Disclaimer: A song of Ice and Fire le pertenece a Martin y Harry Potter es de Rowling.
Nota de autor: yo sé que ustedes están molestos esperando que yo actualice mis principales historias de Harry Potter. De verdad, prometo que ninguno de mis fics ha sido abandonado o dejado en el olvido. Tengo la ferviente esperanza de que pronto actualizaré alguno. Sin embargo, recientemente me he enganchado en el universo de Game of Thrones y he comenzado a leer sus libros y… esto salió de mi cabeza.
Se suponía que esto sería una especie de pequeño one shot, pero se ha estado convirtiendo en algo épico. Ya casi lo he terminado, así que creí conveniente comenzar a subirlo. Espero que lo disfruten.
Nota de la traductora: ¡no podía esperar para traducirlo! Estoy tan contenta de que Slayer of Destiny me haya dado permiso para traducir esta hermosa y excitante historia. Les juro que me encontré con esta ship de pura casualidad y caí en el amor inevitablemente, se los recomiendo. Tiene el justo OOC para ser perfecto y el IC adecuado para la historia. Simplemente no puedo con mi nuevo emparejamiento, en serio, ¿quién diría que Drogo y Harry serían tan buenos amantes?
En fin, disfrute. Debo recordarles que la espectacular historia pertenece a Slayer of Destiny, su link estará en mi profile. De lo único que me apodero es de la traducción.
Love, escape and a future
Capítulo uno
Desde hacía tiempo atrás que Severus era conocedor de la verdadera naturaleza de Dumbledore. Se había desilusionado tanto con el hombre, que no se percató de las infinitas veces que consiguió chantajearle emocionalmente a causa de lo sucedido con Lily antes que supiera cuál era el verdadero juego del que era parte.
Para entonces, era demasiado tarde tratar de encontrar alguna redención. Al momento en que se percató de todo, ya había comprometido erróneamente su lealtad a un hombre psicótico que ansiaba el poder, el juramento tan ligado a su magia que, aunque lo deseara, no sería capaz de huir —todo como Dumbledore lo tenía planeado. A la final se hundió en el fango, sirviendo a dos señores, ninguno ostentando respeto alguno por aquellos que se habían sacrificado por su causa.
Severus no sabría decir quién entre los dos era el peor. Estaba seguro que nada de lo que ambos hicieran ahora podría sorprenderle.
Eso es hasta que se encontró a sí mismo escoltando al-niño-que-vivió, el hijo de Lily, a ese árido desierto. Un campamento masivo que contiene magos y brujas similares a los suyos. Severus nunca los había visto antes, pero Dumbledore estaba con ellos prácticamente brillando exultante ante el logro cometido, al tiempo Potter parecía absolutamente aterrorizado.
¿Y la razón de que estuviera ahí? Albus Dumbledore estaba utilizando su posición como el guardián mágico de Harry Potter para vender al niño a cambio de magos guerreros; un ejército que Gran Bretaña no poseía.
Nadie había sido testigo de la conversación entre Dumbledore y Potter, pero Severus podía adivinar el chantaje emocional al que había sido sometido el niño para así seguir adelante con la artimaña. Él ya estaba ahí y si claramente no quiere nada de lo que le sucede en su corta existencia, nada podría hacer.
Granger y Weasley estaban horrorizados y furiosos, pero le daban a Potter miradas preocupadas. Parecía que estaban luchando para no echarse a llorar, mientras que el chiquillo se incorporaba con la espalda recta y la mandíbula apretada, decidido no darle la satisfacción a Dumbledore de ver su pánico, su miedo y su dolor. Resuelto también a no mostrar debilidad frente a la reunión masiva que se formaba ante a ellos.
El pueblo Dothraki eran un poderoso grupo de brujas y magos errantes, creyentes en la magia salvaje de las tierras y que al vivir ese estilo de vida nómada iban a ser más poderosos. Fuera lo que fuese, ciertamente parecía funcionarles. Como cualquier ciudad, poseían un sistema algo parecido al ministerio de magia. Creía que de ser lo contrario, no sabría cómo harían para apaciguar al gran pueblo nómada, o khalasar, como aquella horda se denominaban. Su número era exorbitante y el Khal de este khalasar, obtiene la mayor numeración a casi 40.000 hombres. Demostró lo poderosa que era su magia, glorificándose al hecho de que ellos nunca habían sido descubiertos por los muggles. Cuando viajaban, era casi imposible encontrarlos.
