Como estamos de vacaciones, veía un doujinshi SasuNaru U.U xD jajaja que se llama "Manía Adolescente" por si alguien quiere verlo, pues se me vino a la mente este One-shot. Basado en el doujinshi les presento "Mis vacaciones de verano"

Disclaimer: Inuyasha no me perteneces ni ninguno de sus personajes. Sino haría que Sesshomaru se quedara con Kagome xD.

Mis vacaciones de verano.

Fin de clases.

-Gracias por venir Sesshomaru-sempai, ella quiere decirle algo sin importar que- empuja a la muchacha que tenía su lado, la cual se sonrojo furiosamente- vamos ahora díselo.

-Yo… esto de…

Sesshomaru suspiro cansado, este tipo de cosas lo ponían incómodo y aburrido. Miro a la muchacha que tenía en frente suyo, era linda pero a él no le interesaba.

-¡Vamos Kagome, corre que te están llamando los chicos de basquetbol!- Sesshomaru escucho ese grito pues no estaba lejos de él quien lo había producido. Era una muchacha castaña, iba en su clase.

-¡Voy, voy!- él alzo la vista, se quedó congelado por un momento pues al parecer la joven a la que habían llamado no tenía tiempo de usar las escaleras por lo que estaba saltando del barandal del piso superior.

-¡Kyaaa!- gritaron las muchachas con las que había estado hablando anteriormente, cuando la azabache de nombre Kagome aterrizo en los brazos de él.

Kagome parpadeo varias veces antes de sonreír despreocupadamente.

-Jaja, lo siento Sesshomaru- se disculpó con una sonrisa arrebatadora, luego se percató de que las otras dos muchachas- ¿Qué? Oh, ¿interrumpí algo?

-No- fue su contestación, con cuidado le bajo.

Al tocar los pies de ella el suelo, dio un salto con esa alegría y energía que tanto la caracterizaban.

-Bueno entonces continúen, me voy, adiós- salió corriendo hacia su amiga castaña que la esperaba con el ceño fruncido.

Sesshomaru sonrió al ver como la morena recibía un golpe de su amiga.

Kagome Higurashi era el nombre de esa muchacha despreocupada, un verdadero misterio ya que a pesar de ser mujer vestía con el uniforme masculino, su cabello siempre iba amarrado a una coleta alta, nadie había tenido la oportunidad de verla con el cabello suelto, su figura era esbelta casi perfecta, era de alma sencilla y pura; ojos grandes y achocolatados, una belleza singular. Aunque no debían dejarse llevar por su apariencia pues era un imán para los problemas y peleas. Un verdadero caso es esa joven.

El peli-plateado suspiro mientras miraba la cuidad. Se encontraba en el tejado de la escuela aunque no exactamente detrás de las rejas que protegían a los estudiantes, sino que estaba sentado con las piernas cruzadas en espacio que se hallaba después de esa baya. Lo suficiente para estar cómodo.

-Todo es tan aburrido… ya me canse de esta vista- susurro.

El timbre anuncio el fin del curso. Kagome se levantó de un salto, feliz de que las clases hayan acabado pero…

-Kagome y Sesshomaru, me gustaría tener un momento con ustedes en la sala de profesores- les llamo el maestro.

Kagome miro a su compañero, que al igual que ella lucia algo sorprendido.

¿Por qué los habrían mandado a llamar?

-¡¿Lecciones suplementarias?- dijeron al mismo tiempo, completamente sorprendidos.

-Sí, Kagome tus calificaciones encabeza a las demás pero por atrás- explico con tranquilidad su maestro Miroku Okami- ser juguetona está bien, pero deberías esforzarte más en poner atención a tus maestros.

-Bueno es que la verdad no me interesa mucho el colegio así que…

Su dialogo fue interrumpido por un golpe en su cabeza dado con un libro de su maestro.

-No seas tonta, ni siquiera llegaras al siguiente grado así como estas- menciono con un claro suspiro.

-Bueno entiendo porque la castigan a ella, pero ¿Por qué tengo que quedarme con ella?- pregunto el ambarino intentando parecer tranquilo.

-No puedo estar supervisándolo constantemente, y sé que tú disfrutas supervisar a otros además- agrego al ver como su alumno abría la boca para replicar- no estás en ningún club para estas vacaciones. Vamos véanlo como una carrera a tres piernas y háganlo lo mejor posible.

