Lana Loud era la octava hija del matrimonio Loud; ella era lo que comúnmente la gente denomina "tomboy", una chica que tiene actitudes masculinas. Ella, a diferencia de su hermana gemela Lola, no gustaba de jugar a servir el té o usar vestidos o faldas; ella era una niña que disfrutaba ensuciarse, jugar con lodo y no le tenia miedo a cosas que comúnmente le desagradaría a las niñas de su edad. Ella incluso sabía mecánica cuando tenía seis años, llegando a reparar a Vanzilla en más de una ocasión a esa edad, así como también reparaba los desperfectos de la casa. Ella era una chica ruda, pero todo eso cambio cuando fue creciendo.
A medida que pasaban los años, Lana fue dejando un poco atrás sus actitudes poco femeninas para dar lugar a la adolescencia; dejó de usar sus overoles para dar lugar a los jeans, y ahora usaba camisas de estilo leñador que resaltaban su figura, también se había dejado el cabello suelto a la altura de su cuello y se deshizo de su gorra roja. La rubia ahora tenia dieciséis años, y estudiaba en la preparatoria de Royal Woods, misma preparatoria a la que asistieron todas sus hermanas y Lincoln. Aunque dejo algunas de sus actitudes masculinas atrás cuando creció, hubo algunas de las que simplemente no pudo deshacerse; como su pasión por reparar cosas o su amor por los animales.
Con la adolescencia llegaban los cambios importantes, los cuales increíblemente le favorecieron más a ella que a Lola; su cuerpo se había desarrollado mejor, y gracias al trabajo que ella realizaba en casa, y ocasionalmente para sus vecinos, lograba mantenerse en forma. Su pasión por los automóviles tampoco había desaparecido; ella reparaba los dos automóviles de sus padres, ya que desgraciadamente Vanzilla había sufrido un accidente del cual ya no tenia arreglo.
Actualmente Lana cursaba el tercer semestre en la Preparatoria de Royal Woods. La chica se encontraba en la preparatoria, sacando los libros que iba a necesitar para sus siguientes clases de su casillero y colocándolos en su mochila. Estaba pensando que tal vez era hora de limpiar un poco su casillero, puesto que estaba lleno con algunas herramientas que había traído de casa y que aún no había devuelto, así como también con algunos materiales para reparar como madera y tornillería. Se puso a ver si podía hacer un poco de espacio, y removiendo algunas cosas, encontró algo que creyó perdido: una fotografía familiar de cuando ella era niña y toda la familia estaba reunida. Los años realmente habían cambiado a la familia Loud; Lori se había graduado de la universidad y consiguió su título en derecho, por lo que se mudó a Detroit junto con Bobby, con quien se había casado un par de años antes. Leni logró hacerse fama con sus diseños, y ahora tiene una cadena nacional de boutiques; uno pensaría que alguien como Leni no tendría idea de cómo hacer negocios, pero ella ya no era la misma rubia tonta de antes, y uno podía darse cuenta por cómo triunfó desde cero, siendo la empleada para una tienda de ropa en el centro comercial. Luna abrió una tienda de música en el centro comercial de Royal Woods; ella soñaba con un día volverse famosa y viajar junto a su banda, y aunque no lo crean lo logró. Sin embargo, después de varios sucesos amargos, se dio cuenta que no era la gran cosa y que esa vida no era para ella, por lo que decidió establecerse en Royal Woods. Actualmente ella está comprometida con un chico llamado Paul Joseph, el cual es un estudiante de medicina. Luan logró hacer un doctorado en psicología, y actualmente tenía un consultorio en un edificio en Detroit. Estando tan cerca de Lori, ambas pasaban mucho tiempo juntas. Si piensan que Luan renunció a la comedia están equivocados, puesto que ocasionalmente realiza presentaciones de stand up comedy en algunos centros nocturnos. Y sí, sí es graciosa. Lynn fue alguien que también logró cumplir su sueño; sus habilidades deportivas y su pasión la llevaron lejos, y ahora forma parte del equipo olímpico de atletismo. Ella participó en dos ediciones de los juegos olímpicos representando a Estados Unidos, y le consiguió una medalla de plata la primera vez, y la medalla de oro en la segunda. Ella y Lana solían reunirse seguido para entrenar. No había mucho que decir de sus demás hermanas, pues ellas aún vivían en casa con ella.