Dumbledore había tenido que ir a través de sus diversos contactos para localizar a Khal Drogo y así iniciar la ansiada negociación: entregar en matrimonio a Harry Potter y a cambio, obtendría algo de asistencia. Decir que estaba muy contento, sería un eufemismo, pues para Dumbledore, atar a los dos grupos más poderosos permanentemente, era mucho mejor que cualquier otro pacto o convenio.
Y ahí yacían, preparados para el evento, ansiado por unos cuantos y odiado por otros. La Orden parecía más que dispuesta a sólo contemplar cómo su líder todopoderoso sacrificaba como ovejo al matadero al pequeño salvador de dieciséis años.
Harry sentía nauseas, la cabeza le daba vueltas y su pecho le apretaba dolorosamente, como si ahí yaciera una banda de hierro a su alrededor, oprimiéndole. Con sólo dieciséis años, estaba siendo degradado a un objeto de cambio a alguien cuyo aspecto y talante era desconocido en su totalidad. Sólo sabía que él era el líder de este grupo de magos errantes. Había escuchado como Moody los llamaba bárbaros.
La boda se llevaría a cabo en un hermoso acantilado con vista al mar. El pueblo Dothraki parecía contento con la boda (por lo menos) y había música que se percibía en forma de un palpitar rítmico gracias a los tambores y flautas, melodiosas voces cantando en un idioma que Harry desconocía. Lustrosos estandartes yacían colgando sobre sobre sus cabezas y había bolas de fuego luminosas que flotaban aciagas alrededor.
La espera había terminado finalmente y pronto se vio conducido por una mujer (que no podía tener mucho más que él) a través de la multitud Dothraki, desde la tienda de campaña en la que había estado esperando a una sencilla tarima que se colocó, solemne, a la cabeza del pueblo. Harry fue empujado hacia allí donde yacían dos asientos cubiertos con mantas y cojines, al momento sentándose en el de la derecha por la misma fémina antes de que ésta hubo desaparecido entre la multitud.
Se sentó rígidamente en la silla y evitó mirar hacia la izquierda, donde la Orden presenciaba silenciosamente el evento que se efectuaba actualmente, en cambio dejó a sus orbes esmeraldas vagar sin ver realmente a los ojos de los cientos y cientos de personas que ahora podía contemplar, todos bailando gozosos y al parecer, celebrando este matrimonio.
Estaban vestidos adecuados a su estilo de vida y al clima del lugar: una gran cantidad de cueros y pieles de animales alrededor, sobre todo las mujeres que usaban faldas y camisas cortas, o simplemente tops ajustados; los hombres, en cambio, llevaban pantalones que dejaban nada a la imaginación, pocos de ellos sin camisas y si la usaban, era una sencilla, estilo chaleco.
Él tenía una larga cabellera con un montón de disímiles trenzas deshilachadas. Una de las pocas cosas que Dumbledore le había mencionado al respecto era que si un guerrero Dothraki caía en combate, debía cortar su trenza; mientras más larga la trenza, mayor el despliegue de poder y habilidad. Al parecer, su marido nunca había sido derrotado. Otra cosa de la que había sido informado era que el pueblo Dothraki lucha y se baten en duelo de manera diferente a todos los demás magos.
Aparentemente, ellos desarrollaron una forma de canalizar su magia a través de las armas, utilizándola en la batalla y así hacerlas doblemente letal contra los que sólo se hacen con una varita.
El corazón de Harry comenzó a latir más rápido cuando observó cómo la multitud se apartó por segunda vez y el hombre que Harry sabía que sólo podía ser Khal Drogo, su marido, caminó hacia delante... como si estuviese acechándolo. Era un hombre enorme, fácilmente alcanzaba los 1.98 mts. de altura. Su piel de matiz cobrizo como el resto de su pueblo, pero él tenía tres gruesas franjas cerúleas que van en diagonal sobre el pecho y sus hombros; sus ojos estaban pintados de un kohl azabache y su barba no llegaba hasta la mitad de su pecho, manteniéndose perfectamente junta por dos pequeños granos de oro que le adornaba.
