Autores: Fc SasuHina

Género: Hurt/Confort, Romance

Pareja: SasuHina (SasukexHinata)

Los personajes de Naruto, no me pertenecen. Son Propiedad de Kishimoto.

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Dos personas muy diferentes y por cosas del destino se unirían en una noche que traería la luz a sus oscuras vidas…una noche llena de suspiros y emociones a flor de piel.

Noche intensa.

Esa noche…una oscura noche de lluvia, daba un aire perfecto tal vez para ocultar las heridas de un corazón roto o de un alma sumida por las penumbras de su soledad…

En medio del bosque se hallaba un chico de cabello oscuro y ojos color onix, todo daba a entender que se encontraba en ese lugar desde hace bastante rato. Su pelo pegado a su rostro y sus ropas de la misma manera en su cuerpo, remarcaba sus músculos y se veía que el chico entrenaba duro todos los días. Sus ojos yacían puestos en la botella que mantenía en una de sus manos…

"Hmph, brindo por tu muerte maldito ─ Decía en tono inexpresivo antes de dar otro sorbo de aquel líquido-…Me siento…vacío

A su alrededor se podía ver reflejado su tristeza, todo su dolor, toda la carga que llevaba sobre sus hombros desde su niñez, y ahora una muerte a cuestas, su venganza había sido cumplida. Había matado a su hermano. Pero lo que creyó que traería la calma a su espíritu, lo que pensó que calmaría a los fantasmas, solo le dejo más desolación a su cansada alma que ahora trataba de encontrar algo de "paz" en el alcohol.

Lo había intentado, se encontraba de vuelta en Konoha hace unas semanas, pero sentía que nada era igual…era cierto que sus fans seguían acosándolo día y noche, que sus amigos siempre estaban al pendiente de él ¿Pero eso alguna vez logro llenarle? No. Aquello nunca fue suficiente y menos ahora. Se sentía más solo y perdido que nunca. También se había dado cuenta de que sus antiguos compañeros tenían una relación que se podría decir "más que amigos". Junto a ellos se sentía "fuera de lugar"

"…Nunca podré ser como ellos…nunca"

Iba a dar otro sorbo de su botella cuando sintió la presencia de otra persona atrás suyo. Dirigió su mirada hacía la persona, aquella solo mantenía su mirada baja, todo daba a entender que se encontraba llorando. Este maldijo por bajo…lo único que deseaba era auto compadecerse y estar acompañado solo por su soledad junto a su querido sake. Quería ahogar sus penas solo, y resulta que una chica llegaba a interrumpir su intento de emborracharse en paz

Ni siquiera un día de lluvia le impediría decírselo. Había cogido las fuerzas, por fin se encontraba decidida a contarle sus sentimientos…
Se preguntaba como los recibiría. La imagen de su idolatrado rubio llegaba a su mente. Apenas se lo imaginaba, su corazón comenzaba tomar más velocidad y la sangre subía a cada centímetro de su rostro.

Tres años. Tanto tiempo sin verle ¿y que hizo a penas lo tuvo cerca?

Se desmayó sin poder decirle ni si quiera un "Hola". Suspiraba. Que tonta se sentía cada vez que eso ocurría…

¿Por qué? ¿Por qué no podía ser más valiente?

¿Tener más confianza en ella misma y confesarle lo que provocaba en todo su ser?

Pero hoy era diferente. Lo estuvo observando durante estos días. Se veía tan contento con el regreso de su compañero de equipo. Como hubiera querido correr asía él, y compartir su dicha.

Pero pronto podría hacerlo, ahora que le confesaría sus sentimientos, ahora que había cogido las fuerzas necesarias para decirle que le quería, que era quien le quitaba el aire, que desde pequeña lo había observado desde las sombras y esperaba que la tomara en cuenta alguna vez.

