Unas Vacaciones Museísticas
Disclaimer: Una Noche en el Museo no me pertenece, yo sólo ocupo los personajes para fines siniestros (Muajajajaja). Mejor olviden eso.
N/A: Este es mi primer Fanfic de Una noche en el Museo. Espero que sea de su agrado.
Prólogo
Había pasado un tiempo desde que Ahkmenrah había dejado el museo con su tabla y estaba todo muy tranquilo. No estaba Rex paseando por los pasillos, ni Teddy observando o hablando con Sacagawea, o Jedediah y Octavio viendo vídeos de gatitos por YouTube. Tampoco Attila y Laa jugando con fuego. Larry es profesor de historia en la Universidad estatal de Kansas y su hijo, el adorable y problemático Nick, estaba estudiando Ingeniería de-no-sé-que en la misma universidad que enseñaba su padre.
Allá en el Museo Británico Ahkmenrah vivía la vida loca con sus padres, habían salido varias veces del museo volviendo a pocos minutos del amanecer, organizaban fiestas, Ahk hacía de DJ, etc. Lancelot jugaba con Trixie y las cosas estaban bastante calmadas.
Esto era así la semana pasada.
Porque ahora Larry Daley estaba en el despacho personal del director del Museo de historia Natural de Nueva York, el doctor McPhee, y no podía cree lo que el doctor le decía.
–"(…) Y por eso, nos honramos en decirles que todas las exposiciones de los museos de New York, algunas exposiciones selectas del museo de Washintong, y las exposiciones de El museo Británico, junto con sus respectivos funcionarios nocturnos (O sea Larry Dailey, Tilly y Nick Dailey) son invitados a vacacionar en el resort privado de la OPUC con todo incluido. Obviamente para los directores también hay premio, pero es una temporada de vacaciones en las Bahamas con sus familias.
Todo esto es por su exitosa saga de películas y recaudaciones, disfruten que se lo ganaron.
Atentamente, el director y jefe general de la OPUC, Cinecio McProducción"
– No tengo idea de lo que hablan sobre las películas pero ¡Es fantástico! Me han dicho por teléfono que mientras ustedes están de vacaciones en el resort mandarán reemplazantes a los museos – exclama emocionado el director.
– Me ha tomado por sorpresa ¿No invitaron al nuevo guardia? – pregunta curioso Larry.
– No con ustedes, el fue invitado a las Bahamas también ¡La pasaremos muy bien! – el doctor no cabía en sí de alegría, casi saltaba de felicidad.
Larry en el interior prefería no pensar en lo que podría pasar en esas vacaciones. Ni quienes irian. Ni como se las arreglarían para pasarlo bien (Aunque, seamos sinceros, teniendo las expociciones con vida de nuevo se armaría una fiesta, de las grandes.)
Al día siguiente se juntarían los directores y guardias de los museos para ponerse de acuerdo en las trivialidades y demases. También iría el señor de nombre chistoso, el señor Cinecio McProducción.
La junta tendría lugar en un café a las afueras del museo británico.
A las cinco de la tarde estaba Larry junto con la chica rubia que era guardia nocturna "Pelo de popo dorada" y el Doctor McPhee. Después llegó otro señor británico, colega del doctor y director del Museo británico; era un señor canoso de unos cincuenta y algo años, con barba abundante y ojos azules. Conversaban tranquilamente hasta que llegó lo que aparentaba ser un robot futurista con un viejo pelado con lentes, bien chico, adentro. El era Cinecio.
– ¿Listos para la función chicos? ¡He he he he he!
Iban a ser unas vacaciones de locos.
