- Entonces... ¿Son nuestros enemigos, maestro?

- Sin lugar a dudas, pequeña Filia

El enorme dragón dorada se mueve, consiguiendo que la luz se refleje en sus escamas convirtiéndolas en brillante oro. Inclina la cabeza y mira fijamente los ojos azules de una dragona mucho menor que el gran dragón y el resto de hembras. Es una niña entre los suyos. La voz resuena en la mente de Filia

- Son nuestros enemigos- repitió- pues durante la Gran Guerra lucharon contra nosotros, destruyendo a muchos de nuestra raza.

La pequeña dragona apoyo la cabeza en el suelo, pensando en las palabras que había escuchado.

- Entiendo, maestro

Después de tantos siglos las palabras seguían resonando en su cabeza como si su maestro aun siguiera a su lado, y las pronunciara de nuevo en las estancias del Altar del Dragón de Fuego. Filia meció con ternura la cuna donde Valgarv dormida tranquilamente, ajeno a la preocupación de su madre. Miro a través de la ventana, aun faltaban horas para que amaneciera, y se sentía demasiada inquieta como para poder dormir.

- Le amo... - murmuro sintiendo un nudo en la garganta que la ahogaba, y las lagrimas que amenazaban con nublar su vista- Un dragón dorado que ama a un demonio- se limpio las lagrima molesta, mientras se apartaba de la ventana y se dirigía a la entrada para cerrar la puerta.

Escucho a Valgarv desde la cuna, y un murmullo divertido que parecía calmar al pequeño. Sus dedos se cerraron entorno a su maza, mientras se dirigía hacia la habitación del niño

- Xellos... - sus ojos se abrieron con sorpresa al verle inclinado junto a la cuna del bebe- ¿Qué... que haces aquí?- consiguió pronunciar cuando recupero el habla

El demonio la mira sonriente mientras se acercaba a ella: - Eso querida Filia... Es un gran secreto

El maestro continuo con la lección, sin apartar los ojos dorados de los de su joven alumna

- Un demonio es un ser hecho de maldad. No conoce la bondad.

... Y sin embargo, el roce de sus dedos sobre su rostro, la forma en que él la miraba mientras apartaba un largo mechón rubio...

- No hay dulzura en sus palabras

...cuando pronuncio su nombre noto que el corazón se le paraba atenta únicamente a su voz...

- Sus cuerpos son incapaces de sentir el amor

...la tomo por la cintura atrayéndola hacia él. Sus labios sobre los suyos la hizo estremecer. Las firmes razones que de niña le habían dado se tambaleaban al estar entre sus brazos...

No lo olvides nunca, Filia.

PD: Bueno, este es mi primer fanfic U