CAPITULO 1: MI MAYORDOMO… EL MEJOR (primera parte)
Una hermosa mañana, en la mansión Graham. (Hora de la escuela)
-Buenos días señorita Keyla… es hora de levantarse- Entra a la habitación de la joven mencionada, un joven alto vistiendo de negro con el cabello del color del traje, tez clara y ojos de un tono rojizo, su nombre, es Sebastian.
El joven se dirigió a la cama de la señorita esperando a que esta se levantara -se le hará tarde para ir al colegio…- Abrió las cortinas de la habitación permitiendo que toda la luz entrara a esta.
Al sentir la luz sobre su rostro, la joven quito las sabanas de su cuerpo, dando a notar así, a una joven no muy alta. Cabello largo color negro, muy hermoso, ojos azules y una tez clara.
-Odio la escuela….- Pronuncio aun medio dormida alzando los brazos.
El joven atendió al llamado de los brazos y la levanto de la cama dirigiéndose al baño.
-Señorita… querrá que la bañe el día de hoy? – Al ser mencionadas estas palabras, recibió una pequeña bofetada en la mejilla.
-Tengo 15 años Sebastian… hace 10 años que no lo haces, no vuelvas a hacer esa pregunta, es vergonzoso…-
-Esta bien señorita- Le dejo justo enfrente del baño
-Hoy no tengo tiempo para el desayuno… ya se me hizo muy tarde… así es que solo dame un trozo del pastel que preparaste ayer… el de zarzamoras con fresas, y una taza con leche tibia-
-Como ordene, y que ropa usara hoy?- Pregunto mientras la joven se metía al baño y cerraba la puerta
-No se… lo que se te ocurra, ya vete- Decía retirándose la pijama
-Si señorita- Hizo una reverencia frente a la puerta, y se retiro en camino a la cocina. 30 minutos después, Keyla bajo de de su cuarto hacia el comedor con un vestido que le llegaba 15 cms debajo de la rodilla, muy hermoso color rojo, con un moño de este mismo color. –Sebastian! Porque me escogiste esto?-
-Me dijo que le diera lo que se me ocurriera señorita, y no se cual es su preocupación, es un modelo exquisito, cualquier chica quisiera usarlo-
-No entiendo porque los ingleses somos tan aburridos, deberíamos acortar un poco lo vestidos… con esto no puedo ni caminar- Frunciendo un poco la sien
-Como le mencione… dijo que estaba a mi elección…- Le volvió a contestar esbozando una sonrisa
-No me gusta, es muy largo- Lo subía un poco. Mientras Sebastian se encaminaba hacia ella con una charola en las manos en la cual se encontraba el pastel y la leche –Tendrá que vivir con ello señorita, querrá que la peine el día de hoy?-
-No, solo ponme un listón blanco-
De la cocina salía una joven con uniforme de sirvienta. Rubia, con ojos enormes y alta. Dicha señorita fue al comedor y abrazo a Sebastian. –Hola Sebas-chan! Buenos días!-
-Es Sebastian…- Mencionaba Keyla molesta observando la escena.
-Lo siento señorita…- Hace una cortes reverencia –Sebastian, que quieres que haga hoy?- Mientras sonreía ampliamente.
-Dinami…- Pronunciaba la joven señorita –ve por vino al pueblo y quédate allí por lo menos 3 días-
-porque?- Dudosa preguntaba con asombro la sirvienta.
-porque quiero!- Daba el primer bocado de su pastel.
-Bueno señorita, yo no soy como Sebastian, no cumpliré todos sus caprichos-
-Sebastian… haz que me obedezca-
-s…- El mayordomo es interrumpido, pues la sirvienta abrazaba a Sebastian de una manera… algo inapropiada ._.U –solo hay una forma en la que puede convencerme- Lo miraba con perversión.
-SUELTALO, MALDITA!- Celosa de aquel acercamiento entre su sirvienta y su mayordomo, Keyla tomo la cabeza de Dinami y la coloco en el pastel. –NO TENGO YA HAMBRE!, SEBASTIAN! VAMONOS!- Se levanta y camina hacia la salida de la mansión.
-Que ruta tomamos señorita?- Subiéndose al carruaje
-No se, la mas cercana para no llegar tarde- Al subir al carruaje y cerrar la puerta, de su portafolio saco un pequeño cuaderno color rosa con un candado y se dedico a escribir en lo que llegaban.
20 de Diciembre.
Es la primera vez que escribo en este diario… y bueno… realmente no se muy bien que escribir… así es que escribiré lo que sea… veamos… en tres días es mi cumpleaños, y cae el primer día de vacaciones. Cumpliré 16 año, mamá deseaba mucho que llegara ese día, pero en fin. Espero con ansias el regalo de Sebastian… El es mi mayordomo… y es un buen chico, siempre anda cuidándome y haciéndome postres, espero que en mi día prepare uno realmente especial. De Dina….
