A/N: Nada me pertenece...
Este relato cuenta la historia de Aarón, un chico que en sus ultimos momentos de vida Alice decide salvar, por lo que tendrá que lidear con su nueva condición de vampiro, diferencias físicas entre los demás Cullens, además de la aparición de Jane Volturi en su vida, espero les agrade, Jane en este relato tiene 16 años (por obvias razones), esta situado algún tiempo despues de los libros.
Era un día extrañamente soleado para el comúnmente siempre nublado y frio Forks.
Los Cullen habían pasado el día en su casa por lo mismo, ya eran casi tres años desde la última confrontación con los Volturi, todo estaba comúnmente en paz podría decirse, ninguna eventualidad en sus vidas tranquilas.
Renesmee ya un poco más crecida, aunque aún una niña de 12 años.
Bella y Edward aún tenían su casa en medio del bosque aunque pasaban la mayoría del día con su hija en la casa de la familia donde todos convivían, en ningún momento, bajo ninguna circunstancia Bella se arrepintió de su nueva vida, al contrario jamás hubiese deseado que fuera diferente.
Además aún podía ver a su padre casi cada semana de hecho esa era la razón por la que habían permanecido en Forks olvidándose de ir a Dartmouth, aunque en realidad eso seguía siendo un plan para tiempo después.
Por el momento no había nada más que disfrutara que estar sentada al lado de Edward observando a su hija leer un libro sentada sobre el tapete central.
Era una relativa paz en esos días ya que Alice había estado de un genio de los mil demonios, al parecer tenía problemas con una de sus visiones, aun ignoraba porque pero aún así no estaba de muy buen humor.
También había predicho que habría problemas cercanos, había visto un grupo de vampiros nómadas, más de los comunes en un solo grupo causar problemas al cazar, eran entre 10 a 12 por lo mismo al cazar era demasiado el daño que hacían también les había dicho que Aro enviaría guardias a encargarse del problema, aunque no podía revelar más y eso la tenía totalmente molesta.
Ella misma sabía que no era infalible pues el futuro cambia constantemente pero nunca tenía problemas observando su futuro o el de los demás dejando de fuera a Nessie y Jacob, pero había algo borroso en su futuro y el de su familia, algo que la mantenía preocupada, incluso sabía que la afectaría más a ella pero ¿Qué era? ¿Sería tan improbable que sucediera por eso no podía verlo con claridad?
La verdad era que aparte de eso ya tenía de nervios a toda la familia con sus constantes exasperaciones, Jasper por su parte se había mostrado como siempre muy comprensivo con ella, ese día saldría de compras a Seattle para despejarse un momento junto con Jasper, ya había visto el día como transcurriría, sabía que no concurrirían problemas, que de regreso habría más tráfico por un accidente vial, pero luego en cada visión fuera lo que fuera un rostro borroso aparecía complicándolo todo.
No podía ver entonces nada con claridad, ocurría en todas sus visiones o veces no en el mismo lugar, bufó instantáneamente mientras bajaba la escalera con gracia hasta la sala donde se encontraban los demás.
Emmett automáticamente giró en el sofá donde se encontraba con Rosalie para observarla -Si es sobre esa visión borrosa otra vez…- su tono claramente exasperado.
-Como tú no eres el psíquico aquí- contestó la vampira rodando los ojos.
-¿Lo mismo de nuevo?- se escuchó la suave voz de Jasper desde el rincón, con un bufido más la neófita asintió.
-Si vuelvo a tener esa visión otra vez tendré que ahorcar a alguien-
-Calma, calma no hay necesidad de eso pronto lo resolverás siempre lo haces- dijo Carlisle dándole unas palmadas para luego sentarse en el sillón junto a Edward y Bella.
No pudo evitar rodar los ojos, ya eran días con lo mismo y aun así no sabía que era, o si pasaría o no, finalmente se encogió de brazos dejando el problema de lado.
-¿Nos vamos?- Preguntó Jasper sonriéndole para salir hacia la puerta, Alice lo tomó de la mano sonriendo, era tan fácil dejar pasar lo que fuera mientras estuviera a su lado.