Las miradas de incredulidad no pasó desapercibida por su maestro que tan solo sonrió encantado.

Los sonidos de los clubes deportivos se oían en el salón en el cual dos personas se encontraban. Kagome había decidido sentarse cerca de la ventana, mientras que Sesshomaru se había sentado en frente de ella pero con su espalda con dirección a la ventana.

-No es justo ¿Cómo demonios termine teniendo que pasar las vacaciones contigo?- suspiro mientras se rascaba su cien con su lápiz- tenía tan grandes planes… el cielo azul, nubes blancas, chicos en traje de baño… y se fue así como así.

-Puedes quejarte todo lo que quieras pero que tu mano continúe moviéndose- replico mientras le miraba resolver los problemas.

-Pero sigo sin entenderlo, ¿Por qué tiene que ser X o Y? ¿No pueden poner números y ya?- pregunto despreocupada intentando descifrar esos problemas.

-Eres en verdad exasperante, la X o Y son incógnitas y las tienes que buscar… enserio ¿Para qué te molestas en venir a la escuela?- pregunto respirando profundamente, llenándose inconscientemente de su aroma pero no conseguía distinguir ese singular olor ¿Qué seria?

-Pues por muchas cosas- respondió ella- conocer y salir con amigos… hemm… ¿Eso no es razón suficiente?- Sesshomaru suspiro, ella no tenía ni idea- ¿Y tú? Naa, para que pregunto seguro que tú si vienes para aprender- una pequeña risa salió de sus labios- eso no es para mí.

Sesshomaru la miro detenidamente sus ojos reían.

-Bien, hemos terminado por hoy- anuncio él mientras miraba todos los problemas.

-¡Sí! Gracias por tu tiempo.

-¿Oye, Sesshomaru? ¿No él maestro debería supervisar y dar las lecciones suplementarias?

Sesshomaru caminaba junto a ella, la cual en sus manos conducía una bicicleta, su caminar era lento y agradable.

-Lamentablemente tenemos un maestro perezoso y pervertido- respondió indiferente.

-Entiendo- sonrió- ¿tienes una buena relación con Miroku-sensei? ¿Es por eso que te encargo esta tarea de cuidar de mí?

Sesshomaru la miro antes de responder- No tenemos una buena relación, él solo supo que yo podría hacerme cargo de esto- se paró en una cuchilla.

-Bueno yo me voy por la derecha- Kagome alzo una mano mientras se despedía- hasta mañana, Sesshomaru.

-Claro…

Como sea, esa fue mi primera vez saliendo con alguien de esa manera.

-Dime Sesshomaru…- él tan solo cabeceo en señal de que la escuchaba, ella jugo con el lápiz que estaba entre sus dedos antes de preguntar- ¿Tienes algún hermano mayor?

-No… tan solo uno menor- respondió con su vista aun en el libro que estaba leyendo tan absortamente- ¿Por qué lo preguntas?

-No… es que pensaba que en tu familia todos deben ser muy apuestos como tú… ¡Rayos! Me salió mal, debí a ver despejado…- sus ojos chocolates se enfrentaron a unos ambarinos que había dejado su lectura a un lado para mirarla, ella no entendió esa mirada hasta que reparo en sus palabras- ¡Hey! ¡Espera! No pienses cosas extrañas solo hacia un comentario… yo…- solo Dios sabe porque se sonrojo furiosamente.

Nunca pensé… en pasar así el verano.

Separando paletas.

-Jaja prueba esta, es de fresa te gustara- su risa era fresca como una brisa en el verano- pero déjame probar la tuya.

Intercambio las paletas pero aun así a cada uno le quedo una original y una de su compañero.

Perdiendo el tiempo por ahí y mojándonos de regreso por la lluvia.

-¡Corre, Sesshomaru!

-Eres una descuidada- replico el ambarino al ver como su compañera se resbalaba y caía en un charco, la tomo del brazo ayudándola a levantarse.

-Jajaja entonces ser descuidada es muy divertido- definitivamente ella era una despreocupada pero con una linda risa.

Descubriendo que no es tan perezosa pues es miembro del club de jardinería, con su propio jardín privado alejado de los demás.

