Narcisse es uno de mis personajes favoritos, y su relación con Lola y con Catherine es demasiado interesante como para dejarla pasar. Así que aquí está este pequeño drabble.
SPOILERS 2X21
NADIE COMO ELLA
Narcisse nunca había estado enamorado, de eso estaba seguro. Nunca había sentido nervios cuando hablaba con ninguna mujer, ni había sentido mariposas en el estómago. Al menos, no hasta ella.
Desde que vivía en la Corte Francesa, su vida había cambiado. Primero había tenido el honor de chantajear al mismísimo Rey de Francia. Luego había tenido el placer de flirtear con la amante del Rey. Y, finalmente, de meterse en una relación con la Reina Madre.
Aunque todavía no sabía cómo sentirse respecto al último de los hechos. Catherine era una mujer tan astuta como él, además de adulta, muy inteligente y experimentada… en todos los ámbitos. Narcisse habría mentido si hubiera dicho que no había encontrado a varias mujeres en la Corte que le habían llamado bastante más la atención, entre ellas su propia hija, la princesa Claude. Pero nadie como ella.
Ahora Catherine le había demostrado quién era de verdad. A su edad, y con el poder que sostenía, la Reina Madre era sólo una mujer con necesidad de ser amada y con una autoestima muy baja. Temía quedarse sola. Temía perder su poder. Así que utilizaba todos los medios a su alcance para conseguir lo que quería.
Arion. Había utilizado a Arion. Su caballo, el caballo al que había apreciado más que a un gran número de personas. Se lo había regalado, y cuando había considerado que su relación estaba en riesgo, lo había mandado matar y cocinar. Y él se lo había comido. Todavía era capaz de sentir el amargo sabor de que le dejó en la boca la noticia. Ella nunca le haría nada así.
Ella era la única que había intentado comprenderlo. La única que había soportado todas sus mentiras y sus traiciones, y aún no había decidido matarlo de una manera lenta y dolorosa. Él la había humillado públicamente, y ella todavía era capaz de saludarlo cuando se encontraban por los pasillos. Ella era perfecta. No había nadie como ella.
Pero ella no podía estar con él. Había demasiados inconvenientes. El mayor de ellos era su relación con Catherine. La Reina nunca le permitiría siquiera sentir afecto por nadie. Y aquello sólo parecía lograr que él la anhelara más. Quería verla, escucharla, oler el olor de sus rizos oscuros y disfrutar de su sonrisa. Pero Catherine no permitiría jamás que se volviera a acercar a ella. A la amante del Rey.
Lola. El simple hecho de escuchar su nombre le provocaba ganas de sonreír. Quería verla. Tenía que verla. Tal vez merecía la pena arriesgarse una vez más. Tal vez, esta vez, podría huir de la siempre presente mirada de Catherine y volver a verla.
Lola. Las mariposas en su estómago lo hicieron sonreír mientras que salía de sus aposentos rápidamente. Llegaría a ella. Lo haría. Porque ella se lo merecía. Porque no había nadie como ella.