Asintió aún sonriendo para salir de la casa despidiéndose de todos prometiendo traer de vuelta algo para cada uno.
El día había transcurrido normalmente para la familia, Edward y Bella se encontraban afuera observando de lejos a su hija jugar junto al río con Jacob, que se había convertido en su mejor amigo durante todo ese tiempo.
La pequeña seguía siendo tan posesiva con él como siempre y para este entonces Bella se había acostumbrado a verlo con su hija casi a diario.
Su vida con Edward, su hermoso Edward, era mejor de lo que pudo haber imaginado, no se pensaba en ningún momento más feliz de lo que era en ese momento con su esposo, hija y familia adoptiva.
Alice y Jasper habían pasado todo el día en tiendas de ropa donde la neófita se había surtido de los suficiente para lo que ella argumentaba era solo unos días, pues era muy bien conocida su fascinación por la ropa de buena marca y que todos estaban advertidos de usarla solamente una vez.
Pasó por varias tiendas escogiendo ropa para todos, era un día nublado tal y como lo había visto en sus predicciones así que era libre de pasear tomada de la mano con Jasper por todo Seattle observando todo lo que le llamara la atención, aunque en realidad no había mucho de nuevo, iba muy seguido a la ciudad y conocía casi todo lo que había o no en las tiendas.
Se detuvo en una tienda instrumental, sin pensarlo dos veces entró, Jasper no mencionó ninguna palabra pero se mostró confundido, Alice no era la chica que se detuviera en una tienda instrumental, ese más bien sería Edward y eso si encontraba un piano, pero no cuestionó nada, simplemente traspasó las puertas de cristal junto con ella.
El lugar estaba lleno de estantes y filas con diferentes instrumentos de todo tipo, desde panderos hasta los más extravagantes órganos, pero ella no estaba interesada en nada de eso, de hecho no sabía porque había querido entrar en la tienda, giró lentamente observando en la esquina del gran mural de las guitarras una que le llamó mucho la atención e incluso se volvió en algo deseado por ella, de color cereza con maple, no sabía mucho de ese instrumento pero algo de él le llamó la atención, aún desconociendo porque se acercó lentamente soltando a Jasper de la mano.
Rodeó las baterías y pianos hasta llegar hasta la guitarra, lentamente tocó su estructura suave, ¿Por qué repentinamente era ese un objeto que le llamaba tanto la atención?
Últimamente las cosas para ella no tenían mucho sentido, entre las cosas borrosas de su mente, rostros ocultos la verdad no sabía que pensar o que decir, algo atormentaba sus visiones y odiaba no poder descifrar lo que era.
Cerró los ojos concentrándose en lo que hacía en ese momento, se suponía que había salido para distraerse, comenzó a sentir una oleada de calma y paz, una mano tocó su hombro e instantáneamente inclinó su cabeza para apoyar su mejilla en ella, sonrió ligeramente observando a Jasper que la observaba con cara de preocupación.
-Creo que me fui por un momento, disculpa tanta cosa en mi mente- Respondió a la pregunta silenciosa del chico que simplemente le sonrió suavemente.
-¿La llevaras?- preguntó refiriéndose obviamente al instrumento.
-Oh no, es bonita pero no sabría qué hacer con ella-
Tomó la mano del chico con una gran sonrisa jalándolo a la salida del local, caminó unas cuantas tiendas donde aprovechó para comprar unas ultimas prendas antes de dar por terminado el recorrido.
-Será mejor que regresemos habrá un accidente automovilístico-
Jasper asintió mientras juntos hicieron camino al auto porsche 911, el neófito manejaba en esta ocasión, aún sentía que la chica estaba preocupada por todo lo que le ocurría, trataba mantenerla calmada pero incluso de vez en cuando algo sucedía y volvía a sentirse confundida, solo esperaba, como todos los demás que todo eso pasara pronto.
-¿Estás bien?- Preguntó mientras manejaba por las calles de la ciudad.
La neófita recargó su cabeza en el asiento observando el capote del vehículo.