Estaba por irse, hasta que noto que dos personas se dirigían hacia ella; esas dos personas eran sus mejores amigas en la preparatoria.
Dani era una chica esbelta con cabello negro que le llegaba hasta los hombros. Ella estaba a la par con Lana en muchas cosas; desde algunos deportes que practicaban como atletismo o natación, hasta en otras cosas como en sus típicos concursos de comer alitas picantes. Ella, al igual que Lana, era una chica tomboy; le gustaba usar blusas sin mangas y su cabello estaba peinado en una cola de caballo. Usaba jeans rasgados y siempre usaba botas de combate, heredadas (o mejor dicho hurtadas) de su hermano. Ella y Lana eran amigas desde la infancia, se conocían desde la escuela primaria y siempre habían quedado en el mismo salón en cada etapa escolar.
Diana era todo lo contrario a ellas; la chica también era esbelta, tenía pelo castaño largo y usaba lentes. A ella le gustaba la ropa y las compras, como a cualquier chica de su edad, pero también disfrutaba de cosas como la lectura y escribir. Ella conoció a Lana y a Dani en la secundaria, donde ella pertenecía al típico club de las chicas populares; ya sabes, las cuales no se llevaban bien con las demás chicas. Todas sus "amigas" disfrutaban de abusar de quienes no les agradaban (quienes eran casi todos). Ella, a diferencia de las otras chicas, no disfrutaba de burlarse de nadie ni causar problemas, por lo que quería salirse de ese grupo. El problema era que ella tenia miedo de quedarse sola, pues el haber estado con esas chicas le generó una especie de "mala fama" que haría que ninguna otra persona la aceptara, por lo que permaneció con ellas. Sin embargo, se dio cuenta que no valía la pena seguir aguantándolas cuando algo que pasó hace tiempo le abrió los ojos.
*Flashback*
El pequeño grupo de bullies estaba en el pasillo de la secundaria mientras hacían sus actividades normales, como maquillarse o ver a quien iban a molestar hoy, prestándole más atención a lo segundo. Estaban por irse, cuando de pronto vieron que a lo lejos se veía una chica, y no se trataba de cualquier chica, sino que era la favorita personal de ese pequeño grupo… Lana Loud.
La rubia en cuestión estaba sacando sus libros para dirigirse a su siguiente clase, pero entonces fue abordada bruscamente por una de las chicas que la molestaban, quien le cerró fuertemente el casillero en la cara.
–Hola Loud, ¿vienes a ensuciar este limpio pasillo con tu asquerosa presencia?– dijo una de ellas, seguido de una risa cargada de odio por sus amigas.
–No me molestes Maguire. –se limito a decir Lana. Valerie Maguire era la líder de ese pequeño grupo; ella era alta, de cabellera negra y lacia. Pero lo que más resaltaba en ella era que era fornida, sin mencionar atlética, lo que la hacía perfecta para ser la líder del equipo de Voleyball de la escuela. Ella tenia una buena fama entre los maestros, pero entre los alumnos ella era una abusadora que se aprovechaba de su tamaño y su buena reputación.
–Calma; solo queremos hablar, no necesitas enojarte. ¿O el hecho de que tu hermana te haya abandonado para ir a una escuela privada te molesta?– dijo otra de ellas, lo que causo que todas rieran de nuevo. Lana no dijo nada, puesto que de hecho si le molestaba el hecho de que ahora su hermana gemela, quien estuvo con ella durante kinder y la primaria, la abandonó, ya que debido a sus logros en los concursos de belleza, el "Instituto para niñas Santa Martha" en Detroit le dio una beca completa. No fue mucho problema, ya que Lori se encontraba trabajando en un importante buffet de abogados en esa ciudad, por lo que Lola podría quedarse con ella y con Bobby mientras cursaba la secundaria y la preparatoria. Lana simplemente apretó los puños para tratar de contener su ira.
