Disclaimer: Crime of Innocence le pertenece a Neo Genesis Evangelion (ni idea de quién haia compuesto el tema...), Harry Potter y relacionados a J. Rowling. La idea le pertenece a Ed; la historia les pertenece a ambas o.óU..
Advertencia: *incest slash* No se deje al alcance de homofóbicos, niños y/o abuelitas con problemas cardiovasculares.. puede ser contraproducente :3Uu
Dedicatoria: Bueno, io le dedico éste chap a mi linda y adorada beta y compañera de desvelos innecesarios escribiendo éste fic o.o! Te kero, beta :3

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__;crime of innocence;__
1- La Poción.

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Harry Potter tenía 16 años; 6 de los cuales había pasado estudiando en Hogwarts, Colegio de Magia y Hechicería, lugar en donde hasta el momento había aprendido a hacer los más sorprendentes trucos mágicos. Y es que Harry Potter no era una persona común. Era un mago. Un joven mago dotado de unos extraordinarios poderes, de los cuales no tengo deseos de hablar. Un joven mago de revoltosa cabellera negra y brillantes ojos esmeraldas ocultos detrás de un par de gafas redondas. Buscador en el quidditch; Gryffindor ejemplar. Único y definitivo adversario del mago tenebroso más grande de todos los tiempos. Mejor amigo de Ron Weasley, pelirrojo de pocas pulgas, y Hermione Granger, la sabelotodo del colegio. Y era precisamente por éste último motivo por el que se encontraba encerrado en la biblioteca, a las 2 de la tarde de un delicioso sábado, estudiando para el examen de la semana entrante...

A veces el tener por amiga a alguien como Granger podía ser tan.... aburrido.

No pudo reprimir aquel bostezo. Hermione lo miró de reojo, con una venita palpitando en la sien.

-Lo siento..- murmuró el chico, fingiendo prestar atención a la lectura del gruesísimo libro de Pociones que tenía frente a sí, sobre la mesa. Ronald soltó una risita, que no fue nada bien recibida por la Granger.

-Mira, Harry. En ningún momento te estoy obligando a estudiar. Ese es un problema muy tuyo. Sólo te recuerdo que no aprobarás el examen si no te pones a estudiar, y no creo que quieras quedar mal nuevamente en la clase de Snape, para permitirle burlarse de ti otra vez. Pero no quiero obligarte. Si decides estudiar o irte a jugar quidditch es decisión tuya.- dijo, con esa tonadita de sabelotodo que fastidiaba a ambos chicos.

-¡Entonces me voy a jugar quidditch!- exclamó Harry, dando una palmada sobre la mesa, sonriendo ampliamente y poniéndose de pie. -¿Te vienes, Ron?

-¡Dalo por hecho!- aceptó el otro, imitándole.

Hermione les miró, horrorizada, y lanzó un alarmado "Harry!" que solamente les sacó una pequeña risa a ambos. La bibliotecaria les miró, enfurruñada.

-¡Vamos, Hermione! ¡¡Es sábado!! Hasta tú tienes derecho de descansar.- replicó Ron, dándole una palmadita en la espalda. -¿Qué te parece si vamos a Hogsmeade el resto de la tarde y mañana estudiamos todo lo que tú quieras?

La castaña se encogió de hombros.

-Como si realmente mañana fuesen a tener ganas de estudiar...- gruñó ella, parpadeando. Miró fijamente su libro abierto durante algunos segundos, y cuando ambos Gryffindor se preparaban para recibir un no, la vieron sonreír y cerrar las tapas de golpe. -¡Pero bueno! Dicen que si no puedes con ellos, es mejor unírseles. ¿Nos vamos?- inquirió, sonriendo. Harry le devolvió la sonrisa y Ron se metió las manos a los bolsillos, orgulloso de su propia hazaña. Salieron de la biblioteca, entre risas y juegos, y pronto llegaron a la torre de Gryffindor para guardar sus útiles. Se encontraron en la sala común 10 minutos más tarde.

