Summary: Motivos para odiarlo… Tenía muchos. Motivos para amarla… Realmente no existían. Él la amaba sin razón alguna, y ella lo odiaba con locura, siempre había sido así, desde el principio. Pero eso estaba por cambiar. Del odio al amor solo había un paso, le había dicho en broma su madre tantas veces, y ella confirmaría esa gran verdad. Pero, ¿seguiría estando ahí para ella cuando eso finalmente pasara? Universo Alterno. ZeldaxLink MalonxLink.
Disclaimers: Los personajes de "The Legend Of Zelda" no me pertenecen, aunque quisiera.
Yo te amo, Tú me odias.
By Flora Athena.
Capitulo 1. Mi deseo… su realidad
Sus ojitos estaban expectantes de nuevo ante aquella escena que se veía a diario por su ventana. Incluso, esta vez se había adelantado unos minutos antes de que diera comienzo, todo gracias a que se conocía de memoria la hora exacta en la que daba inicio. Así que ahí estaba ella una vez mas, como muchas otras veces antes, sobre sus rodillas, recargando sus brazos sobre el marco de la ventana para poder apoyar su cabeza en ellos y estar un poco mas cómoda el tiempo que le tomara verlo todo.
No sabia porque pero le disgustaba. Ver todo aquello la hacia sentir… ¿mal? Si, de algún modo, esa era la palabra correcta. La hacia sentir que no importaba. Ni siquiera a su propia madre que tanto alardeaba con todo el mundo sobre lo hermosa y buena hija que era, y la fortuna que había recibido de las diosas al mandarle una hija semejante. ¿Por qué? Bueno, era simple. Su madre no hacia lo que ella… y tampoco tenía un padre como él… Por eso no le gustaba y la hacia sentir enferma. Aún así, no podía dejar de mirarles a diario cada que tenia la oportunidad. Para su fortuna, tenía una muy buena vista desde su casa. Su habitación en la planta alta le servía de mucho para jugar a ser espía, y el que ellos vivieran a solo dos casas de la suya también ayudaba.
Tan ensimismada estaba en su tarea, que no se dio cuenta, o no le importo, el momento en el que alguien entró a su habitación. Era una mujer bastante hermosa, su complexión era delgada y parecía ser una persona bastante refinada. Su largo cabello era de un color azulado e iba suelto, cayendo con gracia por toda su espalda. Solo un pequeño pero bastante hermoso, y por lo visto caro, prendedor le adornaba cerca de una de sus orejas. Su ropas eran sencillas pero algo coquetas. Vestía un lindo vestido desmangado y muy suelto bastante largo, tanto que poco le faltaba para arrastrarlo. Era de un color azul cielo.
– Zelda, querida, ¿Qué haces en el suelo? Vas a ensuciar tu lindo vestido – salió con reproche de los labios de la joven mujer en cuanto le vio hincada frente a la ventana.
Pero no obtuvo ninguna clase respuesta de ella. Zelda como era su nombre, siguió en lo suyo, clavando su vista con recelo de poder perderse algún detalle de lo que veía a diario, ignorando por completo todo lo que decía aquella mujer. Solo sus ojos dieron señal alguna de que seguía viva, abriéndose un poco al ver que daba inicio la escena que tanto detestaba.
De una de las casas vecinas salía una mujer de apariencia sencilla. Era bastante bonita también, pero parecía no ser tan coqueta. A ella la seguía un pequeño niño rubio, también de apariencia humilde. Ambos salían de su casa, siempre a la misma hora y hacían siempre lo mismo, sentarse en los escaloncillos que daban entrada a su hogar en el pequeño pórtico de su casa. Y siempre lo hacían de la misma manera, ella se sentaba y luego colocaba al niño en su regazo, y a Zelda le molestaba verlos. Dentro de ella algo le decía que le gustaría ser quien estuviera en el lugar de él. Con lujo de detalle, observo todo como siempre. Observo las caras risueñas demasiado alegres de los dos, y luego un abrazo que siempre daba inicio a un tonta cancioncilla de cuna para ser acompañada con un arrullo, que Zelda no podía oír desde donde se encontraba, pero que se sabia a la perfección a estas alturas, por que la había escuchado un millón de veces de cerca, aunque siempre dirigida a hacia ese chiquillo. Y luego después de un rato, tal vez unos cinco minutos, lo que más detestaba pero lo que más ansiaba ver. La mujer miraba hacia enfrente y una sonrisa demasiado exagerada se formaba, sabia que significaba. Hasta sabía lo siguiente que ella diría aunque no podía escucharla desde ahí. "Mira es papa" imitó Zelda con sus propios labios, girando un poco su vista también casi de manera automática siguiendo los pasos que daba el pequeño después de saltar de los brazos de la mujer hasta que llegaba a un hombre muy apuesto y lo abrazaba. Zelda lo odiaba. Quería ser ella la que tenía que correr a diario para recibirlo. Quería ser ella la que le llamara papa como ese mocoso ahora lo hacia. Quería ser ella, pero no podía. La vida era así. Y a ella le había tocado una diferente a la de ese niño y por eso no le agradaba.
Siguió mirando, sintiendo como su corazón empezaba dolerle quien sabe por que.
Ese hombre cargaba al pequeño en brazos y se acercaba a la mujer solo para ser recibido con un tierno beso, luego los tres entraban a su casa y se perdían de la vista de Zelda por el día de hoy. Zelda Frunció su seño enojada, deseando con todas su fuerzas poder ver atreves de las paredes, incluso parecía que lo intentaba por que sus ojos se cerraron un poco enfocándolos hacia allá, pero no podía hacer eso tampoco, por lo que lo dejo así y mejor optó por levantarse ya del suelo. Ya había visto todo lo que quería así que no tenia objeto que siguiera ahí.
– Te odio Link…
Salió de su pequeña boca, al tiempo que unas cuantas lágrimas salían de sus hermosos ojos color de cielo.
Continuara…
¡Hola otra vez! Si llegaron hasta aquí, espero que les haya gustado. Sé que esta bastante cortito, pero es un capitulo aparte, y solo quería dejar muy en claro las intenciones del fic. Este será un ZeldaxLink en todo aspecto. Pero también contendrá un poco de MalonXLink. Por ahora no me decido con quien se terminara quedando mi hermoso Link al final, ya que Zeldita será algo mala con Link a lo largo de la historia y eso, a menudo que escribo, me hace pensar que no es digna de él . Pero me encanta demasiado como para dejarla sin el amor de mi rubiecito precioso. Así que no sé. No vayan a pensar que no me gusta Zelda, por que no es así, me encanta.
Bueno, si le gusto algo esta loca idea que me surgió hace mucho, estaré mas que complacida en recibir sus reviews (si es que quieren dejarlos, no hay presión, XD)
Nos leemos.
Bye, bye. Athena Deshita!