Mientras caminaba, su largo cabello se balanceaba dentro y fuera de la vista detrás de él, el trenzado intrincado cayendo por su trasero. Llevaba un pantalón ajustado y un poderoso cinturón de cuero que cubre y protege su abdomen. Sus oscuros ojos estaban fijos en Harry mientras caminaba hacia la tarima.
Un repentino silencio se extendió por la reunión; todos los ojos yacían posados sobre el Khal, su presencia y su magia de una fuerza inequívoca, dejando a Harry inestable y aún más aterrorizado de este imponente hombre que iba a ser su marido. Khal Drogo finalmente apartó su mirada de Harry y se volvió hacia un hombre que definitivamente no era Dothraki, aunque él estaba vestido con el mismo estilo de aquel pueblo, su propia trenza creciendo.
De aspecto amable, parecía tener cuarenta y tantos años. Salió a la tarima, al momento arrodillándose frente a Harry. El adolescente parpadeó confundido cuando Khal Drogo dijo algo en Dothraki, su voz gruesa retumbando profundamente, conviniéndole a su poderosa apariencia; pero entonces, aquel hombre también hablaba.
—El Khal desea iniciar la entrega de regalos. Seré su traductor y guía en la vida Dothraki, Khaleesi, mientras aprende el camino de sus nuevos acompañantes y nuestro idioma —el hombre dijo antes de levantar la cabeza—. Soy Jorah —Harry sintió que algo en su pecho se aflojaba un poco. Ahora no estaría tan perdido en aquella hilarante cultura.
Antes que pudiera decir algo al respecto, Drogo se sentó y con un ademán fuerte de su mano, alguien se separó de la multitud, colocando algo delante de ellos en el estrado y como último, realizando una reverencia antes de desaparecer entre el pueblo Dothraki, siguiendo al mismo tiempo otra persona que sostenía un objeto diferente.
Harry observó a Drogo con nerviosismo, estaba sentado tan cerca que podía sentir la intensa calidez que exudaba su imponente cuerpo. Pero él no le veía, más concentrado en atender a la segunda persona, que luego de abrir el cofre, hizo que la multitud instintivamente diera un paso hacia atrás.
—Khaleesi, la gente le dará un regalo; uno por cada familia en el khalasar. Es un regalo de boda, por la celebración de hoy —Jorah explicó al ver la expresión confusa en el rostro de Harry.
— ¿Necesito hacer o decir algo? —preguntó Harry en voz baja. No sabía el porqué, pero gracias a su pregunta Jorah esbozó una expresión de desconcierto que le inquietó.
—Khaleesi, ¿no se le ha explicado nada antes de hoy?
—No, ¿y qué significa Khaleesi? Me han llamado todo así durante todo el día —inquirió Harry, un poco desesperado por la palabra que era dirigida a él y casi enredándosele la lengua en torno a esta.
—Khaleesi es la reina o el consorte del Khal, eso es lo que es ahora. Usted no tiene que decir o hacer algo, sólo asentir, agradeciendo los obsequios si le gustan, más habrá cosas pequeñas que la gente puede perder, después de todo, es la intención y no el objeto pues la mayoría de los dothrakis tienen pocos artículos de lujo. Es mejor viajar con poco peso, incluso con encantos que ayuden en el proceso —Jorah explicó pacientemente, antes de decir algo en Dothraki.
La cabeza del Khal volvió bruscamente, gritándole algo a Jorah.
—Khaleesi, ¿Dumbledore no le dijo nada acerca de nuestras costumbres? —preguntó Jorah levemente, sentándose en un bajo taburete, a la izquierda de Harry, justo al lado de la tarima.
—No, él dijo que sus costumbres eran secretos a extraños —respondió confundido. Jorah dijo otra vez algo al Khal, traduciendo claramente las palabras de Harry.
Harry estaba un poco preocupado cuando Drogo mordió algo bruscamente, sus manos apretándose en un puño cuando Jorah masculló algo más. Él dejó escapar una bocanada de aire antes de volver a su asiento con un gruñido bajo
— ¿He hecho algo malo? —preguntó preocupado.
—No Khaleesi, el Khal no está enojado con usted —le tranquilizó Jorah, su rostro amigable contorsionado, demostrando un leve disgusto.
