CAPITULO 1
Todo el mundo tiene una o dos cosas que no quiere contar, una o dos cosas que son tan suyas que no da gusto ni que las personas más cercanas se enteren. A lo mejor, así es mejor, la gente que te quiere no se preocupa, a veces es mejor lidiar solo con sus problemas ¿no?
Sakura Haruno es una niña muy energética, siempre está sonriendo, gritándole a uno de sus mejores amigos, Naruto Uzumaki, o tratando de atraerle al chico que le gusta, Sasuke Uchiha… Pero, a los ojos de este muchacho, resulta fastidiosa, ella tiene una familia, un padre y una madre que la quieren, pero; la vida puede cambiar de la noche a la mañana.
Los padres de Sakura se fueron a una misión hace ya un año, desde entonces, Sakura cuida de su hermana menor, Sakuma, una niña muy dulce y físicamente muy parecida a su hermana mayor. Supuestamente, la misión de sus padres no iba a tardar más de una semana, pero, ya ha pasado un año y nadie sabe nada de ellos, el dinero solo les alcanzaba para una semana, así que a partir de la segunda semana, debió prestar dinero a una persona con la que siempre podía contar, a pesar de que no siempre se la llevaran bien, Ino Yamanaka, después de un mes, era vergonzoso prestar dinero, buscar trabajo era la solución, pagaría su deuda con su más confiable amiga y sostendría a su hermanita hasta que regresen sus padres… Hasta que regresen.
-Muy bien, mañana tendremos una misión, Sakura, luces muy cansada ¿has dormido bien?- Pregunto Kakashi, su sensei
-Sí, perfectamente- respondió la pelirrosa
-Entonces, deberías dedicarte a entrenar y mejorar tus habilidades, el entrenamiento de hoy fue muy lento, gracias a ti- Le habló con dureza el chico de sus sueños, claramente fastidiado pues esperaba un mejor entrenamiento.
-Lo siento, Sasuke-kun
-Ey Sasuke, no le hables así a Sakura- Le gritó Naruto
-Pues debería dejar de vivir en su mundo perfecto y abrir los ojos, es una kunoichi pero sus habilidades son las mismas que cuando estaba en la academia- respondió el azabache enojado.
'Vivir en su mundo perfecto', en estos momentos la vida de Sakura era todo menos perfecta, trabajaba duro como mesera en un restaurante regular, mala paga, pero solo estaba sosteniendo a dos personas y después de todo, el hecho de que podía reponer las horas en que tenía misiones yendo a otras horas era una ventaja, a pesar de que algunas veces, debía pasar toda la noche trabajando para reponer dicho tiempo.
-Bien, debo irme. ¿A qué hora nos vemos mañana?
La pelirrosa realmente estaba de afán, después de todo, pronto empezaría su turno en el trabajo.
-A las 6:00 AM
-No llegue tarde, sensei, nos vemos luego chicos- dijo la ojijade sonriente mientras corría a su trabajo
Sakura había aprendido bien como disimular que su vida estaba siendo un poco desastroza, después de todo, un poco de entrenamiento le sentaba bien, pero ¿Por qué no contarle a su maestro, a Naruto y a Sasuke lo que estaba pasando por su vida? Bueno, ninguno de ellos le había preguntado como estaba, ellos siempre asumían que estaba bien, siempre asumían lo perfecta de su vida. ¿Se preocuparían? Naruto, por supuesto, incluso Kakashi-sensei, pero, ¿Sasuke?... Bueno, eso no importaba, ellos habían lidiado solos con sus problemas, no era necesario contarles los de ella, Sakura sola se encargaría de su vida. Vería el lado positivo de cada situación, siempre sonreiría.
Espero que les guste!