Llovía a cantaros, pero ella se sentía radiante, el sol había vuelto a su persona con la ayuda de aquellos ojos azules…

Así cogió su sombrilla y emprendió camino donde seguro este se encontraba. El "Ichiraku Ramen", muchas veces se imaginó preparándole todos sus platillos favoritos. Cuantas veces soñó con cocinarle todo el ramen del mundo con tal de ver una sonrisa en su rostro solo para ella…

En el camino al puesto de comida iba pensando en cómo le diría, si su corazón resistiría tanta emoción. ¿Conseguiría decirle lo mucho que lo admiraba y no caer desmayada como tantas veces?

Sonrió de solo recordarlo, de todas las veces que estuvo cerca de ella. Bueno, no fueron tantos "momentos", pero ella los atesoraba con todo su corazón

Fue en ese instante que se detuvo, le escucho dentro de aquel local. Todo indicaba que no se encontraba solo.

Su expresión se llenó de tristeza ¿Cómo le confesaría sus sentimientos, si estaba con alguien más? Quizás si esperaba un poco.

Había esperado desde los 12 años ¿Qué le costaba esperar un poco más?

Dentro del puesto de comida se escuchaba su voz muy alegre. Parecía que estaba con su compañera de equipo. A veces escuchaba que este se quejaba al recibir un golpe de ella, pero todo mostraba que los… ¿disfrutaba?

Seh. Lo podía ver en sus ojos, en sus expresiones para Sakura. Ella se reflejaba en su mirada. Él la veía con amor.

Sintió un gran vacío en su interior, los miraba como se reían. Veía como esa persona se sonrojaba, le hablaba, y ella sentía que sobraba en ese hermoso cuadro y ni siquiera estaba junto a ellos.

En su mente se veían ellos y su persona muy lejos de alcanzarle.

Se había dado cuenta, sus lágrimas no tardaron en caer por sus mejillas. Se encontraba llorando al comprender que su amor no iba a ser correspondido porque "esa" persona, ya tenía a quien amar.

El paraguas cayó de sus manos al tiempo que la tristeza comenzó a llenar cada parte de su ser.

No aguanto más. Salió corriendo del lugar. Tal vez pensó que así lograría dejar sus sentimientos tras ese poste de luz que tanto la vio observar a su amor comer y reírse.

Miles de emociones llenaron su alma. Tenía deseos de desaparecer, quería morir. Sentía mucha rabia hacía ella misma por no darse cuenta antes, también por un segundo sintió enojo por el propio rubio, porque no se dio cuenta de los sentimientos que ella guardaba para él. Pero luego cayó en lo obvio… ¿Cómo iba a darse cuenta si él solo tenía ojos para Sakura?

De solo pensar en eso más tonta se sentía. Había construido un castillo en el aire y este se había venido abajo junto con su cuento de hadas.

Su mundo se vino cuesta abajo en un segundo.

Corrió y corrió sin detenerse, hasta no poder más. Su sufrimiento era tanto, que no le permitía dar un paso más. Se sentía tan sola, tan fuera de lugar, nada ya tenía sentido en su vida.

Se abrazó a si misma tratando de darse consuelo. Quería contener sus lágrimas, pero le era imposible.

En eso sintió la voz de alguien

"¿Podrías callarte? Me molesta tu llanto"

Pero ella permaneció en silencio. No le importaba de quien se trataba. No le interesaba más que su tristeza. Ni siquiera le importo que aquel se acercara.

El Uchiha no dijo nada más, solo le paso la botella

"Bebe. Te sentirás mejor ─ Ella levanto su mirada, y con ambas manos recibió lo que este le entregaba.

El chico se sorprendió de que esta ni si quiera le preguntara que era, si no que tomo un sorbo enseguida del líquido. Una sonrisa burlesca se dibujó en su rostro al notar las caras que hacía por lo fuerte del trago, pero en ningún momento dijo nada, al contrario, siguió bebiendo.

"Hey, no te lo tomes todo, aún necesito olvidar, aunque sea por una noche"

Ambos empapados, pero sus penas eran tantas que no les importaba. Tal vez deseaban que esa lluvia se las llevara, por muy imposible que así fuera.

