Hola a todas las lectoras, Ya se me esta haciendo costumbre escribir historias romanticas a partir de los Hermosos personajes de Candy Candy, recordándoles que su creadora es Kyōko Mizuki, y la mangaka y dibujante Yumiko Igarashi, yo los tomo prestados para darle forma a la ficción de mi mente, aunque difieran un poco o mucho de carácteres, ellos y su gran historia es lo que me inspira siempre, espero me acompañen, la dinamica es la misma todos los días un capitulo nuevo, acepto sus sugerencias y comentarios tambien inspiradores, Un abrazo gigante.
Estaba a punto de entrar en desesperación, hacia 3 semanas que buscaba habitación y hacia un mes que se encontraba en la ciudad, no conocía mas que el parque y el hospital pero estaba dispuesta a encontrar un lugar permanente, el hotel se estaba haciendo muy costoso y estaba bastante alejado del hospital, el miedo a transitar de noche o madrugada luego de sus guardias le daba escalofríos, por fin encontró una habitación cerca del hospital y bastante accesible, hasta podría ir caminando, era la ubicación perfecta, faltaba conocer el lugar
-¡Por favor, por favor Dios! que no sea el dueño un drogadicto o violador y que me acepte – se repetía mientras caminaba al edificio
El sitio estaba bien por fuera muy decente, se acerco al intercomunicador y busco el numero del apartamento 21-12, marco y espero que repicara al tiempo que martillaba con una pie el suelo
-Ahora falta que no esté….. por favor contesta, contesta siiiiii
-Hola – se oyó una voz masculina del otro lado bastante profunda y ella se estremeció
-Hola disculpa pero será que….
-Lo siento mucho…. Adiós – colgó la comunicación y ella se quedó con los ojos y la boca abierta
-¿Pero que…? ¿Que lo siente mucho? me habrá confundido, no dije una sola palabra que… ¡bah! ya tendrá quien ocupe la habitación. Odioso - saco la lengua al aparato
Se dio la vuelta para seguir su camino y se le acercó una señora regordeta acompañada de un chiguagua con chaleco muy gracioso con algunas bolsas de la compra
-¿Necesitas pasar muchacha? Vivo aquí
-Yo… pues – pensó la posibilidad de enfrentar al personaje odioso y verificar si en realidad había alquilado la habitación o simplemente la había confundido - si gracias, voy a subir y la ayudare con eso abuela – tomo las bolsas
-Pasa querida
-Muchas gracias – le sonrió a la señora, la acompaño hasta su apartamento y esta le indico por donde seguir
Recorrió el pasillo buscando la puerta del apartamento, cuando por fin la encontró toco el timbre, se irguió lo mas que pudo y respiro despacio, la puerta se abrió y ella quedo petrificada al instante, el hombre que enmarcaba la puerta era alto, mucho, no llevaba camisa y tenia unos pantalones deportivos, iba descalzo y mordía una especie de sándwich, su cabello dorado desordenado enmarcaba sus ojos azules, ella trago grueso y carraspeo para darse ánimos
-Hola yo… acabo de hablar contigo por el intercomunicador y no se si te disculpabas por que ya alquilaste la habitación o pensaste que era otra persona
-El la miro de arriba abajo como ella hiciera antes y enarco las cejas – aun no he alquilado la habitación pequeña, pensé que era.. No importa - desechó la idea con un ademán - pero solicito compañero, es decir masculino.
-Al menos déjame pasar y te explico mi situación, así tu me explicas porque deben ser hombres los que vivan contigo
-Disculpa, es cierto adelante madame – se aparto de la puerta y dejo que pasara mientras la miraba por todos lados
-Gracias… ¿acostumbras disculparte todo el tiempo? Lo pregunto por que por el intercomunicador dijiste "lo siento mucho"
-Si es que pensé que era otra chica
-¡Ah... Entiendo! te disculpas solo con las mujeres, espero no tengas un problema con el género y por eso solo alquiles a hombres
-Yo no diría problema exactamente, quizá adicción... Si tal vez para las féminas sea un problema
-Adicción a las mujeres - repitió despacio analizándolo - ya comprendo
Observaba todo con cautela, no fuera a ser una asesino serial de mujeres, mientras el cerraba la puerta se dirigía a ella con curiosidad y tomaba el ultimo bocado de su ¿desayuno?, a las 11:00am.
La invito a sentarse en el enorme esquinero que daba hacia la ventana, desde ahí se veía el hospital, era una maravilla y por ese precio, tenia que intentar quedarse.