-Yo estoy bien es solo que me frustra que estas visiones de un rostro extraño o que de repente se me borre todo lo que ya una vez he visto sin razón alguna-
Jasper estiró su mano para tomar la de la chica en un gesto de apoyo, odiaba tampoco saber qué hacer para ayudarla.
-¿No sabes a que pueda ser?- pero Alice simplemente negó con la cabeza.
-No, no sé porque de pronto cosas que no me importaban me llaman la atención, porque de repente me pierdo entre visiones es como si hubiera algo más fuerte pero aun no sé que es- De nuevo la ola de paz la rodeo.
-No te preocupes ya lo averiguaras Carlisle tiene razón- comentó apretándole la mano mientras seguían su camino hasta Forks.
Minutos después escucharon el ronroneo de un auto deportivo detrás suyo, después de unos momentos los paso por la carretera, era un charger de color azul con los vidrios tintados.
-Y ahí va- Comentó Alice con voz menos exasperada, durante el camino se había tranquilizado un poco más.
Sabía que ese vehículo se volcaría más adelante y cerrarían el paso de la autopista por un tiempo, había elegido exactamente la hora para no quedar varados entre el trafico.
Jasper siguió el vehículo no muy de lejos, era extraño ver que alguien manejara a tanta prisa como ellos, los humanos no podía controlarse a semejantes velocidades, como si tuvieran demasiada prisa.
Kilómetros después el vehículo se adelantó más, Jasper observaba de reojo como Alice se enfocaba en observar el futuro mientras el mantenía la velocidad de 160 kilómetros que llevaba hasta ahora.
Alice lo observó sonriendo esta vez, todo parecía estar mejor pero su voz lo sacó de sus pensamientos.
-¡Detente!- gritó de repente tomándose la cabeza.
-¿Qué pasa Alice?- preguntó preocupado observándola sorprendido.
-Detente aquí- le ordenó mientras observaba el frente de la carretera.
Frenó orillándose a un lado de la salida observando a lo lejos el Charger volcado ahora con las llantas hacía arriba, el olor a sangre lo atontó por un momento que tuvo que apretar el volante para mantenerse en control ordenando sus pensamientos.
Pero Alice tenía otra cosa en mente pues inmediatamente se bajó del vehículo corriendo hacía el Charger.
Se forzó a soltar el volante para seguirla.
-¡Alice no!-
Pero la chica no daba señales de quererse detener por ningún motivo.
Llegó hasta el auto arrancando prácticamente la puerta del copiloto lanzándola a un lado, la autopista estaba aun desierta pero no era prudente estar ahí, Jasper trató de tranquilizarla, pero si se acercaba más no podría contenerse, tanto que ya no respiraba.
-¡Ve¡- Le gritó Alice apuntando hacia la carretera, -Te alcanzo ve-
Jasper titubeó unas milésimas de segundo, pero sabía por el rostro de Alice que debía confiar en ella, girando corrió hasta al auto y se alejó un poco se sentía ansioso y confundido, pero esperó sin más.
La vista no era nada agradable, dos personas iban al frente, ambas muertas, para la vampira no era nada fácil estar ahí de pie, pero sus motivos eran más fuertes que su sed.
-Es él, es él- repetía con emoción, en un pequeño grito que incluso Jasper escucharía a la distancia.
-¿Quién?- Gritó con voz entrecortada de vuelta, probablemente no había sido nada fácil tener que respirar para poder contestar.
-El rostro que veo, la persona que interrumpe mis visiones- contestó mientras doblaba el lado del vehículo hacia afuera.
-Alice no podemos estar aquí, ¿Cómo sabes que es él? Dijiste que se veía borroso, necesitamos irnos pronto no se cuanto resistiré- Añadió aturdido.
-Tengo que sacarlo-
Jasper la observó por el espejo retrovisor de nuevo sorprendido, sus manos pálidas apretaban el volante, si seguía así pronto lo rompería.
-Alice no puedes hacer eso te aseguro que en algunos momentos alguien los ayudara no podemos, no debemos permanecer aquí-
-Lo se Jasper no es eso- Comentó esta vez desesperada.
