo poco de la gloria del pasado, estaban esfumándose al viento.

O al fuego, mejor dicho.

Ignorando el lúgubre ambiente con la naturalidad de quien esta sobre todo ese ensordecedor vació en pos de los que aun quedan, la reina apresuro el paso. Si lo que su mensajero le dijo era cierto, pronto el mundo de protector silencio se esfumaría.

Arendell tendría que alzar la voz, o perecer sin un intento.


Las puertas de la sala se abrieron y todos los ocupantes detuvieron sus murmullos en el momento. Inmediatamente después de la vista de la reina flanqueada por un joven capitán, todo el mundo se puso de pie y bajaron la vista al suelo evitando mirarla directamente.

Ese gesto no paso desapercibido para Elsa, ni tampoco sus hombros caídos y auras taciturnas. Supuso entonces que lo que la carta tenia para decir, era aun peor de lo que esperaba. Lo cual era difícil, porque cuando tu reino se derrumba y el mundo al rededor lo hace también, cualquier noticia que no involucrara dragones a la vista, era una buena.

Guardando todo el nerviosismo que el recibimiento le dio, avanzo hasta su asiento, no sin antes dar un asentimiento a los presentes en reconocimiento. Y una vez todos en sus lugares, espero a que algún miembro del consejo la informara.

Lamentablemente, lo que tenían para decir debía de ser particularmente difícil, porque nadie parecía ser capas de abrir la boca. Mientas tanto, el único sonido era el del reloj, y el eco de las gotas de la leve lluvia contra el cristal.

En otros tiempos, eso pudo haber sido suficiente.

Cuando la falta de noticias sobre sus aliados, o de la resistencia dejaron de llegar, el silencio fue casi sedante. Casi podían fingir que nada estaba pasando, si no podían ver ni oír, era mas fácil dejar todo de lado, pero luego, cuando todas las noticias que llegaban del exterior eran solo tragedia y desgracia, el silencio era algo que optaron por tomar.

Fue una opcion.

Una difícil y egoísta, pero era lo mejor en ese momento. Salir del mapa, retirar sus tropas, cortar contactos con los caídos, antes de que el miembro amputado gangrene.

Apartarse del mundo en silencio fue lo que permitió que Arendell prevaleciera en primer lugar. Ignorado, olvidado, dejado de lado, no importaba realmente, su pueblo sufrió mucho menos de la guerra de lo que otros reinos lo hicieron, y esa era la única razón por la que no se sentía culpable del todo.

Pero eso fue antes, ahora esconderse no fue suficiente, y ya que el mundo conocido esta casi conquistado por completo, era cuestión de tiempo de que los notaran. Una tierra congelada y apenas sostenible, pero con potencial.

O intentavan sobrevivir o peresian en silencio.

Ella no queria eso.

-¿Y bien?- Viendo que nadie hablaría por voluntad, decidió ser ella la que abriera el camino. Mientras más pronto mejor. -La carta, la que mandamos a los vikingos en una oferta de alianza, ¿Que dijeron?. -La carta fue su ultimo hilo, era su pase o su condenación. Tenia que saber.

Kai fue el primero en tomar la palabra, el hombre parecía que estaba dando un sentido pésame cuando hablo. -Ellos dijeron que no. -

Y el silencio callo de nuevo, pero esta vez, golpeo como una sentencia de muerte.

-¿No? -¿Eso fue todo, así es como terminaba?, su pueblo, su gente, su familia marchitándose sin más. De pronto, la escarcha comenzó a fluir por su manos sobre la mesa y ni siquiera le importo.

El miedo de que todo culminara en un simple "no" era demasiado. Esto no podía estar pasando.

-No, su alteza -Ni un poco mejor que antes, Kai continuo con las malas noticias. -Ellos dijeron no estar interesados en los bienes que pudiéramos ofrecer, que, de todas formas pueden conseguir en otras tierras. -Tierras conquistadas, y malditas, y olvidadas. Ahora eso era de ellos.

-Entiendo -Fue algo que estuvo sobre la mesa siempre, cuando todos los presentes redactaron la carta que podría serlo todo. Aun así, habían pensado que un trato de comercio estable podría interesarlos. Pero al parecer, tenían más de donde obtener cualquier cosa que pudieran ofrecerles. -¿Dijeron algo más?-

Era ahí donde en realidad recaía todo. Si bien fueron rechazados aun quedaba la posibilidad de hacer pequeños comercios con los reinos circundantes, ¿arriesgado? si, ¿Desesperado? también, pero no importaba. El peligro recaía en que pasaría si los vikingos decidieron que ahora era un buen momento de "anexar" nuevo territorio.

Ahora que se pusieron en la mira.