-Mi nombre es Candice White, soy enfermera, llegue a la ciudad hace un mes y con este he recorrido 8 sitios en donde rentaban habitación, en uno me araño un gato, habían 6, en el otro vivía un borracho, en tres eran drogadictos, extraños y locos, el ultimo – suspiro – mi futura compañera vivía en un basurero, todos lejos del hospital – señalo al frente – ¡bien! es todo y sonare desesperada pero necesito esta habitación, no te molestare mucho casi siempre tendré guardias solo es un lugar en donde tener mis cosas y dormir mientras no este en el hospital
-Escucho atento todo lo que hablaba y sonrió, ella era una chica simpática muy dulce, llevaba un vestido de flores y una coleta alta con sus rizos cayendo por su espalda, sus enormes ojos verdes lo miraban inquisidores y su historia daba pena, le despertaba unas ganas enormes de protegerla era pequeña de estatura pero toda una mujer, era peligroso – ese no es el problema, eres una mujer y yo.. bueno traigo otras mujeres, quiero decir hago demasiado ruido, a veces, por cierto soy Albert
-Frunció el ceño – ¿eres un pervertido? ¿Un Gigoló o algo así?
-¿Que? – se sobresalto – ¡no claro que no! bueno tal vez yo te moleste, a un hombre no le importaría pero a una mujer – hiso una mueca
-No me importa, estas diciéndome que eres sexualmente activo….. mmm ¿con varias? – ladeo la cabeza – esta bien, no me molesta tu "adicción" al menos no es al alcohol o las drogas, además he visto cantidades de cuerpos desnudos no me alarmare por eso y tendré en cuenta el "Ruido"
-El la miraba con asombro mientras ella le sonreía, luego pensó en los beneficios que le traería tenerla allí la excusa perfecta para que otra mujer no pasara de una noche - pues eso es todo Candice White te mostrare la habitación y puedes mudarte cuando quieras, hay un documento que quiero que te lleves para que lo leas, no quiero que llames a la policía por creer que estoy matando a alguna - rio y ella lo miro entrecerrando un ojo
-¡Claro! Tendré que modificar mis guardias, si llegas a herir a una chica y estoy aquí puedes decirme, bueno heridas físicas, de las otras no me encargo
-Yo, no soy sadomasoquista – la miro serio y luego sonrió de lado - Dime una cosa Candice tus padres o tú familia...
-¡Ah si! Pues soy de Virginia y...- desvío la mirada - Mis padres murieron cuando era niña, sin hermanos tíos o abuelos, prácticamente sola, pero si piensas asesinarme olvídalo, tengo una amiga que es como mi hermana le escribiré que estoy aquí y te tomaré fotografías. Bueno..- se colocó un dedo en los labios y lo miro de arriba a abajo - vestido por supuesto, para que sepa con quien viviré
-No es necesario no te asesinare, siento mucho lo de tus padres
-Fue hace mucho
-¿Y un novio tal vez? Seguro no aprobará que tú estés aquí
-No tengo ningún novio y no lo traje en mi maleta Albert, vine a estudiar y trabajar es todo - dijo con un tono cortante
-Está bien pequeña no te enfades conmigo solo que una chica bonita como tú...
-Un buen momento para dejar las reglas claras es este, no te preguntaré cosas de tu vida privada y no te veré como un amante espero lo mismo de ti, más bien podría acostumbrarme a verte como hermano, no traeré a nadie chico o chica pareja o amistades y no tocaré tus cosas
-¡Vaya! el contrato que te di es solo de arrendamiento del espacio pero esto es... ¿Disculpa mi hermana? - la miro nuevamente escaneándola y se encogió de hombros – perfecto, pero si alguien me pregunta por ti cambiare la versión según me convenga
-¡Hecho! Albert seguro nos llevaremos bien - extendió la mano y él se la dio
Dos meses después el hospital era maravilloso y pronto tomo el ritmo, sus estudios en asistencia quirúrgica iban viento en popa, salía temprano a clases, algunos días estaba en su habitación por las tardes y otros llegaba muy noche o muy temprano, siempre sigilosa para no interrumpir a Albert y su amiga que casi siempre resultaba ser diferente.
Un día mientras estaba en su habitación sentada en su cómodo escritorio estudiando escucho una discusión fuera, bueno solo la voz chirriante de la invitada y luego un portazo, se sobresaltó y se quedó mirando la puerta con los ojos abiertos de par en par hasta que tocaron
-¿Si?... ¿Albert?
-¿Puedo pasar?
-Si pasa
-Hola pequeña ¿cómo va todo?
-Estoy un poco asustada - señaló el pasillo - ¿que pasó ahí?
-Lo siento es que ella salió diciendo incoherencias insultándome no volverá a venir
-¿Ella? ….¿No sabes su nombre?
-No, bueno no recuerdo, si se lo pregunte tal vez Silvia, o Karla, no Karla tiene el cabello castaño y estuvo hace dos días...creo. No, no recuerdo... ¿Hoy vas al hospital?