¿Qué sucede Lana, quieres llorar? ¿La pequeña y asquerosa Lana Loud quiere llorar? ¿Qué paso con eso de que los chicos no lloran?– dijo la chica que le cerro el casillero en la cara, burlándose de sus actitudes poco femeninas. Lana no se pudo contener, y entonces tomo a la chica por el cuello de su camisa y la estampó contra el casillero. Iba a darle un golpe, pero cuando levanto el brazo para estampar su puño contra su cara, alguien más la detuvo, y pronto se unieron todas las demás chicas del grupo. Diana no hizo nada, puesto que la situación se había salido de control; simplemente se quedo ahí mirando como todas empujaban y golpeaban ocasionalmente a Lana.
– ¡Vamos Loud, pensamos que eras mejor que esto!
–Quería hacerse la valiente hace un momento y ahora ni siquiera puede defenderse ¡jajajaja!
–No tengo duda de porque tu hermano los abandonó; apuesto que no pudo soportar el tener una hermana tan asquerosa y desagradable como tú. –escupió otra de ellas.
Al escuchar esto ultimo, Diana tuvo un recuerdo de algo que no quería revivir jamás, un recuerdo de cuando ella era pequeña y su hermano mayor los dejo para unirse al ejercito, para recibir meses después una carta que decía que el fue K.I.A. Esto fue lo que le hizo darse cuenta de que no valia la pena seguir con ese tipo de personas. Hizo algo que no era común en ella, y dejo que sus emociones tomaran su juicio. En su arranque de ira tomo a una de las chicas que estaba molestando a Lana y le dio un golpe tan fuerte en la boca que le reventó el labio. La chica cayó al suelo cubriéndose la boca y llorando, y todas las demás voltearon a ver con una mueca de estupefacción en sus rostros. Entonces Diana se fue de una por una, repartiendo golpes y una que otra patada. Las chicas fueron cayendo como moscas, pues a diferencia de Diana, quien había recibido clases de defensa personal, ellas no sabían defenderse mas allá de tirar puñetazos esperando a que alguno acertara. Pronto todas habían caído, y tan pronto como se levantaron se reunieron en grupo.
– ¡¿Que carajo significa esto Diana?!– pregunto Maguire.
– ¡Ya me harte de ustedes! ¡¿Creen que por el simple hecho de ser hijas de papi y tener mucho dinero pueden hacer lo que se les venga en gana?! ¡¿Qué eso les da derecho de pasar sobre los demás?! ¡Pues están equivocadas! ¡Y van a dejar en paz a Lana Loud y a las otras chicas a las que han molestado por tanto tiempo, o yo me encargaré de devolverles algo de lo que todas ustedes han hecho! – dijo finalmente para después acercarse a Lana y ofrecerle una mano para ayudarla a levantarse.
–No te tenemos miedo Diana, y si crees que por el simple hecho de que ahora eres una mojigata bienhechora vamos a dejar de hacer lo que nos gusta estas equivocada. Vámonos chicas. – dijo Valerie para después retirarse. Pero entonces se detuvo y volteo a ver a las dos.
– Mi papa se va a enterar de esto, y para el final del día ambas estarán expulsadas – dijo finalmente y luego siguió su camino junto con las demás.
Lana tomo la mano de la chica, quien la levanto con cuidado puesto que las chicas la habían golpeado bastante. Lana logro reincorporarse sin problemas, y durante un rato se quedo mirando a la chica con incertidumbre; no sabia como reaccionar ante lo que acababa de ver, pues por una parte ella era una de las chicas que la había estado molestando durante mucho tiempo, pero por otra parte… esos movimientos estuvieron geniales, sin mencionar que ella sola acabó con un grupo de cómo cinco chicas a la vez. Lana finalmente reacciono cuando la chica la llamó.
–Ven conmigo, te llevare a la enfermería – dijo Diana, llevando con cuidado a la rubia. Una vez en la enfermería notaron que la enfermera Doris no estaba, así que Diana tomó un botiquín y empezó a curar los moretones y una que otra cortada causada por el metal del casillero utilizando un algodón con alcohol, lo cual causo ocasionalmente gemidos de dolor en Lana.. Una vez que acabó, ambas se sentaron en las sillas en espera de la enfermera.
