CapÃtulo II El mensaje de Sirius.
Entraron despacio para no hacer ruido. El miedo estaba en su cara. La varita de Hermione temblaba a tal velocidad, que ya ni se distinguÃa si era una varita o un espagueti. Se quitaron la capa. Todo estaba oscuro. Ni un ruido. Solo el simple murmullo de las gotas de humedad que habÃan en aquel lugar. Miraron a su alrededor. Todo estaba cubierto de telarañas, esqueletos, armaduras viejas y oxidadas con el paso del tiempo. Cada vez que iban caminando se iba encendiendo una vela. El calor y la luz, eso era lo que les hacÃa falta. La sala era rectangular, con cuatro esquinas, todas ellas daban a una sala de las cuatro casas de Hogwarts. De repente se oyó un ruido, parecÃa una persona. Sus pasos cada vez se hacÃan más fuertes, y llegó tal punto, que ya se sentÃan como si los tuvieran enfrente de ellos. Rápidamente, y sin hacer el menor ruido, se pusieron la capa. Estaban asustados, muy asustados.
Y si la leyenda era cierta. ¿ExistÃa realmente el fantasma? Que eran aquellos ruidos.
Una sombra se asomaba por la repisa. Estaba cubierta por un manto negro. El ser era alto, bastante alto. Sé dirigió hacia una puerta. Pero de pronto se paró.
Entonces empezó a exclamar en tono muy grave.
Quién ay, venga, ¡¡¡¡responde!!!!!!
Te descubriré, creas o no, oigo tu respiración. Eres mortal, lo sé gracias a mi olfato, pero no solo eres tu, sino que también siento a dos, no, tres personas. Salid inmediatamente!!!
Harry, Ron y Hermione se quedaron en el sitio. Si se movÃan, si respiraban, estaban acorralados en aquel maldito lugar. Aquel ser los matarÃa. Sus hechizos no servirÃan para nada. Ni los maleficios que aprendió Harry para la participación en los juegos de magos.
El ser se iba hacercando más y más. Los sentÃa. No tenÃan escapatoria.
De pronto, la cicatriz de Harry empezó a brillar, quemaba. Harry no podÃa aguantar más, iba a gritar, le descubrirÃan si gritaba. Era el fin. MorirÃan todos por aquel espectro.
Inmediatamente sé oyó un ruido. Era un gato. La señora Norris habÃa aparecido, eso significa que Filch no estarÃa muy lejos. Justo cuando apareció la gata, el ser se habÃa desvanecido. La cicatriz dejó de dolerle.
¿Quién era ese ser? ¿ Para que estaba en el cuarto piso? ¿ Cómo es que se fue tan rápido sin dar alguna explicación?
Justo cuando el personaje misterioso se fue. Harry, Ron y Hermione, tapados por la capa invisible, se dirigieron hacia sus aposentos.
Mientras estaban bajando, se encontraron a Snape, corriendo a toda velocidad, pero que era lo que llevaba colgando, era, una capa, pero era de color, no marrón sino ¡¡negra!!
Que tenÃa que ver Snape con todo esto.
¿SabrÃa el también la leyenda? O ¿ QuerÃa apoderarse de la joya para transformarla en algo horrible? Para que Snape irÃa al cuarto piso.
Significa esto, que ¿Snape tiene algo que ver con el espectro de antes?
Todo estaba muy confuso.
Esto se tendrÃa que resolver de una forma u otra.
* * *
A la mañana siguiente, mientras ellos estaban desayunando, vino el correo.
Una carta cayó en manos de Harry, en el cual, este la abrió. En el remitente decÃa: SB. En la carta estaba escrito:
Hola Harry, soy yo, Sirius. Que tal te va el colegio. Como va el quidditch, ya me enteré de que ganaste el, bueno, tu ya me entiendes. Te tengo que contar algo muy importante que no te lo puedo contar en esta simple carta.
Te espero esta noche en el Campo de quidditch.
Es muy urgente. A las doce.
Besos, adiós.
PD: tranquilo, el profesor Dumbledore sabe que tengo que hablar contigo esta noche, sabes, es una persona de muy confiar Harry. Somos grandes amigos.
Harry se lo contó todo a sus amigos. Hermione respondió:
Que querrá contarnos esta vez, ¿Harry?
