Sueños de medianoche.

Prologo: Pasado.

Todo estaba tranquilo en las afueras de la ciudad, nadie a la vista, pero, cuando menos lo esperas algo tiene que pasar.

El caminaba por las calles desiertas, sin preocupación alguna, como si no le afectara la oscuridad de la noche y la aterradora tormenta que se avecinaba, el viento movía su cabello dorado como una caricia por parte de la oscuridad, sus ojos resplandecían con cada minúsculo destello de luz y en su rostro se podía percibir la serenidad del estar solo en una noche perfecta, vestía una gabardina negra y debajo una camisa de seda negra que sobresalía a unos jeans negros; todo esto asía sobresalir el extraño color dorado de su cabello y ese sorprendente azul zafiro de sus ojos.

Sin embargo al otro lado de la ciudad algo parecía no estar en orden, alguien se apoderaba de la soledad de la noche para algo, pero, a quien le preocupa esa actitud por parte de un extraño.

El hombre parecía algo preocupado pero trataba de no demostrarlo y fingía, de manera muy mal, estar tranquilo.

-¡oh!, vamos no te preocupes- se escuchaban murmullos- ¿si es la primera ves que lo haces? –pregunto un poco decepcionada al hombre que temblaba frente a ella.

-no, es que solo…-dudo un momento- creo que esto no es correcto.

-jaja… no me digas que eres un cobarde –se burlo de el- si no eres lo suficientemente hombre mejor lárgate, -lo empujo con delicadeza pero firmemente por el hombro-anda antes de que decida matarte.

El hombre corrió sin regresar la vista hacia atrás pero la risa de la hermosa chica resonaba en su mente y por más que corría esta no lo dejaba, en un instante el cayo precipitándose al suelo cual tan largo era.

- aléjate –fue lo ultimo que pudo gritar.

Mientras trataba de protegerse inútilmente de aquel horroroso ataque, su sangre comenzaba a fluir de las heridas, su cuerpo ya no le respondía ya que dentro de el se encontraba el veneno que se había introducido por una herida cuidadosamente plantada en su yugular en forma de dos pequeñas incisiones, este fue levantado por unas delicadas manos pálidas y fue observado por unos ojos verde jade.

- ¡oh! pobrecillo –dijo la chica mientras lo sostenía de la chamarra en tono burlón- yo te lo dije, mas eres un idiota, como te puedes tropezar con tus propios pies –le sonrió con una mueca divertida- pero como soy educada te matare ya que no me eres útil –acerco sus delicados labios a la herida en su cuello y lentamente comenzó a beber del preciado liquido vital.

Ya terminado el trabajo dejo caer el cuerpo sin vida del hombre y se dedico a limpiar meticulosamente la sangre se sus delicados labios mientras se alejaba sonriendo hacia un punto especifico de la ciudad, en donde un chico de cabellos dorados caminaba entre la oscuridad.

- baya, baya otra presa fácil y yo que creía que en esta noche me seria mas difícil encontrar un poco de alimento –sonrió y comenzó a tomar velocidad para dar un gran salto y sin ninguna dificultad llegar al tejado de un edificio de mas de ocho pisos de alto que se encontraba a tres calles de el parque en el que había dejado el cuerpo de un pobre hombre sin suerte.

Mientras ella se dedicaba a pasar de un edificio a otro con la agilidad de un felino y pensaba en como atraer a su nueva presa hacia ella, del otro lado en la orilla del mar, mas específicamente en el muelle se encontraba un joven de no mas de diecinueve años sentado en la orilla admirando la grandeza del océano y su impotente poder pero su mirada demostraba tristeza y nostalgia al admirar las olas gigantescas provenientes del mar, trayendo consigo un sinfín de recuerdos mientras la brisa tranquila y libre del mar lo saludaba mientras el la recibía serrando los ojos y dejando que esta jugara con su cabello libremente.

- ¿por que? Solo quisiera saberlo… -se preguntaba dejando que un suspiro se adueñara de su vos- ya es tarde, es mejor que me retire –se dijo a si mismo mientras se levantaba y comenzaba a caminar por el muelle adentrándose entre los edificios de la ciudad.

Muchas cosas pasaban por su cabeza, recordando lo que el era, para sentir dolor y sufrimiento, uno tan intenso que el deseaba la llegada de su muerte por lo que era, mejor dicho, en lo que lo habían transformado ya tiempo atrás, el recuerdo llego fugas a su mete y el dolor lo obligo a detenerse debajo de la tenue luz de una farola.