Rato después se encontraban en la residencia del Uchiha en búsqueda de más licor y poder olvidar.

En sus cuerpos los efectos del alcohol comenzaban a hacer efecto con cada sorbo. Y aunque ninguno se dijera nada, lograban de un modo darse "cierto" apoyo.

Después de horas sin hablar, este se puso de pie y se situó frente a ella. Con su típico tono inexpresivo le hablo.

"Es por el Dobe ¿cierto?"

La Hyuga abrió sus ojos de par en par, para luego volver a tomar ese tono lleno de melancolía.

¿Acaso tan evidente era? Y si fue así… ¿Por qué él nunca se dio cuenta?

Solo asintió apenas antes de bajar su mirada.

"Lo sabía…─ Dijo antes de dar otro sorbo de la botella y pasársela a la chica, que también bebió igual que el ─…Lo viste con Sakura ¿no?"

"…...H-Hai…" ─ Decía tratando de contener su dolor, su sufrimiento.

El silencio volvió a llenar el lugar. Este la miraba detalladamente. Podía verse reflejado en aquellos opalinos ojos llenos de tristeza… ¿Era su reflejo?

Suspiro pesadamente

"Hinata te llamas ¿cierto? ─ Ella asintió quedadamente ─ ¿Quieres olvidarte de ese Dobe aunque sea una noche?"

"…P-Para eso es…el sake… ¿n-no?"

Respondía la chica mientras sus dedos jugaban con la boca de la botella. Este le quito el licor de las manos y con una de ellas le tomo de la barbilla, le obligo a mirarle directamente. Ella se sonrojo por su cercanía.

"No me refiero de esa forma. Yo también quiero olvidarme de todo por un momento. Podríamos "ayudarnos" mutuamente ¿Qué me dices?"

La morena trataba de no mirarle a sus oscuros ojos, se sentía absorbida por su penetrante mirada.

Pero no entendía a qué se refería ¿Cómo podrían ayudarse?

Ella deseaba olvidarse de su sufrimiento, quería sacar al rubio de su mente aunque sea una noche, ahuyentar el dolor que le agobiaba su corazón, no importaba como.

"E-Etto… ¿Y…como hacerlo?"

En este solo se dibujó media sonrisa mientras soltaba su barbilla para ponerse de pie, y extender su mano asía ella.

Por unos segundos la Hyuga dudo, pero luego suavemente puso su mano sobre la del chico. Este comenzó a guiarla, a llevarla a otro sitio dentro de su casa.

Los colores subieron de golpe al rostro de la morena al notar donde la había llevado: Era el dormitorio

Así que a "eso" se refería.

Este puso ambas manos en el rostro de ella, esta solo bajaba su mirada. Segundos después sintió los labios de portador del sharingan sobre su boca, pero ella no respondía a su beso.
El moreno se separó de ella, le dio la espalda mientras bajaba su mirada.

"Ándate. Es mejor que te vayas. No te obligaré a hacer algo que no quieres"

Se sintió mal. Quería en verdad olvidarse del Uzumaki por un momento. No deseaba sentirse de esa forma. No quería estar sola esta noche, pero… ¿Esa era la manera?

Por primera vez había logrado juntar el valor necesario para confesarse y su corazón fue roto por no haber tenido la determinación suficiente y decírselo antes. Ella siempre ha querido tener más confianza en sí misma y dejarse llevar por una vez, no analizar tanto todo.

Respiro suavemente cogiendo fuerzas y sin dejar su vergüenza le abrazo por la espalda. Este se sorprendió al sentirle, pero aún sentía que todo era obligado y a él nunca le gusto obligar a nadie a nada. Se soltó del abrazo y se sentó en la cama mientras bajaba su mirada.

La heredera Hyuga nuevamente se sintió rechazada. Solo permaneció en silencio unos segundos. A su mente vino la imagen del rubio con la peli rosada riéndose y disfrutando, llenando su alma de aquella desolación que sintió al verles. Cogió valor nuevamente y comenzó a sacarse la ropa lentamente.
El moreno levanto su mirada. Sus ojos se abrieron de par en par al tener frente a su persona la imagen desnuda de la chica, con ese leve sonrojo en sus mejillas debido a la vergüenza.