No lo sé, parece algo muy importante, ¿creéis que esto tendrá algo que ver con lo sucedido anoche?
No lo sé- afirmó Ron- pero ayer, ¡uf!, Casi me muero del susto.
No solo tu Ron, yo también, ah, que no sabéis una cosa.- dijo ella.
¿El qué?- dijeron los dos a unÃsono.
Que me ha escrito krum.
¿Otra vez ese?- dijo Ron en tono despreciativo.
Sà ese, como dices tu.- afirmó.
Venga chicos dejemos esta discusión de, mira no lo digo por ofender, y vayamos al grano.- dijo Harry.
Haber, lo que vimos ayer, no era precisamente un humano, pero podrÃa serlo si utilizase un hechizo secreto. A parte, ¿no os fijasteis ayer? Snape llevaba una capa, o manto, no se distinguÃa bien, era igual como el ser de ayer, y otra cosa más, estaba corriendo a gran velocidad. Como si algo grave hubiera pasado.
Si, ya, pero, ¿estás seguro que el tiene algo que ver?- dijo Hermione muy pensativa.
Estoy seguro- dijo Ron con cara de feliz, parecÃa Sherlock Holmes con aquella mirada.
Por favor Ron, no exageres- dijo Harry
Mirad, esta noche iré yo solo con Sirius, ¿vale?
Pero Harry...- dijo Hermione.
Tranquilos, todo saldrá bien.
Eran las once. Harry se habÃa despertado para ir a ver a Sirius.
Todo estaba en silencio. La gente estaba dormida, incluido Ron, que ni el más fuerte ruido lograrÃa despertarle.
Harry sé dirigió hacia la puerta. Se puso la capa para que nadie le viera. La abrió muy despacio. Caminaba lentamente. De Repente vio otra vez a Snape. Estaba muy nervioso. No dejaba de temblar. Algo muy fuerte le habrÃa pasado. TenÃa la cara aun más pálida de cómo la tiene. No sujetaba ninguna capa o manto negro. Harry dejo de largo a Snape, y se fue hacia el campo de quidditch.
Eran las once y cincuenta minutos. Harry seguÃa esperando en el campo. Iban pasando los minutos, diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno. Sirius aun no habÃa llegado. Harry estaba my preocupado por él, ya que Sirius es una persona muy puntual. Se sentó en el banquillo, estaba mojado de la humedad y del frÃo que habÃa a esas horas. La niebla cada vez, se hacÃa más persistente. Un Grito muy fuerte se oyó. No era un grito normal, aquella significaba peligro. Y si era Sirius, y si le habÃa pasado algo a Sirius.
Harry se puso en medio del campo para ver si habÃa alguien. El problema era que la niebla, ya se habÃa hecho más gruesa y era imposible ver a una gran distancia.
Del cielo empezaba a caer algo. Era brillante. ParecÃa un pergamino. TenÃa las puntas quemadas. Estaba cubierto por un lazo de color rojo. Pero, que era eso. Era muy rojo, y se deslizaba por el papel, parecÃa sangre, no, era sangre. En el lazo ponÃa SB, las iniciales de Sirius Black. ¿Le habrá pasado algo?
Harry abrió el pergamino con gran delicadeza para que no se rompiera ya que el papel, a primera vista, parecÃa frágil y que estaba a punto de romperse.
En el pergamino decÃa:
Harry, tienes que esconderte. Algo maligno acecha Hogwarts. Por favor, pide ayuda al profesor Dumbledore, él sabrá que hacer. Un ser con capa negra me ha secuestrado. Te pido que no vayas a buscarme, podrÃas morir en el intento.
A parte, estoy muy débil. Harry, ayuda, por favor, corre!!!
Harry se quedó sin respuesta. Ayudaba a Sirius, que podÃa hacer, ¿será aquel ser que vieron la noche pasada? ¿Que ara a Sirius? ¿ Le matará?.
Todas estas preguntas se las preguntaba Harry. ¿Tiene que ver esta actuación con Snape?
Harry no sabÃa que hacer. Miró arriba abajo, de izquierda a derecha. Se quedó en el sitio sin respuesta a sus preguntas, no sabÃa que hacer.
