LA CHARLA

El dojo Aira se alzaba orondo y señorial aquella mañana de otoño, sus puertas y techos amplios, la pulcritud en el interior y en los jardines de aquella casa tradicional de estilo japonés no habian hecho más que llenarle la cabeza de recuerdos a la castaña que se había presentado bajo pedido de la cabeza de la familia...

En realidad, hacia más de un año que no ponía un pie a varios metros de aquella propiedad, no desde que fuera a pedir perdón por sus acciones para ser aceptada de nuevo y enviada como representante de la casa del tigre a la guerra zodiacal.

Kanae se tomó su tiempo a decir verdad, tomando el camino largo desde la entrada hasta el dojo donde había sido citada por su padre, no sabía si el viejo la estaba espiando o si había hecho la misma llamada a la misma hora todos los días, lo único que tenía claro era la llamada que había recibido el día anterior minutos después de volver de una misión, justo mientras preparaba todo para darse un baño.

-¿Kanae? -Soltó una mujer de cabellos castaño oscuro y ojos del mismo color mientras se acercaba a recibir a la recién llegada- Vaya, eres tú, te ves muy bien querida, me preocupaba que estuvieras anémica o, bueno, ya sabes...

-También me alegro de verte tía Yuuko, y no te preocupes, estoy bien, hago todas mis comidas, entreno cuando tengo el día libre y aunque sigo bebiendo, procuro mantenerme sobria.

-Es bueno escucharlo querida, ¿sabes?, tus primos te han hechado de menos, Kaia se preguntaba si volverías algún día el tiempo suficiente para conocer a sus hijos.

-¿Kaia?, ¿hijos?, parece que me perdí de cosas importantes.

-Vaya que si querida, pero pasa, vamos, tu padre nos espera en el comedor, espero que no hayas desayunado aun.

La guerrera del tigre no dijo nada mientras era conducida por la hermana menor de su padre al comedor.

Aquel había sido una de esas cosas que Kanae había añorado por años sin darse cuenta, el desayuno había tenido el efecto de regresarla en el tiempo, era como si los campos de guerra nunca hubieran sucedido en primer lugar y es que en el comedor se habían reunido todos los integrantes de la familia Aira.

Primos, tíos, padres e incluso sobrinos convivían junto con Kanae en aquel momento, el desayuno había transcurrido entre risas, bromas, anécdotas y algunas noticias de bodas, nacimientos e ingresos al jardín de niños, la primaria, la secundaria e incluso la preparatoria, haciendo que la guerrera notara cuanto tiempo había permanecido lejos de sus seres queridos, lo cerca que estaba de no volverlos a ver a causa de su trabajo y cuanto los había echado de menos.

Para cuando el desayuno terminó, la castaña se sentía más confiada y tranquila conforme todos se iban levantando, estrechándola en cálidos abrazos o afectuosos apretones de manos, su tía y algunas de sus primas ya se encontraban levantando los platos de la mesa cuando su padre se levantó, haciéndole un gesto para seguirlo hacia el dojo, era hora de hablar.

-Entonces -Comenzó el mayor de los Aira luego de ingresar al dojo y sentarse uno frente al otro en posicion seiza junto al altar de los ancestros- tengo entendido que has retomado el camino del guerrero desde tu recuperación.

-Así es padre.

-Me informan que entrenas a diario, no se te ha vuelto a ver ebria desde la Juuni Taisen a la cual sobreviviste y que tu apoyo en los campos de batalla ha sido impecable.

-Agradezco que permanezca al tanto de mis progresos padre.

-Tu michi se ha enderezado bastante, es casi satisfactorio.

Y en ese preciso momento, la pequeña sonrisa y la tranquilidad del tigre se quebraron sin más, la calma había terminado mientras la tormenta comenzaba a dar signos de aparecer, provocando que Kanae sujetara sus rodillas con fuerza, preparándose para lo que fuera que su padre le llegara a reclamar.