-Alice obsérvalo- Dijo Jasper aventurándose a poner la reversa al vehículo, tenía sus pensamientos en orden, sabía que Alice era primero, aún así estuvo haciendo lo mejor por controlarse pero si no se retiraban pronto perdería la batalla.
Alice se detuvo un momento para observarlo mientras Jasper añadía.
-Va a morir y pronto, no hay nada que podamos hacer-
La chica giró para observar el cuerpo en el asiento de atrás, sus latidos eran muy débiles, podía saber que tenía una gran hemorragia interna, Jasper tenía razón, moriría pronto, pero algo en su rostro la hacía sentirse desesperada, diferente en momentos como si ese joven que estaba ahí tirado con la ropa ensangrentada fuera más para ella de lo que esperaba, sentía algo, no algo como lo que sentía por Jasper su más profundo y adorado amor, era algo diferente, algo que no podía clasificar y que definitivamente algo dentro de sí le decía que no podía perder.
Sin pensar del tema por más tiempo despego el vehículo un poco más para jalarlo hacia afuera.
-Alice no…-
-En el camino te explico vámonos- comentó la chica mientras cargaba al chico sobre su hombro hacía el auto. Como pudo se acomodó.
Jasper no cuestionó más simplemente la siguió para encender regresar a Forks de nuevo.
-No podremos llevarlo a un hospital- dijo observando el camino apretando con fuerza el volante arrugando la naríz.
-Vamos a la casa, se que tienes muchas dudas e incluso yo las tengo pero por favor confía en mí no puedo dejarlo que muera-.
Jasper observó el rostro del chico detenidamente, era alto, aproximadamente 1.80m, de pelo corto, liso, de color castaño claro, con el flequillo hacia un lado cubriéndole una parte del rostro, hasta por encima de sus ojos, de labios ligeramente carnosos, tez clara, de complexión muscular, era joven debía tener entre 16 y 17, pero había algo en el, algo extraño que no sabía dónde colocar.
Simplemente volvió a observar con cuidado el camino de regreso a Forks, con mil preguntas en su mente.
-¿Sabes que será de él?-
Alice se mantuvo pendiente de los débiles latidos del chico durante todo el camino, desesperada nunca un recorrido le había parecido tan extenuantemente largo.
-No, de hecho no sabía si era un él o un ella, ni siquiera sabía que existía, pero ahora sé que es él, desconozco porque pero sé que lo es-
-No podemos llevarlo solo porque si sabes el peligro en el que nos metería todo esto, notaran que no está- apuntó tratando de razonar con ella.
Pero sus esfuerzos eran totalmente en vano.
-Jasper por favor- rogó una vez más.
El chico dejando sus dudas detrás continuó por el camino hasta la casa de los Cullen.
Cuando llegaron ya los demás los esperaban afuera.
-Carlisle- Dijo Alice bajando del vehículo con el cuerpo del chico entre sus brazos.
El Doctor caminó hasta el chico observándolo unos segundos.
-No puedo salvarlo- Respondió al notar las heridas internas del chico.
Alice lo observó –Lo sé- comentó agitando la cabeza –No puedo dejarlo morir- Admitió después.
-Es un desconocido- apunto Rosalie al observarlo, claramente no estaba de acuerdo a lo que Alice planeaba hacer.
-Todos lo fuimos hasta que Carlisle nos encontró- Habló Esme bajando los escalones frente a la puerta, se quedaron un momento en silencio.
-Oh- dijo Edward después de un momento, los demás lo vieron por sobre su hombro, por supuesto Edward podía ver dentro de la mente de la chica –Yo me encargo del vehículo- mencionó saliendo rápidamente del lugar.
Rosalie lo observó como si estuviera loco, nadie había decidido si era o no una buena idea, al menos no que ella supiera.
-Llevémoslo a una camilla arriba- Comentó Carlisle entrando a la casa, Alice no perdió el tiempo llevándolo hasta arriba, rápidamente lo recostó en una gran camilla, el doctor le inyecto algo en el brazo, la verdad la chica no estaba poniendo la atención debida.