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Y volvió a bostezar. 5 horas más, encerrado en la maldita biblioteca, con el único sonido del pase de las hojas, los bostezos de Ron y los murmullos de "estoy-aprendiendo-mucho" de Hermione. Tenía ganas de levantarse y volver a ir a Hogsmeade junto con Ginny y Colin, a beber una butter bear en Las Tres Escobas. O con Dean y Seamus, a visitar la tienda de Fred y George, o algo por el estilo. Pero no... todos esos placeres estaban destinados solamente para los plebeyos que no tenían por mejor amiga a Hermione Granger......

...los que solían reprobar en los exámenes también.

Sonrió.

En realidad, Hermione tenía razón. Tenía que ponerse a estudiar, si es que no quería volver a fracasar en pociones, pero...

..hacía tanto calor....

...después de todo.. ¿A quién demonios iba a importarle...

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...cuántas gotas de sangre de dragón se ponen en la poción para dormir sin soñar para que obtenga su coloración violeta* y no se convierta en un desagradable compuesto chocolateado que te deja K.O. por varias semanas enteras? ¿Y cuántos cabellos de unicornio para que ésta no se convierta en un peligroso filtro mortal?

-Dammit.. creo que debí haberle hecho caso a Hermione...- gruñó, sentado detrás de Neville Longbottom y bajo la severa e intimidante mirada de su profesor. -3 gotas... 5 cabellos... ¿O eran 5 gotas y 3 cabellos? ¡No, no! 3 gotas..- el gotero se exprimió entre sus dedos, al mismo tiempo que introducía en el caldero los 5 pelos de crin de unicornio.

Por un momento, y sólo por un momento, creyó haber visto un color chocolate en su poción, pero desapareció casi de inmediato, dejando paso a un nítido color violeta que le recordó a los ojos de su querida Cho Chang**.. Sonrió, satisfecho, diciéndose a sí mismo que lo único que le había estado haciendo falta era concentrarse.

El caldero de Neville explotó en aquel momento, empapando al pequeño Gryffindor de asquerosa sustancia marrón. Snape se encaminó hacia él, con una mueca en el rostro que vacilaba entre la furia y la cruel diversión.

-Miren nada más...- dijo, con una voz arrastrada. -El señor Longbottom, echando a perder todo, como siempre..- una horrible sonrisa se dibujó en sus pálidos labios. -¿Qué has hecho ahora, muchacho estúpido? ¿¿10 gotas de sangre de dragón?? ¡5 puntos menos para Gryffindor y olvídate de aprobar el examen!- dirigió su ponzoñosa mirada azabache hacia el sitio donde Harry se retorcía las manos, indignado.

-Vaya, señor Potter... ¡Ahora encontramos al culpable! Usted le dijo lo que tenía que hacer para poder lucirse en clase con una poción bien preparada, ¿No?

Harry enfocó el cetrino rostro de su profesor de pociones con sorpresa. ¿Ahora él qué había hecho?

-¡Otros 10 puntos menos para Gryffindor gracias a la oportuna intervención del señor Potter! Y..- se le quedó viendo. -..como veo que su poción ya está lista, será usted el primero en hacernos una demostración de los efectos de una pócima para dormir sin soñar. ¡Adelante!- exclamó, sujetando el cucharón de metal del caldero de Harry y vertiendo una poca de poción en uno de los recipientes pequeños que el chico tenía en su sitio. Todas las miradas se posaron en ellos y Harry sintió que empequeñecía.

Solamente rogaba porque todo hubiese salido bien... Estiró la mano y recibió el brebaje..

Bebió.

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-¿Qué fue lo que sucedió?- la voz de Albus Dumbledore, mientras caminaba a grandes zancadas hacia la enfermería de la señora Pomfrey, a un lado de una llorosa Hermione Granger.