-Padre, como usted dice, me he enderezado, practico la moderación cuando pruebo alcohol, entreno, participo en batallas, guío inocentes a lugares seguros para que sean rescatados y hago todo lo posible por no verme involucrada en peleas sin sentido dentro de los campamentos militares.

-Y aun así, tengo entendido que hace unos meses mataste a uno de tus compañeros de armas...

-Fue en defensa propia padre.

-Era tu aliado, ¿donde estaba tu autocontrol? No tenias porque reclamar su vida.

La castaña guardó silencio mientras recordaba el incidente, era difícil controlarse cúando varios de tus aliados se ponían de acuerdo para tenderte una emboscada con el fin de violarte, aun así, la joven guerrera no dijo nada, esperando por la siguiente acusación.

-Kanae, también tengo entendido que abandonaste a nuestro país...

-No abandoné nada, sigo viviendo en Japón después de todo, y nunca aceptamos trabajos contra nuestro país.

-¡Ese no es el punto Kanae!, eres una Aira, más aun, eres una representante de nuestro clan, si ibas a pedir libertad para elegir tus batallas, debiste consultarlo con tu familia, no con alguien de otro clan.

-Lo lamento padre, pero no sabía que hacer, además Eiji kun fue el único que me visitó mientras me recuperaba, Eiji kun fue el único que habló conmigo para saber que quería hacer, si él no me hubiera propuesto apoyarlo, no sé...

-¡Excusas Kanae!, lo que me lleva a mi tercer punto.

No supo si fue la mirada severa de su padre, su tono de voz reprobatorio o simplemente un mal presentimiento, pero no pudo evitar tensarse y apretujar la tela de su falda mientras lo peor estaba por venir.

-Kanae, ¿que relación tienes con Kashii San?

-Somos socios.

-¡Socios! ¿Asi se le dice ahora a revolcarte con un hombre sin estar casada? ¡Eres una vergüenza para todo el clan Kanae!

-¿Que?, ¿de eso se trataba esto?

-¿Vaa a negarlo acaso?

La castaña no dijo nada, apretando la mandíbula para no atacar a su padre en ese momento.

-Entonces es verdad, Kashii Eiji te ha corrompido, te volvió su amante bajo la promesa de ser socios.

-¡BASTA! ¡NO SÉ DE DONDE SACASTE TODA ESA IDEA DE MIERDA!

-¿Entonces estoy equivocado?

-¡Lo estás!

-Dime Kanae, ¿es mentira que te revolcaste con él en un campamento militar en medio oriente hace un par de meses?

-¿Quien te...

-¡RESPONDE!

-No, eso es verdad, padre.

-¿Entonces eres su puta particular?, ¿que te ofreció para que deshonraras así a tu propia familia?

-Esa es la parte en la que te equivocas padre, nuestro trato jamás incluyó sexo, él me ofreció un trabajo en el cual yo pudiera decidir que batallas pelear, si tomar rehenes o matar a todos en batalla y a cambio yo le cuido la espalda y lo ayudo a rescatar civiles, ese es el trato.

-Entonces, explicame el porque de tu reprobable comportamiento Kanae, ¿como pudiste entregarle tu honor como mujer en una carpa rodeada de soldados extranjeros?

-Me acosté con él porque porque me dio mi regalada gana padre...

-¡Mas respeto jovencita! Estas frente al jefe de tu clan.

-Lo lamento señor -Respondió la castaña entre dientes mientras respiraba para controlarse y continuar- lamento mucho haber levantado la voz o usado palabras inadecuadas señor, pero, Kashii Eiji no me forzó a nada y tampoco me convenció de nada, es cierto que fue irresponsable de mi parte lo que sucedió esa noche en la carpa, juro que no se volverá a repetir, como usted ha dicho, ha sido un comportamiento inadecuado.

-También te mudaste a vivir en un departamento frente al suyo, comparten una carpa en cada guerra y batalla que participan...

-Eso es por fines prácticos, señor.

-Y pasas buena parte de tu tiempo libre con él, ya sea que salgan juntos, entrenen juntos o estés en su departamento, lo cual es inaceptable.

