No lo ha hecho mal
Disclaimer: todo pertenece a George R. R. Martin.
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Las imágenes vienen a su cabeza como en un sueño. Recuerdos de un tiempo pasado al que ya no puede volver. En su sueño ve la dulce sonrisa de su madre, la expresión risueña de su padre, el rostro pétreo de Stannis y el siempre alegre de Renly. Ve a Jon Arryn, calmado como siempre y a Ned, con su mirada imposible de descifrar. También la ve a ella, Lyanna, con aquella apariencia salvaje, pero pronto es reemplazada por Cersei, fría y altiva. Luego solo los ve a ellos, a sus hijos. Ve a la pequeña Mya riendo mientras él la coge en sus brazos. También ve a Edrick mirándolo con esos ojos llenos de orgullo y a todos los otros, a aquellos bastardos sin nombre a los que nunca ha llegado a conocer. Por último ahí están ellos, sus hijos legítimos: Joffrey, con esa mueca de superioridad tan parecida a la de su madre, Mircella, mirándolo con sus ojos verdes, iguales a los de su familia materna y a la vez tan diferentes, tan hermosos, tan límpidos, y Tommen, tan pequeño y tan fácil de hacer sonreír.
En sus últimos momentos Robert ve a todas esas personas que han marcado su vida y siente ganas de volver a abrazar a su madre, de prometerle a su padre que intentará seguir los consejos que le dio y que durante tanto tiempo ha ignorado. Quiere decirle a Stannis que deberían hacer algo juntos como antes de que él se marchara al Nido de Águilas. Quiere decírselo a renly también; y quiere volver a hablar con Jon, agradecerle todo lo que ha hecho por él. También quiere ver a Ned y volver a repetirle que es como un hermano para él, porque siente que últimamente no se lo ha demostrado precisamente. A Lyanna también quiere hablarle aunque no sabe qué desea decirle. Tampoco sabe qué contarle a cersei. Quizá le debe un lo siento porque ella no tiene toda la culpa de la ruina que es su matrimonio; y a los niños. . . a los niños. . . ni siquiera sabe qué hacer con los niños. Le gustaría volver a coger a Mya en brazos y contarle a Edrick historias sobre la rebelión. Le gustaría conocer a sus bastardos sin nombre; enseñar a Joffrey las cosas que a él le ha costado tanto aprender y jugar con Mircella y Tommen a cualquier tontería sin tener que preocuparse por nada más.
Le gustaría, pero su tiempo se acaba y ya nada de eso puede hacer. Ha perdido sus oportunidades, todas ellas. Robert Baratheon morirá como un mal hijo, un mal hermano, un mal esposo, quizá un mal prometido también, un mal amigo en ocasiones y sobre todo un mal padre, un mal rey. No, Robert Baratheon ha vivido siendo todas esas cosas, mas no morirá así.
Robert Baratheon se aferra a la vida con todas sus fuerzas. Porque ya ha hecho demasiadas cosas mal en su vida y esta, la última cosa que haga, no será así. Así que reúne todas las fuerzas que le quedan para seguir luchando.
–Llamad a Ned –Dice.
Hablan durante un buen rato. Después, Robert Baratheon puede morir tranquilo. Sabe que eso sí que no lo ha hecho mal.