-Lo estamos perdiendo tengo que hacerlo ahora- Mostró sus colmillos mientras lentamente le mordía el pecho inyectándole el veneno.
Un gemido de dolor salió de los labios del chico pero después silencio total, Alice permanecía a su lado observando con desesperación, no podía concentrarse en el futuro no podía hacer absolutamente nada, se sentía totalmente atada de pies y manos.
-Es todo lo que podemos hacer Alice, solo falta esperar- fueron las últimas palabras de Carlisle.
-Además creo que debemos saber que pasa Alice- Comentó Carlisle saliendo del cuarto, Alice con un poco de pesar lo siguió bajando hasta la sala encontrándose con diferentes tipos de expresiones, Rosalie la miraba con desaprobación, los demás con rostros de sorpresa y confusión.
Sabía que les debía una explicación, especialmente a Jasper, pero que exactamente podía decir, ¿Que un día para otro sintió la necesidad de proteger a un extraño tanto como protegía a su familia?
Edward entró por la puerta antes que ella pudiera decir cualquier cosa.
-Listo no fue fácil había pero ya esta- Le asintió a Alice sonriendo levemente.
-¿Alguien puede explicarnos todo esto?- La voz incrédula de Rosalie observaba a Edward y a Alice.
-Se que todo esto es muy peligroso para nosotros, que nos he expuesto a un gran peligro, pero- Observó sobre su hombro a Jasper que se acercó a ella apoyándola silenciosamente –No podía dejarlo morir, no es como cualquier persona- Arrugó el ceño tratando de explicar algo que aun seguía sin poder colocar, pero esta vez Edward tomó la palabra.
-Piensa de él lo mismo que yo pienso sobre mí hija además la necesidad de protegerlo y guiarlo, lo que Carlisle y Esme ven en nosotros-
La familia entera se quedó en silencio mientras Alice meditaba sus siguientes palabras.
-De hecho si, gracias Edward, no había sabido cómo explicarlo mejor- Le sonrió a su hermano que correspondió el gesto, mientras incluso Jasper sonreía a su lado.
-¿Cómo es eso posible?- El rostro de Rosalie había cambiado de desaprobación a confusión absoluta.
-De la misma forma en que tú te encariñaste con mi hija Rose- apuntó Bella bajando las escaleras, Renesmee estaba ya dormida.
-Pero eso fue diferente-
-No necesariamente- comentó Esme -Yo me encariñe con todos ustedes como mis hijos, ahora Alice se encariñó con el chico, creo que no hay otra razón para hacer de esto una discusión mayor, no perderé a ninguno de mis hijos por esto-
-¿Qué hay de los lobos?- Preguntó Emmett refiriéndose al tratado que tenían con los licántropos.
-Creo que podría razonar con Jacob, entenderá después de todo ya nos conoce- Bella caminó hasta Edward sonriéndole a Alice sobre su hombro, la chica le respondió el gesto.
-Gracias- Dijo Alice sinceramente, incluso ella aún sentía que debía comprender más sobre la situación.
Nadie dijo otra palabra más Alice jaló a Jasper hacía afuera para poder hablar tranquilamente con él.
-No sabemos nada sobre él- comentó el neófito una vez que estaban afuera.
-Lo sé, lo siento Jasper se que debes estar confundido, tú más que nadie-
El neófito detuvo su andar para poder mirarla de frente.
-Te entiendo- Fueron sus únicas palabras, la chica se acercó para acariciarle el rostro suavemente.
-Entiendo más de lo que imaginas solo que no lo esperaba tan de improviso- Comentó sonriendo mientras Alice le acariciaba el cabello –Pero ¿Y si no es como imaginamos?-
La mirada de la chica bajó lentamente hasta el suelo.
-¿Qué tal si no es como nosotros? ¿Podremos guiarlo?-
Sus ojos se encontraron de nuevo, ambos cuestionándose sobre lo que era o no correcto.
A/N: Espero les haya gustado, dejen su comentario, actualizaré pronto y si llegaron hasta aqui ¡Gracias!.