-Con todo respeto, señor, lo que haga en mi tiempo libre y con quien lo haga viene siendo asunto mío, no necesita mandar espías a verificar mis actividades.

-¡Kanae!... -El hombre soltó un sonoro suspiro de decepción, tomándose la cabeza como si hubiera comenzado a dolerle de repente- eres mi única hija, sin importar que creas deberle, necesitas saber que no tienes porque hacer todas esas cosas... ¿O es que acaso planeas cambiar de clan?

-¿Cambiar de... Padre, de qué exactamente estamos hablando ahora?

-Si Kashii San no se está aprovechando de ti, entonces no debería tardar mucho en pedirte matrimonio, lo cual no me haría nada feliz, más aun sabiendo que un matrimonio con él es como una traición para tu familia y tus ancestros.

-Ahora si no entiendo a que te refieres padre, sólo estoy siguiendo mi propio camino de la mejor manera posible.

-¡Y perderás a tu familia en el proceso! Kanae, si fuera un soldado cualquiera no me importaría, si fuera un descendiente de otra casa zodiacal tendría mis dudas pero no me opondría tanto... Kashii Eiji, representante de la casa del buey y es el ganador de la última Taisen, le agradezco infinitamente que te diera otra oportunidad en este mundo, pero si te casas con él, solo por haber ganado la última Taisen te volverá parte de su clan, jamás podrás volver a luchar como guerrera del tigre, tus hijos no podrán pertenecer al clan Aira, serán criados como los Kashii y lucharán por los Kashii.

-Creo que está adelantando demasiadas cosas que tal vez nunca sucedan padre.

-Mientras seas su amante, la posibilidad existe, tus primos siguen preparándose por si alguno debe tomar tu lugar, los hijos de Kaia pronto comenzarán su formación también, siempre debe haber un guerrero del tigre que domine el estilo Aira, lo sabes Kanae.

- Lo sé, lo sé, por eso sigo luchando batallas que no son mías, por eso sigo haciendo la guerra en países que no son el mío...

-Y por eso no puedes seguir tomando riesgos... A menos claro que prefieras dejarle ese camino a alguien más en la familia, tú misma lo dijiste, es tu vida.

No supo que más decir o que contestar, recordaba bien su ofrecimiento al genio de la masacre en aquella tienda de campaña, recordaba haberle ofrecido complacerlo hasta que se hartara de ella o la hiciera dimitir como soldado porque, muy en su interior, realmente deseaba que aquel hombre de larguísimos cabellos negros pudiera llegar a amarla y formara una familia con ella, sin embargo, en aquel momento no había tenido idea de las implicaciones, ¿realmente podía deslindarse de toda responsabilidad con su clan?, ¿estaba lista para darle el relevo a cualquiera de sus familiares?

Kanae recordó los rostros sonrientes en la mesa minutos atrás, sus miradas llenas de paz y de inocencia, recordó entonces al guerrero de la rata, no debía pasar de los 16 años, ¿estarian sus primos listos para ver y llevar la muerte y la destrucción?, ¿y sus sobrinos?, ¿podia permitir que eligieran a alguno de ellos apenas llegara a la adolescencia?

-Padre, por favor, le ruego que no envíe a nadie más a combatir mientras yo siga viva, seré responsable con lo que haga en mi tiempo libre, haré todo lo que esté en mis manos para permanecer en el clan Aira, así que por favor, no ponga a nadie más en consideración para ser el proximo guerrero representante, permitame seguir siendo la guerrera del tigre hasta que vaya a mi tumba.

Había un sentimiento de deja vu en aquella escena, Kanae suplicando con las manos y el rostro en la tierra mientras su padre escuchaba atento, la diferencia radicaba en los motivos de ambos, mientras la vez anterior el padre había sentido un chispazo de orgullo por su retoño, ahora sentía preocupación y un poco de vergüenza al sospechar el rumbo que la vida de su pequeña tomaría.

-¿Estas completamente segura de lo que pides, Kanae?

-Por completo padre.

