Bueno, estaba sentada en mi cama escuchando Escape de Rupert Holmes y de repente se me ocurrió escribir algo. Espero que les guste.
Los personajes no me pertenecen ni la letra de la canción, solo los utilizo por diversión, sin fines de lucro.
ME GUSTA LA PIÑA COLADA
Nos casamos después de haber salido juntos por seis años, una aventura, un viaje hizo que nos uniéramos y aunque muchas veces tuve miedo de que ella me dejara, al final nos convertimos en marido y mujer. Como todos los recién casados, los primeros años de matrimonio eran todo de color de rosa, risas, pláticas y sexo. Al pasar los años, todo era una rutina que me gustaba, siempre me gustaron las rutinas. Eso lo aprendí gracias mi mejor amigo Q, a él le gustaban y eso hizo que a mí me gustara.
Pero vinieron problemas, nos distanciamos, no podíamos tener hijos, sabía que era un problema y que ella se sentía culpable aunque le decía que no era cierto. Dejamos de reír, platicar y tener sexo, dejamos de ser una pareja, dejamos de ser marido y mujer. La rutina se seguía manteniendo pero ya no me gustaba.
Estaba cansado, de mi trabajo, de mi vida, de mi mujer. Llevábamos mucho tiempo juntos. Su negatividad y frialdad, sus cambios de humor y rabietas ya no las soportaba. No se lo decía. Así que una noche mientras dormía vi el periódico de la mañana en la mesita. Lo tomé y comencé a leer la columna de anuncios personales, fue entonces donde vi y leí:
"Si te gusta la piña colada, y quedar atrapado en la lluvia,
Si no te gusta hacer yoga, si tienes la mitad de un cerebro,
Si te gusta hacer el amor a medianoche en las Dunas del Cabo,
Entonces yo soy el amor que has buscado, escribe y escapemos"
Aunque suene egoísta y mal, escribí al periódico y dejé una nota en la columna de anuncios personales, yo no soy un poeta, eso se lo dejo a Q que es más cursi que yo, incluso Radar es más romántico, sin embargo me gustó lo que escribí:
"Sí, me gusta la piña colada, y quedar atrapado en la lluvia,
No me gusta mucho la comida sana yo soy más de Champaña,
Tengo que encontrarme contigo mañana al mediodía y terminar con esta burocracia,
En un bar llamado O'Malley, donde planearemos nuestro escape"
Al día siguiente llegué al bar con ansias y un poco de esperanza, estuve esperando como cinco minutos, diez, odiaba eso, odiaba que las personas fueran impuntuales, incluso Lacey, mi esposa, lo era y eso llevaba siempre a muchas de las peleas que teníamos.
Miraba fijamente la entrada dos minutos más y me iría, me iba a poner de pie cuando vi que entró una mujer, reconocí su sonrisa, el contorno de su rostro, esa piel aceitunada que se mantenía hidratada. Era mi propia esposa. Antes de poder decir algo ella lo hizo.
―Oh, eres tú.
Nos reímos por un momento y entonces yo dije:
―Nunca pensé… que te gustara la piña colada y quedar atrapado en la lluvia, y la sensación de océano, y el sabor del champaña. Si deseas hacer el amor a medianoche en las Dunas del Cabo, tú eres la mujer que he buscado, ven conmigo y escapemos.
―Sí, me gusta la piña colada. ―Me besó como cuando me besaba de jóvenes.
Lacey Starling, era, es y será la mujer que siempre he amado, nos fuimos a las Dunas del Cabo y fue como si todo comenzara de nuevo. Claro que hubo peleas y cambios de humor pero ya no había rutina, no como antes. Una vez al mes nos vamos a un lugar por una semana y nos olvidamos de todo lo que está rodeándonos, solo somos Lace y yo. Hoy nos estamos yendo a Agloe, esa ciudad de papel, fue nuestro primer viaje juntos y queremos repetirlo, aunque Q y Radar ahora no nos pueden acompañar nosotros no solo reviviremos nuestro amor sino también una historia épica.
