Hora Cero

Una suave brisa mecía las cortinas de una habitación. El ruido producido por los coches era abrumador, las luces de la ciudad se abrían paso a través de las cortinas.

Ada Wong estaba recostada en la cama de su habitación, esforzándose en dormir, tratando de encajar en el tranquilo ambiente que la rodeaba. Una nueva brisa un poco más fuerte que la otra volvió a entrar por la ventana, acompañada de pequeñas gotas de agua. Seguía en su constante esfuerzo de dormir unas horas; cerró sus ojos pero ahora la lluvia la saco de su intento inútil de conciliar el sueño.

Se llevo las manos al rostro en un destello de frustración, se levanto y se sentó en el suelo a lado de una enorme ventana; comenzó a observar como las gotas de lluvia impactaban en esta.

La prioridad y obligación de un spia es la misión, llevar acabo la misión como una maquina, sin ninguna interferencia emocional. Pensó. "interferencia emocional"...

Esbozo una sonrisa, doblando las rodillas hasta que le quedaran a la altura del pecho y con sus brazos las rodeo, aun estaba hipnotizada observando la lluvia caer.

"Somos un equipo, no puedo dejarte atrás". Recordó aquellas palabras que hace 15 años atrás había pronunciado, la única y verdadera persona de la cual se había enamorado. Le parecía frustrante y divertido al mismo tiempo. Era entretenido observar como Leon se aferraba a ideas falsas, creyendo en la "justicia" de la nación a la que servía, a pesar de los años aun conservaba cierta inocencia. Se apoderaba de ella una clase de impotencia que surgía al no estar a su lado. Ella ya había confesado su amor tiempo atrás, y cuando lo encontraba en su camino destinaba algún tiempo para ayudarlo para dejarle ver que aun sentía lo mismo.

-tal vez, solo estoy enojada con el...pronuncio suavemente al mismo tiempo que un rayo surcaba los cielos. ¿Enojada? la idea le resulto irónica e hilarante. La verdad era que en lo mas profundo de su ser, si se encontraba enojada, porque Él nunca se había decido ir por ella, a tener un arrebato de locura y pedirle que dejara su trabajo, ofrecerle el resto de su vida a su lado, pero no fue así, cada uno de sus encuentros, cada llamada, cada búsqueda eran iniciados por ella.

Miro el reloj y ya era la hora cero, sonrió de medio lado, moviendo la cabeza de un lado a otro en símbolo de desaprobación y fatiga. Había sido otra noche dedicada a hundirse en su complicada "relación". Se levanto de su lugar, se estiro un poco y el sonido de su celular la saco de sus pensamientos, se dirigió hasta la mesa donde se encontraba y sin darle importancia al número contesto...

-Aquí Wong. Fastidiada, parecía que el sueño la había atrapado al momento de contestar. Nadie respondía del otro lado de la línea, solo se escuchaba la interferencia y despreocupada colgó. Camino directo a su cama para por fin dormir unas horas, colocando su celular a lado. Cerró sus ojos y volvió a sonar su celular, ya no era una llamada sino una videollamada, intento ignorar el sonido para tratar de dormir, pero la insistencia era imparable.

Joder!, ¿quien será a estas horas? . Hablo por lo bajo, se sentó y acomodo en el respaldo de la cama, alineándose un poco, aunque tenia la seguridad de que luciría muy bien a pesar de la hora que era. Contesto y observo la pantalla, rápidamente su ceño se frunció. Se veía un cuarto iluminado por algunas lámparas de techo, dejando ver lo sucio y deteriorado del lugar, alguien le estaba dando un tour, las paredes parecía que estaban a punto de caer pero lo que llamo su atención fue la cantidad de lo que prometía ser sangre, embarrada, seguían mostrando el lugar, llegaron a una mesa con varios tipos de pinzas y objetos punzo/cortantes. Aun se mostraba seria, no dejaría lugar que su cara mostrara alguna clase de emoción. Llegaron al final de cuarto y se encontraba un hombre colgado por las manos, con una especie de grilletes en los tobillos y un saco cubriéndole la cabeza seguramente estaría amordazado pues solo se sacudía frenéticamente al sentir la presencia de la otra persona, solo se limitaba a enfocar su espalda que se encontraba lacerada, con heridas abiertas y sangre brotando de ellas, aquel hombre tenia una herida en la escapula izquierda bastante desagradable, se podía ver el musculo necroso rodeado de pus y lleno de larvas. Al ver esa imagen tan grotesca, lo único que pudo hacer fue cerrar los ojos y pasar un trago amargo de saliva.