-Si, en realidad ellos... -Con dificultad el hombre trago saliva, dejo de verla definitivamente y con voz endeble le anuncio -Dijeron que si estaban interesados en otro tipo de alianza -

Fueron dos momentos, tal vez tres, lo que le tomo comprender que quiso decir con eso. Inmediatamente después de que las palabras penetraran con toda su extensión, dirigió la mirada a todos los presentes notando que no estaban ni la mitad de sorprendidos de lo que se sentía ella.

Esta vez, fue su turno para encontrar la dificultad para hablar. -¿Es así?, por lo que veo tuvieron el tiempo para hablar de esto, ¿Qué decidieron?-

-Su alteza...-

-¿Qué decidieron?- No fue bienvenida la preocupación en su voz y así se lo hizo saber. El deber de un rey es ver por su pueblo, aun contra todo lo que quisiera. No importaba que tuviera miedo ante la sola perspectiva de casarse con un completo desconocido que conquisto el mundo, o esta en proceso. Tampoco el enojo por ser la ultima en enterarse, como si la decisión de su futuro no importara para nada.

Ella entendía, que como soberana, aveces no tenia derecho a pensar como una simple persona.

Pero eso no quería decir que le gustaba que la vieran con pena, era una reina, no un pobre cordero a sacrificio.

-Nosotros...Creemos que seria bueno considerar la oferta -Al parecer, el cariño del hombre no se doblegaba, pero el deber a su reina lo hacia actuar. -Después de todo, dejaron en claro que la opción de negarse, era valida. -Sacando un sobre de su regazo bajo la mesa, se levanto hasta estar frente a ella. Al momento de tomar lo que le ofrecía con duda, se aseguro de verla a los ojos cuando dijo- Se que su futuro no es solo suyo, pero, piense en usted. No es un pecado hacerlo de vez en cuando. -Sin más que agregar, volvió a su asiento.

Elsa por otro lado se dedico a observar la carta ya abierta, y, ante la vista de todos procedió a desdoblarla y leerla, aun con el nerviosismo recoriendola.

En nombre de su majestad el rey Hiccup Horendo Abadejo III, maestro dragón, líder absoluto del archipiélago bárbaro, jinete de furia nocturna y defensor de los pueblos unidos, me es necesario anunciar la declinación de su oferta.

Ninguno de los vienes es de nuestro inmediato interés, lo que su reino ofrece, aunque útil, no es algo que consideremos lo suficientemente valioso para realizar una alianza comercial. Contamos con tierras que nos proporcionan todo eso y más, amenos claro que cuente con mano de obra experimentada.

Pero viendo que eso no era parte del trato, y después de una investigación más a fondo de su tierra, decidimos ofrecer algo en vista de nuestra buena voluntad.

Una alianza matrimonial entre ambos lideres es lo suficientemente atractiva para un lazo, no solo comercial, si no uno más duradero y cómodo. Somos conscientes del poderío militar que seria tener a la reina de las nieves de nuestro lado, sin duda, un potencial mal utilizado.

Estamos dispuestos a una audiencia para ver más sobre esta posible anexión al reino vikingo, si es que la oferta es aceptada. Si es denegada, no serán tomados como enemigos a menos que ataquen militarmente algunas de nuestras tropas, sin embargo, si serán tomados como territorio excluido. Y por ende, serrado de cualquier tratado o alianza con cualquiera de nuestras tierras conquistadas, o aliados.

Esperamos su respuesta.

Atte. Patapez ingerman, secretario del rey.

Eso era...pero de lo que creía.

¿Que clase de mensaje pasivo-agresivo era ese?, ¿"Poder declinar" la oferta?, prácticamente los sentenciaban a morir de hambre si decía que no. Y eso no era lo peor.

Los vikingos seguían armándose militarmente, o de lo contrario ni siquiera la oferta hubiera sido expedida. Ellos no veían a Arendell como una tierra para fortalecerse, o tener más poder, ellos ya tenían todo eso. La única razón por la que son una opción considerable es porque quieren usarla como una especie de arma de guerra.

Una parte humorística de ella se preguntaba si en guerra era todo lo que podían pensar los vikingos, y por eso era un prospecto a esposa atractiva.

Inmediatamente al comprender esa implicación, no pudo evitar abrir los ojos y ver directo a toda el consejo. Quienes al verla tan sorprendida se irguieron en sus asientos atentos. -Ellos hablan en nombre de un rey. -Señalo débilmente a la carta. Todos asintieron. -Hasta donde sabíamos, no había ningún rey, solo un ejercito destruyéndolo todo. -Otro asentimiento grupal. -Quieren que me case con él- Termino sin agregar nada.

Los veía como si todo fuera tan claro, pero nadie sabia de lo que hablaba. Para ellos, su reina solo anunciaba lo que ya sabían.