-Mira, mira Sesshomaru los tomates maduraran pronto ¿Te gustaría probarlos?

Sesshomaru miro la sonrisa radiante de ella- Claro, ¿Por qué no?- respondió.

-¡Sí!- ella no era como las demás mujeres que Sesshomaru había conocido… ella era muy singular.

Y por último…

-¡Por aquí! ¡Por aquí!- agitaba su mano para que se apresurara a subir la cuesta, ella tenía muy buena condición.

-¿Por qué me trajiste hasta aquí?

-Sube y lo veras, es justo aquí- animo la morena.

viendo la ciudad de una perspectiva completamente nueva.

-¿Esto…?- estaba sorprendido.

-Mi lugar secreto, en donde toda la ciudad puedo apreciar y sentirme libre de las ataduras de esta- dio una vuelta estirando sus manos- ¡Soy libre de seguir mi propio camino!

-En verdad… eres rara- susurro, un susurro que alcanzo a la azabache.

-¡Oye!- Sesshomaru sonrió.

El sonido de una bicicleta se escuchó.

-Hasta aquí nos separamos- estaban delante de la cuchilla- entonces las lecciones terminaran mañana.

-Eso parece- respondió.

-Bueno… ante todo gracias por todo- se rasco las cabeza en un acto inconsciente- te arrastre muchas veces conmigo pero… fuiste una buena compañía.

Dicho eso, se subió de nuevo a la bici, pedaleo comenzando a alejarse de Sesshomaru, una pequeña opresión sintió él.

-¡Hasta mañana, Sesshomaru!

-Claro…

El "Hasta mañana, Sesshomaru" también terminara mañana.

La puerta se deslizo mostrando a un ambarino de gran porte y de facciones aristocráticas.

-Disculpa la tardanza- se acercó y…- y ¿Estas durmiendo?

A paso lento se acercó a la morena que estaba usando su mesa y brazos para poder descansar un rato. Miro su cabello ¿Por qué siempre estará amarrado? Suspiro al ver una curita en su rostro.

-¿Otra pelea? ¿Es que no entiende que la pueden lastimar en gravedad?- se masajeo lentamente el puente de su nariz.

Tomo asiento a como estaba acostumbrado y se dispuso a leer. 5 minutos y su mirada se desvió a la morena, lentamente puso sus dedos sobre la curita.

Un movimiento rápido.

La mano de Sesshomaru se vio apresada por una más pequeña pero no por eso menos fuerte, ella era fuerte y lo estaba comprobando. Sus rostros se miraban fijamente y detenidamente.

-¿… Sesshomaru?- su voz sonó sorprendida.

El retrocedió.

-…rea

-¿Ehh?- Kagome no entendió, estaba sonrojada.

-Tarea, la de hoy- replico mientras se la entregaba, estaba nervioso pero no lo demostraba.

-¿Ahh? Es cierto… ¡Rayos! No debí quedarme dormida- tomo lo que se le ofrecía.

¿Qué fue lo de hace un momento?

-¡TERMINE!- estaba feliz, había cumplido su meta- Bueno voy a entregarle esto a Miroku-sensei.

-Bien…

-¡Ah! Pero espérame ¿Sí? Te veré cuando termine de entregar esto.

La puerta se cerró.

-Oh, buen trabajo, estoy sorprendido lograste terminarlo completo- Miroku revisaba con ojo crítico todos los problemas.

-Ja, cuando me propongo algo siempre lo concluyo, soy una mujer trabajadora que cumple sus promesas- cruzo sus brazos con una clara muestra de triunfo.

-Pero más por ti, estoy sorprendido de que Sesshomaru aguantara hasta el final hizo un excelente trabajo cuidándote- Kagome sonrió tiernamente a lo que oyó.

-Sí, eso es verdad.

Sesshomaru volvía a estar sentado como de costumbre en la azotea detrás de la valla.

¿Por qué sigo en esta ciudad? Siempre me he sentido confinado entre estas estrechas calles, por esa misma razón él se fue… pero de algún modo en estos últimos días…

-¡Sesshomaru!- ella entro corriendo con una bolsa en su mano izquierda- Jeje, así que aquí estabas, te he estado buscando- se acercó.

-¿Qué te retraso?- pregunto mientras se levantaba.