-Espero que estés disfrutando de la tour.La voz del otro lado de la línea era áspera y seca, se podía sentir el odio al hablar. Sintió algo de pena por la desdicha aquel hombre.

-¿Que tengo que ver en esto?.Soltó sin miedo y con un tono altivo.

-Aun no te das cuenta, te lo explicare...camino hasta quedar de frente al hombre, coloco su mano en el saco y lo quito rápidamente, mostrando el rostro del hombre.

-L...eon. Un rayo atravesó la ciudad iluminando su habitación, No pudo articular la palabra, su pecho comenzó a respirar agitadamente, una gota de sudor bajo por su espalda, sus ojos estaban abiertos.

-¡Ah!...veo que lo conoces. Con sarcasmo. No me importa mucho si el muere, la razón por la cual lo tengo aquí, es para llegar...a ti...

Aun no podía pronunciar ninguna palabra, el estado en el que se encontraba Leon, la había dejado estupefacta, ni si quiera logro localizar quien era la persona tras la videollamada.

-Veo que te deje una buena impresión, ¡ESCUHA CON ATENCION! si lo quieres encontrar solo debes aceptar lo que te voy a proponer...te daré tiempo para pensar... Tres...hablaba con mucha seguridad dejando en claro que el tenia el control de la situación.

Su respiración seguía tan agitada, no podía dejar de observar el rostro de Leon, se encontraba sucio por la sangre denotaba extremo dolor y cansancio.

-dos. Seguía en su cuenta regresiva. Era un bastardo que había estado estudiando los movimientos de ella y de Leon, registrando llamadas, cuentas bancarias, todo lo que estuviera relacionado con ellos. -se me termina la paciencia lindura... u...n..

-¿Que es lo que tengo que hacer?

-Muy bien, sabía que aceptarías, aunque te costara llegar hasta aquí...

-Escucha bien, Cerdo hijo de puta...

-NO, NO, NO, NO a mi no me vas a hablar así. Tomando una varilla de fierro con la mano libre, agarro impulso y lo impacto justo en las costillas. La reacción de Leon fue retorcerse y soltar un grito ahogado por la mordaza. Justo antes que impactara otro golpe...

-¡Detente!, por favor, hare lo que sea, solo déjalo libre ¡por favor!. Las lágrimas empezaron a correr por sus mejillas, desde que vio que era Leon, se encontraba de pie al borde de la agonía.

-No te quieras pasar de lista conmigo, así que cuida tus modales. Colgando de pronto la llamada.

Que carajo había pasado, estaba llena de furia, impotencia y tristeza, quería lanzar el teléfono por la ventana, se dejo caer al suelo de rodillas, pidiendo que fuera una horrible pesadilla, llevo una mano a su rostro y dio un leve golpe en la mejilla, se levanto como pudo dirigiéndose al baño y cuando abrió la llave con desesperación empezó a arrojar agua en su rostro, alzo la barbilla para mirarse en el espejo y tratar de encontrar una solución, pero se encontraba tan aterrada sus ojos lo reflejaban todo.

-¿Que tengo que hacer?... ¡Piensa estúpida! .su respiración seguía agitada y al mirarse una vez mas al espejo, supo que tenia que localizar primero a la persona que sabe todos los movimientos de Leon. -!Hunnigan¡, eso es- tomo rápidamente su celular recordando que hace unos meses atrás, había guardado su numero, para localizar a Leon algún día, marco tan rápido como pudo el numero, y mientras sonaba sus ideas se estaban normalizando, no quería involucrar a otras personas en este asunto, pues significaría perder su trabajo y aun peor...perderlo a Él

-Ingrid, soy Ada, ¿Quiero saber por donde anda Leon? .Intento hablar de manera natural y calmada, tenia cierta seguridad de que le contestaría con la verdad pues Ingrid sabia lo que pasaba con ellos dos.

-¿Leon?...no se mucho de él, hace dos meses presento su renuncia...

...fin...


Espero y sea de su gusto, es la primera vez que hago algo como esto :)