-Así es mi reina. -Edda, la encargada de todo lo textil en el reino se veía algo dudosa, pero agrego. -A todos nos sorprendió la rapidez con la que los bárbaros asentaron su reino, sin embargo, tenemos la sospecha de que en realidad este rey, lo ha sido por un buen tiempo, y es solo ahora cuando conquisto mas tierra que se dio a conocer su estatus. -No seria muy descabellado, esperara a ganar más territorio para poder llamarte rey.

Y no un simple señor de la guerra.

-Tiene sentido- Estuvo de acuerdo. -Pero eso no es lo que quise decir. Esta carta -La alzo para que todos la vieran mientras la señalaba. -Habla no solo de riqueza de su tierra, también mencionaron que la mano de obra seria bien recibida, junto con el deseo implícito de usarme de algún modo en la guerra, ¿Porque?- Sin una respuesta, siguió con su linea de pensamiento. -Con todo lo que ya tienen, aun así amenazan con prácticamente apartarnos del mundo, cuando no deberían de tomarse tantas molestias con un pequeño reino sin nada que ofrecer. -Ignorando unas cuantas caras dolidas y molestas por sus palabras, continuo. -¿Porque seguir preparándose para la guerra?-

Esta vez, la cara de Kai obtuvo otro matiz que no fuera la pena. La sorpresa. -Realmente están interesados en tenerla de su lado -La sorpresa general no se hizo esperar. Pero, ¿Que implicaba realmente?. -Quizá la lucha no esta yendo tan bien, necesitan algo más que sus dragones. -

-O tal vez solo están siendo codiciosos -La voz fuerte de Garfht rompió rápidamente el animo. Él era un solado experimentado, había servido a su padre y ahora se dedicaba a la linea de defensa, él mejor que nadie sabia de la guerra y la naturaleza humana - Probablemente todo lo que tienen no les es suficiente, y se preparan para conseguir más. Aun hay mucho mundo por recorrer. -

Y tan poco para hacerles frente, quiso agregar.

-Es posible- Concedió Elsa. Aun no había bajado la carta, pero cuando lo hizo, la dejo boca arriba sobre la mesa para que todos la vieran. - Este rey dragón no se detuvo al conquistar todo el archipiélago bárbaro, ni con los otros reinos que ah conquistado, aun ahora, sigue avanzando. Solo quedamos cuatro reinos de pie, y todos aquí sabemos que eso no sera por mucho tiempo. - La situación actual es la prueba de ello. -Así que pensar en que quiera aumentar su fuerza no esta fuera de lugar. -

-Pero eso no nos dice nada nuevo -De nueva cuanta Kai hablo, luciendo concentrado. El impacto de la revelación paresia haberlo revitalizado de algún modo. -Son fuertes, mucho más que nosotros, y tienen una propuesta de matrimonio que claramente nos beneficiaria. -Al decir eso, lucio apenado de nuevo dándole una mirada de disculpa a la reina. -Pero podría negarse. -Agrego rápidamente.

-¿Realmente podría? -Con calma que no sentía en verdad, se dirigió a los presentes. -No importan las razones por las que consideran que mi mano es lo suficientemente valiosa como para casarme con su rey, si no, el simple hecho de que ser la futura reina-Con suma dificultad dijo la palabra. -Trairia grandes beneficios, en el nuevo mundo que se esta construyendo, es mejor estar de su lado, que en su contra. -

Porque todos ahí sabían lo que pasaba cuando estabas en contra de los vikingos que montan dragones.

Fuego y cenizas.

-Aun así...-

-Nada esta garantizado, bien podrían cumplir lo que dicen o quemarnos hasta los cimientos una vez que obtengan lo que querían. -Garfht hablo duramente de nuevo, interrumpiendo lo que Edda tenia que decir. -Un contrato de matrimonio no es muy diferente a la esclavitud, más aun, que dejaron muy en claro sus intenciones con respecto a usted. -

Eso fue suficiente para sumirlo todo en le pesado silencio. No fue hasta entonces que Elsa se dio cuenta de que esa charla fue la más clara que tuvieron desde hace, mucho, mucho tiempo. Sus voces ya no tenían miedo de dejar sus bocas, como si un dragón los fuera a encontrara y todo el reino caería.

Bueno, ella también se sintió así.

Pero ahora sentía que volver al silencio y agachar las cabezas con miedo, seria lo que traería la ruina verdadera y definitiva.

Ella vivió muchos años en el protector silencio. Opresivo, triste, que marchita el espíritu. Y cuando todo este infierno comenzó, ella automáticamente volvió a lo único que conocia como seguro, y funciono por un tiempo.

Pero ahora veía, los estaba matando.