-Verá..- sollozó. -Estábamos en clase de pociones. Harry tuvo que probar su poción para dormir sin soñar, pero... no ha despertado. Se supone que sólo dormiría 10 minutos con lo poco que bebió. El profesor Snape ya ha utilizado toda clase de encantamientos revitalizadores y la señora Pomfrey no sabe qué más darle... No quiere despertar. ¡No quiere!

-Cálmese señorita Granger. Estoy seguro de que todo saldrá bien..- repuso Dumbledore, pacientemente. Aunque muy en el fondo, algo de toda esa información no le sentaba muy bien que digamos. Al final del pasillo apareció la puerta que hacía de entrada a la enfermería y ambos entraron como ráfagas de viento.

Y Harry estaba ahí.

Echado sobre una cama, con los ojos cerrados y respirando lenta y pausadamente.. parecía... parecía simplemente dormido... Severus Snape permanecía de pie en una esquina, leyendo y releyendo un gruesísimo tomo de pociones mágicas, Ronald Weasley daba vueltas frente a la cama de su amigo, desesperado, y Madame Pomfrey corría de un lado a otro, trayendo agua y todo tipo de remedios con los cuales bajar la terrible fiebre que azotaba el cuerpo del joven Gryffindor. Se detuvieron todos al percatarse de la presencia del director.

-¡Profesor Dumbledore! ¡Que bueno que llega! ¡Harry.. él..!

-Lo sé, señor Weasley. La señorita Granger ya se ha hecho cargo de comentarme los detalles.- cortó el mago, encaminándose hacia la cama del chico inconsciente. Se detuvo a dos pasos de él y contempló su rostro pálido y empapado de sudor..

...realmente tendría que estarla pasando muy mal...

-¿Has encontrado algo, Severus?

-Nada hasta el momento, señor.

-¿Has intentado separar los ingredientes de la pócima para ver qué es lo que salió mal?

-En esas estoy, señor. Estaba revisando por última vez las indicaciones para la poción de sueño.. creo que de una vez me marcho. Espero que... espero que Potter se recupere pronto..- dijo, sin sentimiento alguno en sus palabras. Después desapareció por la puerta de entrada. Madame Pomfrey limpiaba maternalmente el rostro de Harry por cuarta ocasión con una toallita húmeda. El chico hizo una mueca y soltó un gemido. Todas las miradas se clavaron en él, como esperando que despertara...

..lo cierto es que pasaría largo tiempo antes de que pudiesen volver a escuchar su voz.

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El cabello negro y alborotado se agitó suavemente con el aire que se colaba por la ventana. Tenía las gafas mal acomodadas y la túnica también. Miró hacia todas partes, como si esperara que en cualquier momento alguien saltase frente a él para impedirle el paso, y después de 10 segundos, en los que se cercioró de que todo estaba en orden, volvió la mirada.

-Campo libre.- murmuró, sonriendo.

Una tercia de chicos, todos de su misma edad, aparecieron de la nada, en el medio del pasillo, y se dirigieron en tropel hacia él.

-Muy bien, James Potter- dijo la voz del más alto de ellos, de ojos azules y cabello negro, empinando el rostro hacia el del primero. -¿Y que es eso tan importante -como para interrumpir mi sueño de belleza- que tienes que decirnos? - bostezó. -¿Y es que no podía esperar hasta mañana? ¡Tengo sueño!

El aludido sonrió, emocionado.

-¡Oh, no! ¡No podía! ¡¡Esto es lo mejor que nos ha pasado en años y no podía permitirme dejar pasar más tiempo antes de que pudiésemos estrenarle!!

Todos lo miraron, confundidos.

James se dio la media vuelta y miró fijamente el arrugado rostro de piedra de la vieja bruja tuerta que tenía frente a él. Sacó su varita, golpeó suavemente su joroba un par de veces y..

Dissendio!

Esta vez los chicos apenar si pudieron ahogar un grito.

