Cap.1: Prólogo
Seth Clearwater P.O.V
Estaba sentado en el sillón de mi casa mirando televisión. No había mucho que hacer a finales de mayo, siendo uno de los últimos fines de semana del año escolar y con los neófitos y la vampira Victoria, ya destruidos.
A veces me era difícil dejar de pensar en vampiros, hombres lobo y peligro. Era un tema que rodeaba mi vida.
Era normal despertarse en la mañana, transformarse en el bosque y esperar que malas noticias nos llegaran, pero ese día sentí que no iban a haberlas
-Cariño, ¿quieres algo para desayunar? Tu hermana no tardará en llegar de su ronda- Dijo mi mamá desde la cocina. Sonreí pensando que jamás habría mejor persona que ella.
-Déjame ayudarte- Me levanté del sillón y me dirigí a la cocina, que desde que me había convertido en hombre lobo, era un tanto pequeña para mí.
-Claro que no jovencito. Vete a descansar. Cuando esté listo te aviso- Me acarició cariñosamente la mejilla y se dio vuelta para seguir cocinando el desayuno.
Me senté de nuevo en el sillón y comencé a buscar algún programa divertido, cuando alguien tocó la puerta.
-Yo voy mamá- Me levanté y abrí la puerta, para encontrarme con Billy.
-Seth, ¡cada día más grande muchacho!- Cuando era más chico, solía pensar que nadie podía ser más alto que él, ahora me era normal bajar la mirada para verlo. Me pasaba lo mismo con las demás personas, excepto con los de la manada.
-Billy, pasa. Sue esta haciendo el desayuno- Antes de que Billy diera un paso, Leah apareció detrás de él.
Billy se dio vuelta y la saludo.
-¿Que hay Billy?- Billy siempre le había caído bien. El, mi mamá y yo éramos los únicos a los que ella no trataba como una arpía… bueno algunas veces me molestaba pero eso era típico.
-Pues, hay buenas noticias- Wow… extraño.
Entramos a la casa y Billy se acercó a la cocina para hablar con mi mamá.
Volví a tomar asiento y encendí el televisor. Leah se prendió.
-…Y parece que los Rigby se mudaron a La Push de nuevo hace semanas- Pude escuchar decir a Billy.
-¿Ellos no se habían ido como 10 años atrás?- Preguntó mi mamá con un tono extrañado.
-Sí… solo me acuerdo que tenían dos hijos. Maxwell y Eleanor- Esos nombres se me hacían conocidos...
-¿Cuantos años tienen ahora?-
-Maxwell 17 y Eleanor 16- Contestó Billy. Entonces recordé que solíamos jugar con ellos en la playa cuando éramos pequeños.
Flash Back
-Yo soy Jacob Black y ellos son Seth y Leah Clearwater- Dijo el pequeño Jake de tan solo 7 años.
-Yo soy Max Rigby y ella es Eleanor, mi hermana- La pequeña Eleanor estaba escondida detrás de su hermano. Asomó la pequeña cabeza y al verme sonriéndole, se volvió a esconder detrás de él.
-Vamos, Elle… no seas tímida- Dijo su hermano. Lentamente ella salió del escondite y nos sonrió a todos.
Leah que era la más grande y más alta de todos dijo:
-Estábamos jugando a las escondidas. ¿Quieren jugar?-
-Genial. Yo cuento- Dijo Max. Eleanor asintió.
-Date vuelta y cuenta hasta…-Leah nos contó a todos y al darse cuenta que éramos 5 dijo- 50.
Max se dio vuelta y comenzó a contar lentamente.
Antes de que Eleanor y yo pudiéramos darnos cuenta, Jake y Leah ya se habían escondido en lugares separados.
-Ven, conozco un lugar genial- Dije corriendo. Ella me siguió a un paso apresurado, y al ver que era un poco más lenta que yo, corrí lentamente.
Nos escondimos en el hueco de una gran roca y al ver que se reía le dije: Shh. Tapó su boca con sus manos y escuchamos a Max gritar: ¡Listos o no, allá voy!
Esperamos unos minutos, sintiendo esa emoción que siempre sentías cuando pensabas que te iban a atrapar.
-Cuando venga, corres lo más fuerte que puedes- Le dije. Ella asintió.
Escuchamos los pasos acercarse y vimos las piernas de Max cerca de la roca.
Por suerte no se dio cuenta de que nosotros estábamos ahí abajo y fue para el otro lado.
-¡Corre, corre!- Le grité al ver que estábamos en ventaja. Los dos salimos disparados y comenzamos a correr hacia el lugar donde Max había contado.
Los dos nos reímos al ver que Max intentaba alcanzarnos. Entonces escuché el sonido de alguien cayéndose atrás mío. Me dí vuelta y vi a Eleanor en el piso, tomándose el pie descalzo, que le sangraba un poco. Se había cortado con un vidrio.