- se que nada de eso fue mi culpa –se dijo a si mismo- pero eso me ha dejado dolor y sufrimiento, lo único bueno que sale de esto es que pronto terminara –miro su reloj- si en unos minutos yo quedare en el pasado y lo mejor es que mi dolor se extinguirá por siempre, el daño que alguna ves cause dejara de atormentarme y mi existencia abra terminado –planto su vista atentamente su reloj y claramente marcaba cinco minutos para las doce de la noche, el día se terminaba y uno nuevo llegaba pero no cualquier día sino el día que todo mundo celebra en determinado momento- si, en cinco minutos será el día diez de octubre, el día de mi decimoctavo cumpleaños y todo abra terminado –se dijo a si mismo recordando las palabras del que algún día fuese su padre.

- no te preocupes, el mal terminara cuando tu cumplas dieciocho años y la maldición que se te fue impuesta desaparecerá –sostuvo un silencio y prosiguió- pero, tu vida –le dio la espalda para no mirarlo a la cara- tu vida se ira y morirás, -esto ultimo sorprendió al pequeño que se encontraba tras el- pero no podrás morir antes de que se cumpla este plazo ya que la criatura que se encuentra dentro de ti no dejara que te arrebates la vida puesto que la comparten y la única manera de que puedas morir es condenarte a esperar trece largos años a que el veneno que matara la criatura comience a hacer efecto –dicho esto se acerco al pequeño y le entrego un pequeño recipiente con un liquido cristalino mas puro que el agua que comenzó a resplandecer con una tenue luz plateada al contacto delicado del dedo de su padre- se que no debería hacer esto, lo miro con una sonrisa cansada y le acaricio una mejilla- no debería dejarte sin padre pero tu no lo decidiste y se que eres un niño listo, se que no soportas el dolor que se encuentra dentro de ti y se que algún día lo comprenderás –se acerco al pequeño aun mas para besar su cabeza- lo lamento pero esto es necesario –le susurro mientras se levantaba y se alejaba un poco- lo lamento espero que algún día me perdones ya que yo tuve la culpa de lo que te ocurrió.

El pequeño lo miro dándole a entender que el no lo culpaba pero nada salio de sus labios y el padre se alejo y salio de la pequeña cabaña, el niño lo siguió pero al instante de encontrarse afuera el hombre de cabellos dorados y ojos azules como zafiros idéntico a el, comenzó a despedir una luz plateada idéntica a la del recipiente que aun sostenía, cruzaron miradas el padre asintió con la cabeza y comenzó a desaparecer lentamente mientras unas lagrimas corrían por su rostro. Unos segundos después el niño tomaba del pequeño recipiente con los ojos serrados y deseando que el final llegara para el también.

Algo lo sobresalto sacándolo de sus pensamientos- quien esta ahí –exigió saber.

- solo estoy perdida y necesito indicaciones –le sonrió de forma coqueta mientras se acercaba a el.

- lo lamento pero no soy de por aquí y no sabría ubicarla –le dedico una reverencia y comenzó a alejarse de la joven de ojos verdes y hermosa figura- pero es muy tarde y le recomiendo buscar refugio ya que una tormenta se acerca y es muy tarde.

- por favor, necesito su ayuda creo que me encuentro perdida y no se en donde puedo refugiarme –ronroneo y se acerco un poco mas.

- lo lamento pero tengo prisa, además no tengo alternativa ya que moriré en breves momentos –pensó- y ya le mencione que no conozco la ciudad, disculpe me retiro.

- pero no debería negarle ayuda a una mujer como yo –y se abalanzo sobre el tomándolo por el cuello con sus delicados brazos.

-¿como? –fue lo que dijo al ser sorprendido por la acción de la joven.

- no te preocupes esto terminara rápido –dijo la chica y acerco sus labios al cuello del joven.

- no lo hagas –le rogó el rubio pero era demasiado tarde ella lo había mordido y el sentía como el veneno comenzaba a tratar de paralizarlo.

En ese momento mientras el veneno de ella comenzaba a circular por todo su cuerpo el reloj de la torre cercana comenzó a sonar dando a conocer que llegaba la medianoche, el con todas sus fuerzas alejo a la chica de el deshaciendo el abrazo y tirándola al piso mientras ella reía y se levantaba del suelo con gran elegancia.

- jaja… demasiado tarde, ¿no crees? –Le sonrió y se acerco al joven que caía arrodillado ante ella- lamento anunciarte pero creo que serás mi alimento cuando el veneno que te acabo de proporcionar termine de actuar en ti y pierdas toda tu movilidad. -ella se acerco al muchacho y lo tomo de la barbilla- sabes pensándolo bien, ya me encuentro satisfecha y tu pareces ser buen mozo –diciendo esto acerco su perfecto rostro y mirándolo detenidamente con unos hermosos ojos verdes lo beso con pasión mientras el estaba arrodillado frente a ella- sabes, -se incorporo parándose frente a el- te he otorgado la vida eterna y me debes lealtad por toda la eternidad y claro siempre te tendrás que arrodillar así cuando yo te lo ordene –ella lo miro con autoridad mientras el reloj de la torre terminaba con su anuncio de la hora.

- sabes lo que as echo –el murmuro sorprendiendo a su compañera.