Un pasaje acababa de abrirse en la joroba de la bruja, lo suficientemente amplio como para que cupiera una persona delgada. Se miraron los unos a los otros, sonriendo ampliamente, pero fue todavía mejor cuando James dijo:

-Lleva directamente al sótano de Honeydukes.

Peter Pettigrew estuvo a punto de ponerse a saltar y soltar chillidos de emoción: Era bien sabido por cualquier chico de Hogwarts lo aficionado que era el Gryffindor a la tienda de golosinas de Hogsmeade.

Sirius Black se cruzó de brazos y observó fijamente el pasaje abierto. Luego miró a James.

-¿Y cómo lo encontraste?

James frunció el seño.

-Realmente fue pura casualidad.. por alguna extraña razón me le quedé viendo y..- estiró nuevamente la varita y señaló unas cuantas runas escritas en la oreja derecha de la estatua. -Ahí dice lo que hay que hacer. Es extraño que, con tantos chicos que toman Runas Antiguas con nosotros, ninguno lo haya descubierto antes.

Remus Lupin subió la mirada al techo y suspiró. Tenía rato sin hablar. De un momento a otro sonrió y miró a sus amigos con una mirada maquiavélica en sus ojos dorados.

-¿Vamos?

Los demás le devolvieron la misma mirada y, al poco rato, ya resbalaban por el tobogán de piedra que bajaba hasta un pasillo oscuro y lodoso. Las túnicas negras se les embarraron de fango y cayeron unos sobre otros, armando un nudo de pies y brazos que tardaron rato en disolver. Peter chilló, debajo de todos, y Remus sacó su varita mágica.

-¡Lumos!

Las 4 miradas recorrieron el pasadizo bajo, estrecho y húmedo. Sirius bufó.

-La próxima vez bajaremos uno por uno, ¿está bien?

Los demás asintieron de inmediato.

-¡Ahora adelante!- y se encaminaron hacia el paraíso terrenal, asustándose, empujándose y sonriéndose unos a los otros, eufóricos. Finalmente habían encontrado una tercer forma para salir de Hogwarts sin que Argus Filch se enterase...

-¡Habrá que tenerlo en cuenta para cuando nuestro bebé esté listo!- exclamó Sirius, mirando con sus ojos azules cada roca del estrecho túnel. Remus asintió, al final de la comitiva, y Peter, en medio de los demás -le tenía terror a la oscuridad..- simplemente soltó una risita.

-A todo esto, todavía no hemos decidido cómo vamos a llamarle..- refunfuñó James, acomodándose las gafas. Llevaba la varita en alto, por encima de su cabeza, y la vieja capa de invisibilidad doblada entre su brazo izquierdo. -De hecho, ni siquiera hemos estado trabajando en él últimamente..

-No hemos tenido tiempo.- repuso Lupin, frunciendo el seño. -Ustedes han tomado más materias que Peter y yo juntos y nunca les quedan momentos libres por las tardes ni siquiera los fines de semana.. ¿En qué estaban pensando cuando se apuntaron para Runas Antiguas, Aritmomancia, Adivinación, Cuidado de Criaturas Mágicas y todas las demás optativas que pudieron?

Los dos hermanos se encogieron de hombros, sonriendo nerviosamente.

-No podemos quedar mal con nuestras admiradoras, viejo..- sonrió Sirius, mostrando su perfecta dentadura blanca. James sonrió y Remus entornó los ojos. Iba a volver a decir algo, cuando un aterrado grito de Wormtail les tomó por sorpresa. Casi saltaron los 3 al mismo tiempo.

-¡¡Por Merlín, Peter, no seas bestia!! ¡¡Por poco y haces que me de un infarto!!- gritó Prongs, llevándose una mano al pecho y respirando agitadamente.

-¿Se puede saber qué es lo que estabas pensando?- gruñó Padfoot, de la misma manera que su mejor amigo.

Pero Peter no les respondió. Apuntaba temblorosamente con una mano hacia el frente y se escondía detrás de Moony. Los demás llevaron su mirada hacia el sitio que el pequeño indicaba. Y por poco y vuelven a sufrir un ataque.