Casi dos horas transcurrieron en ida y venida de regalos que se postraban delante de ellos por un sinfín de personas. El calor era sofocante y Harry se había sentido aliviado de tener los vasos de jugo de sabor dulzón, que fue probado regularmente por el mismo y el Khal. Sin embargo, él sólo se sentó allí, estoico, mientras asentía con la cabeza a cada obsequio otorgado, Jorah explicándole brevemente las diferentes cosas que eran ajenas a su conocimiento.
Esas personas ahora eran su pueblo y le estaban dando regalos en reconocimiento al matrimonio en su khalasar, lo menos que podía hacer era atender diligentemente a cada obsequio entregado.
—Para Khaleesi... así ayudar con casa... sentir bien —explicó atropelladamente una mujer en un rígido y grueso inglés.
Dio unos pasos hacia adelante, entregándole una pila de libros a uno de los hombres alrededor de la tarima. Éste se dio la vuelta y pasó los libros a Harry, quien acarició con sus dedos la superficie de ellos, notando que fueron escritos a mano en lo que parecía traducciones de Inglés a Dothraki.
— ¿Cómo se dice gracias en Dothraki? —preguntó a Jorah. Ciertamente fue un regalo pensado específicamente para ayudar a integrarse de forma adecuada en su pueblo.
—No hay ninguna palabra en Dothraki para el agradecimiento, Khaleesi —Jorah sonrió ante la mirada atónita de Harry.
— ¿Entonces puedes decirle que será muy útil? —inquirió Harry.
—Lo más cerca que puedo decir es que se le dará un uso adecuado —respondió Jorah pensativo. Ante el asentimiento de Harry, él habló con la mujer que le sonrió al Khaleesi, inclinándose luego hacia el Khal, al momento marchándose lejos entre la gran multitud.
Ya por último, el flujo de personas parecía terminar y una anciana salió de la multitud para estar delante de la tarima. El Khal se puso de pie y con movimiento de cabeza por parte de Jorah, Harry también hizo lo mismo, siguiéndole hasta el borde de la plataforma, de soslayo arriesgando una mirada a sus amigos antes de darse la vuelta finalmente y enfrentarse al Khal, que ya estaba sujetando su mano con firmeza. Se sintió más aterrorizado cuando observó cómo su mano fue engullida, literalmente, por la grande extremidad de aquel hombre.
Sin embargo, su terror no duró mucho, más concentrado en contemplar con sus orbes aquellos ojos marrones oscuros. Entonces, escuchó a una mujer que comenzó una letanía de cantos en voz alta y firme.
Él jadeó ligeramente al sentir cómo su magia estaba tirando de su núcleo, rodeado en una calidez invisible, así como la de la Khal también podría hacerse sentir. Las personas estaban cantando sus nombres en una velocidad cada vez mayor en sintonía con la armonía del tambor que parecía rugir rítmicamente en el pecho de Harry. El canto de la longeva mujer fue en aumentando de velocidad con cada segundo que transcurría, balanceándose sobre el árido terreno, sus manos levantadas hacia el imponente cielo.
Aturdido y sin aliento, contempló una banda de oro fluía como líquido alrededor de su muñeca derecha antes de solidificarse en un brazalete, un caballo encabritado esbozado en ella. Estaba lo suficientemente apretado en su piel como para recordarle dolorosamente que nunca sería capaz de eliminarlo, pues la ceremonia estaba destinada para ello en específico. En la muñeca del Khal, la misma simbología se había trazado.
Con el último lavado de la magia, la energía estalló sobre las personas que vitorearon ruidosamente ante la intensa sensación de poder. La música adquirió un ritmo diferente mientras entonaban sus nombres, Khal y Khaleesi.
—Khaleesi, ¿le dijeron que usted debe entregar un regalo bodas, verdad? —preguntó Jorah, por alguna razón, escuchándose ansioso desde donde se había trasladado, alrededor de la tarima.
—Así es —Harry asintió señalando a Remus con un ademán de su mano.
Por suerte, se le había permitido salir a recoger el regalo por su propia mano, con Remus de compañía claro; sin embargo, Hermione arguyó después que el Khal tomaría aquella acción como un insulto. Nadie más que Harry debería recoger el obsequio, que al parecer, él sabría si fue hecho según su exigencia.