-Ellos fueron claros con sus intenciones respecto a nosotros. Ahora nosotros seremos claros con nuestras intenciones respecto a ellos. -

-¿Su majestad?-

-Es momento de hacernos oír, por mi cuenta corre, que Arendell no morirá en silencio. -

Nadie supo que decir ante la seguridad que reflejaba.

Afuera, la lluvia solo se intensifico.


Anna no era tonta.

Aunque su hermana intentara que ella siguiera con su vida normal, era un trabajo imposible. No podía vivir como si nada pasara, no cuando todo el reino era tan...gris.

Era como si todo a su alrededor hubiera sido consumido, y no quedara más que sombras. No podía levantar el animo de nadie, ni siquiera el suyo, pero aun así lo intentaba cuando estaba frente a Elsa.

Intentaba que el miedo de los murmullos del pueblo sobre lo que le pasaba a otros reinos, no se reflejara en su rostro. Ni las noches de sueños difíciles donde todo se consumió en fuego , y si Elsa la nota mirando repetidamente al cielo, ella solo esta buscando figuras en las nueves, no en vigilia de que ese fuera el día maldito donde esos demonios llegaran para arrebatarlo todo.

Antes, piensa, esa actitud seria tan anti-ella. Pero ella no era tonta, no, no lo era.

Ella oía y veía.

Veía el hambre, y el miedo y se quedaba ahí parada tratando de ser fuerte para los demás, porque eso era todo lo que podía hacer.

Otras veces sin embargo, no es tan fuerte.

Y era cuando se la pasaba llorando en su vieja habitación, extrañando los pedazos de su pequeña familia que perdió a lo largo del tiempo. Era ahí donde toda la tristeza y miedo de su corazón podían salir sin hacerle daño a nadie.

Elsa siempre dijo que sus emociones podrían traer el dolor de otros si no las controlaba, pero Anna sabia, que si ella dejaba ver cuan dañada estaba, fracturaría de forma irreparable la frágil estabilidad de su hermana.

Así que se queda ahí, en un rincón polvoriento y húmedo, llorando su corazón.

Maldijo y deseo la muerte no por primera vez en su vida, a la persona maldita que párese quitarle todo.

Su reino.

Su mejor amigo.

Su amor.

Y ahora a su hermana.

No basto con consumirlo todo en fuego, y dejar nada más que polvo al viento. Ahora, verdaderamente, sentía que un fuego horrendo lo consumía todo dentro de ella, y sabia, que de esa cenizas no se levantaría nada.

No esta vez.


Yo la reina Elsa de Arendell, aunque lamento que el primer acuerdo no fuera alcanzado, acepto la propuesta de alianza matrimonial.

Cabe aclarar que la aprobación viene con unas cuantas peticiones, que creo no serian difíciles de alcanzar. Espero entonces, mantenernos en contacto para agendar la audiencia y llegar a un acuerdo cómodo para todos.

Sin más, me despido.

¡Alt for Arendell!


Oh bien, si estará condenado.

Ella acepto.

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Emmmm, ¿Puedo explicarlo?...

No, no puedo (?).

Supongo que esto simplemente se resume a Tenia que hacerlo...y bueno, eso. La verdad estaba muy emocionada por el trailer de la película, eso, y cumplí años; Mi amiga adorada, grandiosa, glamurosa, preciosa...y todo lo que termine en "osa" me regalo un peluche de chimuelo. Es perfecto, lo amo mucho y es mi bebé.

En honor al Hype, todo eso y más, traigo esta historia. Me eh basado mucho en los fic de habla inglesa, donde se presentan un Hiccup y Elsa maduros, comportándose como lo que son, Jefe y Reina respectivamente. Esas historias son geniales, y me gustaría recomendarlas todas, pero solo los invito a que vaya a la sección del crossover en FanFiction y ustedes escojan! XD

Y una cosa más con respecto a las cartas, es muy obvio, pero la carta de Berk esta escrita de una forma informal tratando de serlo, y eso tendrá una explicación más adelante. También esta el asunto de los nombres y sus títulos, que como verán son muy diferentes. Mientras que todos los títulos que tiene Hiccup son porque se los ha ganado, Elsa por el contrario, no tiene otros más que el de reina.

Pero eso no quiere decir que no tenga fuerza, intente buscar un apellido para las hermanas, incluso el que tiene la familia real actual de noruega, pero simplemente no pegaba. Decidí dejarla entonces como Hans (...¿De las islas del sur?), y en lugar de ser un titulo, es específicamente de donde viene, dice claramente que toma a Arendell como su estandarte, lo cual, creo que es genial. Y de lo que se trata todo el monologo de este prologo.

Y, pues espero que les haya gustado, veamos como se desenvuelve todo esto.