Me acerqué a ella y vi que no lloraba. Solo tenía una expresión de dolor.
-¿Estas bien?- Le pregunté preocupado. Levantó la vista hacia mí y asintió.
-Duele mucho, pero estoy bien- Dijo con voz angelical. Entonces Max se acercó hacia ella, preocupado y se disculpó con nosotros antes de irse a donde estaba su madre.
Fin del flash back.
-¿Y porqué se mudaron de nuevo a la Push?- Preguntó mi mamá. Traté de escuchar la respuesta, pero antes de poder hacerlo un aullido de lobo resonó en las paredes de mi casa. Dejé de escuchar la conversación y miré a Leah.
Sam nos estaba llamando.
Billy y Mamá se dieron vuelta y nos sonrieron como dándonos a entender que nos podíamos ir tranquilamente.
Corrimos hasta el bosque. Leah iba unos 50 metros adelante mío.
Ella paró y yo seguí corriendo.
Dejé que mi hermana se perdiera detrás de mí para poder sacarse la ropa. Seguí corriendo, mientras me sacaba la remera y una vez que quedé justo como dios me trajo al mundo, acomodé la ropa en mi tobillo y dejé que el calor se expandiera por todo mi cuerpo. Salte, dejando que el lobo se apoderara de mí.
Todo se veía más claro y los olores del bosque me embriagaban. Podía sentir cualquier sonido. Desde una rama partiéndose hasta una hoja cayendo al suelo.
-…no te preocupes Leah. No pasó nada grave. Solo tenemos que discutir un asunto- Dijo la voz de Sam.
-¿Qué es lo que pasa Sam? Nos tienes a todos en suspenso- Dijo Embry que estaba sintiendo miedo.
-Apúrate Seth- La orden del Alfa hizo que mis pasos fueran más rápidos.
-Ya voy, ya voy. Leah, ¿ya llegaste?-
-Aquí estoy enano-
-Pues creo que enano no es una palabra que defina a Seth- Dijo Embry.
-Es el más enano del grupo- Pensó Jared. Yo le gruñí en chiste y todos se rieron.
-No, no… los más enanos son Collin y Brady- Pensó Quil. Los aludidos comenzaron a protestar.
-Al menos no somos pedófilos como tú- Dijo Brady en tono de broma. Todos no reímos, hasta Quil, que se daba cuenta de que era una broma.
Llegué rápidamente al punto donde todos se encontraban.
-¿Ahora puedes abrir el hocico Sam?-Preguntó Jared al verme llegar.
-No sé si escucharon, pero la familia Rigby se va a mudar a la Push de nuevo-
-¿Quienes son esos?-Preguntó Paul.
-Tú no te acuerdas, pero Leah, Seth y Jacob solían jugar con ellos hasta que se mudaron a Londres. No sabemos por qué motivo van a volver- Dijo Sam
-Sue estaba hablando de eso con Billy- Dijo mi hermana- ¿Pero que tiene de malo? Cuando los escuche parecían nerviosos-
-Que los hijos son mitad Quileute-
-¿Y…?-Pregunto Collin sin entender el concepto. Brady y él, a pesar de ser jóvenes, habían aceptado el hecho de ser lobos. Les encantaba serlo y se sentían como un niño en una juguetería.
-Que hay que vigilarlos de cerca. Y no solo a ellos, también a Colin y Brady – Collin y Brady protestaron una vez más, pero Sam los hizo callar.
-¿Acaso tenemos que ser niñeras?-Preguntó Leah fastidiada. Collin y Brady sintieron un poco de culpa ante eso.
-A mi me hubiera gustado un poco de ayuda cuando estaba por transformarme, además no sabemos si ellos saben las leyendas. No van a entender mucho- Dijo Sam enojado.
-¡¡Nosotros sabíamos las leyendas y no nos sirvió de nada!!- gritó Leah cansada de que todos siempre fueran víctimas. La entendía… jamás la habían tomado enserio a ella, teniendo 19 y ahora pretendían que ella tomara enserio a unos niños de 13 años.
Paul le gruñó al ver como se dirigía hacia Sam y una ola de furia me invadió, provocando que yo gruñera hacia él mostrándole mis dientes.
-¡No te metas con ella!- Grité hacia Paul. Mi hermana sintió preocupación y comenzó a drigirse hacia Paul.
-¡Basta!- Gritó Sam enojado. Al instante los dos dejamos de pelear. Pude sentir el agradecimiento que Leah sentía hacia mí y la furia que sentía hacia Paul.
-Seth- Dijo Sam mirándome- Eleanor y Maxwell van a entrar al instituto de la reserva. Tú irás al mismo curso que Eleanor. La vigilarás de cerca a ella, al hermano y a Collin y Brady-
-Lo siento Seth- Dijo Collin con culpa. Brady se sintió de la misma forma.