-Si te preocupas por la tarea, Miroku-sensei fue todo alabanzas. Esto me entretuvo- fue cuando levanto la bolsa- ¡Tomates recién maduros! Dijiste que te gustaría comerlos y es mi regalo de agradecimiento.

Se acercó más pero la valla detuvo su avance.

-Mmm… vienes aquí mucho ¿Qué ves? ¿El vacío?- se aferró a la reja.

-No veo nada en particular- respondió.

-¿Hm? Entonces iré también- dejo la bolsa en el suelo, comenzó a escalar la verja.

-Oye… te cuidado o te caerás, eres demasiado torpe.

-¡Hey! No te preocupes, estaré bien yo…- con su pie en el borde de la reja y con la ayuda de su mano se impulsó-… ¡Volare pronto!

Como si estuviera libre de ataduras, como si nada la pudiera detener.

-¿Eh? Gyaaaaaa- Kagome se aferró al borde del suelo, su lazo que amarraba su cabello volo.

-¿Eres tonta?- en un movimiento rápido tomo su muñeca, con fuerza la jalo para subirla quedando en el acto sentado con ella entre sus piernas.

-E-eso estuvo cerca- suspiro aliviada al verse a salvo.

-¿Enserio tratabas de volar? Por supuesto que te caerías, idiota- estaba enojado, su respiración se había acelerado al verla en peligro.

-Por supuesto que no, tan solo calcule mal el punto de mi aterrizaje- respondió con su cara oculta en su pecho- disculpa tuviste que salvarme la…- alzo su rostro-… vida.

Sus nariz rozaron cuando ella levanto la vista, estaban cerca él mantenía sus manos en la cintura de ella, mientras las manos de la morena se encontraban aferradas a la reja. Sesshomaru no pudo ocultar su sorpresa el cabello azabache de ella caía libremente por su espalda y ambos lados de su rostro, era hermoso… fue en ese momento en que puso identificar su aroma.

Hierba silvestre.

Kagome se acercó más atraída por una fuerza que desconocía, rozo sus labios con los contrarios, Sesshomaru no hizo movimiento alguno para impedir ese contacto pero…

Ella se alejó al darse cuenta de lo que estaba haciendo, su cordura regreso estaba roja casi haciéndole competencia a los tomates que ahora se hallaban olvidados.

-Yo… ¡Espera! Es-esto no fue nada… tan solo…- sus ojos se desviaron.

-Claro…

Nosotros dos… reaccionamos de algún modo extrañamente… Así que ¿La culpa no debería ser compartida?

-Bueno aun me queda la mitad de las vacaciones- la morena se estiro su cabello aún estaba suelto no pudo encontrar su lazo, se sentía incomoda al traerlo así- ¿Qué harás, Sesshomaru? ¿Tienes planes?

Caminaban un poco más juntos que de costumbre.

-Eso y aquello- respondió como de costumbre- además aun tienes tarea para el verano, tendrás que hacerla tu sola.

-Hug… cierto.

Silencio.

-Bueno esto es todo- Kagome miraba como su compañero se dio media vuelta marchándose.

-Sí…

Siempre separándonos en esta cuchilla ha llegado a su fin.

Kagome lo miraba alejarse, algo se movió en ella. Cuando decidió vestirse con el uniforme de hombre había decidido ser fuerte por su bien y el de su hermano menor pero ahora volvía a ser esa frágil muchacha que fue hace 3 años, su cabello se agito por el viento… a nadie le había permitido verla con el cabello suelto porque era un recuerdo que guardaba de su difunta madre… algo de ella, algo privado y ahora… él lo vio.

-…¡Sesshomaru!- se detuvo- eso… eso que sucedió hace rato- él se volteo mirándola fijamente- yo… no siento que haya sido nada.

Sesshomaru se paralizo ante esas palabras.

-Yo… ¡Te estaré esperando mañana en la piscina de la escuela!... ¡Hasta mañana, Sesshomaru!

Antes de que pudiera responder o atinar a moverse, ella salió corriendo.

-¿Acaso cree que tengo tanto tiempo libre como ella?- saco un tomate de la bolsa, lo mordió- delicioso- sonrió de medio lado- bueno supongo que no tengo más remedio que ir.

Me equivoque el "Hasta mañana, Sesshomaru" no se acabó.