Esta historia ocurre seis meses después del episodio 04 de la temporada 12 "blame it on the rain", antes que dubenko se operara por su cáncer a la próstata, en la cual tenía 25 de posibilidades de no poder tener sexo otra vez y le pidió a abby que "lo hiciera" con él.

Transcurre en lugares no habituales, o sea, fuera del hospital

Una mañana de sábado en Chicago, estaba por empezar la primavera y abby se sentía algo encerrada en su casa, la deprimía saber que su departamento le pedía a gritos algo de orden, pero hace mucho que no tenía un fin de semana libre y no lo iba a perder regando plantas o planchando ropa, hoy se sentía con buen ánimo, ayer le habían dado de alta a su paciente con cáncer de mamas y se sentía muy bien por haberla ayudado.

Abby subió al tren sin rumbo fijo, decidió bajarse en Michigan Avenue, tenía la disposición para hacer algunas compras y vitrinear un rato.

Después de dos horas caminando por el inmenso centro comercial se sentía insatisfecha, no había logrado comprar nada y ya estaba cansada de tanta gente, se sentó en un banco a fumar un cigarrillo, esto de salir de compras la deprimió, se sintió muy sola, a su alrededor todos tenían compañía y sólo pensar que tendría que almorzar sola le quitaba el apetito.

Siguió con su paseo y vio una tienda de música, la tentaba más comprar música que ropa. Entró y dio unas vueltas, se instaló en la sección de rock, miró algunos discos pero no se decidía.

- Velvet Underground, no te arrepentirás

Abby reaccionó con sorpresa al sentir que alguien le hablaba en el oído

- ¡Doctor Dubenko!

- hola, te vi desde afuera y entre a saludar

- entonces…hola

-hola

Abby dentro de su sorpresa se sintió aliviada, necesitaba hablar con alguien

- que haces

- vine a buscar un encargo en la tienda de al lado, ya me iba cuando te vi, ¿y tú?

- mi primer fin de semana libre de hace un mes, salí a…pasear, tomar aire, a propósito ¿almorzarías conmigo?- la invitación la hizo sin pensar demasiado

Dubenko sonrió, le sorprendió la oferta de abby,

- ¡vamos, me deprime almorzar sola

- claro, vamos

ya fuera de la tienda dubenko se devolvió a la tienda de música -esperame acá, enseguida vuelvo-

abby trató de racionalizar su invitación, pero fue imposible

dubenko regresó -vamos a buscar mi auto

- pero podríamos almorzar acá

- ¡por favor! es tu día libre, no lo pierdas en el centro comercial, conozco el lugar perfecto

- lo que digas

Dubenko con la seguridad que lo caracteriza la llevó a Little Italy, a un restauran muy contemporáneo, era un lugar a los que abby nunca iría por iniciativa propia, al entrar saludaron a Dubenko

- veo que eres cliente habitual

- algo así

- te ves muy bien, veo que tu tratamiento ya finalizó ¿ya te dieron de alta?

- bueno…..me di de alta

- típico de los doctores, no saben ser pacientes

- típico de las doctoras, no saben como divertirse

- por que lo dices

- te encontré en el centro comercial, en tu día libre, aburrida, y sin más que hacer que almorzar conmigo

- si creyese que es aburrido almorzar contigo no te hubiese invitado- dijo abby con tono desafiante y mirando a los ojos a dubenko

- ¿estas coqueteando conmigo abby?

Abby quedó de una pieza, nunca se imaginó esa respuesta

-¡no, yo solo………olvídalo

- y que planes tiene para el resto de tu día libre

- algo tranquilo, ir a mi casa, ordenarla, ver televisión y dormir

- ¿puedo ordenar por ti? Dijo dubenko mirando la carta

-sorpréndeme

- por cierto, tu plan no es tranquilo, es patético- dijo mientras sacaba la mirada de la carta para mirarla a ella

- segunda vez que me dices que soy aburrida, pero así es mi vida y así me gusta- con un tono de molestia -me estoy arrepintiendo de haberte invitado a almorzar

- lo siento pero es verdad, tienes que buscarte una vida fuera del hospital o te frustrará tu trabajo

- tengo una vida y no estoy frustrada, me imagino que tu vida debe ser muy entretenida

- se puede decir que si, o al menos mucho más excitante que la tuya

abby se sintió furiosa, quien se creía para cuestionar su vida, no la conocía, aunque en el fondo tuviera razón

- no te creo

- por que

- tu fuiste el que quería tener sexo conmigo como último recurso

Dubenko bajó la mirada y se le borró la sonrisa que tenía -ese fue un golpe bajo-

Se quedaron en silencio unos segundos

- lo siento

- perdóname a mi, que tal si salimos hoy a divertirnos, veo que ambos lo necesitamos

abby se sintió incomoda, no sabía como decirle que no

- no lo creo…. Prefiero descansar

- no te preocupes, sin segundas intenciones, sólo dos doctores tratando de ser personas normales

Sin saber como llegó hasta allí abby se vio pasando la tarde con Dubenko, conversaron y recorrieron tiendas exóticas, caminaron por el parque Lincoln y terminaron el día en un club espectacular de blues, el Buddy Guys Legends.

Era tarde cuando Dubenko la llevó a su casa

- entra a tomar un café

- bueno

ya en el sofá abby se sintió muy cómoda con dubenko, había desaparecido la presión que sentía al hablar con él

- gracias, necesitaba distraerme, hace mucho que no lo pasaba tan bien

- te invitaría de nuevo pero pensarás que me quiero acostar contigo otra vez- dijo dubenko con tono burlesco

abby sonrió - tengo una duda-

- dime

- por lo que veo tienes una vida muy divertida, eres un prestigioso cirujano, no creo que te cueste tener citas…

- que me quieres decir abby

- por que querías tener sexo conmigo

Dubenko se incomodó pero no dejó que abby lo notara

- creo que esa pregunta no te la responderé………ya es tarde, mejor me voy

Dubenko se levantó y se dirigió a la puerta, pero se detuvo y se volteo, sacó una bolsa de su chaqueta y se la entregó a Abby

- que es

- ábrela

era el disco de Velvet Underground , abby sonrió y lo miró

- mis gustos no son tan excéntricos, pero gracias

- te dije que no te arrepentirás, hasta el lunes, que descanses

abby estaba sorprendida, no quería que dubenko se fuera

- estas saliendo con alguien

Dubenko la miro extrañado - no entiendo-

- te pregunté si estas saliendo con alguien

- por que

- por que creo que me gustas

se miraron unos segundo, dubenko sonrió - parece que estabas equivocada

- en que

- en el fondo tienes gustos excéntricos- se dirigió a ella y la beso de la forma que se había imaginado desde hace ya un año

ojalá les guste tanto como a mi las historias duby