Cap 1
Estaba mirándome en el espejo de mi tocador mientras arreglaba cuidadosamente mi peinado y terminaba de retocar mi maquillaje, aunque generalmente no me arreglaba mucho me gustaba ponerme bonita para esta fecha. Mi nombre es Hermione Granger y soy la esposa de Ronald Weasley tenemos una hija: Rose, demasiado hermosa para creer que es nuestra; tiene 5 años, fue un milagro tenerla, los médicos me habían dicho que mi útero estaba muy malogrado por el hechizo del Departamento de Misterios en quinto año y que probablemente no podría tener hijos. Fue una época difícil para Ron y para mí, pero aquí está ella, toda blanca y pelirroja como su padre, pero con mis ojos y mi sonrisa y es perfecta.
Vivimos en una cómoda casa a las afueras de Londres, a pocas cuadras de mi mejor amigo Harry, el cual como imaginarán se casó con Ginny y tiene dos hijos: James de 7 y Albus de 5. Todos vendrán esta noche por mi cumpleaños.
-Mami
-¿sí?- le respondí mirándola en el reflejo del espejo.
-ya están todos aquí…
-ya bajo cariño- me miré por última vez en el espejo todavía meditando, estaba cumpliendo 30 años y no tenía nada más que pedirle a la vida…
---------Flashback------
3 meses después de la batalla en Hogwarts, la madriguera
Hermione aparecía por la Red Flu a visitar a su ahora novio: Ronald Weasley. El clima en la madriguera era de total pena por el fallecimiento de Fred; Ron tenía sus buenos y malos días, generalmente trataba de hacerse el fuerte, especialmente por Molly. La post guerra no había sido nada fácil…acudir a todos los entierros y a la vez darle fuerza a la comunidad mágica para seguir adelante los había hecho crecer demasiado rápido.
Observó la sala a su alrededor, estaba oscura, fría, deprimente, por poco no se dio cuenta que la Sra. Weasley estaba sentada en el alfeizar de la ventana observando la lluvia caer.
-¿Sra Weasley?
-Hola Hermione, cariño, no te escuché llegar, estaba….pensando… tú sabes- me respondió secándose las lágrimas y tratando de sonreírme a la vez. Me admiraba de ella: a pesar de su pérdida todavía tenía espacio para la dulzura y el servicio.
-¿Ron?- pregunté un poco cohibida con el ambiente
-Está en el cobertizo reparando un viejo baúl, necesitará uno mejor ahora que va a la Academia de Aurores pero lo dejo entretenerse, ha estado muy melancólico el día de hoy.
-Lo sé- dije dándole un pequeño apretón de manos- iré a buscarlo
-Hermione….
Me volví a mirarla
-Te agradezco lo que has hecho por nosotros en estos tiempos. No sabes lo feliz que me hace que por fin Ron y tú estén juntos, siempre supe que eran el uno para el otro.
-Gracias Sra Weasley – le contesté un poco sonrojada.
Caminé hasta el cobertizo y ahí estaba Ron, dándole brochazos al baúl, estaba llorando calladamente. Le quité la brocha lentamente y lo abracé, lloró hasta que se calmó un poco entonces me miró:-Gracias- me dijo y me besó dulcemente. Sin embargo, el beso se empezó a prender en llamas y las manos de Ron volaban desesperadas por todo mi cuerpo, por los botones de mi blusa. Nos separamos por falta de oxígeno, esto ya venía sucediendo desde hacía algún tiempo, este fuego que quemaba y no sólo los besos lograban apagar. Nos miramos a los ojos y entonces me decidí, estaba asustada sí, pero lo que sentía por Ron me sobrepasaba. Pronto nos dejó de importar el frío, la lluvia, el ruido del viento, estábamos más preocupados por descubrir nuestra propia intimidad, por entregarnos por completo, y así lo hicimos, fue como entrar en un sueño: yo no era yo y él no era él por un momento no supe donde comenzaba uno y terminaba el otro: su aliento en mi boca, su cuerpo pesado y caliente sobre el mío. Cuando el alma regresó a mi cuerpo estaba abrazada al pecho de Ron respirando con dificultad al igual que él. Me miró a los ojos y me sonrió, al tiempo en que me tomaba la mejilla y me besaba dulcemente: -te amo preciosa, nunca te dejaré.
-yo también te amo….
----fin del flashback----
-Fuifuiiu, ¡pero que linda está mi chica!
-¡Ron!
-Está bien, me comportaré
-¡Hola Harry, Ginny! ¿Y los chicos?
-¡Hola Hermy! ¡Felicidades! ya están afuera jugando con las nuevas escobas.
-¿Sólos?
-Ginny rodó los ojos. Estarán bien, no suben más de un metro, ven mejor y cuéntanos cómo es eso de que al parecer descubrieron a Malfoy enredado con tu compañera del bufete.
-Ahora era mi turno de rodar los ojos: estos chicos no superaban a Malfoy. Así transcurrió la cena entre alegre camaradería, cortamos mi pastel con 30 velitas, parecía más bien un incendio y luego me dirigí a la cocina con Ginny la cual me estaba ayudando a recoger la mesa, hablaba con ella sobre la ley del ejercicio al voto para los licántropos cuando un fuerte mareo me sacudió y la vista se me nubló, me apoyé en la mesa de la cocina mientras escuchaba a Ginny gritar y me ayudaba a no caerme. Pronto sentí unos brazos fuertes que me cargaron y me llevaron hasta el sofá.
-¿Estás bien? -Me preguntó Harry
-¿Qué sucedió?- preguntó a la vez Ron
-No sé, estábamos hablando tranquilamente, cuando de pronto se puso tan pálida como un fantasma y se desmayó, ¿Cómo te sientes Hermione?
-Mejor, sólo fue un mareo
-¿segura?- preguntó Ron- ¿quieres que vayamos a San Mungo?
-No será necesario, ya está cediendo
-Pero Hermione…
-Mañana me haré unos exámenes, no voy a pasar el día de mi cumpleaños en el hospital
-Está bien- aceptó su esposo.
-Será mejor que nos vayamos Ginny, Hermione está un poco indispuesta y mañana es día de trabajo.
-Sí, cualquier cosa nos llaman.
-Iré por los chicos- dijo Harry- gracias a Dios se quedaron dormidos, creo que los levitaré hasta la casa no quiero que se despierten.
-¡Ay Harry! si son un amor – dije yo ya completamente recuperada
-Vive con ellos- me replicó- Bueno chicos, gracias por todo, nos estamos viendo, felicidades otra vez Hermione.
-De nada, que pasen buenas noches.
-¡Adiós!
-Bueno mi querida come libros, estamos los dos solos…- dijo Ron Alzándome en brazos- ¿te sientes bien para recibir mi regalo?
Me hizo reír, los gestos de Ron todavía eran los de un adolescente y yo me sentía como una cuando estaba con él – jajajajaja Ron; si, estoy bien, vamos, te apuesto a que tengo más energía que tú querido.
-Entonces no se hable más- me dijo ya posándome sobre la cama y colocándose encima haciéndome cosquillas.
-Jajajaja Ron, vamos a despertar Rose y se acabará la diversión
-Con un Muffliato bastará
-Entonces que empiece la fiesta- le dije divertida atrayéndolo hacia mí para besarlo.
FIN Cap1