Un extraño bulto negro se encontraba interrumpiendo el paso a mitad del pasillo. Un bulto grande y alargado, que perfectamente hubiese podido pasar por un simple montón de trapos si no tuviese la simple y pequeña característica especial de que respiraba. Con el corazón a mil, Moony retrocedió ligeramente también, empujando a Peter hacia atrás.

-Se..será mejor que volvamos, chicos.- gimoteó Wormtail, temblando de pies a cabeza.

-¡Vamos, Wormtail! ¡¿Eres gallina?! ¡¡Es una persona y parece estar en aprietos!! Tenemos que ayudarle..- dijo James, mirando a su amigo de reojo. Sirius simplemente se encaminó hacia el obstáculo, apretando fuertemente la varita con el lumos en la punta.

Se arrodilló al llegar frente al cuerpo y estiró una mano. El desconocido tenía cabello negro y revuelto, usaba gafas y llevaba la túnica de Hogwarts. Una cicatriz en forma de relámpago cruzaba su frente empapada por sudor y fango y parecía tener fiebre..

Todo eso pasó a segundo plano en aquel momento.

Black cayó hacia atrás, de sentón, y ahogó un grito. Asustados, los demás se acercaron corriendo hacia él.

-¡¿Qué sucede, Padf...?!- James Potter se quedó callado.

Frente a ellos, inconsciente, en la mitad de un viejo pasillo desconocido hasta el momento por cualquier chico en Hogwarts, se encontraba la viva imagen de aquel que se hacía llamar Prongs.

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Notas de Ed: Claro está que éste fic tendrá continuación.. ¿verdad? o.o... Bueno, ésta es una de mis nuevas ideas para un fanfic xD ¡Cosa que convierte a Edward Wong Hau Pepelu Tivrusky 4th en la chica con MÁS fanfics inconclusos dentro de Fanficion.net! *o*U... O bueno, eso creo XDU Bien, me gustaría poder dexir que escribo éste fic io solita, pero la verdad es que no es así oxo.. éste es un fic que decidí compartir con mi querida beta, amiga y consejera (échale flores, mija, que para eso sirves xD) Myrtle xque me gusta bastante como escribe (aunque tampoco termine sus fics nunca ¬¬) y xque en parte me daba flojera escribirlo io solita :P Además de que es la única persona con la que puedo hablar de mis/sus fics por msn ._. ... así que taráaan! Akí está Crime of Innocence! ^__^.. Podrán darse cuenta de que se trata de el fanfic más "fuerte" que he ideado hasta el momento (ya llegarán las escenas..) junto con el de Bandits (no se preocupen, tb lo terminaré ToT), ya que se trata de un James&Sirius/Harry o~oU... La idea original era que fuese un James&Sirius/Hermione, pero.. al final mi pekeño cerebro pro slash sobresalió a la razón y ia ven :3 Nada más espero ke les haia gustado ._. .. nos vemos pronto! ^-^

Pd.- Yo siempre he pensado que, en realidad, Remus era más desobligado que Sirius y James.. es decir, él mismo lo dijo en cierta parte del libro 3o: "James y Sirius eran los alumnos más inteligentes del colegio" o algo así o.o.. así que se me hizo justo hacerles una versión Hermione a ambos xD Lo de que todavía no tengan el mapa, es xque según sé, lo hicieron hasta después de haberse convertido en animagos, y supongo que el tiempo que les llevó descubrir más secretos gracias a sus poderes nuevos fue por lo menos en el lapso de un año o.o.. ellos tienen 16 igual que Harry.

*No sé de ké color sea esa poción.. y si lo mencionaron lo olvidé x_x
**Tampoco sé de ké color sean los ojos de Cho, pero me gusta el negro con el violeta o.o!

Ed
shiniramen@hotmail.com
25 de junio, 2003.