–Oye, sabes que gracias a lo que hiciste te meterás en problemas, ¿cierto? Digo, no solo le rompiste el labio a una chica, sino que también golpeaste a otras cuatro, y una de ellas era la hija del director. – dijo Lana.
–Lo se, pero no me importa. Durante mucho tiempo vi como ellas abusaban de los demás. Yo no era como ellas, pero no podía hacer nada para detenerlo. Hasta ahora me di cuenta que no vale la pena seguir con ese tipo de personas. Solo lamento no haberlo hecho antes.
– ¿Qué te detenía?
–Tenía miedo; miedo de acabar como las chicas que molestábamos, y miedo a lo que diría mi papá.
– ¿Entonces por que te juntaste con ellas en primer lugar?
–Porque nuestros padres son amigos, y ellos querían que nosotros también lo fuéramos. No puedo hacer nada que contradiga lo que mi padre me dice o me irá mal. –dijo Diana mientras se frotaba su hombro. Lana supuso que la chica tenía problemas en casa.
–Entiendo. Pero, ¿Por qué decidiste hacerlo ahora? Si yo fuera tu les habría dado una lección hace ya un buen rato. – dijo Lana chocando sus puño contra su palma. –Si tan solo no fuera hija del director…
–Eso ya no me importa ahora. Pero cuando menciono a tu hermano… me vinieron a la mente algunos recuerdos muy dolorosos…– dijo Diana derramando algunas lágrimas. Lana simplemente colocó su mano en el hombro de la chica para confortarla.
–Descuida, no tienes que hablar de eso si no quieres. – dijo Lana, dándole una sonrisa a la chica.
–Gracias. – dijo Diana mientras se secaba las lagrimas. –Y discúlpame por todas las veces que te molestamos a ti y a tu amiga. Si hay algo que pueda hacer para compensarlo, solo házmelo saber.
–No te preocupes. Aunque… –dijo Lana, después se puso a pensar. –Hagamos esto; acepto tus disculpas, pero a cambio me tienes que enseñar algunos de esos movimientos que usaste hace rato. ¿Trato?– Lana extendió su mano.
–Trato. – dijo Diana, estrechando la mano de Lana.
Ambas chicas desde entonces se hicieron amigas. El resto es historia.
–Hola chicas. – dijo Lana, ofreciendo un puño a Dani.
–Hey Loud. – dijo Dani, chocando su puño contra el de Lana y haciendo una pequeña bomba con el chicle que estaba masticando.
–Hola Lans. – dijo Diana, saludando con un beso en la mejilla a la rubia.
–Entonces, ¿Qué haremos esta tarde? ¿Iremos al centro comercial como quedamos?– preguntó Lana.
–Puedes apostarlo; mi hermana me dijo que llegaron unas blusas realmente geniales, apuesto a que muchas les quedaran geniales a ustedes. – dijo Diana tomando a ambas chicas por los hombros.
–De acuerdo, mientras siga en pie la ida a la tienda de música de la hermana de Lana todo está bien. – dijo Dani. La chica era una fanática de la música; ella tocaba el bajo por diversión, pero desde hace unas semanas se unió a la banda que formó una chica llamada Tabby. Ella era una gran fanática de los Red Hot Chilli Peppers, y cuando Lana le dijo que Luna había conseguido un bajo autografiado por Anthony, Flea, Josh y Chad, dejó escapar un grito digno de una fangirl. Luna le prometió que retendría el bajo tanto como pudiera, pero si no completaba el dinero en un mes lo vendería.
– ¿Ya reuniste el dinero?– preguntó Lana.
–Por supuesto. Tuve que vender algunos de mis discos autografiados, pero al final se que valdrá la pena.
–Sigo pensando que los RHCP no son lo mismo desde que se salió Furscinante. – dijo Diana.
–Furscinante era un buen guitarrista, pero Josh también tenía lo suyo. – comentó Lana.
–Bueno, bueno; ¿Luna aún tiene el bajo o no?– dijo Dani, interrumpiendo la charla de las dos chicas.