"H-Hinata…" ─ Apenas pudo pronunciar, se encontraba en total estado de shock.

"…Mm.…G-Gomen S-Sasuke-san, demo y-yo no sé exactamente que h-hacer" ─ Decía la chica apenada mientras jugaba con sus dedos, y el rojo cada vez ocupaba más parte de su cara.

En eso el chico de ojos color onix se puso de pie, acerco su rostro al de ella para nuevamente posar sus labios sobre los suyos. Esta vez ella si respondió a su beso. Al verse respondido le atrajo más a su cuerpo pasando sus brazos por su cintura. Aquello provoco un suave quejido por parte de la Hyuga, este aprovecho eso para profundizar más y poder recorrer con su lengua cada centímetro de la boca de la peli azul mientras rozaba con sus dedos su piel desnuda.

Entre besos con voz ronca pero muy suave le dijo "Descuida. Seré cuidadoso. No te haré daño"

Con sus manos acariciaba la espalda de la chica que solo se estremecía con cada roce. Ambos con sus ojos cerrados. Ambos disfrutando del momento, entregándose en un beso necesitado y lleno de deseo.

Sin cortar el toque de sus labios, sin dejar que su lengua perdiera "territorio", este comenzó a quitarse la parte de arriba de su traje, dejando sus pectorales al descubierto y tirando de aquella molesta prenda al suelo.

El calor de sus cuerpos iba en aumento. Ella soltaba pequeños gemidos ahogados al sentir una de las manos del chico acariciar uno de sus pechos, su respiración comenzó a tomar más velocidad.

Este al notar ese cambio en su respirar, entre cortos pero muy sensuales besos dijo en un tono muy ronco pero sexy:

"¿Te gusta?" ─ Decía mientras masajeaba con más intensidad, pero muy suavemente.

En respuesta ella solo podía soltar otro gemido. Realmente en ese momento no se acordaba del rubio, ni de lo que había pasado horas antes, solo el calor y una enorme ansiedad era lo que llenaba todo su ser, sus sentidos. Todo era gracias a aquellas nuevas sensaciones que estaba experimentando junto al moreno de ojos ónix.

Mordió sus labios al sentir la lengua de este jugar con uno de sus pezones. Su cuerpo se arqueaba al recibir aquellas caricias. Su piel ardía de solo sentirle morderlo, lamerlo, debía decir que era absolutamente delicioso.

Luego este se separó lo suficiente para mirarle directamente. Tomo su mano y la condujo a la cama, ella solo se dejó llevar.

Le recostó para luego mirarle por un buen rato. El rubor en las mejillas de la Hyuga iba en aumento de solo sentir aquellos ojos negros recorrer su cuerpo sin mesura.

"E-Etto. N-No me mires de e-esa manera. Me da pena…" ─ Decía mientras desviaba su mirada. Sus mejillas cada vez iban tomando más color.

Una sonrisa de ángel demonio se dibujó en el rostro del moreno. Aquello lograba poner más nerviosa a la Hyuga, que sentía como si su corazón fuera a salir de su pecho en cualquier momento.

Este se situó a su lado, le susurró al oído:

"No puedo evitarlo. Por más que quiera, no puedo despegarlos de tu cuerpo"

Sus opalinos ojos se abrieron de par en par al escucharle. Su respirar se detuvo por un segundo antes de volver en sí. Ella sabía que Sasuke no era un chico de palabras dulces, también sabía que aquello que estaban viviendo era solo para "ayudarse a olvidar". Pero apreciaba sus palabras, le hicieron sentir linda como nunca antes.

