Renuncia de derechos: Harry Potter y todo su universo son propiedad de J. K. Rowling, empleo parte de ello sin fines de lucro. Por otra parte, la trama sí es mía, por lo que me reservo su uso.
El presente texto participa en el juego de quidditch de noviembre de "La Copa de la Casa 2018–2019", del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".
Fan art sorteado: "Quidditch", de Hann-Lyudoff. Disponible en DeviantArt [hann-lyudoff/art/Quidditch-388432125]
Tensión con el té.
Todos los cursos, al menos una vez, era común ver aquella escena.
Lo que me sorprendió ese año fue lo pronto que se dio. Al entrar a la sala de profesores y darme cuenta de lo que ocurría en una esquina, alcé las cejas y miré al resto de mis colegas, que fingían descaradamente que allí no pasaba nada.
Para obtener respuestas de manera más o menos discreta, me fui a sentar junto a Aurora.
—¿Cómo empezó esta vez? —pregunté en un susurro.
Aurora, mirándome de refilón para dar a entender que me había oído, hizo una mueca y respondió, en el mismo volumen de voz.
—Potter.
Fruncí el ceño, fijándome de nuevo en la escena de la esquina, una que sé que impresionaría a varios estudiantes.
Minerva y Severus bebían aromáticas tazas de té, dedicándose miradas penetrantes mientras que, en la ventana junto a ellos, flotaba un pergamino debajo de… ¿Eso era una snitch paralizada?
El texto en el pergamino no lo distinguía, pero casi podría jurar lo que era.
—¿Potter? —quise asegurarme.
—Sí, Potter —Aurora asintió levemente con la cabeza, acercándose unos mapas lunares que había delante de ella; seguramente, eran trabajos que estaba calificando—. Con la atrapada del sábado, Minerva se anotó un tanto, pero Severus opina lo mismo que el señor Flint sobre que eso no puede considerarse una atrapada real, así que…
—No rompió ninguna regla, ¡claro que Potter hizo una atrapada real! —masculló Rolanda, sentada delante de nosotras, haciendo una mueca al añadir—. Aunque es verdad que no fue muy común.
—Déjame adivinar: quisiste explicárselos y no te tomaron en cuenta —aventuré.
Considerando que todo lo referente a quidditch y vuelo en escoba, era del gusto de Rolanda, que estuviera molesta por aquel tema solo podía deberse a que la ignoraran.
Mientras Rolanda asentía y se llevaba a los labios su propia taza de té, suspiré.
¿Por qué cuando se trataba de quidditch, muchas personas a mi alrededor me recordaban tanto a los chicos a los que me dedicaba a enseñar?
No es que no me guste el deporte, pero sinceramente, hay cosas más interesantes en el mundo que discutir cuántas atrapadas espectaculares ha hecho el equipo de tu casa en la última década.
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Bienvenidos sean a este relato para la Copa, que no es del mes en sí, pero que me ha divertido escribir porque… Bueno, ahora sabrán.
En la Copa, se modificó la manera en que el quidditch ayuda a ganar puntos, como han visto con este fic, basado en un fan art sorteado por los organizadores. Estando McGonagall y Snape en el mío, no sabía al principio qué hacer, pero de pronto empezó a sonar en mi cabeza el que alguien ajeno narraba la escena. La afortunada, por si no ha quedado claro, fue Pomona Sprout, profesora de Herbología y jefa de Hufflepuff (ajá, no puedo dejar fuera a mi amada casa en esto). Las otras dos que dialogan aquí han sido Aurora Sinistra, profesora de Astronomía, y Rolanda Hooch, profesora de Vuelo y árbitro de los partidos de quidditch.
Y sí, por si lo dudaban, la atrapada de snitch que originó esto fue la de Harry en su primer partido.
Esperando que les gustara el relato, me despido. Cuídense y nos leemos luego.