Continuará en el CapÃtulo III
Entraron despacio para no hacer ruido. El miedo estaba en su cara. La varita de Hermione temblaba a tal velocidad, que ya ni se distinguÃa si era una varita o un espagueti. Se quitaron la capa. Todo estaba oscuro. Ni un ruido. Solo el simple murmullo de las gotas de humedad que habÃan en aquel lugar. Miraron a su alrededor. Todo estaba cubierto de telarañas, esqueletos, armaduras viejas y oxidadas con el paso del tiempo. Cada vez que iban caminando se iba encendiendo una vela. El calor y la luz, eso era lo que les hacÃa falta. La sala era rectangular, con cuatro esquinas, todas ellas daban a una sala de las cuatro casas de Hogwarts. De repente se oyó un ruido, parecÃa una persona. Sus pasos cada vez se hacÃan más fuertes, y llegó tal punto, que ya se sentÃan como si los tuvieran enfrente de ellos. Rápidamente, y sin hacer el menor ruido, se pusieron la capa. Estaban asustados, muy asustados.
Y si la leyenda era cierta. ¿ExistÃa realmente el fantasma? Que eran aquellos ruidos.
Una sombra se asomaba por la repisa. Estaba cubierta por un manto negro. El ser era alto, bastante alto. Sé dirigió hacia una puerta. Pero de pronto se paró.
Entonces empezó a exclamar en tono muy grave.
Quién ay, venga, ¡¡¡¡responde!!!!!!
Te descubriré, creas o no, oigo tu respiración. Eres mortal, lo sé gracias a mi olfato, pero no solo eres tu, sino que también siento a dos, no, tres personas. Salid inmediatamente!!!
Harry, Ron y Hermione se quedaron en el sitio. Si se movÃan, si respiraban, estaban acorralados en aquel maldito lugar. Aquel ser los matarÃa. Sus hechizos no servirÃan para nada. Ni los maleficios que aprendió Harry para la participación en los juegos de magos.
El ser se iba hacercando más y más. Los sentÃa. No tenÃan escapatoria.
De pronto, la cicatriz de Harry empezó a brillar, quemaba. Harry no podÃa aguantar más, iba a gritar, le descubrirÃan si gritaba. Era el fin. MorirÃan todos por aquel espectro.
Inmediatamente sé oyó un ruido. Era un gato. La señora Norris habÃa aparecido, eso significa que Filch no estarÃa muy lejos. Justo cuando apareció la gata, el ser se habÃa desvanecido. La cicatriz dejó de dolerle.
¿Quién era ese ser? ¿ Para que estaba en el cuarto piso? ¿ Cómo es que se fue tan rápido sin dar alguna explicación?
Justo cuando el personaje misterioso se fue. Harry, Ron y Hermione, tapados por la capa invisible, se dirigieron hacia sus aposentos.
Mientras estaban bajando, se encontraron a Snape, corriendo a toda velocidad, pero que era lo que llevaba colgando, era, una capa, pero era de color, no marrón sino ¡¡negra!!
Que tenÃa que ver Snape con todo esto.
¿SabrÃa el también la leyenda? O ¿ QuerÃa apoderarse de la joya para transformarla en algo horrible? Para que Snape irÃa al cuarto piso.
Significa esto, que ¿Snape tiene algo que ver con el espectro de antes?
Todo estaba muy confuso.
Esto se tendrÃa que resolver de una forma u otra.
* * *
A la mañana siguiente, mientras ellos estaban desayunando, vino el correo.
Una carta cayó en manos de Harry, en el cual, este la abrió. En el remitente decÃa: SB. En la carta estaba escrito:
Hola Harry, soy yo, Sirius. Que tal te va el colegio. Como va el quidditch, ya me enteré de que ganaste el, bueno, tu ya me entiendes. Te tengo que contar algo muy importante que no te lo puedo contar en esta simple carta.
Te espero esta noche en el Campo de quidditch.
Es muy urgente. A las doce.
Besos, adiós.
PD: tranquilo, el profesor Dumbledore sabe que tengo que hablar contigo esta noche, sabes, es una persona de muy confiar Harry. Somos grandes amigos.
Harry se lo contó todo a sus amigos. Hermione respondió:
Que querrá contarnos esta vez, ¿Harry?
