Buenas gente~

Lamento mucho este larguísimo descanso que me he tomado, pero prometo que retomaré de nuevo las historias dentro de lo posible.

También, os advierto que sufrirán unos grandes cambios tanto en la trama como en la forma de escribir

Ahora, espero que disfrutéis de la historia~

Los personajes pertenecen a Nintendo


PROLOGO

...

En esa tarde, una tranquilidad inusual bailaba en el ambiente; el sol se encontraba apenas subiendo por el noreste, provocando una tenue luz que, acompañada por la suave brisa que se movía entre los árboles, diera un ambiente mágico gracias a los charcos y a las gotas de la lluvia caída la noche anterior.

Por las solitarias calles de ciudad Calagua, una joven pareja caminaba charlando de forma amena agarrados de la mano.

La muchacha, de un cabello corto de color cenizo, piel clara como la leche y unos hermosos y brillantes ojos zafiros, iba semi-apoyada en el hombro de su acompañante mientras observaba con una gran sonrisa como su pequeña skitty jugaba con el pikachu de este. Vestía unos legins de color negro y un vestido hasta medio muslo de tirantes rojo; unas deportivas y unos guantes sin dedos, de los colores nombrados anterior mente, junto con una diadema con forma de lazo en su cabeza del mismo color que el vestido.

En cambio, el joven, un morocho de cabellos azabaches y con unos encantadores ojos del color de el mayor dulce del mundo, reía viendo como sus compañeros se entretenían con cualquier cosa mientras acariciaba los nudillos de su compañera de una forma distraída. Él portaba como prendas una sencilla camiseta de color azul marino, unos vaqueros ahogados oscuros, unas deportivas negras y azules y una gorra de los colores rojo, negro y blanco que desentonaba por completo con el conjunto; esa desentonación, causaba la risa de su acompañante en más de una ocasión.

Tras una larga caminata, se hallaron en las afueras de la ciudad frente a una enorme verja metálica que impedía el paso a todo aquel que no perteneciera a la academia RES, una de las academias más prestigiosas del mundo; ambos detuvieron su andar y observaron la lejana construcción con un deje de nostalgia en sus ojos y con una brillante y sincera sonrisa plasmada en sus rostros. Tras un rato de silencio, se miraron trasmitiendo todo el amor que sentían el uno por el otro y retomaron la caminata, seguidos por miles de recuerdos y recogiendo futuros sueños.

Siempre juntos.