En ese instante salió de sus pensamientos al sentir la lengua del moreno en su cuello. Esta solo podía cerrar sus ojos de sentirle, recorrió todo el camino hasta volver a probar la miel de sus labios mientras sus manos masajeaban su estómago, provocando pequeñas risitas por parte de la chica, que fueron callados al sentir uno de los dedos del Uchiha jugar en la entrada de su sexo. Su cuerpo se tensó y sus manos inconscientemente se aferraron a las colchas de la cama.

Un gemido más "violento" se escuchó salir de la boca de la portadora del Byakugan al sentir uno de sus dedos introducirse en ella. Este se separó de solo para mirarle arquear todo su cuerpo de solo sentir su dedo entrar y salir de su vagina. Pero el placer fue mayor cuando sintió el segundo y luego un tercer dedo. Aquello era mucho calor. El fuego en su interior crecía con cada movimiento que ella daba a su cadera para intensificar el placer. Sus manos trataban de dar con algún lugar de donde sostenerse. Mordía su labio inferior tratando de controlar los gemidos que iban en aumento al notar que el chico cada vez aumentaba la velocidad mientras se inclinaba cerca de su oído:

"Te vez sexy cuando gimes de esa forma ─ Una sonrisa satisfactoria se dibujó en su rostro al notar que ella no podía ni responderle debido a los espasmos ─ Me pones tan caliente…" ─ Dijo antes de aumentar más el movimiento de sus dedos...

Sintió como todo se volvía blanco. El calor se esparcía por sus paredes internas. Sasuke sintió aquel líquido blanco en sus dedos, los cuales retiro y los lamió con lujuria.

"Sabes delicioso, deberías probarte…─ Le dijo en tono ronco para luego acercar sus dedos a la boca de la chica. Ella con timidez los lamió. Una sonrisa seductora se dibujó en los labios del pelinegro para luego proceder a sacarse la parte de debajo de su traje, junto con sus boxers y situarse en medio de la morena. Se introdujo lentamente mientras enterraba su rostro en el cuello de la chica que se tensó de sentirle.
Los movimientos eran lentos, pausados, pero poco a poco y entre jadeos iban tomando cada vez más intensidad debido al aumento de calor en sus cuerpos.

Gemidos salían de sus bocas con cada envestida dada por el chico.

Este se apoyó en sus manos y levantándose un poco trataba de aplicar más fuerza.

El placer llenaba cada célula de sus cuerpos, traspiraban a causa de la intensidad, de la pasión, del roce.

La Hyuuga clavaba sus uñas en aquella colcha de color azul marino mientras cerraba sus ojos, aguantando las corrientes placenteras que sentía con cada empuje que este daba en su interior.

"Demonios. Ella es tan húmeda y estrecha…" ─ Pensaba mientras jadeaba a medida que la envestía cada vez con mayor "dificultad", al sentir como las paredes apretaban su miembro

Aquello era mucho para la chica. Los espasmos llenos de calor eran más intensos y con mayor intensidad. Trataba de contener sus gemidos mordiendo su labio, pero después no pude evitarlo más, suspiros, gemidos ahogados salían de su boca, más al sentir que las envestidas del Uchiha iban cada vez más rápidas. Sentían que pronto ambos llegarían al orgasmo.

El no pudo sostenerse más en sus manos, el peso de su cuerpo cayo con suavidad al cuerpo de la morena, continuo más el movimiento de vaivén más lentamente hasta que sintieron la "liberación" del calor en su interior en un último gemido por parte de ambos.

Sus respiraciones aún eran "anormales" debido al acto recién culminado. Poco a poco sus latidos comenzaron a volver a la "normalidad". Sasuke se retiró hacía atrás y se recostó a su lado. Sus pechos aún mostraban el aceleramiento de sus corazones, sus cuerpos transpiraban y sus cabellos pegados a su rostro.

Ella le miro con timidez. Este solo tenía su mirada puesta en el techo, trataba de recuperar la normalidad de su respirar.