- claro he conseguido a alguien que se convierta en mi esclavo, o si te portas bien en mi pareja –le sonrió y trato de dar un paso hacia el.

-no, te equivocas –le reclamo aumentando el volumen de su vos.

- claro que no, y ya no vuelvas a levantarme la vos de nuevo.

- si, como si yo tuviera que obedecerte –se burlo ganándose una mueca de reproche por parte de la chica- yo quien se suponía que tenia que morir hace unos segundos –sonrió con tristeza- y que ahora esta condenado a vivir por siempre y lo peor es que no se que sucederá –le sonrió mientras caía al suelo iluminado por una luz plateada y comenzaba a retorcerse del dolor apretando su estomago.

- ves eso es lo que pasa cuando no me tratan bien ya que he quitado el veneno paralizarte y he dejado que sufras mientras te transformas –dicho esto comenzó a reír con una delicada risita que parecía la de un ángel- ¡oh! ¿Que ocurre nunca te habías transformado en vampiro? –Dicho esto se alejo un poco para ver la transformación- baya –dijo después de unos momentos- se supone que no deberías tardar tanto en transformarte –se acerco un poco para verlo de cerca y noto el resplandor que salía de su cuerpo.

Si, el resplandor que en un principio era de color plateado y que lo cubría levemente comenzaba a tornarse rojo y eso nunca había pasado, o que ella lo supiera de otro vampiro debería ser una tonalidad plateada todo el tiempo, ya que ese era el color de la esencia mortal de todo ser viviente y se acerco un poco mas para investigar, respiro profundamente para percibir el aroma que se debería de genera al ser inmortal ya que todos los vampiros lo reciben y es como u marca personal de perfume que los marca y los identifica por separado.

- que extraño –le dijo al joven que aun después de cuatro horas aun se retorcía de dolor encogido sobre si- ya debería de haber terminado el proceso, pues por lo general termina en una hora, o tal vez menos o mas, no lo se pero, te tardas demasiado –le reclamo y en ese momento el comenzó a incorporarse.- si así esta mejor, dime ¿como te sientes?

- ¿en donde me encuentro? –pregunto con vos cansada tratando de levantarse del frió suelo de roca- ¿Qué ocurrió? –decía con los ojos cerrados a la joven que se encontraba a unos pasos de el mirándolo con curiosidad.

- ¿Qué? no me digas que eres el primero que pierde la memoria después de transformarse –se burlo coquetamente.

- ¿transformarme? –pregunto casi para si mismo mientras trataba de abrir los ojos para mirar a la dueña de la vos- ¿en que?

- ¡oh! Vamos no me aras repetirte todo otra vez, ¿o si?

- ¿repetirme a que te refieres? –el la miro decidido.

- ya te lo dije -se acerco y lo tomo nuevamente de la barbilla para verlo a los ojos- ¿como? Como es que tus ojos ahora son rojos –se sorprendió ya que ella anteriormente los había visto color azul zafiro- baya esto si que es interesante –pensó.

- ¿como que interesante? ¿A que te refieres?

Esto último sorprendió a la ojiverdes tomándola por sorpresa – valla, con que tienes habilidades –le dirigió una sonrisa- eso quiere decir que no desperdicie mi tiempo, vamos sígueme –le dijo mientras comenzaba a caminar lentamente frente a el

El sin saber nada trato de incorporarse para después precipitarse al suelo nuevamente golpeándose la cabeza dejando salir una expresión ahogada de dolor.

- ¡no! –Le contesto mientras se levantaba del suelo nuevamente- no iré con tigo –ahora ya avía levantado su vos que casi le avía gritado.

-como te atreves a desafiarme –le reclamo la chica mientras se dirigía a ponerse frente a el.

- simplemente porque se me da la gana –le dijo mientras se incorporaba totalmente y con cuidado de no volver a precipitarse al suelo, mientras tocaba un lado de su cabeza que sangraba.

- eres un idiota, yo te he creado y me debes lealtad –le reclamo tratando de colocarse a la altura de sus ojos- ¿como es que sigues sangrando? –Le pregunto mientras notaba la mancha de sangre que estaba en su mano y que manchaba el tono dorado de su cabello- esto no debería de haber pasado –le reclamo- explícame como es que aun sangras.

- no lo se pero lo que si se es que tu no eres mi dueña –dicho esto el le mostró una cara llena de odio mientras sus colmillos salían en forma amenazadora.

- ¿Qué? –Le pregunto alejándose aun más- ¿Cómo es que tienes col…? -fue interrumpida por un golpe que dio en el suelo rompiendo barias de las placas que componían las calles de piedra.

Ella logro esquivar el golpe pero cuando busco el segundo ataque el joven de ojos zafiro ya no se encontraba en ese lugar, ella dejando escapar su frustración dejo salir un grito a todo pulmón, dejando ver en su perfecto rostro unos colmillos y el deseo de la venganza.