Disclaimer: Hidekaz Himaruya es dueño de Hetalia.
Couple: Nyo!BelarúsxPolonia... *ignora miradas*
Advertencias: Una pairing crack, una temática extraña. ¿Qué pueden esperar de mí?


Little Feliks


La papa molida es sabrosa. La leche también lo es. Me ajusto el trajecito color rosa que papá me ha obsequiado, y pienso que es bonito, y huele más bonito aún. Tiene botoncitos con cerezas y corazoncitos. Me veo en el espejo, me admiro un poco. Soy lindo, eso es lo que dice mi papá. Él me agarra por los hombros, escucha mi risa, y gruñe. Papá no tiene sentido del humor, pero yo amo a mi papá.

—Feliks —me susurra. Papá posee voz grave, masculina, como los hombres mayores que toman a sus esposas de la cintura y las besan. Me pregunto que sentirán ellas.

Papá me recorre la espalda, el vientre, las piernas. Me explora cual Américo Vespucio, y yo me estremezco porque, ¡cielos!, papá es increíble. Yo amo a mi papá.

—Joder —murmura papá. Yo me río, ha dicho una maldición. No debemos maldecir.

Su respiración se acompasa con la mía, papá presiona la boca contra la tez de mi cuello, y deja sus labios ahí, reposando calmados. Siento que laten sobre mi piel. Arde, quema, pero es facinante, y quiero más. Coloco mis manos —pequeñas, pálidas, como si fueran de una muñequita como las antiguas que usaba mi madre— en su pecho, y él vuelve a gruñir.

Ahora yo gimo, porque me ha pasado la lengua por el rostro. Sí, papá es increíble.

—P-papá...

—No.

Papá se transforma. Al decirle de este modo, su cara hermosa se contrae como la de un dragón, se le tuercen las pupilas. Me azota contra la pared y esta se tiñe de rojo al chocar con mi espalda, una y otra vez. Es como una coreografía de ballet, ensayada y ejecutada con precisión. Papá no sonríe, papá no está satisfecho.

Baja la mirada hasta el pijama rosa. Yo le observo el rostro. Ahora sí, papá está sonriendo.

—¿Te gusta tu traje, pequeña Feliks?

Asiento. Mi cabeza explota, como si mi cerebro acabara de estallar. Pero si mi papá, que es tan gruñón y serio, sonríe ahora, no pasa nada. Yo amo a mi papá.

—Eres una niña muy bonita, ¿cierto? —pregunta. Se inclina y me pasa la lengua por la oreja, la mejilla, los párpados. Parece la lengua de un gato: rasposa. Pero no lastima. Su mano derecha viaja a través de mi cuerpo hasta llegar al pequeño bulto que se forma, poco a poco, en el pantalón rosado.

Y me vuelve a golpear contra la pared. Pum. Pum. Pum.

La cabeza me da vueltas de nuevo. Mis ojos se esfuerzan por no llorar y cerrarse.

—¡Dije que serías una hermosa niña! ¡Tú no tienes pene, tú tienes una maldita vagina! ¡Una puta y asquerosa vagina como la de tu madre! —señala una fotografía enmarcada de mamá. Ella también es increíble, bella y muy encantadora. Es castaña, una lituana correcta, y una madre muy amorosa.

Aún recuerdo cómo olía su demacrado cadáver cuando yo tenía ocho años...

Papá me da una patada en el entrepierna. Yo me doblo del dolor, me hago una bolita frente a él, que sonríe victorioso. Las manos frías de mi padre me envuelven en un abrazo.

—Tú no me quieres hacer enojar, ¿verdad, pequeña Feliks? No está bien hacer enojar a tu papi...

No, no está bien hacer enfadar a papá. Por eso soporto la presión de mi pecho mientras él me lleva al oscuro cuarto al final del pasillo, porque soy una niña buena.


*Caras traumadas everywhere*

Al principio lo iba a hacer Nyo!Belarús/Lituania, pero como el polaco este es travesti consideré que resultaría más oscuro el tema.

Ni yo me creo la pareja (es culpa de Polonia), pero me parecieron lindos y decidí crearles un fanfic (Al igual que al Turquía/Polonia, esos son amor, son vida).

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