"A-Ano…S-Sasuke-san…─ Decía mientras desviaba su mirada al notar aquellos ojos negro en los suyos ─…Etto…g-gracias"

Este se sorprendió por sus palabras. Realmente no esperaba que le diera las "gracias". Sabía que aquello que había pasado era para "ayudarse mutuamente a olvidar", pero…

Este desvió su mirada y le hablo con su típico tono ronco

"No tienes por qué agradecerme"─ Dijo antes de volver su mirada a ella. Esta solo asintió con una tímida sonrisa en su rostro y ese rubor en sus mejillas. Este se había quedado mirándole por unos segundos antes de volver a hablarle mientras volvía a desviar su mirada ─"… ¿te quedaras esta noche? No tienes por qué irte"

"S-Si debo. Mi padre se podría preocupar…" ─ respondía mientras se recostaba y dirigía su mirar al techo.

"…Ya veo…" ─ Dijo el mientras también dirigía sus ojos a aquel lugar

Pov. Sasuke:-

A la mañana siguiente desperté con el sol en mi rostro ¿Quién hubiera pensado que la noche anterior estuvo lloviendo?

Creo que nadie, porque el condenado sí que brillaba con intensidad, tanto así que logro despertarme.

Me giro para que no me dé directamente, y un suave aroma a flores se cuela por mi nariz llegando a mi cerebro

"…Es su aroma"

Aquello me hizo recordar. Entonces no había sido un sueño. Respire profundamente, me sentí un tonto al notar como una sonrisa se dibujaba en mi rostro.

Sí que había sido una noche intensa. A mi mente vinieron los recuerdos: Su aroma, su piel, su cuerpo, sus gemidos.

Pude sentir la erección. Mi cuerpo se calentaba de solo recordarla.

Con mi mano comencé a "calmar" el calor que sentía entre mis piernas mientras recordaba tu cuerpo bajo el mío. Sus jadeos, sus besos, lo húmeda y apretada que estaba.

Gemidos ahogados salían de mi boca a medida que mi mano iba tomando velocidad con cada imagen de la noche anterior.

La respiración se me hacía cada vez más dificultosa a medida que llegaba al orgasmo.

"A-Argh…H-Hi…nata…"

Podía sentir tus labios sobre los míos. Ver tus ojos cerrados tratando de contener tus gemidos, la suavidad de tu piel bajo mis dedos…

Tanto calor era insostenible…

Luego todo se volvió blanco, "volvía" a la claridad de mi habitación, mi mano llena de mi esperma.

Un suspiro sale de mis labios. Debo vestirme, pronto vendrán a buscarme para ir a entrenar.

Ese día me sentía "extraño". No sé. No lograba sacarme de la cabeza la noche anterior.

¿Qué demonios pasaba conmigo?

He tenido bastante sexo en mi regreso a Konoha. Bueno. Para algo estaban esas fans ¿no? y yo como hombre con necesidades ¿Por qué no complacerlas?

Aunque ninguna era fue de importancia para mí. Solo eran para pasar el rato. Pero anoche…

¡Demonios! No lograba sacarme a esa chica de la mente, y mi cuerpo ardía de solo recordarla.

Ni siquiera lograba poner atención a las instrucciones de Kakashi, los molestos griteríos de Naruto y Sakura no llegaban a mi ¿todo por estar pensando en ella? Era como si mi cuerpo pidiese a gritos el suyo. Era como si lo reclamara ¿Cómo podía estar "afectándome" tanto?

Ese día no la vi. Creo que fue para mejor, porque si la hubiera tenido frente a mí, en ese instante seguro me la hubiera tirado delante de todos, y no me hubiera importado lo que pudieran decirme.

Los días siguientes me sorprendí a mí mismo buscándole. En mi mente solo estaba su persona. Ni siquiera había venido el recuerdo de mi pasado. Era como si todo hubiese sido "remplazado" por su rostro, su piel, sus labios.

Caminaba por las calles de la villa, rechazaba a una y otra fan. Me encontraba rodeado de gente pero me sentía solo, pero no era la misma soledad que me invadía desde la muerte de mis padres, se podría decir que era más como una ansiedad, un deseo imperativo por verle, por saber si tenía tan en mente esa noche como yo.