-No hay problema chicos- Dije para hacerlos sentir mejor. Ellos me caían bien -pero… ¿que hay de las rondas?-
-Tienes que ir al instituto Seth y ustedes también, chicos- Dijo Sam refiriéndose a Collin y Brady- Si los necesitamos, los llamaremos- Que fastidio era ser uno de los más chicos.
-Muy bien… ¿saben si Jake esta bien?- Pregunté un poco preocupado por su desaparición. De repente, sentí la tristeza de todos.
-Estoy bien Seth…- Sonreí internamente al escuchar su voz. Todos nos emocionamos.
-Jake, vuelve a casa- Todos empezaron a decirle que volviera.
-Déjenlo en paz. El va a volver cuando esté listo- Dijo Sam. Supe que no había sido una orden porque no había hablado con esa segunda voz, pero dejamos de molestarlo porque entendimos que no debíamos hacerlo.
-Pueden transformarse- Dijo Sam.
Me dirigí a una parte escondida del bosque y me transforme de nuevo para luego ponerme la ropa.
Mientras corría hacia mi casa, no pude evitar pensar en lo molesto que iba a ser el instituto.
Eleanor Rigby´s P.O.V:
-¡¿Donde demonios esta mi CD Maxwell Rigby?!- A veces mi hermano es un fastidio.
-No se de que hablas- Dijo apareciendo por la puerta de su habitación.
-Hablo de un CD… de Los Beatles… que se llama Abbey Road -Dije como si fuera obvio.
-Ah, sí… no, no tengo idea- Dijo haciéndose el tonto.
-¿Y porque puedo escuchar "Something" desde tu habitación?- Puse mis brazos en jarra.
-No se de que hablas- Dijo con su papel de Maxwell-no-entiendo-nada -Rigby. Lo empujé con fuerza para poder pasar por su puerta, saqué el CD de su reproductor y lo guarde en su caja un poco enojada.
Al ver que me iba a ir con esa expresión mi hermano me tomó de la cintura y comenzó a hacerme cosquillas.
-Jajajajaja… Déjame… Jajajajaja- La cosquillas me mataban.
-Solo dime que me perdonas- Dijo con una sonrisa.
-¡Jamás!- Y traté de escaparme pero el me tomó por las piernas y me alzó sobre sus hombros, dejando caer todo mi torso sobre su espalda.
-Suéltame- Seguí riendo.
-Dilo…-
-Ni en tus sueños, Rigby- Los dos nos reímos.
-Si no me perdonas… comenzarán los abrazos de osos- Amenazó
-¡Todo menos eso!- Grité teatralmente.
-Tú decides-
-Está bien… te perdono- Me dejó en el piso y antes de poder irme con una sonrisa, me tomó del brazo y me encerró en un abrazo. No era un abrazo de oso; era un abrazo que me encerraba en muros, y me dejaba desahogarme.
Desde lo que había pasado él y yo éramos más unidos que nunca. No nos habíamos alejado. El dolor era demasiado fuerte y sin él, era imposible respirar.
Ese abrazo corto con mis risas y sentí una oleada de tristeza recorrer mi cuerpo. Escondí mi cara en su pecho y suspiré cansada de todo.
Reprimí las lágrimas que estaban por aparecer.
-Vamos a estar bien pequeña-
-Lo sé… es solo que siento nostalgia- Hacía más de dos semanas de lo sucedido. Nos habíamos mudado a La Push hacía dos semanas, el lugar donde habíamos vivido antes de irnos a Londres.
La casa seguía un poco desordenada.
-Al menos el lugar es lindo- Dijo mirando el horizonte desde su ventana. Me senté en su cama y el hizo lo mismo.
-Sí… al menos vamos a conocer gente nueva- Max sonrió.
-¿Recuerdas a Jacob Black y a los hermanos Clearwater?- Una imagen de nosotros a los 5 y 6 años me llegó a la mente.
-Creo que sí… capaz que sigan viviendo aquí- Dije con una nota de esperanza en mi voz… era extraño sentir esperanza luego de todo lo sucedido.
-Será mejor averiguarlo- Dijo con una sonrisa verdadera. Nos quedamos callados por unos momentos, mirando el pequeño bosque que se extendía hasta unas casitas, hasta que él habló.
-Este lugar es demasiado tranquilo. Creo que me voy a aburrir demasiado aquí-
-Tienes razón, pero capaz que un poco de tranquilidad nos vendrá bien- Nos reímos un rato.
-Chicos, el almuerzo está servido- Escuchamos la voz de mamá y nos apresuramos en una carrera hasta el comedor.
-¡El que pierde lava los platos!- Grité pasando a mi hermano y llegando a la mesa.
Que tranquilo que iba a ser vivir en La Push.
Nueva historia entre Seth Clearwater y Eleanor Rigby :) espero que les guste :D y que me dejen reviews :D
Los adora
Laura :D