La chica dejó de escribir, pues el carruaje freno de una forma horrible. Ella se apresuro a guardar el diario y bajo del carruaje. –Sebas..?- Fue interrumpida por un señor que la tiro al suelo tomándola del cuello y amenazándole con una pistola justo en la cabeza.
-Se…bas…t…- La joven apenas si podía hablar, pues el tipo la estrujaba del cuello.
-Hasta aquí llego tu familia…!- Cargaba la pistola, Y Keyla cerraba los ojos muy nerviosa, pero justo antes de que el señor jalara del gatillo, un joven alto de tez clara y cabello rubio lo amenazo con otra pistola.
-Lo dudo mucho…- pronuncio el joven, y la chica al oír la voz familiar abrió los ojos algo impactada –Obin?-
-Co-conde…- Alrededor del señor llegaban policías
-Llévenselo..- Menciono el joven y dos de los policías se lo llevaron.
-Obin… mu-muchas gracias….- Daba un gran suspiro de alivio mientras es ayudada a levantarse
-estas bien?-
-Sebastian..!- Corre hacia el frente del carruaje y da un suspiro al ver que estaba bien –Sebastian… me preocupabas..-
-Lo siento señorita, me atacaron-
-lo se, a mi también…-
-Lo lamento mucho señorita…- Baja del asiento, y va llegando Obin a donde ellos. –Buen día Sebastian-
-Buen día joven Obin- Haciéndole reverencia
-Están bien?-
"INNER KEYLA: Como molesta preguntando lo mismo u.ú" –Si, no te preocupes-
-Menos mal que me encontraba por aquí, si no, no quiero ni imaginar lo que hubiera sucedido. Te mandare con escolta Keyla-
-No es necesario, daría la vida por mi señorita- Interrumpió el mayordomo
-me avergüenzas Sebastian- Keyla reía un poco mientras le jalaba un poco las mejillas
"INNER OBIN: Que tonterías… si ni pudo protegerla hace un momento" –Lo dudo mucho Sebastian, pero aun así, a donde ibas amor?- Tomando las manos de Keyla.
-Ahm… a la escuela- Mientras veía a otro lado y sonrojaba un poco.
-Excelente, eso es lo que me gusta de ti, eres de las pocas chicas que les gusta ir a la escuela, y eso me enorgullece, aprovecha tu oportunidad-Soltando una de sus manos para poderle acariciar una mejilla.
-Si… claro que si…- Sonrojando mas, hablaba más bajo por la pena, mientras el mayordomo observaba la escena con seriedad.
-Ahm.. quieres ir a cenar a la casa?-
-Claro que si mi doncella-
-Sebastian preparara algo realmente delicioso, te espero a las 6-
-Esta bien, y te tengo un invitación-
-Si?..-
-Si, pero te cuento después o se te hará tarde- Se arrodilla frente a su amada tomándole la mano, y besa con suavidad esta. –Hasta pronto mi doncella- Se levantaba para dirigirse a su caballo y se retiraba en el. Mientras Sebastian abría la puerta de carruaje para que Keyla entrara a él.
-Estas loco?... Jamás me subiré sola allí otra vez, me voy contigo adelante- Sube a donde estaba el asiento del mayordomo para conducir el carruaje –que esperas?-
Si señorita- Se sienta a lado de ella y jala de las sogas para que los caballos avancen, e iba muy serio.
-Que tienes? Estas celoso de Obin?- Ponía cara de niña engreída con una gran sonrisa –Lo siento, pero el es mi prometido-
-No es eso señorita… solo pensaba en que no tengo los suficientes ingredientes para la cena IMPREVISTA-
-Ya sabrás como arreglarlo, y gracias por haber dicho que darías tu vida por la mía- Le daba un pequeño beso en la mejilla
-Solo es mi trabajo-
-Mmm.. bueno… ahora que lo pienso…- La expresión de su rostro cambiaba a una preocupada. –Porque se habrá dado lo de ese tipo que me amenazó?-
"INNER SEBASTIAN: Pronto lo sabrá…" –Le pido que no me interrumpa cuando manejo señorita-
-si, si..-
Llegando a la escuela, Keyla tomo sus clases normales mientras Sebastian iba por las compras para la cena de esa tarde.
5:30 pm.
-Odio que hayan tanto carruajes transitando y justamente hoy! Obin llegara y no hemos preparado nada!- Mientras subía a su habitación, le gritaba a su mayordomo –SEBASTIAN! HAZ ALGO LINDO Y ELEGANTE!-
Sebastian colgaba su saco en el perchero de la entrada y Dinami llegaba a el casi instantáneamente desde el cuarto de lavado –Como permites que te hable así?- Cargando un cesto de ropa
-Es mi ama… no puedo hacer nada contra eso- Mirando a las escaleras –Llama a Allen y dile que lo necesito en la cocina en 2 minutos, y a ti también por favor.