-No. Hoy es mi día libre
-¿Quieres que veamos una película? compré helado – le dijo dedicándole esa sonrisa con la que siempre atrapaba a una pobre tonta en la calle
-¿De chocolate? – pregunto y el Asintió - Bien acepto pero nada de películas de misterio, terror y sangre luego no duermo
-Salió y se acomodó en el sillón mientras el preparaba en tazas el helado y se acercaba al otro extremo
-¿Albert? Bueno sé que dije que no preguntaría pero... - lo miraba mientras se mordía una uña
-Pregunta
-¿En serio no piensas en ninguna de esas lindas chicas como novia? no se... algo estable ¿solo te gustan por un día o dos?
-Debes saber que no creo en el amor, eso no existe, prefiero encuentros satisfactorios y casuales
-Pues espero que tengas un centenar de preservativos. Puedes adquirir una fea enfermedad he visto de cerca muchos casos que...
-Se levanto de golpe del sillón, entro a su habitación y saco una enorme caja marrón colocándola frente a Ella - nunca he estado con una mujer sin estos, de todos los tipos que existen pequeña
-La caja contenía en efecto cualquier cantidad de preservativos de colores sabores y tamaños posibles - ¡es Increíble! te creo capaz de agotarlos en menos de un año es que - sonrío mientras revolvía la caja - he escuchado más de lo que quisiera, no siempre por que tengo mis maravillosos audífonos una colección perfecta de CD´s - soltó una carcajada
-Bueno si necesitas algún día pues ya sabes en dónde están - le sonrió guiñándole un ojo
-JA.. gracias pero no gracias, no me hace falta
-Pues puede que sea por dos razones lógicas o tienes tu propia provisión y método de cuidado o no tienes relaciones
-Ella enrojeció de pronto y con el ceño fruncido replicó - no me hace falta tener relaciones a cada rato como a ti y no me interesa
-¿Eres virgen?
-¡No! Pero como... ¡claro que no!, tengo 26 años y 3 ex novios ¿pero por que...? - suspiro de frustración - No sé por qué te digo esto solo déjalo
-Muy bien, pero deberías considerarlo no es saludable ser tan reprimida
-¿Reprimida? ¿Saludable? No se para quien es saludable estar con una diferente por día pobres mujeres usadas como pañuelos, pero bien por ti yo no usaría así a nadie
-¿Esperas al príncipe azul? Porque con solo tres ex novios a tu edad solo lo confirmas
-Enrojeció mas si cabía en lo posible y respondió - Pues yo sí creo en el amor Albert, en algo bonito, un calorcito el corazón, dedicatorias y flores, me encantan las flores, debe existir y yo lo esperare, en ti debe haber un vacío enorme que quieres llenar con tanta mujer fácil o qué crees que las pobres no tienen sentimientos, ¡seguro ven en ti su príncipe azul! ¡Que estafador!, El otro día encontré a una fulana llorando en la puerta, no pude ni consolarla salió corriendo, ¡pero claro señor usted no recordará ni su nombre! – pateó el suelo - felicidades eres el rey león - se levanto del sillón directo a su cuarto, se detuvo a mitad del camino y lo miro - y me llevo el helado- le saco la lengua y se encerró
-Se quedo un rato riendo de cada ocurrencia que le dijo, de cómo había reaccionado ante una simple pregunta y luego la siguió abriendo la puerta sin llamar - sé que sienten pero yo soy bastante claro con ellas no soporto que luego de un buen sexo vengan de víctimas, es solo una noche ¿a quien se le parte el corazón por una noche Candy?... - dejo caer la cabeza hacia atrás con cansancio - hoy eres la abogada de las nenas y el otro día te reías de los mensajes en la contestadora, ¿quien las entiende? ¡Yo no!.. aún Quiero ver esa película así que puedes venir defensora feminista
-¡Bien! veré la película, tienes razón, no soy abogada y esta es tu casa, Mejor sería que no nos metamos en la vida sexual del otro y la fiesta ira en paz, que dices - le extendió la mano en forma de pacto
-De acuerdo señora, solo diviértete un poco no todo es estudiar y trabajar
-Lo dice quien trabaja desde casa, por cierto que leí tu columna y me llamas feminista tú que eres el macho alfa que escribe para hombres, ¿donde está tu sensibilidad?
-Enterrada con mis ganas de establecerme con una sola, ¿por qué comer solo salmón si hay tantos peces en el mar?
-Colocó los ojos en blanco - pero tú decides comer caviar cada noche porque es muy fino se ve delicioso, cuando en verdad es caca de pescado, disfruta tu pesca, es lo único que voy a decirte - levanto las manos en señal de paz - anda vamos a ver esa película - salió de la habitación dejando a Albert parpadeando y sin moverse...