–Por supuesto, pero será mejor que te apresures; ayer fueron un par de tipos que ofrecieron una buena cantidad, pero Luna cumplió su promesa y no lo ha vendido. – explicó Lana.
–No te preocupes, y dile a Luna que vaya sacando ese bajo porque para cuando acabe el día, yo seré su dueña. –dijo Dani con orgullo.
Las chicas estaban por retirarse, cuando una bola de papel volando a alta velocidad impactó la cabeza de Lana. La chica se volteó para ver quien la había golpeado, pero al darse cuenta de quién era el responsable, vio que se trataba de la persona que menos quería ver en ese momento, y no estaba sola.
– ¿A dónde creen que van, trio de idiotas?– preguntó una voz femenina. Diana y Dani se voltearon para ver de que se trataba, y sintieron un sabor amargo al darse cuenta que se trataba de Valerie Maguire.
–No es tu problema, Maguire. – dijo Lana, tratando de mantenerse serena. La chica, que en ese momento estaba al frente de la rubia, se puso más cerca de ella, y entonces le dio un golpe con el dedo en la frente. –Yo decido eso, Loud. – dijo Maguire con veneno en su tono de voz.
– ¿Por qué no nos dejas en paz?– preguntó Diana, tratando de desviar la atención.
–No te metas Evans; o te ira peor a ti, traidora... – dijo una de las cinco chicas que acompañaban a Maguire.
– ¿No tienen que ir a molestar a los de primero? ¿O es que tienen miedo de que sus padres no tienen poder aquí?– dijo Dani, burlándose del hecho de que los papás de las cinco chicas no pueden hacer nada si sus hijas se meten en problemas.
–No estés tan segura, Taylor; mi padre ha estado pasando mucho tiempo últimamente con el director, por lo que prácticamente lo tenemos en la bolsa. Oh, y dime, ¿tengo que recordarte que si te metes en problemas una vez más serás suspendida? Y como estamos en la semana de exámenes, no creo que sea conveniente, ¿cierto?– dijo otra de las chicas.
–Como sea. – dijo Maguire. –Cuidado con lo que hacen o dicen, y traten de no meterse en nuestro camino. – dijo para después empujar hacia un lado a las chicas para seguir su camino.
–Juro que un día voy a tirarle los dientes a todas ellas…– dijo Dani, respirando profundo para tratar de calmar su ira.
–A mi me dan algo de lástima…– dijo Diana, mirando con pena a las chicas, quienes ahora estaban molestando a un par de niñas de primer semestre.
– ¿Lástima, Di? ¿Cómo te van a dar lástima un montón de montoneras que se la pasan aprovechándose de su estatus y molestando a los demás?– preguntó Dani, sin creerse lo que le dijo su amiga.
–Tal vez sean así porque tienen problemas, ¿no lo has pensado?– dijo Diana acomodando sus gafas.
–Eso no es motivo; si tienen problemas, pues que los dejen en su casa, no es nuestra culpa y no deben desquitarse con nosotras.
–Olvidemos eso chicas, mejor vayamos a clase antes de que algo más suceda. – dijo Lana, y las tres chicas se dirigieron a su primer clase del día.
A.N.
Hola chicos.
Pues bien, esta historia la tenía en mente desde hace ya un buen rato, pero por varios factores como mi trabajo, amigos, etc. no había tenido tiempo para escribir. Recientemente me ha estado sobrando un poco de tiempo a ratos, así que decidí empezar esta hsitoria, junto con otra que sigue en desarrollo. Siento que Lana es un personaje menospreciado, y que tiene mucho potencial para escribir historias, y a lo largo de este fic, veremos como se desarrolla su vida ahora que ella es de las mayores en la casa.
Un punto que quiero aclarar es que no veremos a Lincoln como personaje hasta más adelante. Quiero centrarme en Lana y los demás personajes sin depender mucho de Lincoln (como la mayoria de los fics). Pero no se preocupen; algo que puedo decirles es que no tendrán que esperar mucho para ver al peliblanco.
Si no entienden algo o si sienten que yo no estoy explicando algo, haganmelo saber en los reviews.
Sin nada más que agregar, nos leemos luego.