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No la hallaba por ninguna parte, y ya empezaba a desesperarme. Le busque por todas partes de la villa. Eso sí, muy bien disimulado para que nadie se percatara de mi ansiedad.

¿Dónde demonios estará? Si pudiera acercarme a la mansión Hyuga, pero seguro no sería muy bien recibido, o no me quitarían la vista de encima.

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Segundo día que no daba con ella… ¿acaso solo yo necesitaba verle?

Otra noche que soñaba con ella. Otra maldita noche donde mi cuerpo reclamaba su piel ¡¿Qué diablos es lo que me pasa?! ¿Porque no puedo sacarle de mi mente? ¡¿Y porque demonios ella no venía a verme?!

Salí temprano de mi casa este día, debía despejarme un poco. Entrenaría para tratar de sacármela de la cabeza aunque sea un rato.

Camino, veo las nubes pasar lentamente por el cielo, las tiendas recién abriendo, el vacío aún en las calles, el sol tratando de colarse por los árboles al comenzar a entrar al bosque, y yo como estúpido mirando cosas que antes no prestaba atención. Lo único que me falta ahora es que me ponga a hacer una poesía dramática.

Comienzo a entrenar. Llevo un buen rato golpeando un árbol, pero todo es imposible, su recuerdo me distrae nuevamente. Creo que si no la veo pronto no podré seguir. Debo verle.

Fue en ese instante que escuche voces muy cerca de donde me encontraba. Fui acercándome lentamente, para evitar ser descubierto. Creí haber escuchado tu voz ¿o quizás sea tanto mi deseo por verte que imagino cosas?

Vuelvo a escucharte ¿quizás no es solo idea mía? No puedo creerlo ¿mi corazón está palpitando con fuerza, de solo saber que podría tenerte cerca nuevamente? Increíble.

Escuche un grito ¿eras tú? Si, era tu grito, comencé a preocuparme. Acelere mi paso y ahí te encontré tirada en el suelo. Iba a acercarme, pero percibí otras presencias que se acercaban donde tú estabas. Mis puños se apretaron inconscientemente. Tan cerca de ti y no puedo acercarme.

Eran tus compañeros de equipo. Todo daba a entender que se encontraban entrenando.

"Hinata ¿te encuentras bien? ─ Ese era el chico perro. Atrás suyo venía ese chico de anteojos, Aburame creo, tu solo asentiste y dijiste te tomaran enserio ¿Qué no se preocuparan tanto? ¿Qué querías ser más fuerte sin importar cómo?

Me sorprendí. Inconscientemente media sonrisa se dibujaba en mi rostro, pero mi semblante cambio al notar como Kiba se acercaba mucho a ti. Sé que solo estaba ayudándote a ponerte de pie, pero…─ Está bien, pero no te esfuerces tanto, déjame ayudarte…"

¿No era yo quien quería permanecer oculto? ¿Entonces qué estaba haciendo en estos momentos frente a ellos? Pude notar el leve rubor en tus mejillas, te separaste de tu compañero al tiempo, desviabas tu mirada.

"Que quieres Uchiha?" ─ ¿Y que le importaba a él? Quería destrozarle el rostro por haber estado tan cerca de ti, pero debía controlarme. Solo me limite a pasar del idiota, solo tenía ojos para ti. Por fin te encontraba y no iba a dejar pasar la oportunidad.

"Hinata, tenemos que hablar"

Iba a acercarme a ti, pero ese idiota se ponía en medio. Ya me estaba cansando, se estaba buscando una paliza y no me iba a hacer de rogar ¿Quién se creía que era para no dejarme acercar a ti?

"Hinata no tiene nada que hablar contigo, traidor"

Esa fue la gota que derramo el vaso, estaba a punto de desenfundar mi espada y hacerlo añicos. Aunque me había ido de la aldea, yo nunca traicione a Konoha. Y si ese fuera el caso, nadie tiene derecho a decirme nada. Yo tenía mis razones.

En eso su otro compañero hablo, tu solo mirabas la escena algo temerosa.