No lo sé, parece algo muy importante, ¿creéis que esto tendrá algo que ver con lo sucedido anoche?
No lo sé- afirmó Ron- pero ayer, ¡uf!, Casi me muero del susto.
No solo tu Ron, yo también, ah, que no sabéis una cosa.- dijo ella.
¿El qué?- dijeron los dos a unÃsono.
Que me ha escrito krum.
¿Otra vez ese?- dijo Ron en tono despreciativo.
Sà ese, como dices tu.- afirmó.
Venga chicos dejemos esta discusión de, mira no lo digo por ofender, y vayamos al grano.- dijo Harry.
Haber, lo que vimos ayer, no era precisamente un humano, pero podrÃa serlo si utilizase un hechizo secreto. A parte, ¿no os fijasteis ayer? Snape llevaba una capa, o manto, no se distinguÃa bien, era igual como el ser de ayer, y otra cosa más, estaba corriendo a gran velocidad. Como si algo grave hubiera pasado.
Si, ya, pero, ¿estás seguro que el tiene algo que ver?- dijo Hermione muy pensativa.
Estoy seguro- dijo Ron con cara de feliz, parecÃa Sherlock Holmes con aquella mirada.
Por favor Ron, no exageres- dijo Harry
Mirad, esta noche iré yo solo con Sirius, ¿vale?
Pero Harry...- dijo Hermione.
Tranquilos, todo saldrá bien.
Eran las once. Harry se habÃa despertado para ir a ver a Sirius.
Todo estaba en silencio. La gente estaba dormida, incluido Ron, que ni el más fuerte ruido lograrÃa despertarle.
Harry sé dirigió hacia la puerta. Se puso la capa para que nadie le viera. La abrió muy despacio. Caminaba lentamente. De Repente vio otra vez a Snape. Estaba muy nervioso. No dejaba de temblar. Algo muy fuerte le habrÃa pasado. TenÃa la cara aun más pálida de cómo la tiene. No sujetaba ninguna capa o manto negro. Harry dejo de largo a Snape, y se fue hacia el campo de quidditch.
Eran las once y cincuenta minutos. Harry seguÃa esperando en el campo. Iban pasando los minutos, diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno. Sirius aun no habÃa llegado. Harry estaba my preocupado por él, ya que Sirius es una persona muy puntual. Se sentó en el banquillo, estaba mojado de la humedad y del frÃo que habÃa a esas horas. La niebla cada vez, se hacÃa más persistente. Un Grito muy fuerte se oyó. No era un grito normal, aquella significaba peligro. Y si era Sirius, y si le habÃa pasado algo a Sirius.
Harry se puso en medio del campo para ver si habÃa alguien. El problema era que la niebla, ya se habÃa hecho más gruesa y era imposible ver a una gran distancia.
Del cielo empezaba a caer algo. Era brillante. ParecÃa un pergamino. TenÃa las puntas quemadas. Estaba cubierto por un lazo de color rojo. Pero, que era eso. Era muy rojo, y se deslizaba por el papel, parecÃa sangre, no, era sangre. En el lazo ponÃa SB, las iniciales de Sirius Black. ¿Le habrá pasado algo?
Harry abrió el pergamino con gran delicadeza para que no se rompiera ya que el papel, a primera vista, parecÃa frágil y que estaba a punto de romperse.
En el pergamino decÃa:
Harry, tienes que esconderte. Algo maligno acecha Hogwarts. Por favor, pide ayuda al profesor Dumbledore, él sabrá que hacer. Un ser con capa negra me ha secuestrado. Te pido que no vayas a buscarme, podrÃas morir en el intento.
A parte, estoy muy débil. Harry, ayuda, por favor, corre!!!
Harry se quedó sin respuesta. Ayudaba a Sirius, que podÃa hacer, ¿será aquel ser que vieron la noche pasada? ¿Que ara a Sirius? ¿ Le matará?.
Todas estas preguntas se las preguntaba Harry. ¿Tiene que ver esta actuación con Snape?
Harry no sabÃa que hacer. Miró arriba abajo, de izquierda a derecha. Se quedó en el sitio sin respuesta a sus preguntas, no sabÃa que hacer.
Continuará en el CapÃtulo III