Esa fue la única vez, a excepción hoy, que se le permitió salir de Grimmauld Place después de haber sido informado acerca del dichoso evento: su matrimonio.
Remus sonrió tristemente a Harry mientras le entregaba el presente, justo como lo había hecho el día que habían salido de compras. Harry sabía que estaba atascado hasta el fondo y sentía que de alguna forma se lo debía a Dumbledore, pero no estaba seguro de poder perdonar a Remus. Era utilizado como medio de pago, dejándolo en las manos de un hombre que no conocía, obligándole a permanecer con un pueblo del que no tenía conocimiento alguno de su cultura e idioma.
Harry tomó el presente sin mirar a los ojos de Remus y se lo entregó a Drogo, que apartó las envolturas de tela rápidamente.
El murmullo que fue a través de la multitud a la vista del presente, así como la conmoción de sorpresa visto con un ligera ampliación en los ojos de Drogo, le indicó a Harry que había escogido bien. La espada era una hermosa artesanía, con dos cabezas de caballo de oro, rubíes como ojos que forman la empuñadura de la espada. La hoja también se empapó en encantos y hechizos que él y Hermione había investigado y Harry se lo había adherido a la hoja sin comprometer el metal o la capacidad de Drogo a emitir su poder en éste, haciéndolo más fácil por el hecho de que era el metal más fino, creado por los Goblins; pero también complicado por no tener el tiempo para practicar y realmente saber que los hechizos no iban a entorpecer o arruinar la espada.
Había costado una pequeña fortuna, pero Harry tomó gran placer en saber que era un hueco hecho en sus bóvedas en conjunto con la dote que Dumbledore estaba pagando por él.
Era más de su dinero que él no tendría en sus manos.
Drogo acarició la hoja, pasando su dedo por el borde antes de dar un paso atrás y mover la espada a su alrededor en un baile con gracia mortal que le decía exactamente cuando estaba invicto. La hoja cantó, bailando a través del aire en las manos del gran Khal.
— ¿Puedes decirle que espero que la cuchilla lo proteja en batalla? Sirve para aumentar su poder y habilidad aún más del que ya posee —Harry preguntó a Jorah, pensando que no podría ser capaz de comunicarse con su... marido.
Sonriendo ligeramente, Jorah asintió antes de hablar con el Khal que detuvo su observación a la hoja para centrar su mirada en Harry. Segundos transcurrieron en donde Harry pensó, no sin preocupación, que había dicho algo incorrecto insultando su fortaleza, o la capacidad de protegerse a sí mismo; pero entonces el Khal inclinó ligeramente la cabeza en señal de agradecimiento. Luego, dijo algo bruscamente antes de bajarse del estrado y marchar a través de la multitud despedida.
—Él quiere que usted le siga, Khaleesi —Jorah instruyó.
Al bajar de la tarima con las piernas temblorosas, Harry siguió al hombre que ahora era su marido. Cuando se apartó el último de la multitud, jadeó al instante lleno de sorpresa, mientras contemplaba al hermoso caballo, tan blanco como la nieve, que estaba justo al lado del Khal.
—El Khal dice que entiende que su familiar fue tomado de usted hace solo unos meses, él no quiere que la reemplace pero desea vínculo forjado entre ambos para que así merme un poco el sentimiento de pérdida —Jorah explicó—. Estar otorgando su propio caballo es un gran regalo en la cultura Dothraki, también es una bienvenida al pueblo — finalmente tradujo las palabras del Khal.
—Ella es hermosa —Harry exhaló en un suave jadeo. Tentativo, alzo su mano para acariciar la cara de la yegua, sonriendo cuando sintió el zumbar mágico en señal de bienvenida al nuevo familiar. La yegua resopló, dándole un codazo con suavidad a la mano de Harry.
Al instante, se quedó sin aliento y dio un paso hacia atrás cuando el Khal se movió repentinamente hacia él, pero rápidamente se encontró sujeto y alzado en la parte posterior de su caballo, como si fuera tan ligero como una pluma. Antes de que pudiera superar el shock inicial, el Khal se balanceaba a la silla de un gran semental negro, incluso Jorah estaba saltando ágilmente sobre la parte posterior de un caballo castaño.
