RATED: M

RATED: M . No autorizado a menores de edad (18 ó la indicada en cada país)

DISCLAIMER: Ni Lost, ni los personajes, ni situaciones, trama, etc etc etc, me pertenecen. Sólo escribo para disfrutar.

NOTA AUTORA: AU. El rescate se produce en la season 2, por lo que algunos de los personajes no aparecen. Otros que estaban muertos continúan vivos, como Ana-Lucía, Eko y Shannon que no deberían haber desaparecido del show. El texto contiene situaciones adultas y de carácter sexual. No es slash, sólo amistad entre Ana-Lucía y Shannon, mis personajes femeninos favoritos.

Querido diario,

Esta noche no voy a salir. El tipo era un cobarde, se lo he notado en la voz, cuando me ha llamado hace una hora. Todos son iguales, bueno, quizás todos no.

Dentro de una semana estás páginas las escribiré desde Narbonne, seguramente mirando al Aude y viendo como navegan los barcos.

Hemos tenido suerte, la casa está muy bien, aunque tenemos que terminar de arreglarla, quizás tardaremos un tiempo pero seguro que nos quedará genial.

Quien me lo iba a decir, yo que quería empezar de nuevo, con mi familia, en mi país, y ahora me voy tan lejos. Mi ma

Toc, toc.

- Adelante.

- ¿Por qué no te has vestido? ¿No tenías que salir esta noche?

- Me lo he pensado mejor, voy a quedarme, además, el tipo era un cobarde.

- !Oh!. Ya veo, cuando le has contado que tenías una hija te ha dado largas.

- Bueno, ayer parecía entusiasmado pero me ha llamado hace una hora.

- Y te ha dado plantón.

- No exactamente, pero ha puesto muchas pegas…que si hacía frío….imagínate, estamos en julio. En fin…todas esas tonterías, ya sabes, que si mi hija me va a extrañar si regreso tarde…

- No sigas, a mi también me cuentan las mismas excusas. Todos son iguales.

Shannon estaba apoyada en el marco de la puerta, con una bata de seda rosa y un camisón debajo a juego, siempre perfecta y conjuntada, aunque tuviera que estar en casa.

- Ana-Lucía, que te parece si vemos una de esas películas asquerosas de terror y nos tapamos los ojos con los cojines hasta que se acabe.

- !Me apunto!

Ana-Lucía se levantó de su escritorio y acompañó a Shannon al salón, se sentaron en el fantástico sofá de cuero y conectaron el dvd. Shannon puso "La matanza de Texas" y corrió a su sitio para aprisionarse entre los mullidos cojines de plumas, quedando enterrada bajo los mismos, Ana-Lucía hizo exactamente lo mismo.

Cuando la película terminó, se levantaron y se fueron a la cocina, tenían hambre y se prepararon un tentempié.

- Creo que estaremos bien en Francia.

- Claro que sí, además, a los niños les irá bien conocer otro idioma, y otra cultura. Y tu francés está mejorando mucho.

- Si, claro, debería hacerme profesora.

- !Eh! Ana-Lucía, te recuerdo que la única profesora soy yo.

- Por supuesto Madame Shannon.

- Ni hablar de madame, en todo caso, mademoiselle, todavía estoy soltera.

Esa última frase fue como una aguja que se clava en el corazón, el recuerdo del hombre que amaba la entristecía. Pero si algo bueno salió de aquella relación fue su hijo Tariq. Sólo por él valía la pena intentar ser feliz y empezar de nuevo.

Sin decir nada, Ana-Lucía miró a su amiga y le tendió la mano, ambas pensaban lo mismo, ambas pasaban por lo mismo. Dos hombres extremadamente peligrosos y egoístas habían estado a punto de romper sus vidas en mil pedazos, y ahora que conseguían huir de todo el dolor pasado no iban a permitir que ellos las volvieran a destruir.

Como si fueran un Ave-Fénix, las dos habían renacido de sus propias cenizas, juntas, apoyándose la una en la otra y alimentándose con esperanzas y deseos por cumplir.

FLASHBACK

- ¿Es tu hermana?

- No.

Sayid no dijo nada más. Guardó con sumo cuidado la desgastada foto en su mochila sin mirar a Shannon.

Ella no quiso preguntar más, sabia la respuesta pero no la quería oírla. Se había enamorado como una tonta y ahora él le mostraba la foto de otra mujer. Tampoco hacía falta ser muy lista para darse cuenta de que Sayid la había engañado, al fin y al cabo, es lo mismo que yo hice con Boone, pensaba Shannon, le hice el amor, permití que me hiciera el amor y luego le abandoné, Sayid hará lo mismo conmigo, sobretodo desde que no tenemos sexo, ahora ya no nos une nada.

- ¿Adónde vas? ¿No quieres quedarte aquí?

- Me agobia estar encerrado tanto tiempo. Voy a tomar el aire.

- Claro….hasta luego Sayid.

Con un breve movimiento de cabeza Sayid se despidió de Shannon, sin besarla.

Dos minutos más tarde, Shannon rompió a llorar. Se sentía muy sola, no tenía padres ni a Boone, su familia la dejó de lado porque no tenía dinero, igual que sus amistades, y encima tenía que soportar la presencia de la mujer había disparado contra ella.

Al menos la presencia de Sayid a su lado la confortó, pero sólo temporalmente, luego todo se fue enfriando, la llegada de Ben, las conversaciones de Sayid con Danielle, los paseos con Ana-Lucía, sólo regresaba por las noches, la besaba levemente en los labios y se tumbaba a su lado, casi sin rozarla. Shannon se sentía incómoda e inútil, sabía que las palabras que él le dijo el día del disparo no eran ciertas, que sólo las dijo para hacerla volver y pasar las noches cálidas en compañía, él era un hombre muy ardiente y seguramente creía que ella era una chica fácil. Shannon estaba convencida de que eso era lo que se esperaba de ella, sólo sexo, por qué Sayid iba a ser diferente. Ahora le demostraba que no. Sobretodo después de que la foto cayera accidentalmente de la bolsa. La cara de Sayid no tenía precio, parecía un crío al que habían pillado haciendo una travesura, y Shannon lo supo. Él no la amaba, sólo la estaba usando.

Lloraba tan desconsoladamente que no se percató de que alguien había entrado en la tienda. Era Ana-Lucía Cortéz.

Notó una mano que se posaba tímidamente en su hombro.

- ¿Qué haces aquí? Si Sayid te encuentra…

- Shannon…he venido a hablar contigo.

- No tenemos nada que decirnos.

- Yo si tengo algo que contarte, y te suplico que me escuches.

Entonces Ana-Lucía le habló, le contó porque había disparado, que lo sentía, que si hubiera podido se hubiera puesto en su lugar. Shannon permanecía tumbada sobre la cama, con la cabeza recostada en la almohada mientras los gemidos se iban agotando, posiblemente por la caricia que Ana-Lucía ejercía sobre su hombro izquierdo.

Por primera vez, Shannon sintió que alguien la consolaba de verdad.

FIN FLASHBACK

Continuará.