-¿Puedo sugerirte que dejes de tontear con él entonces?, todavía puedes conocer a alguien más, aun puedes decidir tomar a otro hombre como esposo y seguir siendo la guerrera que represente a los Aira en el campo de batalla, reconsidera por favor.

-Voy a pensarlo padre, pero no te aseguro nada, Eiji kun significa más para mí de lo que puedo explicarte, si el único modo que tengo para estar a su lado y seguir perteneciendo al clan es ésta, que así sea.

-¡Pero Kanae!

-¡NO!... yo decido cómo y con quien pasar mi vida, no volveré a tener ningún tipo de mal comportamiento en el frente, combatiré en la próxima Juuni Taisen si llega una invitación para nuestro clan para evitar que alguien más en esta familia deba pasar por lo que yo he pasado... Y pensaré si hay alguna forma de dejar de sentir lo que siento por Eiji kun padre, no puedo prometer nada más, ahora, si me disculpas, tengo entrenamiento y ya se me hizo tarde.

Kanae se levantó en ese momento dispuesta a irse, estaba a punto de salir del dojo cuando su padre la detuvo, tomándola de la muñeca para obligarla a esperar.

-Ya que esa es tu decisión, quiero hablar con Kashii San, ¿entiendes?, ya que no te hago entrar en razón a ti, tal vez él sea más...

-¡NO!

-Kanae, te guste o no, tengo que hablar con él, si ese hombre te aprecia aunque sea un poco, vendrá a hablar conmigo en algún momento, lo invite o no, así que dale mi mensaje, ¿entendido?

-Si señor - Respondió la castaña ligeramente molesta antes de soltarse del agarre de su progenitor para poder continuar con su camino.

Habían pasado tal vez treinta minutos de que había llegado a casa cuando sonaron algunos golpes en su puerta, Kanae había tenido el tiempo exacto para tomar un baño y ponerse unos viejos shorts, una playera de tirantes y una sudadera ligera por encima cuando salió de su habitación.

-¡VOY! - Gritó la castaña mientras caminaba hasta la puerta, asomándose por la diminuta mirilla antes de retirar la cadena de seguridad y abrir - Eiji kun, hola.

-Buenos días Kanae dono, me preguntaba si la propuesta de ir a entrenar hoy seguía en pie.

-¡Por supuesto! Iré por mi bolsa para cambiarme en el gimnasio, ¿te parece bien?

- Mhm, te esperaré en el ascensor entonces.

Para cuando la joven volvió con su bolsa, su calzado deportivo y una sonrisa felina, el genio de la masacre ya estaba en la puerta metálica vestido con su ropa casual y cargando una maleta con ropa de entrenamiento y su espada, apenas la castaña lo alcanzó, las puertas del elevador se abrieron, dejándolos a ambos pasar.

-Por cierto, Kanae dono, ¿como te fue visitando a tu familia?

-Bien, supongo, aunque mi padre... Dice que quiere conocerte.

-¿Es así? Quizás en otra ocasión.

Y la puerta del elevador se cerró, dejando aquella complicada mañana y la invitación en el pasado casi de inmediato.

Notas de la autora:

Seré sincera, yo estaba haciendo otra cosa cuando me cayó el veinte sobre la historia principal, si Kanae en PASIONES en realidad estaba esperanzada a zasarse con Eiji algún día, porque poner tantas trabaja en el capitulo 4, y bueno... Creo que le di demasiadas vueltas todo el día y salió esto, espero les guste, apenas pueda entrar a mi compuesto le hago las correcciones necesarias porque... Si, ya agarré también ese feo hábito de escribir en el celular.

No sé si escriba otro cap aquí, quien sabe, primero quiero terminar el 5 de pasiones... Y si hay lectores de Genderbender o DD Generación, mil disculpas, los personajes se me han estado resistiendo últimamente, no sé si es porque Eiji y Kanae se ponen en modo de combate apenas se asoma alguno de los personajes de esas dos historias, en fin, nos estamos leyendo.

SARABA