—Los más importantes del Dothraki retornarán ahora a nuestro campamento, los demás harán una fiesta aquí por el resto de la noche hasta el alba, luego se reincorporará el campo e iniciaremos el viaje al día siguiente —Jorah explicó cuando comenzaron a moverse hacia adelante, observando a más gente alzarse con facilidad a sus caballos y marchar detrás del Khal.
Mientras cabalgaba hacia la tierra estéril, pasando el acantilado, no se atrevió a mirar hacia atrás donde estaban sus amigos, pues no sabía cuándo volvería a verlos. Se fue alejando en su comitiva, escuchando en la lejanía los sonidos de la celebración.
Harry no podría decir cuánto tiempo estuvieron cabalgando o en qué dirección, su mente daba vueltas en confusión, vacía, incapaz de pensar. La risa y la charla de aquellos que viajan en conjunto pasaron por sus oídos junto con golpe rítmico del casco de los caballos al golpear el suelo. Incluso, apenas contempló la increíble vista de los cientos de tiendas de campaña que hacen una pequeña ciudad. Cabalgando a través de estos, las antorchas crepitaron, alumbrándoles.
Volvió en sí mismo cuando fue levantado de la silla por su esposo. Drogo llevaba la espada que le obsequió su compañero en su espalda, mientras lo conducía a la tienda más grande en el campamento, en pleno centro. Jorah asintió alentadoramente a Harry, luego fue expulsado fuera cuando la puerta de la tienda fue cerrada ante sus ojos esmeraldas.
Para su tamaño, Drogo era sorprendentemente suave. Guiaba a Harry al centro de la tienda antes de liberarlo, dar un paso atrás y empezar a quitarse las vestiduras, revelando pulgadas de su piel cobriza rápidamente.
Harry no pudo evitar echarse hacia atrás cuando la imagen de un Drogo completamente desnudo caminó hacia él, su tamaño aterrorizándolo por completo. Drogo hizo algún tipo de ruido, murmurando en su idioma a Harry mientras se acercaba de nuevo. Como no quería enfadarlo, Harry se puso de pie y permitió que le despojara de la túnica blanca que llevaba, aunque no pudiera dejar de temblar, desnudándose a los ojos del hombre que le había comprado.
Al momento, Drogo lo condujo con lentitud al gran montón de cálidas pieles que componía la cama, finas redes retirándose alrededor de Harry, cuyo intrínseco temor iba elevándose a medida que cavilaba lo que su mente constantemente le susurraba: lo que sabía que iba a acontecer. Drogo claramente encontró a su marido atractivo, pues la poderosa erección que exhibía reforzaba su clara opinión. Harry no pudo evitar las lágrimas llenando sus ojos cuando él lo empujó hasta el otro lado de la cama, internándose entre las pieles y rodar de espalda a su khaleesi.
Gruesas lágrimas cayeron finalmente cuando todo el cuerpo de Drogo se alineó tras Harry, aquel hombre todavía susurrando y murmurando palabras en un lenguaje que no podía comprender. El Khal envolvió su brazo alrededor del pecho de Harry, apretándose en torno a sí. Sin embargo, después de unos momentos, se dio cuenta de que Drogo no iba más allá, además de acariciar con sus dedos el níveo torso de Harry en suaves oscilaciones mientras aún le susurraba.
Khal Drogo no hizo ningún otro movimiento.
Harry permaneció despierto mucho después de que los ronquidos de Drogo llenaron la tienda de campaña, su mente en torno a lo que había acontecido anteriormente, incapaz de llegar a una conclusión lógica. Cuando las lágrimas se derramaron una vez más, Drogo pareció despertar el tiempo suficiente para murmurar algo acerca de Khaleesi, luego él tiró a Harry aún más cerca de su fornido cuerpo y pronto volvió a sucumbir al sueño.
Nota de traductora:
El kohl es un cosmético que se usaba anteriormente, más que todo por las mujeres en el Medio Oriente. Se usó a partir de la Edad de Bronce, principalmente porque al ocurecerse los párpados, estos se protegían del sol.
Pido disculpas de antemano si hubo frases que encontraron... literal, de alguna forma o que fueron drásticamente modificadas. Al inglés hay ciertas expresiones que no tienen el mismo significado al español, así que bueno, procuré darle el mejor sentido. Espero que disfruten la siguiente entrega, sus opiniones serán muy valoradas.
