La vida a sido dura desdé que mamá, se fue de casa papá y yo; nos costo acoplarnos , ya que aun en ese tiempo era muy pequeña, de tan solo con cuatro años, me tuve que hacer responsable con los deberes del hogar y papá trabajar más duro de lo normal en una agencia que lo mataba con muchos papeleos y un jefe que lo trataba peor que un obrero.

Así era nuestro mundo, cada día, tenia que quedarme sola en casa, sin ver los peligros que pasaba a mi alrededor, había aveces que salia para ir al supermercado para comprar algo para comer, en cuando entraba, la gente me miraba tan extraño, al principio no entendía el porque, pero en una conversación.

-De nuevo esa niña esta comprando sola.-Yo miraba atentamente a esa dos mujeres, quienes hablan en un tono de voz alto, que casi podía oírse.

-Pobrecita debe ser tan difícil que su madre la haya abandonado.-Decía la otra mujer, viéndome con lástima, enseguida me aleje para irme a otro pasillos, me recargue en el mueble, abrazando mi bolsa sobre mi pecho, aunque doliera era verdad lo que decían esas mujeres, aunque mi papa negara y dijera que mama volvería a casa con nosotros para ser una familia, pero debíamos ser realistas, eso nunca pasaría, ¡Jamas!

Con el tiempo me volví más fría de lo normal, era distante con la gente, hasta con mi padre, empecé a encargarme a prperar la comida por mi misma, al principio sabia asqueroso, tirarlo no estaba para eso, el dinero que le daban a mi padre no era mucho no estábamos para tirar la comida a la basura, asi que de mala gana me lo comía aunque al final sabia que me dolería el estómago, pasando los años comencé a mejorar incluyendo otras cosas como mi educación y mis modales estaban dando los frutos de mis esfuerzos se podía sera que era la chica perfecta...

-Una joven bajaba los escalones, con calma,su mano deslizandose en el barandal de madera. Al llegar, al piso; se dirigía a la sala sin entrar se encontró para su sorpresa, ropa tirada, botella de alcohol, y aun hombre tirado en el sofá boca abajo, la chica se encamino hacia allá, para recoger el desastre que había echo, no era posible que volviera a beber , de haberle prometido que ya no lo haría, no sabia si estar molesta o golpearlo con la botella por el mal ejemplo que le estaba dando, al tomar la botella y ponerlo sobre la mesa de madera, dándole algo fuerte haciendo sonar al ponerlo. -Buenos días Kikuo.- La saludo su padre volteando el lado donde estaba se topo la mira molesta de la joven que tenia los brazos cruzados.

-Que tiene de buenos Jorsh...-Le contesto molesta, golpeando en el suelo, con sus pantuflas color lavanda.

-Perdón, pero tuve un día muy agotador en el trabajo.-Dice dando una excusa, que había dicho desde que tenia memoria.

-Rodó los ojos.-Ve a contarle ese cuento a otro jorsh, yo si tengo cosas que hacer.-Dice recoguendo todo el desastre para irse a la cocina de inmediato.

-El hombre se levanta , para sentarse en el sofá, se rasco la cabeza y miro a su hija poniéndose el delantal, sabia que estaba muy molesta con el, pero aunque intentara dejar de tomar , todo seguiría igual , los años que a dejado a su pequeña nadie se lo regresaría para estar a su lado.-Kikuo, ¿Que te parece si vamos a comer afuera?-La chica voltea.

-Con que dinero jorsh...-Le pregunta con tanta seriedad.

-Pues mi jefe me dio esta quincena un dinero extra , y bueno ya aparte todo de los gastos nos queda para darnos un gustito que te parece.-Dice su padre con una sonrisa que no podía decirle que no ,ni siquiera podia estar enojada con el por mucho tiempo.

-De acuerdo, pero yo elegiré el lugar.-Su padre asiente muy feliz.

En un rato mas tarde...estaba en un restaurante de sushi, kikuo y su padre habían pedido dos platos de Ramen, ella soplaba con delicadeza el caldo, su padre miraba como lo hacia , solo de verla como había crecido tan rápido le daba mucha tristeza por no compartir esos momento con su niña.

-Unas jóvenes gritaban como locas ,kikuo mira hacia la ventana, dónde ve, un grupo de chicas que estaban en un restaurante esperando afuera.-¿Las jóvenes de ahora gritan por cualquier cosa?—Dice su padre rompiendo en silencio entre ellos.

-Bufea.-Son infantiles se podría decir, como pueden ponerse felices por algo tan patético. -Dice con un tono frío y mirando con molestia a las chicas de afuera.

-Su padre se ríe. -Pero kikuo, como puedes decir esas cosas, si tu también sueles comportarte infantil.-La niña aparece un leve sonrojo y desvía la mirada haciendo un puchero.

-Jorsh...

-Mhpmh...

-Se que aun soy aun estudiante de escuela media, peeo me gustaría saber si pudiera trabajar.-Deja de comer y mira a su hija con mucha atención, recarga sus brazos sobre la mesa.

-¿Y de que quieres trabajar?—Le pregunta.

-No se como tutora,dando clases con las materias que no entiendan—Dijo algo animada, pero sin quitar su faceta seria—Soy excelente estudiante, tengo las mejores calificaciones de mi clase, así que no se me hará nada complicado explicar.

-Pero kikuo, no te gustaría hacer otras cosas de tu edad.

-¿De mi edad?—Respondio—-¿Como que? —Pregunto.

-No se, salir con tus amigos o amigas.

-Papa, sabes perfectamente que no tengo amigos , aparte no tengo tiempo para esas cosas absurdas, debo pensar en mi futuro , en como tener un empleo.

-Pero kikuo, no te gustaría tener un novio, una familia.

-Sale un risilla de sus labios.-Para que luego me abandonen como mamá lo hizo, prefiero quedarme sola.-Su papa agacho la cabeza, sabia que aquel pasado nunca lo olvidaría tan fácilmente.