"No debes meterte Kiba ─ El susodicho iba a hablar, pero es interrumpido ─ Eso no es asunto tuyo"

Creo que ese chico perro debía estar agradecido de su compañero, porque en verdad iba a darle una paliza, iba a hacerle comerse sus palabras. Detesto que me juzguen sin conocer el porqué de mis actos. Nadie conoce mi verdad, no tienen derecho a criticar mi manera de actuar.

Vuelvo a centrar mis ojos en ti, notaste que te volvía a mirar y evitabas mirarme directamente

¿Acaso te ponía nerviosa? Eso me gusta

"Ven" ─ Te digo para luego darles la espalda

Te demoraste un poco en seguirme, seguro era para disculparte por dejarles.

Bueno, ¿A mí que me importan ellos...? Escuchaba los reclamos del Inuzuka, del porque me hacías caso y me empezabas a seguir.

Estuvimos caminando en silencio por bastante rato, te observaba de reojo, lucias muy nerviosa.

"Tuviste problemas para llegar a tu casa esa noche?"

Mi voz era calmada, pero por dentro trataba de controlar mis ganas de tirarte en ese lugar, todo mi ser lo pedía a gritos.

Los colores subieron de golpe a cada centímetro de tu rostro, de seguro vinieron a tu mente los recuerdos de esa noche, solo media sonrisa se dibujó en mi rostro al notarlo.

"…N-No, yo…e-entre por la v-ventana, nadie se d-dio cuenta"─ Decías con tartamudeos mientras jugabas con tus dedos en señal de nerviosismo

"¿Tuviste alguna misión los días siguientes?"

Te sorprendiste por mi pregunta. Se que no tenías obligación de responderme, pero necesitaba saber por qué no pude verte después. Yo creía que era una obligación que me lo dijeras.

"Etto…N-No. Es solo que…─ Bajaste tu mirada, en ella se reflejaba tristeza ─…No deseaba v-verle. No quería encontrarme con…N-Naruto-kun"

¿Eso dio en mi orgullo?

No sé, pero sentí como si me hubieran clavado un kunai directo en el pecho ¿Cómo podías estar pensando todavía en él, si estuviste conmigo? Y yo como idiota no había podido olvidarme de ti desde esa noche, y tú solo seguías pensando en el Dobe de Naruto.

Pero no podía mostrarlo, pero mi orgullo herido habló por mí.

"Deberías enfrentarlo, no huir de él ─ ¿Que tonto no? Después de todo era yo quien más huía de mi pasado. Pero solo buscaba herirle, dañarte como tú lo hiciste ─ ¿Qué? ¿Ahora estas llorando nuevamente por él?... ¿quieres que te ayude a olvidarlo nuevamente?" ─ Te dije esto último con una sonrisa socarrona en mi rostro.

Un golpe, eso fue lo que recibí de tu parte. Mi mejilla roja, mi Sharingan que se activó, con fuerza agarre tu muñeca.

Tú me mirabas entre asustada pero enojada, extraña combinación, mi sangre comenzaba a arder.

Con rapidez tome tu otra muñeca y con fuerza te embestí contra un árbol, un quejido salió de tu boca al golpear tu espalda contra este.

"S-Suéltame! M-me haces daño" ─ Decías mientras tratabas de soltarte de mí agarre, pero no lo conseguirías, yo era más fuerte que tú.

Me acerque a ti. Tu solo seguías moviéndote intentando escapar de mi agarre. Mi boca se acercó a tu odio, tu cuerpo se tensó por completo.

"¿Porque?...como puedes pensar en él sí..."─ ¿Qué estaba pasando conmigo? ¡No! no puedo mostrarme así de débil. Debo irme, tengo que alejarme de ti. ¿Contradictorio, no? Estos días eres lo único que ha ocupado mi mente, y ahora que te tengo como quería, deseo escapar de ese lugar.

Te solté. No quería verte. Baje la mirada. Si no lo hacía lo más probable es que no pudiera contenerme.

Continuara...